A medida que se acerca el balotaje argentino del 19 de noviembre, Sergio Massa lidera las encuestas en la carrera electoral, consolidando apoyos de diversos sectores políticos, mientras que Javier Milei, el candidato de un sector libertario, enfrenta desafíos y divisiones en su campaña. La entrada de Mauricio Macri en el espacio liberal trajo controversia y descontento en las filas de los liberales y radicales…

Domingo 29 de octubre de 2023. Tiempos de análisis en todos los frentes, con vistas al balotaje argentino del 19 de noviembre, de donde surgirá el Presidente que comience su mandato constitucional de cuatro años el 10 de diciembre de 2023, a exactos 40 años de la vuelta de la democracia con Raúl Alfonsín.
En el escenario actual, después de las elecciones, Sergio Massa lidera las encuestas en la carrera electoral a medida que se acerca la fecha de las elecciones generales y si bien los sondeos no hablan de una paliza electoral al ahora libertario-cambiemista-PRO-casta Javier Milei, el Ministro de Economía Sergio Massa viene consolidando apoyos provenientes de diversos sectores políticos, es decir de los dirigentes y de sus seguidores, casi en contraposición a los apoyos que consigue Milei de los dirigentes, pero no de sus votantes de los espacios donde consolida y reflota la alianza de principio de Siglo, con Mauricio Macri como jefe de campaña.
Los analistas políticos de Misiones coinciden al advertir que la estrategia de Massa incluye la captación de votantes que anteriormente respaldaron a partidos de izquierda, así como la obtención de apoyo de figuras como el Gringo Schiaretti, del radicalismo neutral, y de miembros del PRO alineados con Horco Rodríguez Larreta. En la vereda de enfrente, los propios liberales abandonan o se distancian de Milei debido a su asociación con Macri, un controvertido personaje de la política argentina. También las apariciones de Milei en los programas de la televisión nacional lo alejan de los votos, cuando se lo ve errante, confundido, molesto, violento, misógino, casi casi como el papel de su nueva socia, Patricia Bullrich, cuando habló de su propuesta “holística, integral: «Es pensar que los argentinos estamos muy dolidos. Y vamos a armar un sistema que ponga el foco en el ser humano desde una perspectiva en la que todo aquello que tiene que ver con el ser humano, su vida, su educación, su cultura, su bienestar, su seguridad… estén todos bajo una filosofía muy interesante…” y que el periodista con el que hablaba se sinceró: “No entiendo”. Lejos de explicar, Bullrich respondió: “ya los vas a entender”. En esa línea, esta semana, Milei también derrapó, al intentar explicar el alcance de su posteo –después del anuncio de Macri-Bullrich que se suman a su alianza– de una imagen de un león (se autodefine león) y un pato (en alusión a la Pato Bullrich), cuando se expresó nervioso, tenso, divagante: la imagen “tiene más de 250 mil likes, casi 16 millones de impresiones, y en mi cuenta de Instagram 1 millones de likes». Y remató: «así como hay uno o tres salames opinando desde una.. de una computadora, mientras que ellos miran a la señorita por internet, yo estoy en el medio de sus sabanas» (¿?).
Bueno, lo cierto es que el ingreso de Macri al espacio liberal causó divisiones en las filas de los liberales, en las filas de los radicales, en las filas del PRO y en las filas de aquel peronismo que no había votado a Massa. “Pero además, genera preocupación en varios sectores que Macri haya solicitado el control de la economía como parte de ese pacto”, tal como lo informaron con detalles los medios nacionales muy cercanos al expresidente de JxC, enfatizaron los analistas locales.
Mientras tanto en Misiones, el escenario de incertidumbre de la dirigencia opositora al Gobierno nacional atraviesa el mismo vendaval: por un lado, los dirigentes de Juntos por el Cambio se unieron al liberalismo en busca de poder político, pero enseguida advirtieron que la estrategia no tiene el resultado que esperaban: el petardo les explotó en la mano porque la sociedad en general, que entiende de las movidas políticas, condena cuando esas movidas no tienen propuestas sino, apenas, son oportunismo y especulación política, recuerda un analista político de Misiones.
Es más: dice que un momento significativo que resalta esta dinámica es la expresión de Milei hacia Macri: «vengan que estoy solo», lo que decepcionó a muchos jóvenes liberales que consideran que su líder no los valora adecuadamente.
“Fijate que el resurgimiento de figuras políticas de los años 90 y del macrismo, como Puerta, Schiavoni y Goerling, provocó la desilusión de la juventud liberal que había estado militando en los últimos años. Ese acuerdo de cúpulas generó una decepción generalizada; este tipo de movimientos políticos erosionan la credibilidad de la política… muestra un enfoque centrado en el poder en lugar de un proyecto para el país. No hay proyecto. No tienen proyectos. La ética y la ideología se ven sacrificadas en el proceso, lo que crea una percepción negativa entre la población, que percibe toda esta situación”, dispara un analista.
Y pone de ejemplo el silencio oficial del radicalismo vernáculo, que se nota más cuando sus dirigentes nacionales ya repudiaron este acuerdo, dice. Habla, en realidad, de un silencio de comunicado de prensa o un silencio de conferencia de prensa, porque el presidente de la UCR misionera, Pablo Argañaraz, adelantó a Misiones Plural que no acompañará a Javier Milei en el balotaje: «no acompañaría a quién me injurió como lo hizo Milei con Bullrich», dijo. El silencio oficial se sustenta en el acuerdo que tiene la UCR con Pedro Puerta, al que le entregaron el primer lugar de la lista de candidatos a diputados. Pero por debajo de la cúpula que no postea ni un meme, hay una fuerte ebullición de la militancia repudiando con firmeza el descarado gesto de “prostitución política”, dicen los analistas.
Es que en el país central, hasta Lilita Carrió (como Morales o Lousteau) expresó su descontento, comparando a Milei con Hitler en un contexto de extrema polarización política, dejando entrever que por estos tiempos, la neutralidad no es una opción válida.
Pero también aparece un fenómeno de los liberales, que entienden que son los dueños de los votos, desplazando la reflexión de sus adherentes: por eso indignó tanto la actitud de Macri y Bullrich que pretenden (eso parece) imponer su voluntad a la fuerza, desestimando la autonomía de los votantes y dejando una percepción negativa de su liderazgo.
Milei insultó a Bullrich de manera violenta, con descalificaciones y agresiones, tildándola de parte de la casta a la que quería pasarle la motosierra. Cuando se dio cuenta que no le dan los votos, salió a blanquear que detrás suyo estaba Macri y su estrategia: obligar a Bullrich a aceptar las disculpas para los que lo miran por TV y proponer una sociedad, un gobierno en conjunto.
En este panorama, todos saben también que los votantes de Cambiemos no se inclinarán masivamente hacia Sergio Massa. Lo advierten también los analistas locales que saben que hay muchos que no se sienten representados por las opciones disponibles. Pese a la incertidumbre y la desconfianza que está en todos los espacios, las encuestas de estos días siguen posicionado a Sergio Massa en la Casa Rosada.
Los 90 minutos de juego del 22 de octubre no llevó a un alargue de otros 30 minutos, para el 19 de noviembre.