La semana política de Misiones, para el oficialismo local, volvió a mostrar solidez, planificación y un compromiso inquebrantable con lo social, sobre todo, con la sanción del Presupuesto 2026. Entienden que vuelven a mostrar «certidumbre» en el desastre nacional. Mientras tanto acá…
Domingo 5 de octubre de 2025. La semana política en Misiones cerró con un mensaje nítido emitido desde el espacio oficialista, el Frente Renovador de la Concordia, que en su balance de gestión, asegura que el modelo no se agota en una isla de estabilidad sino que se puede exhibir como el «modelo” de gobierno que se contrapone, punto por punto, a la inestabilidad que atraviesa al país.
El eje central de esta semana pasó, sin duda, pro la sanción del Presupuesto 2026. Desde el espacio de Gobierno entienden que este no es un simple documento contable sino la prueba fehaciente de su filosofía de gobierno. Con una asignación del 69% a la inversión social, la visión que transmiten es la de una provincia que prioriza a “su gente” por encima de “los números fríos”, especialmente en un contexto nacional de caída en la coparticipación. La frase del gobernador Hugo Passalacqua sobre el “equilibrio fiscal con equilibrio social” sintetiza esta ambición que el oficialismo misionero comunica de manera permanente, el de un Estado presente, que no abandona.
En ese contexto, rescatan también la contundente declaración de Oscar Herrera Ahuad, candidato a diputado nacional, que entiende que “darle la espalda a este Presupuesto es darle la espalda a los misioneros”, no fue solo una defensa de la gestión. Fue, según la lectura que primó en la política misionera, sobre la delimitación de una frontera política clara. La oposición, en este caso el radicalismo que mantiene desde hace décadas la oposición sin propuestas de fuste, se rescató no como una alternativa sino como una fuerza que le niega, al votar en contra del Presupuesto, a la población el financiamiento de su salud y educación, por ejemplo y deja, pese a las intenciones que promueven, al oficialismo misionero como el único garante del bienestar colectivo.
Esta percepción va más allá de las finanzas. En ese sentido, rescatan también desde el oficialismo, la prórroga de los programas “Ahora” que exhiben como otro pilar de su modelo: una herramienta concreta que, desde su perspectiva, llega directamente al bolsillo de las familias y sostiene la economía interna. La previsibilidad, un bien escaso en el país, aquí en Misiones se presenta como un sello de la gestión, un compromiso honrado con la planificación y la transparencia, tal como lo destacó la diputada Suzel Vaider, presidenta de la Comisión de Presupuesto de la Legislatura misionera, quien comandó el debate y la sanción de la Ley, este jueves reciente.
Quizás uno de los capítulos más potentes de esta semana para el oficialismo fue la visita del científico Gabriel Rabinovich. Su entusiasmo con el ecosistema científico misionero es interpretado desde el espacio de gobierno como una validación externa de primer nivel. Las palabras de Rabinovich sobre un “futuro súper prometedor” y su interés por “catalizar la materia prima” local son incorporadas al relato como la prueba de que Misiones está construyendo soberanía a través de la ciencia y la innovación, incluso cuando el contexto nacional es de recortes.
En este entramado de logros y proyecciones que el oficialismo describe, la figura de Herrera Ahuad aparece como el nexo necesario para llevar este “modelo” al Congreso Nacional. Su proyección no se presenta como una ambición personal sino como la necesidad de que una voz que encarna esta forma de hacer política –que, desde su mirada, “avanza y protege” mientras la Nación “ajusta y retrocede”– tenga peso en la arena federal.
