La provincia espera con expectativa la nueva ruta aérea potenciar el turismo. El ministro José María Arrúa detalló los ejes de la política sectorial, con la nueva conexión Iguazú-Lima como punta de lanza para captar el mercado internacional y generar desarrollo local. Además, se refirió a la expectativa por las elecciones y el clima económico.
Miércoles 22 de octubre de 2025. Misiones diseña su propia hoja de ruta, con la mirada puesta en el mundo, a pesar del contexto nacional complejo para todas las áreas y, en especial, para el turismo. La estrategia, entonces, es reforzar la conectividad, admite el ministro de Turismo, José María Arrúa.
Desde el 1 de diciembre, Puerto Iguazú estará unida por una aerolínea comercial con Lima, la capital del Perú, un logro que tendrá un fuerte impacto en la economía misionera.
“Argentina necesita ser conectada, necesita tener conectividad. Y nuestra provincia puede convertirse en un hub internacional tranquilamente”, afirmó Arrúa durante una entrevista con Plural, programa periodístico de Canal 4 Posadas, al trazar una analogía contundente: «los aviones son hoy lo que en su momento fueron los barcos, los trenes, los colectivos, para la humanidad».
La clave, según el ministro, no está solo en conectar con Perú, sino en aprovechar el Aeropuerto Jorge Chávez de Lima, un “centro de transferencia” global que concentra vuelos de 17 países y más de 70 destinos. “Cada hora y media hay un vuelo desde Estados Unidos que llega a Lima”, ejemplificó, destacando la proyección de 38 millones de pasajeros para el próximo año en ese nodo aeroportuario, de donde saldrán hacia Puerto Iguazú cuatro vuelos semanales.
Arrúa también puso el foco en la poderosa sinergia que se crea al unir dos íconos del turismo sudamericano. “En la cabeza de cualquier turista asiático que viaja a América hay dos puntos que sí o sí quiere conocer: Machu Picchu y las Cataratas”. Esta combinación, aseguró, permite a las agencias de viajes internacionales armar paquetes muy atractivos. “Hoy, pensar en una escapada de un americano, de un yankee, y hacer en cuatro o cinco días Machu Picchu e Iguazú, se puede hacer”.
La aerolínea operadora tendrá cuatro frecuencias semanales y un vuelo de aproximadamente cuatro horas. Uno de los datos más impactantes es la tarifa promocional: 316 dólares ida y vuelta. Además, Arrúa destacó la opción “stopover”, que por 400 dólares permite incluir escalas en Córdoba o Buenos Aires, creando un circuito integral.
“Lo que escasea en el mundo es el tiempo. La gente no tiene tiempo”, reflexionó el funcionario, para destacar la ventaja competitiva del vuelo directo, que evita escalas en San Pablo o Buenos Aires.
Frente a un turismo receptivo que cayó casi un 35% en todo el país, Misiones busca consolidar sus mercados y generar alternativas. Arrúa presentó “Conexión Turismo”, un programa que vincula al sector privado con los gremios para ofrecer plazas hoteleras ociosas en temporada baja con descuentos del 15% al 25%. “El sector privado tiene una gran capacidad ociosa (…) El descuento lo pone el sector privado; nosotros hacemos de nexo”, aclaró.
La política es la mejor forma de cambiar realidades
Consultado sobre la campaña electoral, el ministro, un experimentado referente del Frente Renovador, no eludió el tema. Analizó el perfil “multitarget” de su candidato a gobernador, Óscar Herrera Ahuad, y la importancia de “fortalecer la espalda” del actual mandatario, Hugo Passalacqua.
“Lo que veo es que se volvió a encontrar el votante misionero con el Frente Renovador de aquellos años, que le generaba expectativa, fuerza, esperanza”, afirmó. Y, en un guiño al clima nacional, señaló: “Hay una sensación de que, bueno, le dimos la oportunidad, le firmamos un cheque en blanco, y no fue hacia el lugar que queríamos”. Su mensaje final fue una defensa de la política: “No es todo lo mismo, no somos todos iguales (…) La política es la mejor forma de poder cambiar realidades”.
Con una visión que va desde la macroconectividad hasta los programas locales, y con un ojo puesto en el tablero político, Arrúa describe al turismo como una política de Estado transversal, cuyo “fin último” -como define-, es que “todo genere desarrollo para nuestras ciudades y para nuestros pueblos”. El billete del turista, concluye, es un “billete que camina” y recorre toda la provincia.
