En medio del auge del turismo amigable con las mascotas (pet friendly), surge la cuestión sobre cómo conciliar la promoción de destinos amigables con los animales y la realidad del maltrato animal en las comunidades anfitrionas. Este artículo explora el fenómeno del turismo “pet friendly”, el papel de las mascotas en las nuevas estructuras familiares y la alarmante presencia del maltrato animal en diversas formas, desde las redes sociales hasta prácticas cotidianas. Acá, la primera de cuatro entregas.
Por Oscar Alejandro Degiusti
Miércoles 28 de febrero de 2024. El artículo aborda la creciente tendencia del turismo amigable con las mascotas (pet friendly), donde los destinos y servicios se adaptan para acoger a las mascotas como parte de la experiencia de viaje. Se cuestiona si esta apertura hacia los animales en el turismo contrasta con la realidad del maltrato animal en las comunidades locales. Se examina cómo las redes sociales proyectan imágenes de mascotas felices mientras que la realidad muestra casos de crueldad y abandono. Además, se analiza la evolución del papel de las mascotas en la sociedad, pasando de meros guardianes a miembros de la familia, y se proporcionan datos estadísticos sobre la tenencia de mascotas en diferentes países.
Este primer artículo (de una serie de cuatro) también explora las múltiples formas de maltrato animal, desde peleas clandestinas hasta la explotación en circos y mataderos, destacando la necesidad de abordar este problema. Finalmente, se adelanta una reflexión sobre cómo el maltrato animal puede ser un indicador de otras conductas preocupantes y se anticipa un análisis más detallado en la próxima entrega.
Primera parte: ¿Turismo, maltrato animal?

¿Se puede promocionar un lugar turístico como amigable con los animales cuando, de manera simultánea, son comunidades con altas tasas de maltrato animal? ¿Qué roles ocupan en las nuevas estructuras familiares las mascotas o animales de compañía? ¿La comunidad comprende los alcances del maltrato y la crueldad hacia los animales; cómo se manifiestan? ¿Las redes sociales muestran mascotas felices o víctimas de maltrato? Las respuestas a alguna de esas preguntas en el desarrollo de esta serie de artículos.
En esta primera parte vamos a leer sobre el concepto de turismo pet friendly como contexto general, lo que nos muestran las redes sociales; luego vamos a clarificar el significado de mascota o animal de compañía con algunas experiencias, para finalizar con lo se entiende por maltrato animal.
El turismo pet friendly como disparador para analizar el maltrato animal
La prensa misionera viene reflejando informaciones que involucran a animales, en un tiempo donde las mascotas -ya como parte activa de las familias- son incorporados a los viajes como nuevos pasajeros, en una tendencia que crece y, por lo tanto, los servicios y los destinos comienzan a adaptarse, ofreciendo espacios y facilidades para los nuevos “turistas”. Con esta tendencia apareció el concepto amigable con la mascota, o “pet friendly”, en inglés: son los lugares donde permiten la entrada a mascotas. Las grandes plataformas de venta, como Booking y otros portales similares, incorporaron esta modalidad en sus promociones, al igual que establecimientos y destinos turísticos.
El concepto “destino turístico” habla no sólo en los bienes y servicios que se ofrecen al viajero en un lugar con determinados atributos, sino también de las comunidades anfitrionas que conviven durante esos días de descanso con los viajeros y turistas.
Ante ello surge el interrogante de cuál podría ser un indicador válido de la actitud de los ciudadanos anfitriones de Misiones hacia el turismo pet friendly y el contexto mayor que lo integra, que es la sostenibilidad. Y es muy probable que el tratamiento que se le da a los animales podría ser una de las dimensiones adecuadas para tal fin. De todas maneras, no es lo mismo que haya servicios amigables con los animales, a que el destino turístico sea amigable con los animales.
Las redes sociales y las mascotas
Si las redes sociales fueran el simple reflejo de la realidad y el número de likes fuera el indicador del comportamiento humano, se podría inferir que los animales -en general- y las mascotas -en particular-, no deberían ser objeto de análisis alguno más que la convivencia en su entorno natural o en un hogar. Y la red social Tik Tok tendrían imágenes de personas felices regalando mascotas a familiares o rescatando animales, con especial compasión por animalitos abandonados; y con animales salvajes llevando sus crías a visitar a quienes los salvaron de situaciones de peligro; también habría diferentes especies de animales conviviendo y transmitiendo una sensación de ternura. Pero la realidad es muy diferente.
Las sociedades evolucionan y con ellas, las prácticas, hábitos y costumbres de sus habitantes, al ritmo de los procesos de globalización y del avance de las nuevas tecnologías. Las relaciones entre el hombre y los animales también se modificaron, favorecidos principalmente por los procesos de urbanización.
Mascotas
Pero, qué es una mascota o animal de compañía en la sociedad actual; Qué experiencias positivas con mascotas se conocen. Una mascota es un animal domesticado que vive con humanos bajo un mismo techo, que no será utilizado como animal de trabajo ni alimento.
