La polémica desregulación de los Parques Nacionales que divide al sector turístico. El gobierno eliminó exigencias para guías y empresas en las áreas protegidas, argumentando que termina con monopolios y baja costos. Pero los guías profesionales alertan sobre riesgos ambientales, seguridad y precarización laboral. Las empresas celebran la flexibilidad, mientras ambientalistas y académicos cuestionan el impacto en la conservación. ¿Quién gana y quién pierde con esta medida? Un análisis profundo del conflicto que redefine el turismo en los parques más emblemáticos de Argentina.

Por Oscar Alejandro Degiusti
Licenciado en Turismo – profesor

Miércoles 4 de junio de 2025. El miércoles 26 de marzo se oficializó, a través de las Resoluciones 62 y 63/2025 publicadas en el Boletín Oficial, la desregulación de la actividad de prestación de servicios turísticos en los 39 parques nacionales del país. Según un comunicado oficial, el objetivo era «eliminar monopolios y fomentar la competencia, reduciendo los precios para los visitantes».
A partir de ahora, según explicó el ministro Federico Sturzenegger, cualquier prestador o empresa turística podrá ofrecer excursiones y actividades sin estar obligado a contratar a ciertas personas; se implementará un sistema de habilitaciones ágil y simplificado. Quienes deseen ofrecer actividades en los parques «podrán solicitar la autorización de forma digital», con requisitos mínimos; se elimina la obligatoriedad de que los prestadores cuenten con guías habilitados, excepto en actividades de riesgo. Es decir, el guiado profesional pasa a ser optativo para las empresas.
Los servicios considerados de riesgo son excursiones de rafting; trekking de alta montaña o dificultad media-alta; escalada y/o actividades sobre hielo; cabalgatas; buceo; pesca; excursiones a remo, vela o gomón y actividades con guía a elección del prestador o visitante.
Además, se derogaron reglamentos para actividades específicas (fotografía, cabalgatas, balsas, registro de vehículos).
Los guías, a partir de ahora, se clasifican en Guías Especializados y Guías de Sitio. Estos últimos son aquellos que «no poseen certificaciones formales de acreditación de habilidades», y se incorpora el requisito de «la aprobación de un examen de conocimientos».
Los argumentos del gobierno
Mediante la Resolución 240, se eliminaron 12 reglamentos de Parques Nacionales considerados «vetustos y desactualizados», y se modificaron y simplificaron el Reglamento de Construcciones, el Reglamento de Estudio de Impacto Ambiental y el Reglamento de Guías.
Federico Sturzenegger, principal responsable de los cambios, dijo que lo que hicieron fue “eliminar las barreras que impedían al sector turístico moverse con libertad, competir, innovar y ofrecer experiencias para todos los públicos. Porque abrir los parques a más argentinos no va en contra de su cuidado; por el contrario, es la mejor forma de que la sociedad comprenda su valor, y que ese vínculo se transforme en conciencia, respeto y un compromiso real con su preservación para las generaciones futuras».
Y añadió en esa línea que “nunca, desde su creación, se había hecho tanto para acercar nuestros Parques a todos los argentinos. Mientras que antes la oferta estaba limitada y monopolizada en algunos prestadores, ahora cualquier prestador podrá ofrecer excursiones y actividades sin necesidad de superar inmensos escollos ni tener que contratar ciertas personas».
Respecto al papel de los guías de turismo, señaló que era «una exigencia tan absurda como pedir que quien visita un museo deba hacerlo obligatoriamente con guía», los cuales solo serán requeridos en actividades de riesgo. Comparó el modelo anterior, que «no solo exigía su presencia obligatoria en toda actividad, sino que además imponía una evaluación completamente absurda para habilitarlos. Incluso quienes habían cursado durante tres años una carrera oficial y obtenido el título de Guía de Turismo, debían rendir un examen físico y teórico para poder ejercer».
Sturzenegger resaltó que la reforma no implica renunciar al control de las actividades ni abandonar los principios de conservación ambiental.
«Que una persona disfrute de un Parque Nacional no tiene prácticamente ningún costo para la sociedad. Por eso, lo lógico sería que el precio de acceder a él sea cero o casi cero. Justamente bajo esa premisa se crearon los Parques Nacionales públicos, para que todos podamos usarlos y disfrutarlos».
También criticó el modelo anterior:
«En Argentina, la regulación ha generado locuras, pero pocas igualan lo que produjo en nuestros Parques Nacionales: transformar un bien público en un monopolio privado. El caso del minitrekking sobre el Glaciar Perito Moreno es el ejemplo más claro de este modelo absurdo, donde una sola empresa con exclusividad, sin competencia, cobra hoy casi USD 400 por una caminata de 4 horas».