José María Arrúa en Plural
-¿Nos favorece como destino esta conectividad aérea nueva entre Puerto Iguazú y Lima, la capital peruana?
–Nos super favorece teniendo en cuenta la conexión aérea. Yo siempre hago el ejemplo: lo que en su momento para la humanidad fueron los barcos, los trenes, los colectivos, hoy son los aviones. Argentina necesita estar conectada, Argentina necesita tener conectividad. Y bueno, nuestra provincia puede convertirse, digamos, en un hub internacional tranquilamente, demostrando que esta ruta se potencia y tiene las condiciones. Nosotros estamos viendo que el movimiento va muy bien en cuanto a lo que son las reservas. Esta ruta y esta conexión no son solamente con Lima o con Perú, sino que nos conectan con el mundo. El aeropuerto de Lima —el aeropuerto Jorge Chávez—, que para que la gente entienda funciona como un centro de transferencia, como lo son las unidades de transferencia de los colectivos; en ese aeropuerto convergen vuelos de todo el mundo. Estamos hablando de 17 países y más de 70 destinos internacionales. Cada hora y media hay un vuelo desde Estados Unidos que llega a Lima. Entonces eso genera que ese aeropuerto sea uno de los más importantes a nivel global. Sin duda es uno de los más importantes de toda América, junto con el de Panamá. Los dos son los que tienen la mayor captación de turistas en cuanto a pasajeros. El año pasado Lima cerró cerca de 35 millones de pasajeros en ese aeropuerto, y la proyección para el año que viene, con algunas obras, es que llegue a los 38 millones. Están subiendo de a tres millones más o menos por año. Importantísimo el impacto: muchos pasajeros en tránsito y muchos otros que van y hacen la experiencia Lima, un destino que se consolidó más allá de sus cuestiones políticas de los últimos días (el Congreso de Perú destituyó a Dina Boluarte como presidenta del país, en medio de la crisis de violencia). Todo lo que es la gastronomía de Perú es una insignia, es como el País Vasco en Europa. Bueno, la similitud está ahí: la gastronomía peruana. Y después, claro, Lima que queda a una hora, a una hora y media, de Machu Picchu. Eso también potencia lo que es el intercambio de turistas y la estrategia comercial de cómo posicionarnos juntos: Cataratas y Machu Picchu para los mercados emisivos más grandes. En la cabeza de cualquier turista asiático que viaja a América hay dos puntos que sí o sí quiere conocer: Machu Picchu y las Cataratas. Entonces, eso hace que seamos un producto integrado para cualquier agencia emisiva internacional, ya sea de China, de Estados Unidos o de Europa. Hoy, pensar en una escapada de un americano, de un yankee, y hacer en cuatro o cinco días Machu Picchu e Iguazú, se puede hacer, porque la conectividad te permite eso. Entonces, todos esos son elementos que la verdad son muy, pero muy interesantes, y obviamente que todo esto genera una mayor captación de turistas, más inversiones, más trabajo para la gente, que es el fin último del turismo: que todo genere desarrollo para nuestras ciudades y para nuestros pueblos. Y como decía el gobernador el otro día, en una reunión que tuvimos, lo que le hace bien a Iguazú le hace bien a Misiones, porque ese dólar que entra por Iguazú, por el turista, después recorre toda nuestra provincia: pagando el alojamiento del turista, de ahí se pagan los sueldos, los sueldos mandan a los chicos a la escuela… y entonces es un “billete que camina”, digamos. Eso, desde ese punto, me parece sumamente importante.
–¿Empieza en diciembre esta ruta?
–Empieza el primero de diciembre, con cuatro frecuencias semanales. El vuelo dura más o menos cuatro horas. Eso también es muy interesante, porque hay mucha promoción con el tema de las tarifas. Una tarifa, la verdad, superpromocional: 316 dólares es la tarifa que une Iguazú con Lima.
–¿316 ida y vuelta?
–Ida y vuelta, sí. Y hay un “stopover”, que es la posibilidad de estar desde dos horas hasta cuatro días con la misma tarifa, para hacer también Córdoba o Buenos Aires pagando 400 dólares. Entonces, pagás 400, hacés Lima, Iguazú, Córdoba —dos días en Iguazú—, de ahí te vas a Córdoba o a Buenos Aires, subís hasta Iguazú de vuelta, Iguazú-Lima… todo eso por 400.
