Los gobernadores ven con preocupación que Alberto Fernández y Cristina Kirchner no logren consensuar una hoja de ruta, en un escenario de disparada del dólar paralelo e inflación creciente, y temen que la crisis del Gobierno termine arrastrándolos a todos en las provincias. Se reunirán este miércoles en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) del microcentro porteño, en un encuentro que fue gestándose con hermetismo pero que se hará bajo el paraguas de la flamante Liga de Gobernadores.
Miércoles 27 de julio de 2022 (Nicolás Poggi para A24). Hartos de la interna del Frente de Todos y de la parálisis del Gobierno, los gobernadores del PJ están dispuestos a dar un paso al frente e interceder la escena. Para eso se reunirán este miércoles en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) del microcentro porteño, en un encuentro que fue gestándose con hermetismo pero que se hará bajo el paraguas de la flamante Liga de Gobernadores.
Eso significa que en la cita no sólo habrá mandatarios peronistas sino que también serán de la partida algunos jefes provinciales de partidos aliados, y que por los legisladores que controlan suelen ser claves en las negociaciones en el Senado.
Los gobernadores ven con preocupación que Alberto Fernández y Cristina Kirchner no logren consensuar una hoja de ruta, en un escenario de disparada del dólar paralelo e inflación creciente, y temen que la crisis del Gobierno termine arrastrándolos a todos en las provincias. Al peronismo no le gusta la sangre propia.
También vienen pidiendo al poder central medidas económicas claras para calmar los ánimos en los sectores productivos del interior, sobre todo el agro-ganadero y las economías regionales, y gestos para apaciguar al establishment y los mercados.
Los gobernadores evitaron hacer un respaldo explícito a la ministra de Economía, Silvina Batakis, pero están expectantes por el viaje que la funcionaria hizo a Washington para entrevistarse con el FMI e inversores. Por eso consideran que este podría ser el momento propicio para pegar un golpe de timón en la gestión.
Pero hay otro tema que los jefes del PJ miran con atención: la posibilidad de que haya un nuevo rediseño del gabinete que permita la entrada no sólo de Sergio Massa sino de algún otro representante del interior.
Lo del tucumano Juan Manzur como ministro coordinador fue un proyecto que no terminó de convencer a nadie, en gran parte debido a la propia dinámica de la interna entre Alberto y Cristina; pero esta oportunidad se presenta para ellos como una nueva posibilidad de acceder a porciones de poder.
El rol de Gerardo Zamora
En estas conversaciones es clave la actuación del mandamás santiagueño Gerardo Zamora, que puede vanagloriarse de mantener un diálogo abierto tanto con Alberto como con Cristina.
No por nada algunos de sus pares del norte lo ven incluso como potencial candidato presidencial en representación del resto. Planes acaso demasiado fantasiosos para un peronismo que enfrenta una temible caída de imagen, aunque no es menos cierto que este es el país de los presidentes inesperados.
Otro actor de peso en la Liga de Gobernadores es el chaqueño Jorge Capitanich, que también tiene diálogo con todos los sectores pero que no oculta su corazón cristinista. «Coqui» es otro hombre de aspiraciones y con ese objetivo armó el Consejo Regional del Norte Grande, donde fungen gobernadores de esa región tanto del oficialismo como de la oposición.
Se descuenta este miércoles que la participación de los mandatarios del Frente de Todos será amplia (el sanjuanino Sergio Uñac es uno de los confirmados, según pudo saber A24.com). Aunque hay otros peronistas que mantienen el misterio, como el caso del santafesino Omar Perotti, enfrentado a la Casa Rosada a raíz de su defensa del agro y las actividades productivas de su provincia. El cordobés Juan Schiaretti tampoco tiene que contarse, confirmaron desde su entorno ante la consulta de este portal.
Un gesto del Gobierno
Aunque en la relación entre el gobierno central y las provincias ronda la desconfianza, en la noche de este martes el equipo económico de la Casa Rosada presentó una medida que podría calmar los ánimos a partir de la decisión del Banco Central de establecer un incentivo para que los productores vendan su cosecha de soja antes del 31 de agosto a un tipo de cambio que hoy equivale a $239,75 pesos por cada dólar.
¿Suficiente para calmar a las fieras? Difícilmente. La reunión de los gobernadores está en marcha y todos se verán las caras a partir del mediodía de este miércoles. Si logran conseguir algo concreto es otro cantar.
La agenda de los gobernadores
Atentos a su propio juego, los peronistas del interior también están preocupados por lo que consideran un derrumbe de las expectativas electorales del Frente de Todos, y por eso se aprestan a concretar el operativo de cada año impar: desdoblar elecciones. De esta manera 2023 será un año en el que cada mes estará marcado en rojo por distintos comicios provinciales.
Para muestra basta un botón: el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil -aliado a la Casa Rosada-, planea concretar las elecciones de su provincia en marzo del año próximo, abriendo el calendario electoral del año, con lo cual debería estar convocando en breve a la puesta en marcha de las PASO del distrito.
Pero, para evitar ese trance, Jalil ya avisó que podría suspender las PASO. La explicación que dio fue casi filosófica: «Hay un agotamiento de la gente en cuanto a la política y a las PASO».
El catamarqueño dijo que la ley de las PASO «se tiene que debatir pero es una decisión que se tomará más adelante», cuando se reúna con los diputados y senadores de la provincia. «La gente quiere decidir cuando ya están los candidatos», le había dicho el mandatario a C5N.
No fue el único. En San Juan, Uñac había buscado suspender las PASO mediante la sanción de una ley pero luego sufrió un revés judicial que lo obligó a restablecerlas. Festejó el fallo la gente de José Luis Gioja, su antecesor en el cargo y desde donde se había impulsado la presentación en tribunales.
Uñac había intentado eliminar las PASO debido, justamente, a la interna que mantiene con Gioja, quien se mantiene firme junto a su sector en la idea de enfrentarlo en las urnas.
En Salta, el gobernador Gustavo Sáenz tuvo más suerte: el año pasado logró que la Legislatura provincial sancionara la suspensión de las PASO en forma «excepcional» para las elecciones legislativas locales que se hicieron en noviembre. La excusa fue la situación sanitaria por la pandemia y la necesidad de ahorrar los fondos del Estado. La jugada le salió bien porque ganó los comicios.
Estrategias de ese tipo podrán verse en exceso el año que viene. Salvo que empiece a ordenarse la conducción del Frente de Todos, algo que hoy nadie ve con claridad.