Fernando Lafere, líder social, alerta sobre la crisis que atraviesan los sectores más vulnerables debido a las políticas del gobierno actual. La falta de entrega de alimentos y el impacto en las economías locales son temas urgentes que movilizan a las organizaciones en Posadas.

Jueves 30 de mayo de 2024. Fernando Lafere, el Oso, destacado activista y dirigente de organizaciones sociales en Posadas expuso la crítica situación que enfrentan las comunidades locales debido a las políticas implementadas por el gobierno de Javier Milei desde diciembre. «nos encontramos con la quita de la entrega de alimentos para las organizaciones, cosa que ya venía bastante atrasada», señaló, para rescatar que el año pasado solo se realizaron dos entregas significativas de alimentos, las cuales eran cruciales para sostener a los sectores más necesitados.
La situación empeoró de manera drástica: este año, la pobreza se elevó al 56% y la indigencia a casi el 20%. Lafere criticó la «ofensiva de los sectores económicos concentrados» que, según él, están aprovechando el contexto actual para maximizar sus beneficios a expensas de la población más vulnerable. Este fenómeno, afirmó, está desmantelando las pequeñas y medianas empresas y provocando despidos masivos tanto en el sector público como en el privado.
Durante la entrevista con Plural, en Canal 4 Posadas, Lafere destacó la importancia de la unidad entre las organizaciones sociales y sindicales. Mencionó la reciente creación del «Encuentro de la Resistencia», un espacio intersectorial que busca fortalecer la lucha contra las políticas de ajuste. «Hoy (por el lunes) se puso en escena una cuestión que nos parecía necesaria por todo lo que está disputándose también en los sentidos en este tiempo acá en Misiones», enfatizó.
La reunión de las organizaciones, que incluyó a la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y otros espacios políticos y sindicales, concluyó con la entrega de una nota a los diputados y senadores nacionales para exigir que no avancen con la Ley Bases y que se anule el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que ha impactado negativamente en la distribución de alimentos.
Lafere también mencionó la urgencia de abordar el hambre como una prioridad nacional. «Estamos hablando de una Argentina que hace un tiempo atrás estaba entrando en una senda de producción, de desarrollo, de inclusión», dijo, para lamentar que el país vuelva a la lucha por cuestiones tan básicas como la alimentación. Además, criticó la falta de un plan de vivienda y el impacto negativo de las políticas de exportación que favorecen a las transnacionales mientras dejan a la población local en una situación precaria.
Finalmente, hizo un llamado a la participación activa en la política y destacó la necesidad de que todos los actores afectados por la crisis se involucren en la búsqueda de soluciones. «Sería interesante que se discuta la política, pero con la participación de todos los actores que están trabajando y sufriendo esta catástrofe», concluyó Lafere.

Fernando Lafere en Plural

-¿Cómo estás, Fernando?
-Aquí andamos después de una jornada de concentración donde, entre casi todas las organizaciones sociales que tenemos desarrollo en Posadas, fundamentalmente las que tenemos algún anclaje nacional, realizamos un señalamiento y visibilización de los efectos que está teniendo la política que vino a implementar este Gobierno desde diciembre para acá, cuando por ejemplo, en el sector de lo barrial, de lo territorial, nos encontramos con la quita de la entrega de alimentos para las organizaciones, cosa que ya venía bastante atrasada. El año anterior se entregaron dos veces nomás en el año, pero fueron cantidades significativas: entraban más de 600 mil kilos de alimentos en cada entrega para organizaciones sociales, al propio Gobierno de la Provincia, a organizaciones no gubernamentales, también a los organismos de la Iglesia. La falta de esos alimentos se siente por la situación que vive el pueblo argentino, desde los de más bajos ingresos hasta los trabajadores asalariados, incluso el comercio, la industria. Se siente el efecto en lo económico y en lo social de la crisis que está desatando la ofensiva de los sectores económicos concentrados, que tienen este paréntesis de tiempo que le brinda la aparición de esta cosa extravagante en términos de política y que están aprovechando fuertemente para esquilmar todo lo que puedan e incluso tratar de legalizarlo. Vemos que -aún sin Ley Bases, aún sin aval- lo que se ha desatado no ha requerido nada de eso para elevar al 56 por ciento la pobreza, casi al 20 por ciento la indigencia. Está llevándose puestos a las Pymes, a un montón de trabajadores despedidos, no solo en lo público, sino en lo privado; o lo que estamos viviendo en la provincia, de la desregulación de la yerba mate, y el intento de desarticulación de eso que tanto le costó a los productores que se instale, que un es ente regulador como el Inym.

