Desde la asunción de Javier Milei a la Presidencia argentina, en diciembre de 2023, hasta enero de 2025, se estima que cerca de ocho mil pequeñas y medianas empresas (Pyme) y 250 grandes empresas y fábricas cerraron debido a medidas económicas que incluyen la eliminación de subsidios, apertura indiscriminada de importaciones, y la dolarización parcial del mercado interno.

Por Nicolás Schamne

Sábado 11 de enero de 2025. En medio de la crisis económica provocada por las medidas del presidente Javier Milei, una histórica fábrica de calzado cesó su producción, despidiendo a más de 400 trabajadores; quedaron en la calle y, desde la localidad donde se encontraba la fábrica, apuntaron contra el presidente Milei. ¿Qué fábrica cerró sus puertas? Quienes quedaron sin su fuente de ingresos: la planta de zapatillas Dass, que fabricaba calzado para marcas como Adidas, anunció que cerrará el 20 de enero en la ciudad bonaerense de Coronel Suárez.
Ante esta situación, el intendente Ricardo Moccero se pronunció sobre el cierre de la fábrica y el impacto que tiene en los trabajadores de una localidad de 42.000 habitantes. «Cuando es algo sorpresivo y hay despidos masivos, nos afecta a todos. Habían dado vacaciones a los empleados y, aprovechando ese tiempo, enviaron los telegramas de despido», expresó el intendente.
A pesar de las dificultades, siguen apostando al país los empresarios argentinos, desde Eldorado, Misiones, cerca de Brasil, donde la producción es más eficiente por la proximidad a las fronteras y por los bajos costos logísticos. No es un problema local, sino que buscan abaratar los costos ante la crisis», agregó Moccero, apuntando a la estrategia de la empresa de reducir costos.
Desde la asunción de Milei, en diciembre de 2023, hasta enero de 2025, se estima que cerca de ocho mil pequeñas y medianas empresas (Pyme) y 250 grandes empresas y fábricas cerraron debido a medidas económicas que incluyen la eliminación de subsidios, apertura indiscriminada de importaciones, y la dolarización parcial del mercado interno.
Fuente: Observatorio de la Deuda Social Argentina y la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came).
Durante este período, se han registrado aproximadamente 320,000 despidos formales, con mayor impacto en la industria manufacturera, construcción y el sector comercial. Este número representa un retroceso significativo en los niveles de empleo registrado en el país (Fuente: Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) y sindicatos nacionales).
Las provincias del norte argentino y zonas industriales clave como el Gran Buenos Aires son las más perjudicadas, debido a la dependencia de industrias intensivas en mano de obra y a la caída del consumo interno.

Causas identificadas
-Apertura económica:
La desregulación del comercio exterior permitió una afluencia masiva de productos importados, desplazando la producción nacional.
-Ajustes fiscales: La eliminación de subsidios a la energía y transporte aumentó significativamente los costos operativos de las empresas.
-Falta de acceso al crédito: La dolarización y altas tasas de interés restringieron las herramientas de financiamiento.
La realidad que enfrentamos es alarmante: sus políticas han exacerbado la precariedad de los trabajadores y las poblaciones más vulnerables. A pesar de la exaltación de su plan anarcocapitalista en los medios internacionales, que promete una economía floreciente y una inflación controlada, los costos sociales de la reforma económica son evidentes y profundos.
El gobierno de Milei socavó las bases del contrato social argentino, especialmente en lo que respecta a los derechos laborales y civiles. Los recortes en el gasto público, la criminalización de la disidencia y el fortalecimiento de los intereses corporativos han incrementado la desigualdad. Los recortes equivalentes al 4% del PIB impactaron negativamente en las jubilaciones, pensiones, salarios del sector público, programas de protección social y obras públicas, esenciales para las comunidades dependientes de la infraestructura y los servicios sociales. La eliminación casi total de la inversión en infraestructura frena el crecimiento potencial de la economía, destruyendo miles de empleos en sectores clave como la construcción.
