El ministro de Desarrollo Social de Misiones, Fernando Meza, destacó la urgencia de una mirada federal que atienda las necesidades específicas de cada región del país, para asegurar una gestión más inclusiva y eficiente de las políticas sociales del país, al tiempo que llamó a reforzar el diálogo y la cooperación interministerial. “Pedimos reuniones de manera colectiva y también individual; queremos saber por qué fuimos excluidos como provincia de esa nómina (de reparto de alimentos). También tenemos nuestra nómina de comedores, de merenderos; de fundaciones y organizaciones sociales que están trabajando en política alimentaria” local, dijo en El Club de la Política, programa periodístico de Canal 4 Posadas, que conduce Guido Encina.

Jueves 6 de junio de 2024. El ministro de Desarrollo Social de Misiones, Fernando Meza, reclamó una gestión más equitativa y federal en la distribución de recursos y políticas sociales de parte del Gobierno nacional, sobre todo de parte del Ministerio de Capital Humano del gobierno de Javier Milei.
En una entrevista con Guido Encina, en El Club de la Política, el ministro Meza habló sobre la complejidad de gestionar programas sociales en un contexto de transición gubernamental.
«Con Pablo de la Torre (exsecretario de Niñez) tuvimos un nexo importante. Aunque enfrentó una transición difícil, siempre mostró disposición para escuchar nuestras preocupaciones,» afirmó Meza. Uno de los puntos críticos abordados fue el acompañamiento en medicamentos para pacientes oncopediátricos y la reactivación del Servicio Alimentario Escolar, ambos afectados por la reestructuración ministerial de Nación.
A Meza le preocupan los programas esenciales para Misiones, como «Mi Pieza» y «Mi Baño», cuya suspensión afectó a varias familias. «Estas iniciativas transformaron y dignificaron la vida de muchas personas, y su suspensión requiere un diálogo urgente para retomarlos», destacó, para enfatizar después sobre la necesidad de un enfoque federal en la redistribución de recursos, al tiempo que lamentó la exclusión de Misiones de la distribución de alimentos y el retraso en la entrega de unidades móviles necesarias para el traslado de niños en dispositivos convivenciales. «Nosotros seguimos pagando el seguro de las combis porque confiamos en que llegarán,» señaló.
Además, Meza también defendió la gestión provincial en educación, salud y economía, abogando por la protección de la producción local frente a políticas nacionales que considera perjudiciales. «Debemos agrandar coincidencias y achicar diferencias, siempre defendiendo nuestra provincia,» afirmó.
Al final de la entrevista de Guido Encina por Canal 4 Posadas, el ministro Fernando Meza reflexionó sobre el impacto de la crisis en la clase trabajadora y la importancia de un Estado presente y eficiente, al tiempo que instó a una mayor colaboración y diálogo entre todas las provincias y sectores para enfrentar los desafíos actuales y promover una redistribución más justa y equitativa de los recursos, dijo.

