Oscar Herrera Ahuad, titular de la Legislatura misionera, reveló un balance detallado de la gestión de la pandemia y los desafíos actuales del sector yerbatero. Desde decisiones sanitarias controvertidas hasta la defensa de los pequeños productores, el exgobernador y actual presidente de la Cámara de Representantes de Misiones dejó en claro su visión de un Estado activo y comprometido con el desarrollo económico y social de la provincia. En una entrevista con Ariel Sayas para Canal 4 Posadas, Herrera Ahuad también planteó críticas hacia sectores que, en su opinión, no están cumpliendo con su parte en la cadena productiva, lo que refleja tensiones que aún persisten en la economía regional.
Jueves 20 de marzo de 2025. El presidente de la Cámara de Representantes de Misiones, Oscar Herrera Ahuad, repasó los desafíos enfrentados durante la pandemia de COVID-19 y la actual crisis en el sector yerbatero, en un mano a mano con Ariel Sayas para Canal 4 Posadas, en su primer programa del año. Así, el exgobernador misionero destacó las decisiones tomadas y los aprendizajes obtenidos en ambos contextos.
Herrera Ahuad asumió como gobernador de Misiones en diciembre de 2019 y tres meses después, en marzo de 2020 se disparó la pandemia de Covid19 en todo el planeta y que Misiones enfrentó con conciencia y equilibrio sanitario y económico. El actual legislador destacó que, aunque no se puede hablar de una «gestión exitosa» debido al dolor y las pérdidas humanas, Misiones logró manejar la crisis con base en una población educada sanitariamente.
«El misionero aprendió a cuidarse», afirmó, refiriéndose a la experiencia acumulada en la provincia con epidemias previas como la fiebre amarilla, el dengue y la gripe A. Esta cultura de prevención permitió a la población adoptar rápidamente medidas como el uso de barbijos y el distanciamiento social, convirtiendo a Misiones en una de las primeras provincias en implementar estas prácticas.
Una de las decisiones más polémicas fue el cierre temprano de las escuelas, una medida que Herrera Ahuad defendió como necesaria para organizar el sistema educativo y garantizar su reapertura en condiciones seguras. Mientras otras provincias tardaron meses en retomar las clases, Misiones lo hizo en tres meses, gracias a una planificación anticipada. Esa medida tuvo, incluso, un reclamo del entonces presidente Alberto Fernández, que inicialmente no apoyó el cierre de las escuelas y las clases virtuales que Miniones adoptó de manera temprana.
El exgobernador también resaltó la importancia de mantener activo el sector productivo durante la pandemia, en coordinación con el entonces presidente de la Legislatura misionera y referente del espacio de la Renovación, Carlos Rovira, que sostenía que «el puño de la economía y el puño de la salud tenían que estar levantados», explicó, subrayando el equilibrio entre proteger la salud pública y sostener la actividad económica.
La crisis yerbatera y el papel del Estado
Uno de los temas más candentes de la entrevista fue la crisis en el sector yerbatero. Herrera Ahuad recordó cómo, durante la pandemia, el Gobierno de Misiones decidió mantener activa la producción de yerba mate, a diferencia de otras provincias que paralizaron sus economías. Esta decisión permitió que los productores levantaran la cosecha y evitaran el colapso del sector industrial.
Sin embargo, el presidente de la Legislatura criticó la falta de reciprocidad del sector industrial hacia los productores. «El sector productivo pudo haberse cruzado de brazos y pedir el IFE, pero no lo hizo», señaló, refiriéndose al Ingreso Familiar de Emergencia. En cambio, los productores trabajaron para mantener a flote la industria, que ahora, según Herrera Ahuad, no retribuye de manera adecuada ese esfuerzo.
El legislador también abordó la competencia desleal en el mercado yerbatero, donde las grandes marcas, con mayor capacidad financiera, están desplazando a las pequeñas y medianas empresas (pyme). «La guerra de góndolas nos va a afectar mucho a las micro pymes yerbateras», advirtió, destacando la necesidad de mantener la calidad de la yerba misionera para no perder mercados clave en el país.