Desde que Milei asumió la presidencia, la pobreza alcanzó niveles alarmantes. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en el primer semestre de 2024, más de la mitad de la población (52,9%) vivía por debajo de la línea de pobreza, un aumento significativo respecto al 41,7% de finales de 2023. La indigencia, por su parte, afecta al 18,1% de los argentinos.
La desigualdad de ingresos es más profunda que nunca. El 10% más rico concentra el 33% del ingreso nacional, mientras que el 10% más pobre apenas llega al 1,8%. El coeficiente de Gini, indicador de desigualdad, ha subido de 0.417 a 0.436, reflejando una creciente polarización entre ricos y pobres. La fragmentación social también es notoria, ya que las oportunidades y el acceso se han vuelto aún más desiguales.
Según los datos más recientes del Indec, correspondientes a enero de 2025, la situación socioeconómica en Argentina es la siguiente:
-Pobreza: El 54.9% de la población se encuentra por debajo de la línea de pobreza.
-Indigencia: El 18,9% de la población está en situación de indigencia.
En cuanto al costo de la canasta básica, en enero de 2025, una familia tipo (dos adultos y dos menores) necesitó:
-Canasta Básica Alimentaria (CBA): 621.474 pesos para no caer en la indigencia.
-Canasta Básica Total (CBT): 1.005.887 pesos para no ser considerada pobre.
Es importante destacar que estos valores han experimentado incrementos significativos debido a la alta inflación y a las políticas económicas implementadas en el país.
Los jóvenes, en particular, enfrentan una dura realidad. Las tasas de desempleo juvenil se han disparado, y muchos se ven obligados a trabajar en empleos precarios e informales. Las familias que antes aspiraban a la movilidad social, ahora se ven obligadas a enviar a sus hijos al mercado laboral para poder sobrevivir.

Consumo
«El calzado subió un 50% y nadie compra. Estamos viviendo una recesión en el sector. Ya se cerraron fábricas en Las Flores y Chivilcoy. Están destruyendo la industria del calzado. Es muy difícil para estas empresas revertir la situación».
Agustín Amicone, secretario general de la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado (Uticra), indicó que la crisis en el sector se debe al aumento de las importaciones y a la caída en el consumo. Para Amicone, la apertura comercial permitió que empresas como Adidas, principal cliente de Dass, prefirieran importar calzado más barato en lugar de producirlo localmente.
El dirigente sindical también destacó una disminución en el consumo de calzado en Argentina, pasando de un promedio de tres pares de zapatillas por persona al año en épocas de bonanza a 2,4 pares actualmente. Ante este panorama, Uticra solicitó la intervención del gobierno de la provincia de Buenos Aires para evitar el cierre de la fábrica y preservar los empleos.
La desaceleración de la inflación de Milei fue a costa de un retroceso en la calidad de vida. El poder adquisitivo de las familias está completamente destruido, la inflación bajó porque muchas familias no llegan a fin de mes y el consumo está estancado. Los datos oficiales muestran que el consumo de productos básicos como carne, yerba y leche ha caído drásticamente, lo que refleja un aumento de la pobreza.
La mala nutrición infantil, por ejemplo, tiene consecuencias irreversibles para el desarrollo de los niños, afectando su capacidad de aprendizaje a lo largo de su vida.
Para evaluar un gobierno no basta con los números, sino con la realidad de cómo viven las grandes mayorías. Los trabajadores, los jubilados, los estudiantes, los sectores medios, están pasando mal. El éxito de una gestión se mide por cómo reduce las desigualdades, amplía derechos y mejora la vida de la gente. Pero, con este gobierno, sucedió lo contrario. Según los datos oficiales, hay 5 millones más de pobres y 2 millones más de indigentes».