Fernando Meza en Canal 4 Posadas


-¿Cómo está el vínculo con el Ministerio de Capital Humano?
-Es oportuna la charla también para comentar esto. La verdad que con el ministro del Interior fue muy difícil entablar el diálogo. Si bien nuestro nexo con Capital Humano era Pablo de la Torre, que estuvo al frente de la Secretaría de Niñez -antes Ministerio de Desarrollo Social- con quien hablamos de la representación de Misiones y de otras provincias también. Pablo se mostró muy predispuesto en la escucha, aun cuando quedó en una transición donde pasó por un proceso de reacomodamiento de gran parte del Estado. A principio de febrero -porque también había que darle un margen prudencial para que la nueva gestión funcione y se acomode- pudimos charlar con mucha atención durante dos horas, donde marqué las preocupaciones propias, como el caso puntual dentro del Ministerio de Desarrollo Social de una línea de acompañamiento en medicamentos a muchas personas en situación de vulnerabilidad. En el caso de Misiones, ante una derivación a Buenos Aires me preocupaba el programa específico de los pacientes oncopediátricos, que era urgente. Se acomodó bajo la órbita de salud, pero eran todos programas que pasaron por un proceso de suspensión momentánea hasta que fueron tomando dimensión y se fueron acomodando. Me preocupaba mucho, en febrero, el Servicio Alimentario Escolar que antes Desarrollo Social depositaba a la provincia a través del Ministerio de Educación, y que en las próximas horas se va a empezar a concretar. Me preocupaban también cuestiones que eran necesario replantearlas. Por eso pedimos diálogo con Capital Humano, porque preocupan cosas como el programa Mi Pieza, el programa Mi Baño, la SISU acá en Posadas, en la Chacra 145, el exbasural de Posadas, allá por los 90. Ese barrio pasó por un proceso de transformación con obras de empedrado, cordón cuneta, agua potable, electricidad. Y lo que le pasó Posadas le pasó también a muchos municipios, como el caso de Puerto Esperanza, San Vicente, Eldorado…, obras que venían a transformar y dignificar la vida de muchas familias. Eso es empezar a pensar en generar un capital humano en muchas personas. Todas esas cuestiones quedaron suspendidas, por eso le decíamos “retomemos el diálogo, armemos la Mesa de Consejo de Ministros de Desarrollo de toda la República”. En diciembre hicimos una reunión muy amplia donde participaron ministros de casi todas las provincias, menos Buenos Aires, aunque mandó un representante. Estuvimos todos y pedimos una transición de gestión ordenada. Lastimosamente la actual gestión no pudo participar de esa reunión, no pudo o no quiso, pero hubiese sido oportuno porque nosotros ya sabíamos de lo que existía en materia alimentaria, sobre todo en los depósitos de Tafí Viejo y en los depósitos de Villa Martelli.

-¿Cómo funcionaban esos programas?
-Gran parte de esto se transfería a las órbitas provinciales. El caso del financiamiento de Mi Baño, es un financiamiento que recibimos en un proceso también de tarea conjunta para generar procesos de transparencia en el uso de los recursos públicos. Celebramos un convenio con el Instituto de la Vivienda para poder llevarlo adelante y hacíamos la supervisión en conjunto, tanto el Ministerio de Desarrollo como el Ministerio de la Vivienda, la provincia de Misiones. El caso del programa Mi Pieza era un sorteo que se hacía muy amplio para todos los barrios enmarcados dentro del Registro de Barrios Populares. Vos accedías al sorteo y las personas que salían sorteadas recibían el financiamiento. En el caso de los medicamentos oncológicos, oncopediátricos venían a las personas ya inscriptas directamente. Respecto al financiamiento, una porción la ponía la Nación, otra parte muy importante también de esos recursos la pone la Provincia, como lo hicimos hasta ahora. Pasaron seis meses y la Provincia se hizo cargo de eso. También nos hicimos cargo del programa de alimentos Celíacos, que recibimos un financiamiento de Nación el viernes. Los primeros seis meses del año, loa provincia hizo un esfuerzo; entonces tenemos la necesidad de contar con un diálogo que es la única posibilidad de que lleguemos a un entendimiento y que nosotros prioricemos cuáles son las necesidades reales de los territorios. El viernes firmamos un comunicado varios ministros, donde solicitamos también que cada una de nuestras provincias sean incluidas, de manera muy humilde, pero con una firme convicción de que podemos ser herramientas para generar un proceso de redistribución más equitativa en nuestro territorio. El lunes salió una nómina donde Misiones se excluía, por ejemplo, de la distribución de los alimentos. Me comuniqué sobre todo con iglesias de distintos credos, con Cáritas y con representantes de iglesias evangélicas, para ver si habían recibido alguna comunicación; también con algunas organizaciones y fundaciones y todos me dijeron que no. Entonces seguiremos insistiendo formalmente para volver a incorporar a Misiones, para distribuir los alimentos a través del Ministerio de Desarrollo Social; o con organizaciones del tercer sector que también están a disposición y que tienen esta problemática real todos los días. ¿A quién no le sirve un azúcar, una leche para la distribución y poner en funcionamiento comedores y merenderos o poder acompañar? Todo esto que hoy está en política alimentaria está enmarcado en un plan: Plan Argentina contra el Hambre, por eso a veces duelen estas críticas de que todo lo anterior era malo y todo lo actual es bueno. El convenio que se firmó con Conin es el marco de un programa que se llama Plan contra el Hambre, ya se hizo antes. Entonces, generemos un proceso de bajar un poco la pelea, bajar un poco la espuma y empezar a pensar que hay muchas personas que están pendientes de que se resuelvan estos conflictos o estas disidencias, estos desencuentros. Yo soy un defensor del Estado. Yo creo que el Estado debe gestionar. Es más, la Renovación en este tiempo se hizo cargo de sus responsabilidades en materia educativa, de salud, también de demostrar que nosotros podemos ser una provincia que genere superávit y que se haga cargo también de la redistribución y de la protección de su economía. Estamos en desacuerdo con la apertura de algunas introducciones de programas o producciones que atenten contra nuestra propia producción. Es el reclamo que estamos hoy llevando adelante en Nación. Un reclamo que, vuelvo a repetir, con mucha humildad, pero con la firme convicción de que nosotros tenemos que estar siempre defendiendo en primer lugar nuestra patria chica que es la provincia de Misiones. Y voy a explicar esto también porque van a decir «no vos estás en contra»: en muchas oportunidades nos pusimos a disposición. Corrientes en el mes de febrero y marzo recibió la peor inundación de toda la historia de esa provincia, que es una provincia hermana, pero de otro color político. Nosotros, como provincia, nos pusimos a disposición de la Nación. Nosotros, como Ministerio Desarrollo sobre todo con infraestructura humana, también con Protección Civil nos pusimos a disposición como lo hicimos en otro momento, cuando tuvimos en el mes de septiembre, octubre y noviembre gran parte de las inundaciones que nos afectaron a nosotros en el río Uruguay y río Paraná, y también afectaron la provincia de Corrientes y de Chaco, y colaboramos como lo hicimos con los incendios forestales. Yo creo que hay que lograr acuerdos, agrandar coincidencias, achicar diferencias, pero sobre todo tener decisiones de gobierno. Yo digo: o ejecutamos políticas públicas, gerenciamos políticas públicas o tercerizamos en otras personas.