Las otras voces del sector
Es importante repasar las opiniones de los actores del sistema turístico. La primera cuestión es que son respuestas o expresiones corporativas, en el sentido del capital que cada uno tiene en juego, según una idea de Bourdieu. Otro elemento significativo es «el silencio» de otros actores a quienes estas decisiones gubernamentales parecen no afectar, como los hoteleros, el sindicato hotelero-gastronómico o incluso los guías de turismo «que no ofrecen servicios en Parques Nacionales».
Los guías de turismo que se desempeñan profesionalmente en los Parques Nacionales, especialmente en aquellos de mayor demanda turística, argumentan que las medidas apuntan a una marcada desprofesionalización del sector y que atentan contra la seguridad de los visitantes.
Una de los 450 guías registrados en el Parque Nacional Iguazú (350 trabajan activamente durante todo el año) se preguntaba:
«Si no hay guías, ¿quién controlará que los turistas no alimenten a los animales? ¿Quién asistirá a una persona que se caiga o se extravíe?».
La Asociación de Guías de Iguazú expresó dudas, en ese sentido: “Si el servicio es optativo, ¿quién garantiza que las agencias de viajes y las empresas sigan contratando guías?». Y cerró: «Podemos hablar sobre modernización y flexibilización, pero siempre respetando el estudio y la profesión, sin atropellos».
Finalmente, denunciaron lo que interpretan como una clara «intención de privatización, para dejar el campo libre a las empresas».
El sector empresarial se manifestó abiertamente a favor de la desregulación, pero con un discurso equilibrado que evita confrontar con los reclamos de los guías, explicándolos desde los intereses empresariales.
Gustavo Hani, presidente de la Cámara Argentina de Turismo (CAT) y proveniente del sector de agencias de viajes y hotelería, opinó que la desregulación apunta a «desburocratizar, eliminar leyes de 30 o 40 años que perjudican la actividad y ganar competitividad».
Respecto a la desregulación de los guías, dijo:
«No queremos que nos obliguen. Queremos que los turistas contraten al guía porque estamos convencidos de que su labor es fundamental para dar un mejor servicio, y que la empresa pueda decidir qué guía llevar, y no que me obliguen a contratar uno si llevo cuatro turistas a un Parque Nacional».
Andrés Dayá (presidente de Faevyt), también del sector de agencias de viajes, opinó que los guías «no son buenos ni malos per sé», y justificó la medida en el nuevo escenario:
«Las agencias de viajes fuimos las primeras en ser desreguladas. Eso generó incertidumbre, pero también nuevas oportunidades de trabajar y vincularse. Los guías de turismo deben apoyarse en los agentes de viajes. Nuestros clientes nos buscan porque brindamos un diferencial en la experiencia». Además, pidió que «no se politice la discusión».
En distintas oportunidades, los empresarios también reclamaron medidas que alivien la carga impositiva y promuevan inversiones.
Nota al margen: Son los mismos empresarios que celebraron y pidieron la continuidad del «PreViaje», la mayor inversión estatal en turismo durante la gestión de Matías Lammens.
El sector académico, representado por el CONDET (Consejo de Decanos y Directores de Unidades Académicas relacionadas con la Enseñanza del Turismo), los Colegios Profesionales de Turismo y la ANET (Asociación Nacional de Estudiantes de Turismo), emitió un comunicado de una página expresando «su profunda preocupación por la medida de gobierno que a la brevedad piensa implementar Parques Nacionales». Lo hicieron unos días antes de la publicación de la norma de desregulación.
El comunicado se basa en tres pilares: la contribución a la preservación del patrimonio natural y cultural; la necesidad de regulaciones que velen por la seguridad de los turistas y la profesionalización de los graduados para dar competitividad al destino.
Finalmente, decía: “Expresamos nuestro estado de alerta y preocupación (…) Nos ponemos a disposición, en virtud del compromiso con la excelencia y la sostenibilidad de la actividad turística, para trabajar de forma colaborativa en una normativa estructurada y moderna (…)».
Es llamativo que, en la web del CONDET, el comunicado tenga la misma visibilidad que otras informaciones. Con el DNU 70/2023, que derogó la Ley de Agencias de Viajes y eliminó la figura del Representante Técnico (desempeñada por licenciados en turismo), no hubo comunicado alguno, a pesar de ser un sector precarizado. Obviamente, la carrera docente y de investigación es la principal preocupación en la universidad.