–Eso también es más que interesante.
–Y por eso te decía dos cosas muy importantes. Uno, la tarifa muy competitiva, teniendo en cuenta que hay otras líneas aéreas que también conectan Lima con Argentina —LATAM, Copa—, pero, bueno, hoy no hay ninguna conectividad regional. El vuelo de LATAM que hacía Lima–Foz de Iguazú, después de la pandemia, no volvió más. Entonces, hay todo un mercado emergente, digamos. Y, por otro lado, el tiempo: lo que escasea en el mundo es el tiempo. La gente no tiene tiempo. Nadie tiene más veinte o treinta días de vacaciones; te escapás diez días. Entonces, en diez días, si vos podés optimizar tu tiempo con un vuelo que te conecte directo, es una ventaja enorme. Porque antes, para venir desde Lima, tenías que hacer Lima–San Pablo, San Pablo–Foz, Foz–Iguazú, o si no, Lima–Buenos Aires, Buenos Aires–Iguazú. O sea, te ahorrás una escala, básicamente.
–¿Los vuelos a Europa, a España, se perdieron, pero pueden volver. Están ahí?
-Hay todo, como te decía, esta conectividad nos abre también un abanico de posibilidades con otras conexiones. Estamos hablando, estamos dialogando de vuelta con la gente de Europa; estamos viendo una reunión para fines de este año o para el año que viene, para ver si tienen la capacidad operativa —en cuanto a las líneas, a los vuelos y a las aeronaves— para poder volver a operarlos. Hay una tendencia interesante. A ver, tampoco el clima para los inversores ayuda mucho en esta realidad. Hay mucha incertidumbre con respecto a cómo se va a mover el dólar, cómo va a quedar ese famoso “dólar turista”. Entonces, todo eso trajo un poco de ruido. Veníamos hablando bien y después se pinchó un poco, pero calculamos que para fin de año o el año que viene vamos a poder retomar algunas charlas más con esa aerolínea y con otras más que están mirando con mucha atención, fundamentalmente, esta conectividad Lima–Iguazú.
–José María, ¿qué es Conexión Turismo?
–Hicimos un acuerdo con, primero, el sector privado, ante esta necesidad de poder —yo siempre digo—, si hay algo que no tiene especulación en lo que es nuestra industria, o sea, en lo que son las industrias a nivel general, y fundamentalmente en Misiones, es el turismo. Porque vos cerrás el hotel y la habitación que no vendiste no tiene stock. O sea, no es que vos estoqueás diez camas, o cuatro asientos de un avión o de un colectivo. Los lugares que te quedan son lugares de ocio. Entonces, lo que estamos viendo nosotros es que, en todo este tiempo de temporada baja, más allá de los eventos y las ganas que le podemos poner y las actividades que podemos generar nosotros, el sector privado tiene una gran capacidad ociosa de plazas hoteleras. Entonces, lo que hicimos fue poner eso a disposición de los sindicatos, de los gremios, y ofrecerlo con descuentos del 15%, 20%, 25%. El descuento lo pone el sector privado; nosotros hacemos de nexo entre los gremios, verificamos que los alojamientos sean establecimientos acreditados, que tengan sus habilitaciones, y empezamos a trabajar con un padrón que nos acercaron los gremios. Ellos han hecho acuerdos directamente con el sector privado. Así que la verdad es que hay mucha expectativa. Ahora, este fin de semana, sería una de las primeras pruebas. Esperemos que salga bien, que se acepten los descuentos y que se cumplan. Estamos haciendo mucho hincapié en eso. Así que, bueno, es un programita que está empezando a girar. Esperamos que funcione bien. Hoy ya me llamó una secretaria general de otro gremio que se quería inscribir. Le dije: “Bueno, vamos de a poco”. La idea es que los primeros resultados salgan bien y que empecemos a tener un abanico de posibilidades también para todo un sector de trabajadores. En este caso, son los gremios de Luz y Fuerza, UDPM, ADOP y otros más, que van a empezar a aprovechar estos beneficios, tanto para Misiones como para el resto del país. En principio, está orientado a los afiliados de Misiones, y la idea es, antes de la temporada, abrirlo al resto del país.
–¿Todas estas son acciones o actividades para dinamizar la economía, el turismo nuestro, ¿no? ¿Cómo estamos enfrentando ya este verano? ¿Cómo está Misiones?
