Un museo es una institución sin ánimo de lucro, permanente al servicio de la sociedad y su desarrollo, y abierta al público, que adquiere, conserva, investiga, comunica y exhibe, con fines de estudio, educación y disfrute, material. evidencia del hombre y su entorno.
Por Oscar Alejandro Degiusti
Viernes 17 de mayo de 2024. El sábado 18 de mayo se celebra el Día Internacional de los Museos 2024 con el tema Museos para la Educación y la Investigación, que pretende subrayar la importancia de los museos como instituciones educativas dinámicas que fomentan el aprendizaje, el descubrimiento y la comprensión cultural.
Este año y en este momento particular los festejos nos encuentran con una circunstancia especial, no ya del aquel momento en que los museos en el mundo estaban cerrados y la actividad turística como una de las corrientes generadoras de flujos de visitantes también se encontraba absolutamente paralizada, es decir se habían detenidos en el en el espacio y en el tiempo. Hoy es diferente, no están cerrados, pero hay una tensión latente dentro del contexto del neoliberalismo, entre las responsabilidades que le competen al Estado y al mercado respecto a la cultura en general y a los museos en particular.
Recordemos que el nacimiento de los museos atravesó por distintas conceptualizaciones a lo largo de la historia pero siempre con una simbiosis entre lo público y lo privado.
La palabra museo, procede del latín “musēum” que a su vez deriva del griego “mouσεοv”, cuyo significado etimológico es “casa de las musas”, porque los griegos (323 a.C.) relacionaban este término con los santuarios dedicado a las musas y divinidades inspiradoras. Se considera que el primer museo tiene su origen en Alejandría, la ciudad egipcia creada por Alejandro Magno alrededor del 280 a.C Los museos de los templos griegos fueron los primeros que se exhibieron a los ciudadanos en general.
En la Edad Media el arte aparece como una herramienta para enseñar y adoctrinar, donde la iglesia, la monarquía y la nobleza, asumen el mecenazgo de pintores y escultores principalmente, cuyas obras se resguardaban en los palacios y monasterios.
Con el Renacimiento irrumpe la burguesía como nueva clase social que se suma a los otros actores en cuanto al mecenazgo y creación de espacios para el arte. El “coleccionismo” era el concepto.
El siglo de las luces (XVIII), dota a los museos de su carácter ilustrativo, tanto en arte como en otras colecciones. Comienzan a ser visitados por el pueblo. A esta altura hay que decir que los museos de Ciencias Naturales y los Museos Arqueológicos (la tipología de época se completaba con los museos de arte) se constituían fundamentalmente con objetos y elementos saqueados de las tierras ocupadas por “la conquista” y el Imperialismo colonial, que en algunos territorios como África se extendió hasta mediados del S.XX . Los museos mostraban la producción de lo exótico, de “las culturas inferiores”.
En 1926 se funda la Oficina Internacional de Museos, organismo internacional que nace con el objetivo de establecer acuerdos que permitan salvaguardar objetos y edificios de carácter cultural, que habían sufrido los efectos de la guerra. En 1931 (Atenas) se lleva adelante la 1ra Conferencia de Expertos para la Protección y Conservación de Monumentos cuyo resultado es la Carta de Atenas, donde se abrevaba por conservar el patrimonio artístico y arqueológico de la humanidad.
Luego de Segunda Guerra Mundial, surge el Consejo Internacional de Museos (ICOM), que puede considerarse como una organización no gubernamental, formada por una red profesional de museos que operan en ciento treinta y seis países, actuando en una amplia variedad de disciplinas relacionadas con el patrimonio y los museos. Tiene un estatus de órgano consultivo de la ONU. Así, mediante este organismo quedó establecida la definición de museo actual:
Un museo es una institución sin ánimo de lucro, permanente al servicio de la sociedad y su desarrollo, y abierta al público, que adquiere, conserva, investiga, comunica y exhibe, con fines de estudio, educación y disfrute, material. evidencia del hombre y su entorno.
Y por otro lado tenemos al turismo, actividad propia del capitalismo y de la globalización del Siglo XX. Pero también desde el patrimonio con sus implicancias y mutuas relaciones con los Museos como parte de su extensión a paisajes y culturas.
No es casualidad que en los primeros años del S.XX, donde empieza el desarrollo del turismo industrial o como producto de consumo masivo donde arrecian las críticas de críticos de arte a los museos acusándolos de constituir espacios de objetos acumulados que borran toda huella de deleite y placer contemplativo, y que sólo interesa a los eruditos en tales temas.