Los «otros guías»
Los otros guías que no prestan servicios en los Parques Nacionales surge como nueva categoría de actores porque no todos los guías profesionales podían guiar en los parques nacionales. En nuestro contexto, esto ocurría principalmente en Iguazú. El efecto fue la creación de un grupo de guías beneficiados por una demanda cautiva, mientras otros no podían ejercer por no haber rendido los exámenes (a pesar de tener títulos universitarios).
En este grupo, la reacción fue de total indiferencia, ya que la medida no los afectaba directamente. Queda la pregunta de por qué las universidades y los colegios profesionales nunca lograron que sus títulos fueran suficientes para guiar en los parques sin exámenes adicionales.
El ministro Sturzenegger justificó la desregulación señalando que el modelo anterior «no solo exigía la presencia obligatoria de guías en toda actividad, sino que además imponía una evaluación completamente absurda para habilitarlos. Incluso quienes habían cursado durante tres años una carrera oficial y obtenido el título de Guía de Turismo, debían rendir un examen físico y teórico para poder ejercer».

El Consejo Federal de Turismo (CFT)
El CFT, creado por la Ley Nacional de Turismo 25.997/2004, está integrado por los funcionarios de mayor rango en turismo de cada provincia, representantes del sector privado, y es presidido por el responsable del organismo oficial de turismo nacional.
El 20 de marzo, en la Asamblea 170 (con la ausencia de Santiago del Estero), el responsable de Parques Nacionales, Cristian Larsen, expuso los cambios planeados para las áreas protegidas.
Larsen fundamentó que las modificaciones buscan tener más prestadores turísticos; ofrecer más servicios y aumentar las pernoctaciones en ciudades cercanas a los parques.
Las crónicas periodísticas destacaron que solo las provincias de La Pampa, Santa Cruz, Salta y Tucumán manifestaron inquietudes sobre las nuevas reglamentaciones y su fiscalización. Ningún medio mencionó reclamos contundentes.

Organizaciones ambientalistas
La Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) expresó que las medidas «precarizan la conservación del patrimonio natural y cultural y la calidad de los servicios turísticos». Añadió: «Los parques nacionales no son espacios comerciales, sino territorios clave para la protección ambiental, el conocimiento científico y el ejercicio de derechos como el acceso a la naturaleza y la cultura».
En la misma línea, Greenpeace argumentó que la disminución de guías «puede poner en riesgo la biodiversidad, ya que estos cumplen la función de informar y controlar a los turistas sobre actividades restringidas». Y recordó: «Si bien el turismo es una actividad permitida, no es la principal razón por la que se crearon los parques, sino la conservación de la biodiversidad, ecosistemas y especies valiosas».

Relaciones y contradicciones
Una vez leí que, para entender un conflicto, hay que indagar en cuatro direcciones: lo que dice uno de los involucrados; lo que dice el otro; lo que dicen y piensan los demás y, finalmente, está la verdad.
En este caso, la verdad se diluye porque es un asunto ideológico. Los argumentos de las partes ya los analizamos, tanto en sus declaraciones como en sus silencios. Lo que «piensan los otros» se refleja en la búsqueda de apoyos en otros sectores y en la sociedad.
Los argumentos oficiales se basaron en terminar con monopolios y ofertas limitadas; dar libertad para contratar (o no) guías; fomentar la competitividad y corregir contradicciones en las reglamentaciones.