El desempleo ha alcanzado el 7,6%, y el subempleo se sitúa en el 20%, lo que obliga a muchos trabajadores a asumir varios trabajos precarios. Los salarios reales han caído considerablemente, y el salario mínimo apenas cubre el 30% de los gastos básicos de vida y el 50% de las necesidades alimenticias.
Las reformas laborales, impulsadas por la controvertida «Ley de Bases», han desmantelado derechos laborales fundamentales, reduciendo la protección ante despidos y creando nuevas figuras como los «colaboradores independientes», que carecen de derechos laborales. Estas reformas buscan debilitar a los sindicatos y destruir la negociación colectiva, dejando a los trabajadores más expuestos a la explotación.
El gobierno de Milei ha implementado una feroz represión contra la protesta social. Nuevas leyes imponen severas sanciones a quienes organicen manifestaciones, con penas de hasta seis años de prisión. Además, la policía tiene la autorización para dispersar manifestantes, a menudo utilizando la amenaza de retirar la asistencia social a quienes se resistan. El presupuesto destinado a la seguridad ha aumentado considerablemente, y las campañas de difamación contra los sindicatos y sus líderes se intensifican.
Este ataque a la disidencia, apoyado por un ejército de trolls en redes sociales, demuestra que el gobierno de Milei privilegia los intereses del capital por encima de los derechos de la ciudadanía.
Aunque el gobierno insiste en los avances en la lucha contra la inflación, la realidad es otra. Los precios continúan aumentando, especialmente en productos alimenticios y servicios esenciales. El uso de índices inflacionarios desactualizados oculta el verdadero impacto de la crisis, erosionando aún más la confianza pública.
Por otro lado, las maniobras contables del gobierno, que incluyen la exclusión de miles de millones de pesos en obligaciones impagas, ofrecen una imagen distorsionada de la economía, sin proporcionar alivio real a los trabajadores.
El experimento económico de Milei, basado en principios anarcocapitalistas, está destruyendo lo que quedó de la solidaridad social y los derechos laborales en Argentina. Sus políticas reemplazan el crecimiento inclusivo por una búsqueda egoísta de eficiencia del mercado, celebrando a los monopolios mientras se destruye el tejido social. ¿Para quién es esta eficiencia? ¿Para los trabajadores que luchan por alimentar a sus familias? ¿Para los jubilados que ven cómo sus pensiones pierden valor? ¿Para los jóvenes que ingresan a un mercado laboral sin oportunidades?
La historia ha demostrado que estos experimentos fracasan. A lo largo de los años, las reformas neoliberales han aumentado la pobreza, debilitado las instituciones y fracturado la cohesión social. La estrategia de Milei de priorizar las ganancias a corto plazo ignora los costos sociales y económicos a largo plazo.
Como movimiento peronista, debemos proponer una alternativa: una visión centrada en la equidad, la inclusión y la dignidad. Necesitamos abogar por:
1-Restaurar los derechos laborales: Defender la negociación colectiva y garantizar que cada trabajador reciba un trato justo y respetuoso.
2-Reconstruir los servicios públicos: Invertir en educación, ciencia, salud e infraestructura para crear empleo y mejorar la calidad de vida.
3-Reducir la desigualdad: Implementar un sistema tributario justo y políticas redistributivas para reducir la brecha entre ricos y pobres.
Las tres centrales sindicales han denunciado ante el Comité de Libertad Sindical la violación de los convenios fundamentales de la OIT y de la Constitución Nacional por parte del gobierno de Milei.
La lucha por los derechos de los trabajadores es la lucha por el futuro de Argentina. No podemos permitir que el legado de esta presidencia sea un país dividido, con familias rotas y sueños destruidos.
«No hay éxito posible. Este gobierno está desconectado de la realidad, con sus votantes y gobierno que están ciegos ideológicamente, se apoyan en un relato ficticio, respaldado por los medios y las redes sociales, pero desconectado de la verdad que viven los 46.2 millones de argentinos; Por que gobernar es para todos no solamente para el 1% de la población más rica y casta del país».