Afiliaciones y participación política
En otro segmento de la entrevista, Herrera Ahuad habló sobre su reciente campaña de afiliaciones al Partido de la Concordia que salió a realizar de cara a la sociedad. En ese sentido destacó la importancia de involucrar a la ciudadanía y de donde hubo una respuesta mayoritaria de jóvenes y mujeres que se acercaron a formalizar su acompañamiento a la Renovación. Salir es una suerte de medición del apoyo real de la ciudadanía, deslizó. «No es un touch and go», afirmó, refiriéndose a la necesidad de escuchar a la gente y construir un sentido de pertenencia.
Finalmente, Herrera Ahuad compartió detalles de su encuentro con el Papa Francisco en el Vaticano, en 2020, donde conversaron sobre temas relativos a Misiones, los jesuitas y la encíclica Laudato Si. El Papa le obsequió una copia de Querida Amazonia, un documento que aún no había presentado públicamente, lo que Herrera Ahuad consideró un gesto de confianza y cercanía.
Oscar Herrera Ahuad en Canal 4 Posadas

-Quiero arrancar con ese tema porque, para entender muchos de los temas que hoy están en boga, hay que mirar incluso la pandemia. Oscar, en retrospectiva, primera pregunta: ¿Cómo se gestionó esa pandemia? Sobre todo para los sectores productivos y la actividad económica de Misiones.
-Lo que siempre digo con respecto a esto es que nunca hay una gestión exitosa cuando hay tanto dolor de personas que murieron, de otras que han quedado con secuelas de lo que hemos pasado como humanidad, ¿no? Porque esto no es solo de una provincia ni de un país, sino todo el contexto internacional y mundial. Hay cuestiones que, desde un primer momento, entendí: cuando estamos ante un riesgo de un proceso de este tipo, pandémico, epidémico, lo más importante es saber con qué población contás. No con qué herramientas contás para salir, porque nunca vas a poder pelear contra un virus o contra una bacteria mano a mano. Lo importante es saber que tenés, cómo está tu sociedad. Qué tanta educación tiene tu sociedad para enfrentar un proceso de un cambio en el que la cuestión sanitaria es tan dura como es una pandemia o una epidemia. Creo que esa experiencia de haber recogido durante muchos años, gestionar diferentes procesos epidémicos en la provincia de Misiones, acordate que nos conocimos con la fiebre amarilla en el año 2007, cuando se morían los monos en San Pedro y me llamaba por teléfono a ver cuántos monos se morían y cuánta gente se infectaba. Epidemia de fiebre amarilla. Epidemia de dengue, epidemia de gripe A, epidemia de dengue nuevamente; tapa de los diarios y noticia nacional por ser una provincia donde todos los años teníamos la amenaza de una epidemia. Los diferentes ministros y gobernadores que gestionaron la provincia en ese contexto, siempre con mucha polémica, a veces de los famosos datos: siempre terminábamos siendo epidémicos, no siendo endémicos de la enfermedad como lo son los otros países de la región. Eso hizo que el misionero, sin que nosotros nos demos cuenta, fue aprendiendo una cultura sanitaria que no la tienen otros lugares de la Argentina que no pasaron por este proceso. No es una cultura del miedo a enfermarse, sino una cultura de aprender a cuidarse. El misionero aprendió a cuidarse. Como esa gota que golpea la roca: como el hecho de que, cuando estamos ante una enfermedad SARS o respiratoria, cuidarnos, mantener la distancia, usar el barbijo, que muchas veces fue en otra provincia pionera en usar el barbijo. Sí. Esta fue la primera en la Argentina que lo utilizó. Saber que tenemos que, en base a lo que va a ocurrir o lo que uno entiende que va a ocurrir por la cronología que tiene la enfermedad, que es estacionaria, saber cómo se puede comportar y tener un sistema sanitario preparado para eso. Si es dengue, tenemos un sistema preparado para el dengue; si es una enfermedad respiratoria en invierno, tenemos preparado el sistema con hospitales que se encargan específicamente de cuestiones respiratorias. La fortaleza estuvo en tener un misionero educado sanitariamente, que no nos habíamos dado cuenta: el misionero no se daba cuenta cuánto estaba sabiendo cuidarse o de prevenir una enfermedad. Y esto llevó a muchos enfrentamientos. En la primera mesa que convoca el presidente Alberto Fernández con gobernadores, como yo fui el primero que cerró las escuelas, y me dice: «Pero gobernador, ¿cómo va