En la evolución de la sociedad hubo un desplazamiento de roles y lugares respecto a los animales de compañía o mascotas. No hace tanto, el perro -por ejemplo-, era el guardián de la casa que alertaba o atacaba al “intruso” y espantaba alimañas o animales pequeños; su lugar era “el patio o afuera”, en ocasiones atado; y nadie se espantaba. Con el tiempo, el perro se mudó del patio a la casa y al de guardián, le anexaron otros roles más emocionales, como miembros de la familia y ya dentro de los dormitorios, inclusive. Algo similar sucedió con los médicos veterinarios: de especializarse en grandes animales del campo (la Argentina agroexportadora era el modelo) a médicos de mascotas, sobre todo pequeñas, en las ciudades.
Los datos sobre tenencia de mascotas fundamentan que las nuevas sociedades necesitan un tratamiento acorde a la complejidad del asunto, según se desprende de estos datos:
-En Estados Unidos de Norteamérica, en 2016, cerca del 57% de los hogares tenían una mascota, con perros y gatos.
-En la Unión Europea, en 2017, poco más del 26% de los hogares tenían al menos un gato, y alrededor del 18% tenía al menos un perro.
-Argentina, México y Brasil tienen los mayores porcentajes de dueños de mascotas, seguidos por Rusia y Estados Unidos de Norteamérica, según una encuesta internacional de estudios de mercado (GfK, 2016) realizada en 27 mil personas de 22 países.
-En Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), se estima (datos de 2016) una población de 430 mil perros, a razón de un perro cada 7.14 personas. Y 250 mil gatos, a razón de un gato cada 12.5 personas. Según lo informado, el 59,3% de los hogares tiene una mascota (37% perros y 19 % gatos).
-Las características de la convivencia con los animales también dan cuenta de la intensidad del fenómeno. Por ejemplo, en CABA, se informó que el 98% de las personas jugaba con sus animales; 89.9% los fotografiaba; 60.4% les hacía regalos; el 32.9 viajaba con ellos; y el 30.5% festejaba sus cumpleaños.
Los cambios sociales de los últimos años no sólo modificaron los roles y el espacio de las mascotas sino también la forma en que las personas se vinculan y relacionan con ellas. En diversos estudios, los resultados mostraron que aproximadamente el 90% de las personas considera a sus mascotas como miembros de sus familias.
Este fenómeno del aumento en la tenencia de mascotas tiene diversas interpretaciones, entre ellas, una lo explica en términos de la conformación de las sociedades occidentales donde la urbanización moderna, la afluencia económica y el sentimentalismo burgués (Serpell, 1996). Otros lo explican en función de los cambios ambientales alienantes en el traspaso dado en los últimos cien años desde comunidades estables hacia las grandes ciudades, con sus avances tecnológicos, la fragmentación de la familia y la consiguiente búsqueda de apoyo emocional extra. (Belk, 1996). Otra teoría lo argumenta en función del distanciamiento fruto de las migraciones hacia las ciudades, con el consiguiente abandono de formas de explotación animal que favoreció un cambio de actitudes hacia los animales (Díaz Videla, 2017). Pero en definitiva ninguna lo hace totalmente, pero nos aproxima a las explicaciones respectivas.
La incorporación de la mascota al núcleo familiar, modificó las teorías para conceptualizar a las “familias” y justamente la Teoría Familiar Sistémica es uno de los enfoques más utilizados para entender las familias que incluyen miembros no humanos (Díaz Videla, 2015; Turner, 2005; Walsh, 2009). En sociedades occidentales actuales, la definición de familia incluye integrantes no humanos.
Así, los miembros humanos de la familia y sus mascotas desarrollan un sistema emocional familiar equilibrado a partir de la integración de los animales en las rutinas diarias. Por ejemplo, actividades como compartir la cama, los horarios de comida o las celebraciones socioculturales dan cuenta de la incorporación de los animales en las familias (Leow, 2018).
Por consiguiente, se demostró los diversos roles que asumen las mascotas en función de los integrantes humanos como ser la contribución a la cohesión, y el favorecer los vínculos, facilitar la socialización en los niños, disminuir la ansiedad, aprender a sumir responsabilidades y el mayor logro de felicidad entre las principales.
…los animales están más presentes en los hogares con niños, que en cualquier otra configuración familiar.
Relaciones afectivas
Los resultados de una investigación de la Universidad de Harvard desde el año 1938, que examinó de cerca la vida de más de 700 hombres y -en algunos casos- de sus parejas, concluyen que la presencia de mascotas favorece las relaciones afectivas, que constituyen el principal indicador de felicidad.
