Antonia Medida falleció este sábado a causa de un cáncer. Estaba al frente del municipio de Colonia Polana. Sucedió a su esposo y la reemplazará su hijo.

Sábado 23 de agosto de 2025. La intendenta de Colonia Polana, Antonia Medina, falleció este sábado en Posadas, donde estaba internada a causa de un cáncer que le detectaron el año pasado. Tenía 63 años.
Medina, una figura clave en la vida institucional y social de la localidad, reconocida por su compromiso con el desarrollo y su acompañamiento a los vecinos, estaba en su segundo mandato. Fue electa por primera vez en 2015, y sucedió a su esposo, Alfredo Raúl Núñez, quien ejerció tres mandatos consecutivos desde 2003. En la actual gestión, que inició en 2023 y se extendería hasta el 10 de diciembre de 2027, será sucedida por el presidente del Honorable Concejo Deliberante, Raúl Francisco Núñez, quien es su hijo.
Entre sus logros como intendenta se destaca la potenciación de la Fiesta del Guabirá y la declaración de la capilla Santa Teresita, construida en piedra, como patrimonio histórico cultural de la provincia de Misiones.
El gobernador de Misiones, Hugo Passalacqua, lamentó su fallecimiento a través de un mensaje en redes sociales, donde expresó: «Apenadísimo por la ausencia física de la querida por todos Antonia Medina. Tu amada Polana, a la que supiste conducir tan bien, y Misiones toda, te extraña. Mis condolencias y fuerte abrazo al amigo Raúl y familiares».
Desde la Municipalidad de Colonia Polana también emitieron un comunicado oficial: “Lamentamos dar la triste noticia del fallecimiento de nuestra querida Intendente Antonia Medina. Que descanse en paz y Dios brinde consuelo a sus familiares y amigos”.
El sepelio se realizó el mismo sábado en el cementerio de Colonia Naranjito, perteneciente al municipio de Colonia Polana.

Orgullosa de su tierra

Poco antes de comenzar su mandato, en septiembre de 2023, Antonia Medina compartió una visión íntima de los desafíos y potenciales de la pequeña comuna de 2200 habitantes que lideraba con pasión. En una entrevista con Plural, programa periodístico de Canal 4 Posadas, Medina proyectó un futuro de crecimiento para una localidad que, enclavada en un polo productivo de alimentos, pinos y yerba mate, anhelaba conectividad.
En esa nota, la intendenta Medina describió una comunidad sustentada en gran medida por pequeños colonos. “La mayoría son pequeños colonos, producen para consumo propio y para vender en las ferias francas”, explicó, destacando el reciente buen desempeño de la mandioca en el mercado, un cultivo que permitió a muchas familias renovar sus vehículos. Esta economía de base se complementa con grandes productores dedicados a la yerba mate, la explotación de pinares y la ganadería, sectores que, según la intendenta, son los principales contribuyentes al presupuesto municipal.
El eje central de su gestión y su máxima aspiración era clara: lograr el acceso asfaltado. “Ese es el anhelo de todos los que habitamos Colonia Polana, para poder despegar turísticamente, y para la producción también”, confesó. Reconoció que la falta de asfalto limita el acceso a la educación, la atención médica y frena la inversión, como la instalación de un aserradero. Aunque el municipio mantiene 250 kilómetros de caminos de tierra en buenas condiciones, solo existen diez cuadras asfaltadas en el área urbana. Medina confiaba en que los ocho kilómetros de obra pendientes para conectar con la Ruta Nacional 12 comenzarían pronto, un proyecto que consideraba vital para el destino de la localidad.
Con un contundente 85% de los votos que le dio su tercera elección, Medina atribuyó su éxito al apoyo de la comunidad y a una gestión centrada en mejorar la infraestructura y los servicios esenciales. Entre los avances, destacó la incorporación de una ginecóloga, un odontólogo y un médico clínico en el CAPS central, con un sistema de subsidios para personas de escasos recursos. Para la movilidad, además de un limitado transporte público, la Municipalidad proporcionaba un servicio gratuito para estudiantes.
Más allá de la producción, Medina enorgullecía del patrimonio cultural y natural de su pueblo. La famosa capilla Santa Teresita, construida en 1943 con piedra itacurubí y declarada Patrimonio Cultural de la provincia, era un atractivo para visitantes. A solo ocho kilómetros de la ruta, el “hermano menor del salto Tabay” era una joya escondida: un salto de agua con una pequeña cueva de piedra y un amplio parque para actividades al aire libre, de acceso gratuito y todo el año. “No tenemos la cantidad de visitas que podríamos por la falta del acceso”, admitió, consciente de que el asfalto era la llave para desbloquear este potencial.
La intendenta soñaba con un futuro de progreso para Colonia Polana, un sueño que quedó truncado pero que perdura como el legado de una mujer que condujo a su “amada Polana” con dedicación y una visión clara de desarrollo.