Seis provincias argentinas forman la Alianza Verde para enfrentar el cambio climático, lideradas por Misiones. La Alianza Verde también busca posicionarse en el mercado internacional de carbono, que por ahora opera de manera voluntaria. Este mercado permite la comercialización de productos vinculados a la reducción de emisiones, como proyectos de conservación de bosques y generación de energía renovable, explicó Silvia Kloster en Plural TV.

Martes 15 de mayo de 2024. Hacen pocas semanas (el 22 de abril), seis provincias argentinas establecieron la Alianza Verde Argentina. Liderada por Misiones, la iniciativa también incluye a Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos, Jujuy y La Pampa con la intención de sentar las bases para un futuro más sostenible y resiliente y que busca consolidar acciones colaborativas en áreas como la producción de energía limpia, la gestión de suelos y la educación ambiental, expuso Silvia Kloster en su columna de Plural TV, programa periodístico de Canal 4 Posadas.
El enfoque principal de la Alianza es el cambio climático, un desafío que requiere una respuesta ágil y coordinada. Silvia Kloster destacó la necesidad de esta cooperación, subrayando que las provincias involucradas están entre las más avanzadas en temas ambientales en el país. Misiones, por ejemplo, es pionera en la implementación del programa REDD+ para la reducción de emisiones y la restauración de bosques.
La colaboración entre estas provincias no se limita a la esfera nacional. La Alianza Verde también busca posicionarse en el mercado internacional de carbono, que actualmente opera de manera voluntaria. Este mercado permite la comercialización de productos vinculados a la reducción de emisiones, como proyectos de conservación de bosques y generación de energía renovable. Kloster explicó que la contabilidad precisa de estos proyectos es esencial para cumplir con los compromisos nacionales e internacionales.
Aunque la Alianza busca inicialmente financiamiento y reconocimiento fuera del país, no descarta la importancia del apoyo interno. Kloster señaló que, a pesar de la falta de un marco nacional claro para el mercado de carbono, las provincias están avanzando de manera independiente. Este avance incluye la posible creación de una plataforma de banca verde, la primera en su tipo a nivel regional en Argentina, para financiar proyectos ambientales.
La Alianza Verde Argentina, aunque nacida de una necesidad de acción inmediata, podría servir de modelo para futuras iniciativas de cooperación regional. La combinación de esfuerzos y recursos promete no solo enfrentar de manera más efectiva el cambio climático, sino también abrir nuevas oportunidades económicas para las provincias involucradas, explicó.

Silvia Kloster en Plural TV


-¿Con qué tema venís hoy, Silvia?

-Hoy les quería comentar sobre la Alianza Verde Argentina. Es un acuerdo que firmó hace poco, en el que la Provincia estuvo trabajando en los últimos meses. Nuclea el compromiso de seis provincias en principio: Misiones, que lidera un poco este proceso, Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos, Jujuy y la Pampa. Estas seis provincias han acordado un pacto para poder desarrollar acciones conjuntas. Esto es importante porque en realidad, en Argentina hay otras formas de cooperación, pero en el tema de ambiente y cambio climático específicamente, se necesita tener una ductilidad, una premura, hay que manejar los tiempos y manejar los temas y entonces, así surge la necesidad de que las provincias que están más interesadas en estos temas -algunas están más avanzadas que otras- empiecen a trabajar en forma colaborativa. Así surge esta alianza con la idea de que se pueda fusionar los esfuerzos en pos de trabajar la problemática del cambio climático y el desarrollo sostenible. Hay otros temas vinculados a esto, como por ejemplo, la producción de energía limpia, el trabajo de los servicios ambientales, la valoración de los servicios ambientales que tienen las provincias, el manejo de suelos, temas novedosos asociados también a la educación ambiental. Estas provincias que ya se han puesto de acuerdo están trabajando en algunas líneas más definidas.

-¿Por qué estas provincias?
-Porque son las que están más avanzadas. Dentro de las jurisdicciones hay algunas que están más avanzadas en algunos temas vinculados al cambio climático puntualmente. Si bien la idea puntual era trabajar solo en cambio climático, debido a que estas cinco provincias tienen el área de ambiente con cambio climático diferente a Misiones, que tiene una secretaría puntualmente vinculada a este tema, entonces se decidió ampliar a nivel temático. Estas provincias son las que están trabajando y están más interesadas en tomar la punta en algunas cuestiones, como es la valoración de los servicios ambientales en un marco global de carbono. Cuando hablamos de estas negociaciones que se hacen a nivel mundial, un mercado que hoy existe, un mercado voluntario, pero en el cual se puede llegar a conseguir interés o se puede llegar a vender los productos vinculados a la reducción de emisiones, puede ser desde los servicios basados en la naturaleza, como los proyectos de bosques, de biodiversidad, y también proyectos basados en la tecnología asociada a la reducción de emisiones, por ejemplo, vinculadas al calor, como son los techos fríos, como es la generación de energía renovable. Hay provincias que están trabajando estas temáticas más fuertemente que otras, y estas son las que están más interesadas en estos temas. Todas están interesadas, pero cada provincia tiene su desarrollo, y también un poco del devenir de los cambios y demás. Algunas están más avanzadas con los planes de respuesta, por ejemplo, nosotros somos la segunda provincia que ya tiene una prevalidación a nivel nacional, el Plan de Respuesta de Cambio Climático, junto con La Pampa, por ejemplo. El resto todavía está tratando de validar el desarrollo del plan, porque la validación tiene un proceso. Todas las provincias tienen que hacer su plan de respuesta y no todas están en el mismo nivel, pero todas están trabajando en esto. Las que están un poco más avanzadas son las que han decidido tomar una posta pensando en un mercado internacional sobre los mercados de carbono.

