No presentó el Presupuesto, sino proyecciones. Con chicanas y ataques al kirchnerismo, Javier Milei presentó los lineamientos del Presupuesto 2025 que, según dijo, proyecta un crecimiento del PIB del 5% para 2025, un dólar a $1207 e inflación del 18,3%. Habló de ajuste y de retirar al Estado del acompañamiento social para marchar hacia lo que llama una mayor libertad.
Lunes 16 de septiembre de 2024. El presidente Javier Milei presentó anoche, desde el Congreso, los lineamientos y las intenciones del Presupuesto 2025, con una puesta en escena que incluyó destratos a la bancada kirchnerista. Ratificó que pretende llevar la Economía al déficit cero y pidió a los gobernadores un ajuste de 60 mil millones de dólares.
Entre las principales proyecciones, estimó que el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá un 5% el próximo año, con un crecimiento sostenido del 5% para 2026 y del 5,5% para 2027. Además, espera que el tipo de cambio cierre en $1207 en diciembre de 2025 y que la inflación interanual descienda al 18,3% en el mismo período.
El Presupuesto del Sector Público Nacional para 2025 se proyecta como levemente superavitario en términos del PIB, con un resultado primario que alcanzaría el 1,3% del PIB.
Prioridades de las Políticas Públicas
La gestión actual centró sus acciones en mantener el equilibrio fiscal, eliminando gastos que considera improcedentes y priorizando funciones esenciales.
Entre las áreas destacadas, Milei habló de:
Acompañamiento social sin intermediarios: Se han incrementado significativamente los montos de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Asignación Universal por Embarazo, aumentando un 374% frente a una inflación acumulada del 144%. La cobertura de la AUH y la Tarjeta Alimentar pasó del 55% de la Canasta Básica Alimentaria en diciembre de 2023 al 98% en agosto de 2024. Además, el complemento nutricional del Plan 1.000 Días se multiplicó por seis en abril.
Recuperación de capacidades en seguridad y defensa: Para garantizar la soberanía territorial y prevenir el narcotráfico y el terrorismo internacional, se han implementado medidas como el Protocolo Antipiquetes, la adquisición de 28 aviones para las fuerzas de defensa y el Plan Bandera en Rosario, que ha reducido significativamente los homicidios dolosos en la vía pública.
Modernización y simplificación del Estado: La gestión ha reducido la cantidad de ministerios de 18 a 8 y las secretarías de 106 a 52, eliminando más del 50% de los cargos políticos. El objetivo es tener un Estado moderno, eficaz, eficiente, simple y útil para los ciudadanos.
El show
En una presentación inédita en horario prime time y por cadena nacional, el presidente Javier Milei presentó el proyecto de Presupuesto 2025 en el Congreso. Milei enfatizó que el Gobierno nacional realizó todos los recortes posibles y pidió a los gobernadores un ajuste adicional de 60 mil millones de dólares. Acompañado por su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y otros familiares, el presidente destacó que este presupuesto busca blindar el equilibrio fiscal sin importar el escenario económico.
Durante su discurso, Milei subrayó que el déficit fiscal sólo puede ser cubierto con deuda, más impuestos o emisión monetaria, opciones que no son viables en su proyecto. Además, criticó la gestión de gobiernos anteriores y defendió los logros de su administración, como evitar la hiperinflación, reducir piquetes y homicidios en Rosario, y gestionar un Estado más eficiente.
Proyecciones económicas y fiscales
El presupuesto proyecta una inflación del 18,3% para 2025 y un crecimiento del PIB del 5%, que se mantendrá en 2026 y se incrementará al 5,6% en 2027. Se espera que el tipo de cambio oficial nominal cierre este año en $1020 y llegue a $1207 en diciembre de 2025. Milei insistió en la necesidad de reducir el gasto público para lograr superávit fiscal, lo cual, según él, hará sostenible la deuda y contribuirá al crecimiento económico y del salario real.
Mensajes a los Gobernadores y Legisladores
Milei también se dirigió a los gobernadores, instándolos a reducir el gasto público en 60 mil millones de dólares para cumplir con el objetivo de bajar el gasto público consolidado a 25 puntos del PIB. En su mensaje final, el presidente llamó a los legisladores a debatir el proyecto de Presupuesto con responsabilidad y seriedad, afirmando que el país está en un momento crucial de su historia.
En un discurso predecible y a sala semi vacía, el presidente expuso la única premisa del Presupuesto 2025 con “déficit cero”: la única prioridad es pagar una deuda fraudulenta y odiosa. Ratificó un brutal recorte del gasto público sobre jubilaciones, universidades, prestaciones sociales y obra pública. Ante los peligros de un nuevo default Milei anunció un blindaje fiscal en plena crisis económica.
Javier Milei encabezó un show en un Congreso semi vacío, ante la ausencia de diputados de distintos bloques, entre ellos el Frente de Izquierda en repudio a las políticas antiobreras del gobierno. No habló de perspectivas económicas, tampoco dió demasiados detalles sobre el Presupuesto 2025, pero sí dejó en claro que la única jerarquía es pagar la deuda fraudulenta y odiosa, según informó La Izquierda Diario.