–Y estamos bien. Comparativamente —yo siempre hago paralelismos interanuales—, con respecto al año pasado, estamos ahí. Quizás con un nivel menor en cuanto a la actividad en pernoctes, pero sí con mucha presencia en atractivos turísticos. Cataratas, por ejemplo: en agosto llegó el turista un millón, cuando nosotros lo habíamos logrado recién en el mes de octubre del año pasado. Entonces, bueno, ahí tenés algunas referencias. Lo que sí está pasando, Raúl —y vos lo sabés—, es que no se refleja igual que antes. Antes vos decías: “6.000 personas por día en Cataratas” y eso significaba una capacidad hotelera del 70% o 75% de la plaza hotelera de Iguazú. Eso no está siendo así porque hay mucha gente que va a Cataratas y se cruza a Brasil o a Paraguay, se aloja por ahí. Ahora este dólar, que se escaló un poquito, está acomodando alguna situación, pero, insisto, hay mucha incertidumbre con respecto a eso. Entonces, vender tarifas para adelante es bastante complejo. Pero, bueno, comparativamente, el jueves mirábamos los números: la provincia de Buenos Aires tiene más de 23 puntos menos que el año pasado; nosotros estamos en un promedio de 8 o 7 puntos menos que el año pasado —que fue 2023, otro gobierno, otra simetría que nos favorecía—. Estamos 12 o 15 puntos abajo, pero en términos generales, el turismo receptivo cayó casi un 35% en la Argentina. Entonces, hemos certificado y consolidado lo que es el mercado brasileño. Seguimos viendo brasileños en la Costanera, y en Iguazú ni hablar. El viernes firmamos un convenio con el alcalde de Machu Picchu, fuimos a cenar juntos y fuimos a un restaurante muy conocido ahí, en la avenida Córdoba, y la verdad que estaba lleno de brasileños. Entonces decíamos, bueno, nos sorprendía para bien. Pero sabemos que todavía nos falta, y fundamentalmente Iguazú y la provincia tienen una capacidad hotelera muy, muy amplia. Misiones tiene 30.000 plazas; Uruguay, el país entero, tiene 30.000 plazas. Entonces, parece que siempre falta. Y está bueno que sea así. Hemos inaugurado hace dos semanas un centro de convenciones que lo hizo una empresa en la zona de las 600 hectáreas, para 8.000 personas. Se inauguró la primera parte, que es para cerca de 3.500 personas. Bueno, hay cosas que tienen buena tendencia, buena referencia. Esperemos que también el clima económico, político y jurídico vaya de la mano de esa tendencia.
–Vamos a cambiar de tema. Otra cosa que sé que te gusta también: la política. Están trabajando fuerte ya, básicamente, con el cierre de campaña, ¿no?
–Parte proselitista… la política también es todo lo que hacemos desde el turismo. También es política de Estado, política partidaria. Y bueno, obviamente acompañando a Oscar. Hoy lunes vengo de un barrio, ahí en Itaembé Miní (en Posadas) así que estuvimos en un festejo del Día de la Madre que había quedado pasado por agua la semana pasada, y lo hicimos hoy. Pero bien, la verdad que vemos una muy buena recepción de la gente. Creo que tenemos un candidato como los que a los que nos gusta la política, el marketing político y la comunicación política multitarget, digamos. Es decir, no le habla solamente a los jóvenes: le habla a los jóvenes, a los abuelos, al que está estudiando, a distintos estratos. Ese perfil multitarget de Oscar, la verdad, penetra muy bien en la sociedad. Lo conocen mucho, y eso también ayuda. Es un candidato archiconocido, pero no se quedó con eso: salió a recorrer de vuelta. Y eso es complejo, porque viste que muchos te dicen: “No, pero ustedes después asumen y no vuelven más”. Bueno, él asumió, fue vicegobernador, fue gobernador, y siempre volvió. La verdad que eso es una fortaleza que tiene Óscar, que tiene nuestro candidato, y que de alguna manera sintetiza el espíritu del Frente Renovador en esta campaña: volver a los valores, volver a las raíces, volver al misionerismo, a ese concepto tan nuestro. Esto no es contra nadie; es a favor de todo. Marcando las cosas que nos parecen que están bien y tratando de tener mucha ida y vuelta con el gobierno nacional, en esto de “te voto, pero ayudame”. Discutamos las cosas de las economías regionales, dejemos de discutir solamente la timba financiera. Dejemos de discutir solo la timba y el carry trade. Discutamos el precio de la yerba, el precio del té, el precio del tabaco. Así que, bueno, me parece que en esa línea hay una buena expectativa. Por supuesto, invitamos a la gente a que nos acompañe. Tercera columna: la bandera de Misiones, la cara de Óscar, ya está identificada.