-¿Esta alianza es para ir a golpear las puertas adentro o afuera del país?
-Es, en principio, para afuera. Pero esto no significa que adentro también no se puedan golpear puertas. A pesar de que en la nueva estructura de Argentina hay personal y funcionarios que todavía no están designados en el área de cambio climático, tiene todavía algunas cuestiones que hay que terminar de definir, sobre todo el mercado de carbono, que ha pasado solo al sector energético, en principio; cosa que a nosotros, como provincia proveedora de servicios ambientales vinculados a la naturaleza nos preocupa porque quedaríamos un poco afuera de todo esto. La mirada nacional apunta más del sector energético, al sector de hidrocarburos, y nuestro valor agregado son los bosques, fundamentalmente en la lucha contra el cambio climático. Pero por eso te digo, hay provincias que viendo este escenario, esta languidez que todavía presenta Argentina, por decirlo de una manera, tienen la idea de avanzar en un mercado internacional. Y acá hay que jugar fuerte, como siempre comento, los proyectos son de gran envergadura, las más interesadas son las regiones. Acá hay que posicionarse como región y pensar en instrumentos de negociación internacional. La Alianza está pensando en desarrollar la banca verde como una plataforma para proyectos y conseguir financiamiento, y esto no es un tema menor. En realidad, si se logra, y calculamos que va a ser así, va a ser la primera plataforma a nivel regional de Argentina. Hay países que ya lo han hecho, como Colombia, pero nosotros a nivel regional del país seríamos los primeros, inclusive antes que la propia Argentina, por supuesto. Porque Argentina no tiene esta mirada, es como que está dejando hacer, que las provincias arranquen solas.

-Pero se necesita indefectiblemente de ese acompañamiento nacional…
-Depende, porque para el mercado voluntario no lo necesitamos. Sí hay que tener contabilidad de todos los proyectos a nivel local porque después tendremos que balancear con las contribuciones que haremos a la Nación, que debe reducir sus emisiones y tiene un compromiso asumido al 2030, pero a su vez, puertas adentro, todas las provincias también tenemos que hacer nuestros cálculos. Entonces necesitamos tener la contabilidad de esos proyectos que van a sumar a la contabilidad nacional de alguna manera. En el mercado voluntario no necesitamos la aprobación de Argentina, pero sí debemos tener nuestra contabilidad local. Yo encuentro que Argentina aún no está visibilizando las oportunidades, también el acuerdo de París no se termina de decidir internacionalmente. Entonces, tampoco nadie quiere comprometerse o hablar de un mercado voluntario cuando el artículo 6 habla de varios mercados, entre ellos el voluntario, y hay reglas que no están definidas. Así es que los países han empezado a avanzar en esto, y Misiones viene siendo un poco la punta en todas estas cuestiones. Fue punta para el programa RED Plus, que es el programa de reducción de emisiones para bosques vinculadas a la reforestación y restauración de los bosques; y yo calculo que también lo va a hacer para otro gran tema que se está desarrollando en otro ámbito de la provincia, que son los bonos de biodiversidad. Hay instituciones específicas de la provincia que tienen mucho conocimiento y que están trabajando en eso, y que ya hay experiencias a nivel regional sobre esto. Misiones siempre ha tomado la punta, y por eso también se ha animado a decir: “necesitamos más músculo, necesitamos más cooperación, más provincias que nos ayuden a buscar un mercado que está ávido de proyectos, pero que no son fáciles a veces de implementar”, y en esto creo que la región con la Alianza Verde Argentina tiene una gran posibilidad, entonces hay que apoyar, se está trabajando internamente para armar reglamentos y demás comisiones distintas y salir al mundo.

-¿Va a requerir el acompañamiento nacional?
-No en principio. Yo creo que Nación no va a serle de muy buen agrado, calculo yo, pero para el voluntario no la necesitamos. Hoy por hoy el dinero vinculado a la reducción de emisiones por desforestación o lo vinculado a la producción de energía limpia y demás se maneja en un mercado voluntario, con lo cual la primera mirada sería que no necesitamos la aprobación de Nación; pero vamos a ser prolijos, vamos a mantener nuestra contabilidad, vamos a pensar en una contabilidad muy específica, muy clara. Que sea mercado voluntario no significa que podamos hacer cualquier cosa. Es más, en general, son mucho más exigentes las metodologías, justamente porque son voluntarios, pero sí nos va a posibilitar posicionarnos en un mercado que esperamos que pueda traer financiamiento a las comunidades, a lo local, a la persona que quiere conservar, a la persona que está trabajando en tecnología vinculada al cambio climático, que está generando energías limpias. Todo esto hay valorarlo, y hoy por hoy en una situación nacional muy complicada, muy compleja, con muchos grises más negros que blancos…

-¿En esos grises sigue funcionando el Cofema?
-El Cofema funciona, por supuesto. Es un consejo federal que tiene un pacto ya en el 91, luego incorpora la Ley General del Ambiente. Es un órgano permanente que va a seguir, por supuesto. Para que desaparezca tiene que haber una ley. Y aparte garantiza el federalismo en muchas otras cosas, no solo en ponernos de acuerdo en qué actividades podemos llevar adelante sino, inclusive, en las normativas que es fundamental, que es constitucional. Así que el Cofema sigue existiendo, nos animamos a trabajar en otras plataformas, siempre con el respeto de las jurisdicciones y de la competencia provincial y nacional.