El dirigente político Carlos Valenzuela advirtió sobre las políticas del presidente anarcocapitalista, a quien acusó de intentar desmantelar el Estado a favor de las grandes corporaciones globales. Valenzuela subrayó la urgencia de enfrentar este «terrorismo institucional» y alertó sobre la creciente crueldad y adormecimiento social ante estas acciones, en una entrevista con Plural, programa periodístico de Canal 4 Posadas.

Martes 11 de junio de 2024. En el día de la Reafirmación de los Derechos de Argentina sobre las Islas Malvinas y el Atlántico Sur, el dirigente político Carlos Valenzuela expuso su perspectiva sobre los primeros seis meses de la presidencia en Argentina de un anarcocapitalista, Javier Milei, preocupado por lo que denuncia como un intento deliberado de destruir el Estado por parte del actual mandatario, apoyado por grandes corporaciones y multinacionales que buscan debilitar los Estados nacionales.
«Este hombre no está loco, como muchos creen. Está ejecutando un plan meticulosamente diseñado para desmontar las estructuras estatales en beneficio de intereses corporativos», afirmó Valenzuela, quien recordó que el presidente realizó varias visitas a Estados Unidos, no para reunirse con algún líder político, sino con los directivos de grandes multinacionales, lo que, a su juicio, demuestra a quién responde realmente.
Valenzuela criticó la liviandad con la que la sociedad argentina está aceptando estos cambios, atribuyéndola a un estado de «adormecimiento» y a una dirigencia política que perdió su capacidad de liderazgo. «El dirigente debe estar por encima de la masa para convertirla en pueblo», enfatizó.
El dirigente también expresó su alarma ante la posibilidad de que el Congreso otorgue facultades extraordinarias al presidente mediante la Ley Bases, lo que, entiende, aceleraría la destrucción del Estado. Asimismo, destacó la intervención de poderes internacionales como BlackRock, que busca controlar recursos estratégicos como la hidrovía que conecta a varios países sudamericanos.
En relación con la crisis alimentaria y la retención de alimentos por parte del Gobierno de Milei, Valenzuela denunció una «crueldad sin límites» hacia los más necesitados, reflejada en recientes actos de violencia contra personas en situación de calle. «El odio se ha transformado en crueldad, impulsado por un discurso presidencial que desprecia a los pobres», sentenció.
Finalmente, Valenzuela llamó a la acción, instando a la población y a los líderes políticos a no temer y a denunciar abiertamente lo que considera actos terroristas del Presidente Milei contra el Estado nacional. «Es el pueblo quien definirá cuándo este caos se reencauzará y la política debe estar a la altura para dirigir este cambio», concluyó.

Carlos Valenzuela en Plural TV

-Gracias por venir, Carlitos, para hablar de política.
-Gracias por la invitación. Hoy, 10 de junio, es el día de la reafirmación de los derechos de Argentina sobre las Islas Malvinas y el Atlántico Sur.

-Exactamente, y se cumplen seis meses de la presidencia de un anarcocapitalista.
-Quería destacar lo más importante. Lo otro es una cuestión menor en la historia de nuestra patria.

-¿Qué lectura hacés de estos seis meses?
-Muchos creen que es loco este hombre, yo creo que no. Ha manifestado en su última exposición ante un medio extranjero que está trabajando para destruir el Estado. No es una idea original de él, sino que hay un trabajo muy fuerte de las grandes corporaciones y multinacionales globales de tener mayor poder que los Estados nacionales. Entonces, la pretensión justamente es que los Estados nacionales pierdan sus jerarquías, su poder de trabajar, pero no solamente de la Argentina, sino que estas corporaciones juegan en todo el mundo. Vemos que este hombre ha estado muchas veces en Estados Unidos, creo que cuatro veces ya en lo que va de su breve mandato, y aún no se ha reunido en la Casa Blanca, sino que se ha reunido con los grandes popes de estas grandes multinacionales globales.

-Actores de reparto, no los actores principales de la política, pero sí los actores principales de la economía.
-Exactamente, pensando en lo mismo: que el poder está, como él lo manifiesta, en esos actores globales, esas grandes empresas globales e internacionales que en muchos casos tienen más poder que los Estados. Por eso él habla de destruir el Estado, que son los mecanismos regulatorios para que todas esas grandes empresas puedan entrar a Argentina y llevarse los recursos naturales sin ningún control del Estado, sin ningún beneficio para nuestra patria.

-¿Por qué creés que esto no nos impacta, sino que lo tomamos con mucha naturalidad?
-Estamos como en un estado de adormecimiento. Yo creo que también tiene mucho que ver porque la dirigencia ha perdido un poco ese rol de dirigente. Se deja llevar por la opinión generalizada, por las encuestas, y ahora empiezan a tomar un poquito más de valor porque ya la pérdida de imagen negativa de este señor que hoy preside está en el 54, casi 55 por ciento. Y precisamente es el dirigente el que tiene que estar por encima de lo que es la masa, para dirigir a esa masa, para que deje de ser masa y se convierta en pueblo. Entonces, en esta etapa muchos empiezan a sentir las pérdidas, aunque todavía hay una fuerte esperanza dando vuelta en algunos sectores, pero esa esperanza se va a ir desvaneciendo porque todos los frentes son caóticos, y además está planificado que haya caos. Esto no es producto de la improvisación. El caos es precisamente para destruir el Estado-nación. No es que este se está equivocando, está acertando en su política para destruirnos como nación, y lo viene diciendo claramente. Dijo antes de las elecciones lo que iba a hacer y ahora lo está diciendo claramente. Nosotros estamos ciertamente adormecidos, pero va a haber una reacción probablemente. Ahora vi que hay nueve gobernadores, más el intendente de la ciudad de Buenos Aires, que piden que apuren la Ley Bases. Una de las cosas que me preocupa es darle facultades extraordinarias a este hombre para que destruya el Estado. Las declaraciones que hizo son como un acto de delincuente, estamos ante un acto terrorista jamás visto en la Argentina. Es de terror esto. Es un acto terrorista por el propio jefe de Estado, pretendiendo destruir el Estado, es decir, es un acto de terrorismo y de subversión atroz.