–La gente entendió cómo hay que votar. Vi que salieron todos a explicar; todos, los canales, los medios, todos.
–Sí. Yo creo que todavía falta un poco más de docencia, pero me parece que ya hay mucha más información y se tranquilizó un poco esa incertidumbre que se sentía hace un par de semanas. Así que, no hay que llevar la birome: la birome te la entrega el presidente de mesa. Hay que marcar el voto —no va a haber más cuarto oscuro—. Vas a tener un box donde tenés que ir y marcar de manera privada. Si necesitás que alguien te asista, el presidente de mesa te puede ayudar, o podés llevar a alguien de confianza. Y marcar al candidato que prefieras, que esperemos que sea el que más prefieran los misioneros: Óscar Herrera, que está en la tercera columna, bandera de Misiones, la cara de Oscar. Ya pasé todo el chivo: voto dobladito.
–Voto dobladito.
–No hay más sobre tampoco adentro de la urna. Y bueno, a esperar el resultado, que insisto, esperemos que sea un resultado que favorezca a la provincia de Misiones, que fortalezca la espalda de nuestro gobernador. Es importante fortalecer a Hugo. Estamos todos trabajando y traccionando para que eso suceda, para que cada vez las provincias tengan mayor fortaleza. Y eso se logra con votos, no se logra de otra forma. En política se logra con votos, y el sufragio es una manera fantástica que nos da la democracia para poder marcar cuando algo no está bien, cuando hay que corregir cosas. Nosotros sentimos que hay muchas cosas por corregir desde adentro, pero también vemos que ese concepto de “el ajuste que hacía falta” o “el recorte que hacía falta” hoy ya es sufrimiento. Dejó de haber ajuste: hay sufrimiento. La gente ya se corrió de ahí, ¿no? La gente se corrió de eso. Y también aparecieron algunos otros elementos, como los audios de Spagnuolo y otras cuestiones más, que tiñen de otro color esa expectativa que había hace dos años atrás: “Venimos a terminar con la casta, venimos a limpiar el Estado”. Bueno, terminaste enredado en un concepto. Yo creo que algunas ideas son buenas, algunos conceptos son buenos: el concepto de un Estado eficiente es muy bueno. Algunas ideas me parecen que tienen cierto valor y que han prendido muy bien, sobre todo en los jóvenes. Y lo que no quiero que pase es que el joven se desilusione con la política. No es todo lo mismo, no somos todos iguales. Y desde ese lugar hay que hablarle con mucha sinceridad a la gente y decirle: “Esto se puede hacer, y esto no se puede hacer”. En función de eso estamos trabajando y militando estos últimos días.
–Vos militás desde hace años. ¿Qué escuchás? ¿Qué pide la gente, el votante misionero?
–Lo que veo es eso. Creo que se volvió a encontrar el votante misionero con el Frente Renovador de aquellos años, que le generaba expectativa, fuerza, esperanza. Me parece que eso es lo que sucedió. Y obviamente lo que piden es esto también. La verdad es que muchos creyeron que el cambio podía haber sido. ¿Qué nos decían en 2023? “A ver, nosotros ya les cumplimos a ustedes en junio; nos parece que el gobierno está haciendo bien las cosas”. En junio les cumplimos: Hugo ganó por 60 y pico por ciento. Entonces, no podíamos decir nada desde ese lugar. Pero veíamos que en las nacionales sí era bastante esquivo, y también había un clima totalmente diferente. Ahora hay una sensación de que, bueno, le dimos la oportunidad, le firmamos un cheque en blanco, y no fue hacia el lugar que queríamos. Vemos que lo que se viene es aún peor. Entonces, eso está generando un malestar desde la mirada del gobierno nacional. Y lo que buscamos desde el Frente Renovador es tratar de que esa desilusión sea, en todo caso, con un espacio político, y no con la política en general. Ahí hay que salvaguardar eso. Por eso digo: no somos todos lo mismo. Sabemos que hay cosas que hay que corregir, pero también entendemos que la política es la mejor forma de poder cambiar realidades.
