La titular del Ministerio de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, arriba hoy a Puerto Iguazú en una visita enmarcada en la inauguración del Centro de Análisis de Inteligencia de Gendarmería Nacional. Viene con el espíritu cinematográfico de reeditar a la triple frontera (en minúscula, como lugar geográfico) como un Estado supranacional que cobija al terrorismo y al narcotráfico internacional, una situación siempre denunciada y nunca corroborada. La fotografía, tomada desde la Argentina, muestra a Paraguay a la izquierda y al Brasil, a la derecha: es la triple frontera, el encuentro de los tres países, en la confluencia de los ríos Paraná e Iguazú.

Lunes 15 de enero de 2024. La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, llega hoy a Puerto Iguazú. Acompañará al gobernador Hugo Passalacqua en la inauguración del edificio del Centro de Análisis de Inteligencia de Gendarmería Nacional. En la agenda difundida desde Buenos Aires se informa que se encontrará con su par paraguayo, Ángel Barchini, con el propósito de considerar acciones comunes en la lucha contra el crimen organizado.
Se entiende que, en Paraguay, como en Brasil y la Argentina, las organizaciones delictivas vinculadas al narcotráfico vienen ganando poder, no sólo por los armamentos y logística que manejan sino también por el dinero con el que seducen a sectores marginados de las economías formales.
No es un secreto que en toda América Latina se registra un aumento de la violencia ejercida por las bandas de narcotraficantes que controlan territorios, como sucede con mayor evidencia en México, Ecuador, en Río de Janeiro y en Rosario.
De acuerdo con los expertos en seguridad, la coordinación de políticas públicas entre los Estados constituye parte de la estrategia fundamental para combatir esas bandas, que se sabe, se mueven sin respetar jurisdicciones, aunque precisamente las luchas inter-bandas se libran por el control de los territorios y suelen aparecer en la superficie en los momentos de mayor violencia en las calles. Por eso no es casual que, aunque en las antípodas ideológicas y éticas Bullrich y Axel Kicillof, como gobernador de Buenos Aires hayan acordado acciones en la lucha contra el narcotráfico.
En Misiones, donde la problemática narco no adquiere los ribetes de la gravedad con que se presentan, por ejemplo en Rosario, ya que somos ruta de tránsito, la prevención es fundamental y en ese sentido las políticas públicas que puedan coordinar los Estados nacionales y con las provincias son centrales.
La reunión de hoy en Puerto Iguazú adquiere una significación especial.
Diríamos que el eje de discursos, ideas y estrategia es la coordinación entre los Estados.
Sólo el poder de los Estados puede equiparar en fuerza a la magnitud armamentística y económica de las bandas narcos. Sólo una presencia efectiva y cotidiana del Estado en los barrios más humildes, podrá aplicar políticas que impidan que los jóvenes, sin esperanzas de acceder a un trabajo formal se vean seducidos por el dinero narco.
Esto, que es innegable pone un condimento conflictivo en el debate por las políticas de seguridad. La trayectoria de Bullrich indica que su gestión entiende que esa presencia del Estado se traduce en fuerza, fuerzas de seguridad, fuerzas armadas. La policía, los gendarmes, los militares, no son el Estado. Conforman el brazo armado del Estado que, si se entiende como la unión de clases y sectores sociales de una nación, nunca puede concebirse esencialmente represivo.
Es el matiz que diferencia las políticas conservadoras de las políticas populares. Es también la percepción que diferencia las políticas nacionales de las antinacionales.

La fantasía hollywoodense de la triple frontera
En este contexto hay que subrayar que la ministra llega a Puerto Iguazú después de hacer declaraciones en la televisión porteña. Habló de la “triple frontera” como zona peligrosa, no sólo por el narcotráfico sino también por la existencia de células terroristas dormidas.
Vuelve así a poner sobre el tablero un debate que parecía superado ya que desde la vereda del republicanismo antiK, Elisa Carrió, advirtió hace años que el imperio (porque el imperio existe) pretende adueñarse de los recursos naturales del planeta. “vienen por el agua” hubo de denunciar en sus años de gloria. ¿Quién viene por el acuífero guaraní? Y ¿cómo?
Sencillo, Estados Unidos instalando una base en lo que llaman “la triple frontera”.
Es una categoría inventada por el Pentágono. Se la inscribe (a la triple frontera) como un espacio librado a su suerte y dominado por el eje del mal y en el que hay que intervenir para salvar a la democracia.
Desde Plural venimos advirtiendo que la construcción de la triple frontera como un espacio autónomo o independizado de facto y con reglas propias es una falacia. La triple frontera no existe como categoría concreta. Existe geográficamente un punto de encuentro entre las fronteras de Argentina, Brasil y Paraguay. Nada más. Es algo intangible. Desde el punto de vista de espacio organizado con sus propias reglas, es un invento. En Argentina existe Puerto Iguazú, donde rigen las leyes argentinas, en Brasil Foz y en Paraguay Ciudad del Este. En cada ciudad se vive como parte de su propia nación.
Plural ha tratado el tema en profundidad. Se recomiendan varias notas que se pueden leer buscando bajo el tema triple frontera.
Recordamos que jueces federales desestimaron la existencia de “células dormidas” terroristas en la Argentina, que la comunidad islámica de Foz y Ciudad del Este están integradas a las sociedades de sus respectivos países.
Recordemos también que Hollywood envió a una afamada directora a filmar una película que supuestamente desnudaría la vida de los terroristas en la “triple frontera”, como filmó en otros puntos neurálgicos para el imperio con todo el despliegue de efectos especiales, bombas, fuego y romances imposibles en guerras sangrientas. Fue declarada persona no grata por la Cámara de Representantes de Misiones, por el Ministerio de Cultura del Brasil y el delegado del presidente en Ciudad del Este. Se fue. Renunció al proyecto pero fue reemplazada y otro terminó filmando en otra triple frontera de nuestra América. Y la película fue un fracaso, de taquilla y nula para la acción psicológica.
La ministra Bullrich llega hoy a Puerto Iguazú. No llega a la “Triple Frontera”.

EV – Misiones Plural