-¿Para qué fue la reunión de hoy (lunes), entre quienes y con qué consigna?
-Reuniones tenemos desde siempre. Siempre hubo, por lo menos en la mayoría de las organizaciones, la intención es de unidad. Cuando aparecen circunstancias como esta que estamos atravesando se acelera un poco más. Nosotros venimos promoviendo una intersectorial desde enero. Venimos abrazando las propuestas de ordenamiento de la lucha y los rechazos y las manifestaciones que vienen planteando la CGT nacional, las dos CTA -la CTA Autónoma y la CTA de los Trabajadores- y los movimientos sociales, que nos vinieron a ordenar. Nuestro espacio es intersectorial, abrazamos esas propuestas, ya desde el paro del 24 de enero y luego este plan defensivo, como le denominamos, desde la marcha en defensa de la universidad pública de abril, que fue una cosa que desbordó la expectativa, incluso de los propios, el Día del Trabajador, que fue un hito importante de convocatoria de movilización, y después el paro, que hace mucho tiempo en la Argentina no había un paro tan contundente. Las organizaciones venimos juntándonos, y este viernes, empujados por todo esto que está aconteciendo en la provincia, nos juntamos a partir de una convocatoria con organizaciones, como la Utep y otros compañeros de otros espacios políticos, sindicales, y se definió lanzar una propuesta de unidad: un espacio que se llama Encuentro de la Resistencia, que está abierto y estamos buscando acercar a más sectores. Hoy se puso en escena una cuestión que nos parecía necesaria por todo lo que está disputándose también en los sentidos en este tiempo acá en Misiones. Un señalamiento claro de las responsabilidades nacionales, no solo en lo que nos afecta directamente a las organizaciones sociales, que parece que es una cosa menor, y cuando se empieza a rascar un poco es la barrera de contención a un montón de cuestiones, sobre todo en la ofensiva de la degradación social; que hace que haya contención social todavía, que es la atención de los merenderos, los comedores, los espacios de cuidado. Y que decía, hay responsabilidad clara, y lamentablemente hay un juego perverso de instalación de sentido en todo esto que está aconteciendo, de que lo que nos está pasando en Misiones es solo de responsabilidad provincial.

-Cuando claramente son las consecuencias de haber puesto a Milei en el gobierno, ¿no es cierto?
-¿A quién le cabe duda de eso?

-Caben dudas todavía…
-Por eso nuestro aporte es movilizarnos hoy y también asumir la responsabilidad política, y en eso también somos bien claros: nuestros desarrollos no son solo de asistencia social, de solidaridad indiscutible, sino también de proyección de las posiciones políticas de los sectores que se organizan. Por ejemplo, en la concentración hoy, aprovechando que ahí a la vuelta del Centro de Acceso a la Justicia, por calle Rivadavia, están las oficinas donde funciona el bloque de Innovación Federal de los senadores y los diputados nacionales, nos acercamos marchando a dejar una nota que firmamos entre todos, para pedirles a los diputados nacionales y a los senadores que no avancen con la votación de la Ley Bases y que se avance también, no solo en la derogación sino en la anulación del DNU, que tanto afectó en este tiempo.