a cerrar la escuela?» Si la nación no había decidido cerrar escuelas porque eso decían todos los expertos. Digo: «Mire, Presidente, este es un SARS. Nosotros tenemos que cerrar la escuela para ordenar el sistema educativo y decir cómo nos vamos a comportar, y en un mes tenemos que estar abriéndola de nuevo con escuelas seguras». Bueno, la presión fue decir «decí que cerraste por el dengue», porque también se nos pisaba la epidemia. Se pisaba con la del dengue que veníamos con la de coronavirus que iniciábamos. Este, bueno, está bien, sí, sí, por dengue, pero también por el SARS. Esa medida permitió que el sistema educativo se organice rápidamente y, en tres meses, nosotros estuvimos ya retornando a las escuelas y poniendo en marcha el sistema educativo que, en la Argentina, después en todas las provincias, lo puso en marcha casi 4 o 5 meses después. Por otro lado, destaco mucho la fortaleza, el apoyo y el acompañamiento político para tomar decisiones. Todos los días hablaba con el ingeniero Rovira, presidente de la cámara por entonces, que es el conductor del espacio político, y acordábamos. Me decía: «Mirá, nosotros tenemos que seguir sosteniendo el sistema productivo». Y cómo decís que no. Le decía entonces que la patología se va a comportar como un SARS, pero nuestra gente sabe cuidarse del SARS. Entonces, el tema productivo tiene que estar arriba». Y recuerdo esto, un día estábamos y me decía: «Este puño es la economía, Oscar, y este puño es la salud. Los dos tienen que estar levantados».
-Me quedo en eso. Ese puño que mostraste que tiene que ver con el sector productivo. Hubo un sector y ahí me meto de lleno en uno de los temas más polémicos coyunturales de la crisis yerbatera. Ahí aparece la mano del Estado, tan cuestionada por el sector. El sector industrial recibió una ayuda importante del Gobierno de la Renovación.
-Sí. Cuando toda la Argentina cerraba la economía y fabricaba billetes para poder sostener mínimamente las cuestiones que hacen a la vida diaria de la gente, porque empezaron a aparecer diferentes programas que te daban el dinero, como el IFE y otros tantos, nosotros, al tener el sector productivo activo… fijate que en marzo empieza la zafra más importante para el sector yerbatero… imaginate que, en ese momento, el sector productivo estaba al rojo vivo con levantar la cosecha. Si tomamos la decisión que tomó el Gobierno nacional y muchas otras provincias, cuando mandaron a todos a su casa, no había producción de yerba mate. El productor de yerbateros podía haberse quedado cruzado de brazos. Pues he dicho: «Bueno, denme IFE». Como le dimos a los taxistas en Iguazú, como le dimos a tanta gente o a los diferentes sectores que cobraban el famoso IFE. El productor de yerbateros dijo: «No, si ustedes autorizan que el sector productivo pueda levantar la cosecha, lo vamos a hacer». Con un cuidado, no tuvimos absolutamente ningún incidente con nada del sector productivo. No se cerró ningún secadero, no se cerró ninguna industria yerbatera, no se cerró absolutamente nada. El productor levantó la materia prima, millones y millones de kilos de yerba mate, y se lo dio al sector industrial para que no se funda. Porque el sector industrial no vivía con el IFE. El IFE no era el IFE, era el autogolpe. No era para mantener la industria. El sector industrial se mantuvo con el esfuerzo del sector productivo, del que corta la hoja verde y la lleva al secadero. Les pregunté hace poco a la industria, a todos, cuánto tiempo aguantaban sin levantar la cosecha, y admitieron que no aguantaban. Bueno, ¿no creen que este es el momento donde ustedes, más allá de que la economía entiende poco de solidaridad y cero de alma, de corazón, de sentimientos, es el momento de devolverle al sector productivo el enorme esfuerzo que hicieron cuando podían haberse quedado de brazos cruzados mirando cómo se fundían y decirles ahora: «Bueno, vamos a llegar a los 300 pesos por lo menos en esta zafra y fíjense qué hacen para la próxima». Vayan reconvirtiéndose los que puedan; el resto, veamos cómo se reacomoda el libre mercado. Eso les reclamé y voy a seguir reclamando…
-Hablaste con el corazón y respondieron con el bolsillo…
-Sin dudas, aunque no esperaba otra cosa. Lo percibí como que este es el momento nuestro donde nadie nos pone trabas. Así es el mercado, pero antes podíamos haber dicho: «Así es la pandemia».
