El emprendimiento funciona en la Chacra 122 de Posadas. Están a cargo de la tarea dos mujeres en la producción de panadería artesanal; pero siempre «tenemos otras compañeras que nos dan una mano. Arrancamos trabajando en el merendero del barrio Sol de Misiones, donde hacíamos el pan o algunas masas dulces como pastafrola o bizcochuelos para los chicos y chicas».

Miércoles 14 de mayo de 2025 (Prensa de Tierra. Techo y Trabajo). Como muestra de la transformación social que logra el acompañamiento político, un grupo de laboriosas mujeres creó un emprendimiento que hoy les permite el sustento económico: la panadería Artesanal funciona en la Chacra 122 de Posadas desde hace más de tres años, impulsada por un sueño y una necesidad desde el que ofrecen panificados artesanales, entre otros productos de panificados de calidad: integral, pancuca, prepizzas y facturas que «despiertan los sentidos porque todo está hecho con amor y dedicación, manteniendo la tradición artesanal en cada bocado, por eso le pusimos ese nombre», cuentan las trabajadoras de la economía popular.
Además de la venta en el barrio, también exponen en las ferias donde se realizan los Alimentazos que organiza la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (Utep).
Si bien la producción está a cargo de dos mujeres, siempre cuentan con la colaboración de otros. Apoyar a proyectos como este no sólo significa disfrutar de productos frescos y sabrosos, «sino también buscamos fortalecer la comunidad y celebrar el esfuerzo y la creatividad de todas las compañeras emprendedoras», dijo Ruth Egert.
En la actualidad, están a cargo de la tarea dos mujeres en la producción de panadería artesanal; pero siempre «tenemos otras compañeras que nos dan una mano. Arrancamos trabajando en el merendero del barrio Sol de Misiones, donde hacíamos el pan o algunas masas dulces como pastafrola o bizcochuelos para los chicos y chicas; después, con los recortes que sufrieron los merenderos por parte del Gobierno nacional, comenzamos a producir en mayor escala para vender y recaudar fondos para comprar los insumos que nos hacían falta para no dejar a la gurisada sin la merienda», explicó Natalia Arrúa.

Capacitación y crecimiento en el rubro

Con el tiempo pudieron adquirir un horno pastelero, y esa iniciativa fue el puntapié para emprender el proyecto de la panadería que hoy es una realidad. También «gracias a lo que aprendemos en la militancia junto a nuestros compañeros y compañeras y con nuestro dirigente del Evita, Martín Sereno, candidato a diputado provincial por el partido Tierra, Techo y Trabajo», destacaron.
«Ya no sólo generamos dinero para ayudar al merendero, sino también para otras mujeres porque entre todas estábamos pasando momentos difíciles. Y así fue que tomamos la decisión de capacitarnos en el rubro, y fuimos creciendo con el emprendimiento de la Panadería Artesanal», contaron Egert y Arrúa.
El negocio está ubicado en la vivienda de Ruth, de la Chacra 122, porque por la situación económica no pueden alquilar un local propio ni pagar la habilitación.
Por ahora seguirán trabajando en esa vivienda, y mientras producen, venden por pedidos a vecinos de la zona y a clientes fijos, que ya conocen la calidad de lo que producen.
También exponen y comercializan en las ferias del Alimentazo que se hacen en distintos barrios. «Desde ahí nos ocupamos en generar más ventas, y nos organizamos para que los días de producción coordinen con esas jornadas. Y de esa manera abastecemos los pedidos de nuestros clientes y del Alimentazo, que es un gran logro de nuestra organización, el Movimiento Evita dentro de la Utep», manifestaron las trabajadoras de panificación Artesanal.