La nota describe:
Blindaje a la medida del FMI: todo el presupuesto estará en función de los pagos de deuda. El gobierno oculta que en los próximos años los vencimientos con el FMI y los especuladores privados son impagables. Milei explicó que si la economía crece o no, esa situación no pone en peligro el déficit fiscal, con el presupuesto “blindado” buscará descargar todos los costos del hundimiento de la economía sobre el pueblo trabajador. Mientras, concede enormes beneficios y rebajas de impuestos a los ricos y grandes empresarios, pero asfixia con impuestos, despidos y ajuste sobre salarios y jubilaciones a la mayoría de la población que está hundida en la pobreza.
Pero estas recetas no son nuevas, al igual que Cavallo y De la Rúa que terminaron en una crisis histórica en 2001, promete que el “dèficit cero” y la adecuaciòn del gasto social en función de los intereses de los especuladores de la deuda garantizará el crecimiento, la reducción de la inflación y de la pobreza. “El déficit es el corazón del problema”, aseguró el presidente, repitiendo sus propios argumentos e intentando reflotar la fraseología anticasta. Pero la casta política contra la que despotrica, la que no entiende de la «restricción presupuestaria», es la misma que le garantiza los votos para la Ley Bases y el veto contra los jubilados a cambio de cargos y negociados.
Milei recordó el “default” parcial declarado durante la presidencia de Rodríguez Saa en diciembre de 2001, pero olvidó que esta salida caótica al problema de deuda ocurrió a pocos meses de que De la Rúa presente junto con López Murphy, en julio de 2001, su programa de “déficit cero”.
Según información de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) en 2025 vencen U$S 13,5 mil millones; en 2026, U$S 14,4 mil millones; en 2027, U$S 18,8 mil millones. A este cronograma hay que adicionar que el Banco Central está generando nueva deuda con importadores. Se trata de cifras que la economía argentina no resiste pagar ni con el superávit comercial de años de hundimiento económico como el actual (cuando son bajas las importaciones).
Ajustador serial: el presidente se jactó de haber realizado un “un recorte del gasto de 90 mil millones de dólares” en los primeros 9 meses del año. El ajuste más grande de la historia de la humanidad” y presentó dicho recorte como la inversa de su contenido, planteando que es equivalente a lo que “se le devolvió a los argentinos” por la vía de recortes impositivos. Por el contrario, la única baja de impuestos fue para los ricos (bienes personales, blanqueo impositivo, moratoria tributaria) pero a los pobres y a los trabajadores les subió impuestos (impuesto al salario) o mantuvo la enorme carga del IVA que recae sobre los sectores de menores ingresos.
Bajo la administración de LLA los gastos primarios se redujeron en 30,1% en términos reales (OPC). Entre los mayores recortes en términos reales en este período están: transferencias a provincias (82,8%); Potenciar Trabajo (60,2%); Becas Progresar (65,1%); subsidios energía (36,4%); subsidios transporte (35,6%); universidades (30,1%), y jubilaciones y pensiones (20,8%).
El presidente también aprovechó para reivindicar el achicamiento del Estado que incluye los más de 31 mil despidos de trabajadores estatales. Se trata de más de 30 mil familias que quedaron en la calle y el vaciamiento de programas sociales, una medida completamente anti obrera. También confirmó que continuará vetando cualquier modificación de gasto que le intenten imponer.
En definitiva, Milei buscó realizar la cadena nacional en un horario de mucha audiencia, aunque los números de la TV pública no acompañaron, y esto podría indicar algún indicio de hartazgo social frente a tanto humo libertario. Pero los destinatarios de su mensaje son el capital financiero y los grandes empresarios. Milei le habló a los “mercados” buscando alejar los fantasmas sobre un posible default, el “superávit primario debe equivaler a los intereses de deuda a pagar”, señalado como la regla de oro del “blindaje del gasto”.
Si la propuesta del gobierno es garantizar un ajuste sin fin, hasta que duela, con el único objetivo de pagar la deuda fraudulenta y odiosa, ¿qué podría salir mal? Las crisis de deuda han garantizado enormes penurias para el pueblo trabajador y pobre, este país tiene una basta experiencia. Desde Milei, pasando por los endeudadores seriales del PRO, hasta la oposición peronista, todos los partidos del régimen coinciden en continuar sometidos al pacto semicolonial y de saqueo del FMI.
Sólo la izquierda señala con fuerza la necesidad de romper este acuerdo ajustador, las viejas recetas del Fondo sólo aumentan la dependencia y el atraso del país. En distintos países del mundo crecen las manifestaciones contra sus medidas de austeridad fiscal que condenan a millones de personas a la pobreza más extrema. Con la más amplia organización y movilización de la clase trabajadora y el pueblo pobre hay que tirar abajo el acuerdo con el FMI, por el desconocimiento soberano de las deudas odiosas.