-¿Más allá de que lo dimensionamos cada uno en nuestras casas, cómo podemos dimensionar socialmente el impacto que está teniendo este ajuste, este recorte de recursos hacia las provincias? ¿Dónde está lo urgente?
-Lamentablemente, la consigna principal en términos de lo reivindicativo hoy fue «El hambre es el límite». Estamos hablando de una Argentina que hace un tiempo atrás estaba entrando en una senda de producción, de desarrollo, de inclusión, de generación de empleo genuino; que hoy estemos discutiendo el hambre, que haya sectores que están peleando el salario porque está por debajo de la línea de pobreza o debajo de la canasta básica, habla claramente de lo urgente. No hace falta más que ver lo que está pasando acá en la provincia, y en todo el país también. Los reclamos de los sindicatos y esto que estamos planteando de las organizaciones, también haber tenido que volver a pedir que se regularice la entrega de comida, y que encima hoy sea tomada una decisión en la Justicia respecto a esto, y que el Gobierno dijo que va a apelar la decisión. Hoy yo mencionaba en una charla en la movilización, que esto nos llama también a discutir cuestiones más de fondo, que no es solo esta circunstancia. Yo te decía, este año suspendió este Gobierno la entrega de alimentos, pero el año pasado, de los 12 meses del año que tendrían que haber habido entregas regulares, hubo dos entregas de alimentos, y estamos hablando de entrega de alimentos porque estamos en una Argentina donde no se genera trabajo, cuando tenemos todas las condiciones de hacerlo. Y cuando hay propuestas hay todo un ruido en torno a eso respecto a esto del emprendedurismo, que en algunos sectores deja algo, pero en lo que tiene que ver con los sectores más vulnerados, el emprendedurismo lleva a un montón de compañeros, en vez de estar aprovechando la riqueza de materia prima que se apropian las transnacionales para exportar, para producir acá en la Argentina: vestimenta, calzado, alimento, mobiliario, vivienda. No entendemos cómo no se está desarrollando o no se desarrolló en el Gobierno anterior un plan de vivienda, y vemos que eso ahora tiene un impacto. Y no solo el impacto, deja que los exportadores se apropien de su saldo exportable y que nosotros vivamos con lo mínimo e indispensable como pueblo, empujando con esto del corrimiento de los números de pobreza a una vida miserable, una vida de subsistencia, que seguramente ya nuestra historia dio cuenta de eso. En los 90 se organizaron los compañeros, se resolvía la comida, se resolvía el cuidado en el barrio y también se resolvió salir a pelear por cambiar la política. Y ahí también hay algo que hay que poner en relieve: toda esta ofensiva de ataque, de denuncia, de criminalización, de judicialización, de acusar de que hay comedores fantasmas, del robo de mercadería, el ataque a las organizaciones sociales, sumado al ataque a los dirigentes sindicales, a los sindicatos, que algo de eso está dando vuelta también en esta construcción de sentido que hay, tiene que ver con que nuestro pueblo encuentra la forma, y justamente fueron las organizaciones sociales las que marcaron fuertemente la culminación del periodo neoliberal arrancado en los 90, cuando en noviembre de 2001 hubo hasta 300 cortes de rutas y piquetes por día de estos sectores que hoy están pretendiendo desactivar al quitarle la posibilidad de organizar la comida en el barrio, degradando la posibilidad de trabajo autogenerado -muy precario, de muy baja intensidad como formulador de ingreso- pero algo en sí. Pretenden desgranar a las organizaciones porque saben que en esos sectores está el potencial para generar el cambio, o por lo menos el parate que anhelamos todos a esta catástrofe que nos ha impuesto la falta de política, no solo la de este Gobierno en cuanto a lo productivo, sino lo que viene acumulándose en gestiones que no encausaron fuertemente el control de comercio exterior y el desarrollo de producción y de trabajo para el pueblo argentino.

-Muchas gracias Fernando.
-Estoy siempre disponible siempre para hablar estas cosas que son las que hace falta que se hable más en estos tiempos, donde ya hay muchos apurados por los tiempos electorales, cuando para los que están sufriendo, pensar en las elecciones es muy lejano aún. Sería interesante que se discuta la política, pero con la participación de todos los actores que están trabajando y sufriendo esta catástrofe que tenemos hoy y que además hemos vivido tiempos mejores…