-¿Qué pasa cuando ves a un sector de la producción trabando el ingreso en las casillas de ATM, de la agencia tributaria de Misiones? ¿Qué pasa ahí?
-Muchas veces creemos que la gente tiene la misma información que tenemos sobre cómo se mueve la economía y cuáles son los factores que inciden en la materia prima o en el precio. Vos creés que si se les baja la corresponsabilidad gremial, el sector industrial va a darles esos tres pesos, va a decir: «Bueno, miren, a mí me bajaron 3 pesos, le voy a dar 3 pesos a ustedes». Si ya te lo dijeron ahora, no te lo van a decir allí. Entonces, muchos se sientan con tres o cuatro que manejan un poco esto y piden que la provincia baje impuestos y los mandan ahí, a ATM, a pedir que bajen impuestos. Yo te puedo asegurar que, por más que vos toques la corresponsabilidad gremial, que es justamente uno de los logros más importantes para sostener el sistema productivo en una escala que vaya del sector industrial al tarefero mismo, ¿no? Le decía a un diputado que estaba allí: «Vos estás escuchando que, en tu propia cara, te están diciendo que quieren que saquemos la responsabilidad que es un logro de tu diputado nacional cuando estuvo sentado en una banca nacional. Ellos mismos te lo dicen sin que vos les digas que paren la mano». Bueno, después sí, este diputado hizo unos videos explicando las cosas, pero tuve que decir las cosas porque parecía que esperaban que digas que sacábamos la corresponsabilidad y ahí arreglamos el precio de la yerba mate; mira que sencillo. Y no iba a ser así, pero yo te puedo asegurar que no va a ser así. También con respecto a la regulación del mercado: la apertura de las importaciones de la yerba mate, antes vos importabas 3 millones de kilos y no te dolía. Porque tenías 800 y pico de millones dando vueltas, 1000 millones de kilos. Hoy, una industria importa 4 o 5 millones de kilos, son 4 o 5 millones de kilos menos que puede vender ese productor de la provincia…
-Hay una franja que percibo que no se profundiza: el de las pymes yerbateras. Lo estamos empezando a ver en las góndolas de los grandes centros urbanos, como el caso de Posadas.
-Hablaba con un intendente donde abordamos la temática del sector yerbatero porque justamente quería explicarle cosas y él también me quería explicar algunas cosas: estoy muy preocupado por el sector productivo y ocupado porque también trato de ayudar para lograr un consenso. Bueno, ahora hay una posibilidad ya de un área industrial que toma a 300 pesos el kilo, de la zona sur y zona norte, que se reunió con el ministro y aseguró ya 300 pesos la toma de esta zafra, del inicio a la zafra. Que es muy importante; es un indicador importantísimo ya que en la zona de Andresito vayan a acopiar y vayan a comprar un volumen a ese precio. Estimo que, en Misiones, hay unas 400 marcas de yerba dando vuelta de pequeñas pymes. De pequeñas pymes que nosotros mismos le dijimos a nuestros productores, que se animen, así como fue con el sector vitivinícola en Mendoza -vino Toro, Arisu, Uvita de Plata y bueno, el Cabic y ahí nomás- y hoy tenés todo lo que agregaron valor… Deben ser más de 400 marcas; en mi casa, de lo que me suelen obsequiar, tengo más de cien… así que imaginate todas las que no tenés. Esas pequeñas empresas pueden entrar; hoy, el mercado llevó a una guerra de góndolas entre las grandes, que son las que tienen prácticamente el 40% del mercado yerbatero del país; hoy, una de ellas está por encima de la histórica que tiene que recuperar el mercado porque la histórica es la histórica, la otra es una cooperativa. Entonces, vas a un supermercado y el supermercado dice: «Bueno, este paquete vale cuánto, 2000 pesos. Bueno, pero este me trae al 30% y vos, el misionero de una empresa pequeña, de excelente calidad, muchas de ellas muy buenas, ¿cómo hace para meterse en la zona sur donde hay yerbas tremendamente buenas? Te dice: «No, yo no puedo darte un 30% menos». Bueno, entonces, en vez de bájame 10 pack, bájame cinco. Entonces, el problema que vamos a tener en este tiempo ya no va a ser porque ahora con 300 pesos y por ahí con esto de que no se levantó la zafriña, puede repuntar el precio de la materia prima de la yerba, pero vas a tener un problema con las pymes. Con las pymes yerbateras que hacen ese paquete que estaba destinado a un determinado consumidor y que ese consumidor ya tampoco tiene la plata en el bolsillo. Es lo que decíamos al inicio. O sea, la recesión hace que vos tengas menos dinero en el bolsillo. ¿Y cuál es el tema? Que vos tenés dos posibilidades: que el consumidor se te vaya por calidad o que el consumidor se te vaya por precio. Si el consumidor se me va por pérdida de calidad, no vuelve más. Aquel que te dice: «Bueno, mira, yo tomaba esto y ahora son cosas terriblemente feas. Cuando tenga plata en el bolsillo, no va a volver». Entonces, nosotros tenemos el gran desafío de seguir sosteniendo la mejor calidad de yerba de la Argentina dentro de Misiones. Porque este es el ejemplo claro siempre del mercado, o sea, el consumidor de las gaseosas. Sí, sí. Consume la marca top de color rojo con blanco, ¿no? Multinacional. Multinacional. Cuando tiene menos plata en el bolsillo, consume otra de menor calidad. Y cuando tiene menos plata, ya se va otra de menor calidad y cuando no te agarra caramelo media hora y le pone adentro una soda, entonces toma una bebida gasificada, ¿viste? Sí. Pero cuando vuelve a tener dinero en el bolsillo, vuelve a tomar la de la multinacional porque la de la multinacional no perdió la calidad. Entonces, ¿qué es lo que nosotros decimos? Si el misionero comienza a perder la calidad de yerba, será muy difícil después recuperar un mercado que se abrió hacia aquí. Nosotros tenemos mercados privilegiados en el sur del país de consumo de yerbas de marcas que solamente toman eso. Y en la zona centro, como Santiago del Estero, Tucumán, también tienen otras yerbas de Misiones que venden una determinada marca y que, en ese lugar, aunque vos no me creas, entran yerbas de Misiones que acá no las conocemos y allá es la que se vende y la que gusta. Esas hoy no pueden competir en la góndola con las grandes marcas que, con 12, 13, 14 meses de stock y con espalda. ¿Qué espalda tiene? ¿Qué espalda tiene? Cuando vos mirás todo el día en el Banco Central los numeritos de cómo van acrecentando la deuda esas grandes empresas para poder sostener y competir en un precio en góndola cada vez menor. Ojo, se están endeudando para tener en la góndola un paquete más barato y para poder quedarse con el mercado y después pagar esa deuda, porque después ya no vas a tener la competencia de las 500 marcas que hay hoy en el mercado. Es muy completo para prestar mucha atención, no es para tener miedo. ¿No? Este, capaz que por ahí alguien que entiende de la economía dice: «Mira las cosas que está diciendo este tipo». Pero la guerra de las góndolas nos va a afectar mucho a las micro pymes, mini pymes y pymes yerbateras de la provincia que hoy tienen su paquete ubicado ya en algún lugar de la Argentina, pero que no van a poder competir con el precio de las grandes marcas.
-Cuando vi esa imagen donde saliste a afiliar. Hay una foto donde escuchás a una docente que te dice cosas y reclama… ¿Por qué saliste a afiliar?