Por otro lado, desde los años 70 se crearon programas en cárceles para relacionar a los presos con animales. Un artículo del New York Times expresa que a partir de experiencias con resultados positivos, estos programas “se han extendido por todo el mundo, incluidos Japón, Países Bajos y Brasil. Se han hecho especialmente populares en Estados Unidos. En Arizona, los presos entrenan caballos salvajes para patrullar la frontera con México. En Minnesota y Míchigan, los presos adiestran perros para ayudar a personas ciegas y sordas. Y en Massachusetts, los presos ayudan a cuidar de animales salvajes heridos o enfermos, como halcones, coyotes y mapaches”.
Y no hace tanto tiempo trascendió la experiencia en la penitenciaría de Santiago (Chile) conocida como “la Peni”, con 180 años de antigüedad, que narra el impacto positivo de los cerca de 300 gatos de la prisión en los 5600 residentes humanos, que ayudó a modificar la conducta y los grados de responsabilidad mediante el cuidado de los animales.
Existen experiencias similares en geriátricos mediante terapias con perros, gatos, caballos, y hasta con delfines y lobos marinos, y también todos con resultados muy positivos.
Pero como cualquier aspecto de la vida social, no todos los colores son agradables o lo que transmiten las redes sociales como Tik Tok son puras sonrisas, sorpresas ante la llegada de una mascota o como conviven socialmente especies diferentes (es muy conocido el perfil de una pantera “Luna” y un rotwailer en Siberia). Nada que ver.
Por el contrario, algunas plataformas como SOSVox que permite a los usuarios crear y firmar peticiones para abordar problemas sociales y políticos en distintos países, o Change.org, la plataforma de peticiones más grande del mundo, o en redes sociales conocidas como Facebook e Instagram se divulgan o denuncian cientos de casos de maltrato y sadismo incluso, sobre los animales. Las crónicas narran que el primer caso de maltrato animal que se tenga constancia en el mundo ocurrió en Grecia, en el siglo 500 a.C., en el cual un sujeto fue condenado al haber despellejado a un animal salvaje.
¿Qué es el maltrato animal?
El maltrato animal es el comportamiento irracional de una persona hacia un animal, con la finalidad de causarle sufrimiento, estrés o incluso la muerte. No solo implica lastimarlo físicamente, sino también abandonarlo, privarlo de alimento, descuidar su higiene o salud, dejarlo a la intemperie, en azoteas o amarrado, entre otros.
«La compasión hacia los animales está tan estrechamente ligada a la bondad de carácter que se puede afirmar con seguridad que quien es cruel con los animales no puede ser una buena persona». Arthur Schopenhauer.
Según el sitio bioenciclopedia.com las causas del maltrato animal son varias, pero con un mismo denominador común: la acción humana.
-Falta de educación
-Negocio
-Perversidad
-Castigo y Corrección
-La Cultura. Sobre este punto profundizaremos en siguientes párrafos.
Y como ejemplos más comunes de maltrato o crueldad animal se puede nombrar a:
-Peleas clandestinas, mal llamadas deporte, y que implican mutilaciones, entrenamientos crueles, provisión de drogas, aislamiento entre otras.
-Los circos.
-Abandono: esto abarca abandono tanto lejos de casa como dentro del mismo hogar. Un tipo común de abandono es alejar al animal lo suficiente como para que no recuerde cómo llegar a casa. Otro, es que se les limite su libertad con cadenas o dentro de espacios muy reducidos y hacinados, sin alimento, agua limpia o un techo que los proteja del clima.
Algunos datos más que significativos son que un alto número de animales son abandonados meses después de ser regalados en Navidad, Reyes o 14 de febrero, y que cerca de un 80% de los perros que se adquieren permanecen seis meses en una casa, y luego son abandonados.
-Cría de perros: Gran parte de la sociedad invita a adoptar perros en vez de comprar. Este pensamiento surgió después de revelarse el negocio de la cruel crianza de perros donde las hembras reproductoras viven en condiciones deplorables y su salud es llevada a límites extremos. La mayoría de los criaderos son insalubres y los canes carecen de atenciones básicas como veterinarios, comida, agua y lugares donde desechar sus necesidades.
-Acumulación de animales: Esto proviene algunas veces de personas con buena intención de salvar criaturas callejeras, lesionadas o maltratadas. El problema es que albergan más animales de lo que sus posibilidades económicas pueden permitir.
-Mataderos: «Si los mataderos tuvieran paredes de cristal, todos serían vegetarianos”. Es una popular frase que se relaciona a este apartado. Nada más que decir.
-Humanizar a los animales. Cuando el animal es tratado de acuerdo a nuestras pautas, repercutirá en el comportamiento.
-Las carreras de animales como caballos y galgos.
-El tráfico de fauna silvestre, y en muchas ocasiones de especies en peligros de extinción.
-La caza furtiva disfrazada de deporte.
Lo que viene: el próximo artículo analiza el maltrato hacia los animales como indicadores de otras conductas más preocupantes, y las modalidades en que se manifiesta el maltrato animal en Misiones.