-¿Cuándo te enteraste de los alimentos guardados? Porque estabas comentando –antes que te interrumpa– que sabías de lugares donde se almacenaba este alimento.
-Sabíamos. Es más, en reiteradas oportunidades dijimos que había que hacer un proceso de redistribución. Lleva tiempo también hacer un control, sobre todo dimensionar el stock; que pase por un proceso de auditoría, que la línea que teníamos era que una vez que se finalice con las auditorías se iba a proceder a la entrega de alimentos. Pero está pasando casi seis meses. Entonces, si no podemos hacer una auditoría en dos depósitos se complica… Red Social de la Provincia tiene dos depósitos. Nosotros tenemos acta de ingreso y egreso, tenemos un sistema de trazabilidad de la mercadería, tenemos un sistema de circuito cerrado de cámaras de seguridad. Esto se hace. Y después de un tiempo surgió también la posibilidad de que solamente esa mercadería sea utilizada en caso de contingencia. Claramente en caso de contingencia se necesita del acompañamiento de Nación, pero la contingencia es algo que puede suceder o no. Y yo creo que lo que tenemos que reclamar en este tiempo, y sobre todo con los índices de pobreza e indigencia que tiene el país, es trabajar en un plan nacional de política alimentaria de manera muy seria, convocando a todos los sectores. Todos los sectores tenemos algo para aportar. Y si no, pregúntenle a Cáritas, a las iglesias evangélicas, a las fundaciones. Hay fundaciones que trabajan muy bien. Yo no tengo nada contra Conin, me parece muy bueno la tarea que hacen. Pero como la Fundación Conin no tiene representación en la provincia, entonces quedamos afuera de un reparto alimenticio que es sumamente necesario. Todos los días tenemos tres cocinas centralizadas en Posadas, hacemos (suman) 65 horas diarias. Estamos alcanzando casi 10 mil personas y tercerizados en otros comedores casi 85 ollas más. Ese es nuestro sistema de protección alimentaria hoy. El esfuerzo que hace la Provincia para estos recursos también lo están haciendo los municipios. Lo está haciendo Apóstoles, Oberá, con sus cocinas centralizadas. Lo hacemos en el momento de interzafra acompañando con módulos alimenticios a las familias tareferas. Todos esos recursos provinciales deben ser valorados también en una mesa de discusión, de propuesta, de análisis, de debate y también de política de redistribución más justa dentro del territorio nacional. Porque debemos tener una mirada federal de una vez por todas. Además de la entrega de alimentos, también están hoy en un depósito en Buenos Aires, 50 unidades que debían ser distribuidas a las provincias, unidades que son una especie de combis, no sabría decirte la marca, pero que tenían que ser distribuidas. Y nosotros hemos explicado que las necesitamos para nuestros dispositivos convivenciales, para que nuestros niños puedan ir a la escuela o a un turno médico. Están pasando por un proceso de auditoría pero ya pasó mucho tiempo. A nosotros nos correspondería una combi. Ya tenemos el convenio firmado, es más, seguimos pagando el seguro porque nosotros confiamos que pueda llegar en algún momento. Pero creo que esto se puede resolver en una mesa de diálogo, de consenso, sobre todo de tener una mirada federal. Por eso vuelvo a decir de Latorre, que está denunciado por incumplimiento: Pablo fue una persona que escuchó, muy limitado en todas sus versiones; me hubiese gustado poder trabajar de otra forma con él, pero fue una persona que escuchaba, que anotaba, que me decía «Fernando, ¿cuáles son los comedores que funcionan mejor? ¿Cuál es el lineamiento que tenemos para fortalecer comedores?”. Por ejemplo PNUD, que tiene un financiamiento internacional, y no solamente piensan en la política alimentaria, sino también en la infraestructura, que dan un acompañamiento sobre todo en la escolaridad, en el sistema de vacunación. Esa es la línea donde tenemos que ir apuntando a fortalecer en infraestructura, ir dotando de otras herramientas a nuestros comedores, que no solamente sea una política de asistencialismo, no solamente pensar en la urgencia, sino pensar en la importancia de cómo podemos ir pasando distintos niveles de acompañamiento y fortaleciendo un esquema alimentario que viene muy debilitado en nuestro país. Después hay otras cuestiones que funcionan muy bien, el caso de la tarjeta Alimentar, por ejemplo, que se anexó a la Asignación Universal por Hijo, ahora tiene un incremento en junio. También celebro esas decisiones que son buenas, son oportunas, pero que vienen a acompañar no solamente a la persona, sino también a fortalecer la política alimentaria en sí, con transferencia directa, sin intermediarios.