-Primero, creo que es importante que quienes tenemos responsabilidades institucionales y responsabilidad política, porque yo soy uno de los vicepresidentes de nuestro espacio político, este, mirar cómo estamos en afiliados, es decir, siempre decimos: «Bueno, vamos al PJ, el radicalismo que tiene afiliados históricos, pero la Renovación es un partido de la Concordia, es un partido grande, enorme. Nosotros tenemos que darle este un volumen a esto de ver toda esa gente que dice acompañarte. A ver cómo estamos con nuestra gente, los jóvenes; hay una forma de sentirse parte, que se venían incorporando a la Renovación que se siguen incorporando. Decía: «Bueno, a ver, este, vamos a ¿Qué te gustaría? ¿Cuál es el sentido de pertenencia que y no, debe estar dentro de sentirse parte, que es decir, bueno, porque yo veía a mi viejo antes, o a mi tía, Elba, que te mostraba la libreta de la época donde le ayudaba a Evita y donde votó por primera vez, que te mostraba la libreta o la foto del voto con orgullo. Eso es para salir a medir lealtades. También entendí que era un momento de poder saber porque hay muchos que viven dentro de un círculo rojo que está sentado detrás de un vaso que tiene alguna otra bebida blanca y fumándose un puro y opinando. Diciendo: «Que fea que está la mano, eh». Sí, flaco, pero vos saliste por las 213, andá a caminar, sentate, fijate qué te dice la gente y de esa manera fijate que no hay movilizaciones y solo agua para el mate; inviten que los esperamos y veamos que pasa. No hay movilización de colectivo, ni de auto, ni de combi, ni hay choripán ni nada. La de Garupá fue fabulosa, muy linda. Nos permitió charlar, ahora eso también, ¿no? No es un touch and go. No es que yo me voy y ya tengo la reunión ni decimos rapidito firmame acá, hacéme 10 fotos. Debo reconocer el respeto de la gente, de aquellos que no se van a afiliar y el que se afilia, hace un poco del ejercicio de la democracia, siendo parte. Muchos jóvenes y muchas mujeres. Mira, los perfiles jóvenes y mujeres, jóvenes que vos me dirás: «Bueno, pero son los hijos de los ya afiliados». Sí, pero no estaban afiliados. Claro. Ahora, en vez de que nosotros vayamos a la casa y estén sentaditos, ellos vienen a la plaza. Mañana vamos a estar nuevamente en otro barrio haciendo exactamente lo mismo.
-Estuviste con el Papa Francisco…
-Sí, tuve la oportunidad de estar con el Papa. Yo tuve la posibilidad de estar con él a partir de lo que son los trabajos realizados por los jueces y juezas que responden a la obra de Francisco. Y bueno, fui invitado y me recibió en Santa Marta, vamos a decir, en su casa. ¿No? Una audiencia que no fue audiencia, fue una charla muy amena, muy linda, me esperaba fuera de la casa. Llegué, me esperó, nos sentamos a charlar, hablamos de la provincia, hablamos de los jesuitas y de San Lorenzo. Ahí comenzaba la pandemia. Cuando llego a Italia, en el aeropuerto de Fiumicino no había gente. No había gente, era uno de los últimos aviones que venía de la y no sabíamos si iba a tener el avión de vuelta. Semanas anteriores había estado el presidente con la comitiva argentina y estuvo la reunión de los ministros de economía de los países de Argentina. Me compré rosarios que todo el mundo me pedía que le traiga algo bendecido. Y viste que yo tenía un montón de rosarios bendecidos, me dice: «Bueno, esto lo bendijo el papa, ¿viste?» Claro. Entonces, cuando yo llego, le digo: «Mira, te voy a decir una cosa, este querido padre, por favor, yo te voy a firmar y bendecirme para que la gente me crea que vos le pusiste la bendición a esto», y se reía, sí, fue muy lindo. Me dio la nueva proclama, nosotros habíamos ayudado en el Laudato Sí. Yo había tenido reuniones previas por el tema Laudato Sí. Entonces, me dice: «Yo te voy a obsequiar esto que se llama Mi querida Amazonia». Y me pidió que no la dé a nadie porque todavía no la presenté». Y me dio cinco artículos que, tres, se los traje a los obispos de acá de Misiones.