-¿Y qué pasa con el Congreso en este contexto?
-En este contexto, calculo que hay sectores que deben estar visualizando la situación en la que están y con otros se da una lucha en esa representación. El Congreso es el resultado de las elecciones de octubre, donde este señor sacó el 30 por ciento de los votos. Entonces, esa representación del Congreso tiene una legitimidad porque solamente hablan de la legitimidad de origen del presidente de las elecciones de noviembre, pero el Congreso tiene legitimidad de origen en las de octubre, donde este señor sacó el 30 por ciento de los votos.

-¿Cómo leés el pedido de que se acelere la Ley Bases de parte de los gobernadores?
-Los que tienen responsabilidad de gobernar tienen que pagar sueldos, tienen que pagar el funcionamiento del Estado, entonces calculo que deben estar pensando que aprobando la ley van a resolver este problema de ahogo financiero que están teniendo muchas provincias, muchos estados subnacionales. Ahora bien, tomar crédito de lo que piensa este señor no es una avenida de ida y vuelta, es solamente de ida. No hay ninguna proyección de crecimiento para la Argentina, no hay ninguna propuesta de crecimiento. Y la apertura de legalidad pretendida a través de esta Ley Bases para que entren capitales extranjeros es sin ningún beneficio impositivo para la Argentina.

-¿Los poderes internacionales operan acá?
-Así es, por ejemplo, BlackRock está operando fuerte para quedarse con la famosa hidrovía que es la que saca la producción de Bolivia, Paraguay, la zona cercana de Brasil y Argentina. Y están trabajando por el calado; por eso BlackRock quiere quedarse con ese tránsito, con esa autopista de salida. Y la lucha viene también porque el combustible del futuro van a ser los biocombustibles, y Paraguay está creciendo fuertemente como segunda potencia de oleaginosos, y va a competir fuertemente con la industria aceitera de Rosario. Esa industria va a ir cayendo, se van a asentar en Paraguay, que va a quedar como segunda fuerza en oleaginosos detrás de Brasil. Hay una lucha muy fuerte por eso. Nuestra nación se retiró de los Brics, que es una fuente de financiamiento, se peleó con China y ahora tenemos un frente financiero tremendo con China que en el mes de junio tiene un vencimiento que resolver de 5 mil millones de dólares. El Fondo Monetario Internacional está preocupado por los humildes y los pobres en la Argentina (hasta el Fondo está preocupado), porque también forma parte del sistema internacional y lo que este hombre pretende es destruir el sistema de Estados nacionales para hacer juego a los grandes intereses de las corporaciones globales, donde no juega el FMI, ya que es fuente de financiamiento de los estados.

-¿Qué lectura política hacés de la situación de los alimentos retenidos por el Gobierno nacional?
-La novedad en todo esto es que el odio se transformó en crueldad. Es el odio al pobre, es la crueldad hacia el necesitado. Hemos visto hace poquito un caso inédito de un grupo de jóvenes en la ciudad de Buenos Aires tirando balines a las personas durmiendo en situación de calle. Eso es producto de los discursos del odio que se transforma en crueldad, y si hay un discurso de odio que surge del propio Presidente de la Nación, se transforma en crueldad, por lo que vamos a ir viendo hechos de violencia. Es decir, disfrutar de no dar la comida que tenés guardada, comprada por el Gobierno anterior, ni están hablando de que van a comprar nuevamente, cuando se termine la leche que estaba guardada ahí: ¿Qué van a hacer? ¿Van a comprar más? ¿No van a comprar más? Es decir, no les interesa en absoluto. Que se arreglen como puedan, lo dijo el propio Presidente. Es de una crueldad sin límite, nunca visto.

-¿Se vio alguna vez en otro lugar?
-Se vio en la humanidad. Acuérdense que hemos vivido siglos con la esclavitud, hemos vivido siglos con la servidumbre. Es decir, el camino es el camino de la servidumbre en la Argentina, eliminar la movilidad social ascendente.

-¿Qué hacemos, Carlitos? ¿Qué crees que va a pasar?
-Tenemos que hablar, no le tenemos que tener miedo; tenemos que decir claramente que no le tenemos miedo a Milei; tenemos que decir que es un terrorista porque está atentando en contra del Estado. Es el mayor terrorista de la historia argentina, está atentando en contra del Estado nacional, lo dice él, es un acto delincuencial. Le entran todas las tipologías de la Constitución y del Código, hasta del Tribunal de Faltas acá de la ciudad de Posadas (risas).

-(Risas) ¿Crees que va a haber alguna reacción de algún sector ante esta confesión de destruir el Estado?
-Yo creo que, por lo general, los excluidos del sistema son muchos más millones que los que están dentro del sistema. En algún momento ese nivel de tolerancia se va a romper y va a ser como un cántaro roto. Y ese va a ser el punto, vuelvo a decir, es el pueblo el que va a definir cuál es el momento en que este estado de situación, después de un caos, se va a tener que volver a encauzar, y Cesperemos que la política esté a la altura de la circunstancia y dejen de ser observadores de la situación y vuelvan a ser dirigentes.