-Y el Gobierno no hace bandera de eso porque estamos hablando de los denominados planes…
-Yo creo que sí. ¿Pero cómo superamos esta crisis? Yo creo que todas las crisis nos dejan un proceso de aprendizaje. Esto que pasó ahora que tenemos algunos programas de asistencia social que están vigentes y que tienen directamente una transferencia es algo que aprendimos en el 2001. En el 2001 no teníamos eso, por eso la sociedad estaba por los aires. Hoy tenemos un sistema de protección social de base que es muy amplio pero que claramente se torna insuficiente con los niveles inflacionarios que sufrió nuestro país en los últimos tiempos.

-¿Creés que todo este caos va a generar un mejor vínculo; o todo lo contrario?
Yo creo que positivo no es. Haber esperado tanto tiempo para dar una claridad, un panorama un poco más afianzado de política alimentaria y sobre todo de distribución de alimento, de encuentro. Yo creo que de manera inminente se tiene que convocar una mesa. Estamos muy expectantes de la designación del reemplazante de Pablo Latorre para poder insistir en el caso de la ausencia de ese sector. Nosotros seguimos insistiendo en una reunión con Pettovello, la solicitamos el día viernes; ayer, hoy. Pedimos reuniones de manera colectiva y también individual. Hoy, por ejemplo, pedimos una pronta reunión con la ministra para saber por qué fuimos excluidos como provincia de esa nómina y que la necesitamos. Y ponemos a disposición también una nómina de comedores, de merenderos, fundaciones y organizaciones sociales que están trabajando en política alimentaria de la provincia: es necesario poder encausar y empezar a mirar en un país verdaderamente federal. Si yo hubiese preguntado qué hacíamos con esa mercadería que teníamos en los depósitos de Tafí Viejo y Villa Martelli, si solamente era leche, yo hubiese inyectado comedores escolares. Una manera de distribución rápida, eficaz. Preguntarle a cualquier maestro o director si lo pueden poner en política alimentaria de la escuela. Yo hubiese hecho eso. Podríamos decir: «No, Fernando estás equivocado, no era tanta cantidad”, entonces reforcemos, pero empecemos a generar canales de diálogo que nos permitan a nosotros tener un país, una mirada mucho más federal, pero que también permita a cada uno empezar a repensar cómo se comportan sus territorios. Si llegaba parte de esos alimentos, yo los hubiese distribuido más rápido en zona norte que en zona sur, porque en zona sur podemos generar un proceso de cercanía con los otros municipios, de acompañamiento. Son cuestiones que nosotros andamos, que charlamos con los intendentes, que sabemos del esfuerzo que le están metiendo para pasar este momento tan complejo. Escuchaba también que hablabas del comercio y de la contracción de la economía. Tenemos un programa que tiene 47 mil beneficiarios en la provincia y se llama Potenciar Trabajo. Ese programa se desdobla de acuerdo a franjas etarias donde se piensa el programa que la primera franja etaria, que va de los 18 años a los 49 años, pasó a llamarse Volver al Trabajo. Pero Volver al Trabajo en un mercado que está sufriendo una contracción, que está sufriendo una enorme recesión sería casi una utopía. Entonces, lo que pedimos es que nos escuchen un poco, decimos que nosotros queremos colaborar para salir entre todos de esta situación, que los alimentos no tienen colores políticos, las necesidades no saben de espera de distintos programas, problemas de gestión, de transición. Y es por eso que pedimos de manera muy humilde, pero con la firme convicción, vuelvo a repetir, de que podemos ser herramientas para generar un proceso de distribución y generar políticas alimentarias que puedan ser distribuidas de mejor manera en nuestros territorios.

