Carlos Posdeley, estudiante y columnista, analiza el impacto del recorte en las universidades nacionales y la respuesta de la comunidad académica en Misiones.
Sábado 24 de mayo de 2025. En un contexto de ajustes económicos y desfinanciamiento de la educación superior, la universidad pública argentina enfrenta uno de sus desafíos más críticos en décadas. Carlos Posdeley, estudiante de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) y columnista del programa Plural, detalló las consecuencias del recorte presupuestario y las estrategias de resistencia que emergen desde las aulas.
Posdeley recordó que las universidades nacionales operan con un presupuesto congelado desde 2022, lo que en términos reales implica una reducción del 25% en 2023 y una proyección del 45% para este año. Los ejes más afectados son los salarios docentes y no docentes —que perdieron hasta el 60% de su poder adquisitivo— y las becas de investigación, cuyos montos «no alcanzan para pagar una factura de celular», ejemplificó.
En Misiones, la situación es particularmente grave ya que ninguno de los siete diputados nacionales por esta provincia defendió el Presupuesto de la universidad pública, recordó el columnista, cuando votaron en contra de la Ley de Financiamiento Universitario (octubre 2023) y avalaron después el veto del presidente Javier Milei.
En este escenario, la comunidad universitaria impulsa acciones para visibilizar la crisis y sostener la producción de conocimiento. Posdeley destacó las Jornadas de Investigadores Iniciales en Posadas, donde científicos sociales —antropólogos, trabajadores sociales— buscan demostrar que la ciencia «no es solo probetas, sino también soluciones para los barrios».
Además, reveló un relevamiento local sobre el costo de vida de los estudiantes: alquilar y estudiar en Posadas requiere entre 250 mil pesos y 300 mil pesos mensuales, casi la mitad del salario de un docente misionero con décadas de antigüedad. «Para las familias trabajadoras, mantener un hijo en la universidad es un sacrificio insostenible», afirmó.
Más allá de la resistencia, Posdeley subrayó un debate interno sobre el papel de la academia: «No podemos producir papers desconectados de la realidad. Si el vecino no sabe para qué sirve la antropología, el problema es nuestro». En ese sentido, mencionó el crecimiento de proyectos de extensión que vinculan las carreras con demandas sociales.
El columnista también abordó el impacto de los paros docentes —como el de la semana pasada— en la formación: «Los estudiantes queremos clases, pero apoyamos la lucha. Algunos profesores buscan alternativas, como dar clases en espacios públicos o en formato híbrido, porque el pensamiento crítico molesta a ciertos sectores».
Posdeley cerró con una reflexión inspirada en el sociólogo Gabriel Vommaro (académico argentino, doctor en Sociología, investigador del Conicet y profesor en la Universidad Nacional de General Sarmiento e investigador docente en la Universidad Nacional de San Martín, desde donde estudia la política argentina, los medios de comunicación y la sociología política), que dijo que «Milei puede acelerar el nacimiento de una nueva generación universitaria que no solo resista, sino que transforme». La pregunta que flota en los pasillos de las facultades es clara: ¿cómo construir un modelo que combine excelencia académica con compromiso social, en un país donde la educación pública sigue siendo un bastión de igualdad?, cerró durante su intervención en Plural, el programa de análisis político y social que se emite a través de Canal 4 Posadas los lunes de 21 a 22.
