La senadora Carolina Moisés asumió al frente de la comisión de Medios, una comisión clave en busca de poner un freno a Milei por los “ataques sistemáticos” a la prensa. Por otro lado, el New York Times dice que Milei pone en peligro la libertad de prensa. El diario más importante de Occidente publicó una nota contando los ataques del presidente Julia Mengolini y el resto de los periodistas. Advirtió que «aumenta el riesgo de violencia».
Viernes 4 de julio de 2025 (NA y MP). La senadora peronista Carolina Moisés asumió la presidencia de la Comisión de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión en la Cámara alta, donde ratificó su compromiso en la defensa de la libertad de expresión ante «los ataques sistemáticos por pensar diferente».
La legisladora de Convicción Federal volvió a criticar al presidente Javier Milei por sus ataques contra medios de comunicación y la prensa y planteó la necesidad de «ejercitar una defensa que ampare a aquellos periodistas que reciben ataques sistemáticos por pensar y expresarse diferente».
«Tenemos la responsabilidad de legislar en torno a cuatro derechos fundamentales: a la libertad de expresión, a la libertad de prensa, a la libertad de empresa y al derecho a la información que deben estar en equilibrio», agregó.
En su mensaje, la legisladora sampedreña indicó que «a muchos nos preocupa el sistema nacional de medios públicos y deberíamos revisarlo como senadores: la agencia Télam cerrada, la TV Pública reducida a su mínima expresión, Radio Nacional que siempre ha sido una herramienta de comunicación federal real con presencia en todas las provincias, como sucede en Jujuy, que llega hasta la Puna y también está en cada rincón de la Patagonia».
También mostró su disposición de «ponernos a trabajar de inmediato en la inmensa cantidad de proyectos que hay presentados».
Además, planteó la necesidad de legislar en materia de Inteligencia Artificial para que «sea moderna, conducente, profesional y con personas que realmente conocen la temática. Es un tema que políticamente tiene un enorme impacto y no lo estamos tomando en la agenda parlamentaria como corresponde».
Para The New York Times, Milei pone en riesgo la libertad de prensa
(MP). En un artículo titulado «El presidente argentino se suma a una campaña de desprestigio impulsada por IA contra un periodista», The New York Times alertó sobre el peligro que representa la retórica agresiva del presidente Javier Milei contra la prensa, señalando que sus acciones erosionan la libertad de expresión y aumentan el riesgo de violencia contra comunicadores.
El medio estadounidense vinculó los recientes ataques de Milei con el estilo confrontativo que lo catapultó al poder, destacando su participación en una campaña de desinformación basada en inteligencia artificial para difamar a la periodista Julia Mengolini, fundadora de la radio Futurock y una de las críticas más prominentes de su gobierno.
Según el Times, Milei ha intensificado sus embestidas contra medios y periodistas desde que asumió la presidencia, utilizando sus redes sociales y actos públicos para etiquetarlos como «mentirosos» o «enemigos del pueblo». El caso más reciente involucró la difusión de 65 mensajes en X (Twitter) contra Mengolini, muchos de ellos vinculados a un video falso generado con IA que la acusaba falsamente de incesto. Aunque Milei no compartió el video directamente, respaldó la campaña de hostigamiento, burlándose de la periodista cuando ella anunció acciones legales.
Mengolini denunció haber recibido amenazas y acoso masivo tras ser señalada por el presidente, y anunció una demanda penal contra él y su partido, La Libertad Avanza, por «intimidación pública, incitación al odio y violencia». «Se han cometido delitos graves. Podríamos seguir enumerándolos», declaró en su programa.
Un patrón de hostilidad contra la prensa crítica
El artículo, firmado por Daniel Politi y Natalie Alcoba, señala que Mengolini no es la única afectada. Otras figuras, como la periodista María O’Donnell, también han sido blanco de insultos y ataques coordinados desde el entorno presidencial. Milei se refirió a ella como «mandrila» —un término misógino que alude a un primate—, lo que el Times interpretó como un intento de humillación pública con connotaciones sexuales.
O’Donnell, en su programa de Urbana Play, advirtió sobre un «giro más agresivo» en la retórica oficial: «Antes había una idea de ‘ojo por ojo’. Ahora se promueve el odio directo y la descalificación».
Organizaciones defensoras de la libertad de expresión ya han alertado que este clima hostil podría derivar en autocensura y afectar el derecho de la sociedad a estar informada. Argentina, históricamente reconocida por su robusta libertad de prensa en la región, enfrenta ahora un «desafío sin precedentes» bajo el gobierno de Milei, según el Times.
Aunque el mandatario justifica sus acciones como parte de su lucha contra «la casta mediática», críticos locales e internacionales sostienen que su discurso debilita las instituciones democráticas y normaliza la violencia simbólica. El artículo también compara su retórica con la de Donald Trump, quien durante su presidencia estigmatizó a los medios como «enemigos del pueblo».
El Times cierra subrayando que, si bien el estilo beligerante de Milei le granjeó apoyo en su ascenso, su guerra contra la prensa podría tener consecuencias imprevisibles. Con bases que celebran su irreverencia pero analistas que ven un riesgo de escalada autoritaria, la pregunta que queda es hasta qué punto su retórica seguirá incitando a la violencia real contra quienes ejercen el periodismo crítico.