-¿Cómo viste el desarrollo y la conclusión del conflicto con los policías y con el sector docente?
-Yo creo que la clase trabajadora es la que está sufriendo más en este momento, como es el caso de los docentes. El Fonid era una transferencia que venía de Nación, que no se concretó y no se va a concretar, o no sé cómo va a quedar. Pasó a depender de las provincias. Entonces, cuando dicen “las provincias no quieren colaborar”, no es así; las provincias estamos haciendo un enorme esfuerzo para sostener este momento y este tramo de una enorme crisis económica. Y después hay desigualdades propias de nuestro territorio que también lo sufre la clase trabajadora. El combustible en Misiones cuesta 174 pesos más que en Capital Federal. Eso habla de una enorme desigualdad. Entonces nosotros pagamos un combustible más caro que en Capital Federal, pagamos un proceso de distribución de la energía mucho más caro que en Capital Federal. Esto habla de mucha desigualdad. Nosotros decimos que cuando tenemos una mirada federal, o aspiramos a tener una mirada federal, debemos generar un proceso de recomposición también de esas desigualdades que son crónicas, que pasaron por los distintos gobiernos, como es el caso de la energía: nosotros no tenemos otra fuente de energía que no sea la eléctrica, entonces no nos pueden computar los mismos kilowatts que le computan a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Esa es la mesa de debate que se debe dar con la Nación, de manera sincera, pacífica, tranquila. Pero tenemos que llevar adelante esos reclamos y es la clase trabajadora la que está sufriendo en este momento la mayor crispación social, porque es la que se encontró con el aumento del combustible, con el aumento del transporte, con el aumento de la energía, con toda la quita de subsidios que hubo en este tiempo, que los distintos gobiernos fueron haciendo, pero algunos lo pensaban de manera gradual y hoy se pensó en un shock. Claro que generó un cimbronazo, pero es la clase trabajadora la que está sufriendo hoy el proceso del ajuste. Le voy a decir “la licuadora”, sino salgamos a preguntar por cualquier lado en la calle: «¿Tienen dólares en el colchón?» Pregúntenle a los muchachos del control si tienen dólares abajo del colchón. Muchas de las familias se desprenden de cosas de la casa para poder llegar a fin de mes.

-Si se hace una mirada sobre el marketplace, esta red social de Facebook, se ve que la gente se está desprendiendo de cosas valiosas de uso de rutina.
-Nosotros creamos un programa que se llama Mercado Circular Misiones y que lo hicimos rápidamente para pensar en dar una utilidad a aquellas cosas que ya no las pensamos dentro del hogar. No solamente son espacios feriales para la venta, sino también repensamos el intercambio. Esto lo hicimos desde el inicio escolar para poder llevar adelante en varios barrios de la ciudad también un acompañamiento a esas familias que están sufriendo este proceso. Es importante anticiparnos a la jugada, pero pensar en que tenemos que tener no solamente un Estado presente, sino también repensar un Estado más eficiente. Yo creo que es el gran desafío en este tiempo.