Contexto
Argentina tiene 39 Parques Nacionales, pero solo ocho (8) concentran el 94,57% de las visitas (extranjeros y residentes). Dos de ellos están en el Litoral (PN Iguazú y PN El Palmar); y seis en la Patagonia.
El más visitado es el Parque Nacional Iguazú (30% del total), seguido del PN Los Glaciares (20%). En conjunto, la Patagonia recibe el 62,13% de las visitas. Estos datos corresponden a enero de 2025.

¿Quiénes podían guiar en los Parques Nacionales antes de la desregulación?
Solo aquellos con título y que aprobaran un examen específico en el parque donde querían trabajar. Esto generó una división. Por un lado, guías de primera, que son los que podían trabajar en parques nacionales y, los guías de segunda, aquellos que a pesar de tener títulos universitarios, no habían rendido o aprobado el examen.
Sturzenegger criticó este sistema: «El modelo anterior no solo exigía la presencia obligatoria de guías en toda actividad, sino que además imponía una evaluación completamente absurda para habilitarlos».
Los guías en parques con alta demanda (como Iguazú) tenían una posición privilegiada, con trabajo asegurado sin necesidad de buscar oportunidades fuera. Sin embargo, nunca impulsaron reclamos para incluir a otros colegas.
En los años 80, los estudiantes de turismo de la UNaM ya cuestionaban por qué, teniendo títulos universitarios, debían rendir un examen adicional para guiar en el PN Iguazú. Hubo reclamos esporádicos, pero sin fuerza suficiente. Por eso, la postura del CONDET parece más una reacción defensiva que un apoyo genuino a sus graduados.

La Marcha Federal y las reacciones
Los guías de El Calafate, Ushuaia, CABA, Quebrada del Condorito (Córdoba), San Juan, Tucumán, Catamarca, Mendoza, Jujuy, Santa Fe, Chubut, Bariloche, San Rafael y Puerto Iguazú convocaron para el viernes 28 de marzo una «Marcha Federal», promocionada en redes.
Sin embargo, los únicos que no marcharon (sin justificación) fueron los guías de Puerto Iguazú, donde está el parque más visitado del país (30% del total). Quizás influyó que muchos guías también son dueños de agencias, alojamientos o servicios turísticos, priorizando intereses individuales.
En las elecciones de 2023, los partidos neoliberales sumaron el 60% de los votos en Iguazú, lo que podría explicar cierta afinidad con las políticas de desregulación.

Posturas provinciales
La mayoría de los referentes provinciales de turismo no tomaron posición sobre la desregulación. El representante de Entre Ríos apoyó las medidas, destacando que los ministros siguieron de cerca los cambios en Parques Nacionales.
El ministro de Turismo de Misiones dijo: «Debemos resetearnos y ver cómo reinventarnos. Buscamos que el turista sepa cuál es el valor agregado de un guía en Iguazú y otros destinos». Y agregó: «Estamos trabajando para que no sea obligatorio, pero sí motivar a las agencias a contratar guías, incluso para City Tours».

Medidas judiciales
La Asociación de Guías de Turismo de Santa Cruz (AGUISAC) presentó un amparo para declarar la «inconstitucionalidad, ilegalidad y nulidad» de las Resoluciones 61 y 62/2025. Reclaman dos puntos: que se habilita a guiar a personas sin títulos y que se elimina la obligatoriedad de contratar guías, quienes además contribuyen a la seguridad y conservación.
En sintonía, el Colegio de Profesionales en Turismo de Misiones prepara un amparo contra la habilitación de «no profesionales».

Próximo artículo
En el último artículo, analizaremos los cambios en la Ley Nacional de Turismo (2004) y el «turismo social», junto con conclusiones sobre la desregulación.