La cultura es una parte indisoluble del turismo, si no existiría el concepto o la idea de un “producto cultural o turismo cultural”, situación que hace que el turismo sea una gran fuente de intercambios culturales pero de mercado también, la cultura se convierte en mercancía y en ingresos también. Y el éxito de esta modalidad
Expresaba Terry Stevens que “el crecimiento exponencial del número de museos creados durante los últimos veinte años es prueba fehaciente, por un lado, de la necesidad que tienen las comunidades de expresar su propia cultura y por otro, de la demanda de acceso a dicha cultura por parte de los turistas “y que “existe una correlación directa entre la expansión del turismo y la demanda de museos. Las comunidades responden a las nuevas exigencias del turista en búsqueda de experiencias culturales abriendo más museos o reacondicionando los viejos. Los museos como tales son ahora reconocidos, junto con otras representaciones materiales o inmateriales de la cultura, como parte de la infraestructura turística y de la oferta de productos de todo lugar turístico”.
Por todo esto los museos son y seguirán siendo un elemento esencial de facilidades que exige el turista, y en el caso de los Museos más desarrollados se convierten en atractivos que por sí solos atraen al turismo, o en actividades complementarias que como lo dice el sentido, se combinan con otros atractivos y son parte del recorrido de propuestas o de actividades de un lugar. Museos que en este contexto son componentes que contribuyen a aumentar la estadía en un lugar. Aumentar una estadía es aumentar el consumo, y así generar ingresos para algún misionero.
Los Museos y especialmente aquellos menos desarrollados se transforman en auténticos guías de turismo que logran explicar la geografía, la historia, los componentes sociales, la fauna, la flora y los patrones económicos en la medida en que no reproducen los errores del pasado: ser espacios ordenados de acumulación de objetos sin significados, carentes de atractividad y desconectados de las lógicas del arte y de los circuitos turísticos. Terminan funcionando como instituciones administrativas más que creativas.
El turismo también suele generar estas cosas en muchas localidades, donde el voluntarismo le gana a la reflexión al momento de pensar en elementos que atraigan turistas, y se imaginan museos de las más variadas tipologías que cuando se concretan no logran siquiera interesar a las poblaciones locales, y ni hablar cuando se necesita de financiamiento para mantenerlos. Esto requiere seguir repensando los roles de estas instituciones.
Por eso, ya en plena pandemia nos proponíamos obligadamente a repensar los museos para la “nueva normalidad” que vendría, y lo que sabíamos es que como en todas las actividades de “consumo” sufriría transformaciones. La cuestión era sencilla, si se modificaban los patrones de consumo, también se modificarían los Museos, ya que igualmente constituyen centros de consumo de diferentes productos, donde sólo uno de ellos puede ser el patrimonio, pero no el único.
Laura Marajofsky nos dice respecto a los Museos que ya estaban en un proceso de replanteo, ya que aún no lograban adaptarse al paradigma digital y al circuito alternativo de la contracultura. Y lo dice JiaJia Fei, directora de Marketing Digital del Guggenheim de Nueva York con el siguiente ejemplo: “en una era pre-digital de la fotografía, el mensaje era ‘Esto es lo que estoy viendo, lo que vi’. Mientras que hoy el mensaje es ‘Estuve ahí. Vine, vi y me hice una selfie’.” Pero seguramente este es un cambio de paradigma en cuanto a cómo han cambiado los intereses y las prácticas de consumo y de hábitos en los habitantes planetarios de estos tiempos.
Como vimos los circuitos del arte estuvo siempre enmarcada en una relación entre el Estado y el sector privado, desde los mecenazgos de reyes y la Iglesia hasta las salas de universidades privadas o las galerías de particulares, como por supuesto los museos dependientes de las administraciones públicas.
Si bien este último postulado, no debería haber tensiones en el actual contexto del neoliberalismo imperante en el mundo y en Argentina en particular, ya que el sector privado siempre estuvo dentro de los circuitos museísticos, pero actualmente lo “que existe” es lo que tiene un valor de cambio o precio de mercado, o constituya un dispositivo de verdadera legitimación de los artistas, y lo que no cuadra en ese esquema “no es digno de financiamiento” o simplemente “No hay plata”.
Esta es la lógica del nuevo capitalismo global, pero el árbol no debe tapar el bosque. Buscar alternativas que reposicionen a nuestros museos será una tarea colectiva a realizar, entre otras cuestiones la de digitalizar las obras que acerque más los artistas a los potenciales mercados; que las salas sean verdaderos espacios de legitimación, y no un rejunte de actividades, objetos y muestras; captar nuevos flujos de visitantes, usualmente son los mismos grupos; evitar la estratificación social de las salas, donde es muy significativa las salas de primera y las de segunda y en definitiva trabajar en que sean verdaderos lugares de la educación y la investigación como expresa el lema de este año, a lo que le agregaría “y de la recreación” porque tiene que tener ese rasgo de alegría al visitar cada uno de ellos.
Finalmente, como para completar este día, podemos decir que en la provincia de Misiones son varios los museos que se han ido incorporando a las ofertas de turismo cultural en los distintos municipios. Vayamos a recorrerlos, en cada escapada dentro de nuestra provincia de Misiones, porque allí está nuestra identidad, opera nuestra historia, nuestros recursos, nuestros hábitos…son espejos de alguna fasceta de nosotros como misioneros. ¡Los museos de Misiones también están a nuestro alcance, conozcámoslos! ¡Feliz Día a los Museos!
