Tras la selección de «Belén» para los Oscar y su nominación a los Goya, su directora y protagonista, Dolores Fonzi, destacó en una charla en la Universidad Nacional de las Artes que el verdadero valor de la película radica en su profundo impacto humano y social. La obra, basada en el caso real de una mujer tucumana condenada por un aborto espontáneo, busca visibilizar historias silenciadas y cuestionar los prejuicios a través del arte.

Miércoles 22 de octubre de 2025 (Desde Buenos Aires – Texto y fotos: Patricia López Espínola). A los pocos días de su estreno, la película «Belén», fue seleccionada para representar a la Argentina, por la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina, en los próximos Premios Oscar, y está nominada a los Goya, como Mejor Película Iberoamericana.
Su directora, protagonista y co-guionista, Dolores Fonzi, feliz con esos logros, brindó una charla y entrevista abierta en la Universidad Nacional de las Artes (UNA), de la Ciudad de Buenos Aires, sobre «el camino de la heroína en el cine argentino actual», como parte del proyecto de investigación de la cátedra de Narrativa Audiovisual, a cargo de la realizadora Anahí Berneri, quien días atrás, recibió un reconocimiento especial a su trayectoria en la 22ª edición del Festival Internacional de Cine Oberá en Cortos.
Ante un salón colmado de estudiantes, y docentes, Fonzi instó a quienes estudian cine, a que trabajen mucho y seriamente a la hora de elaborar un guión. «En una película, si hay un guión bien armado, estaremos ante una historia que tiene todo para que le vaya bien. Por supuesto que es importante contar con buenos actores y actrices; pero lograr un guión sólido nos garantiza que estamos ante una gran película», expresó.
Sobre su premiada obra, sostuvo que «Belén» es una película política que habla de la justicia. «Me siento bendecida de que me hayan ofrecido hacerla después de haber militado fervientemente por la despenalización del aborto. No es una película de mujeres o de hombres, sino de los seres humanos con amor hacia otros, y busca que quienes mantienen prejuicios, entiendan que se trata de arte, de cultura y sensibilidad humana».
Acerca de la nominación a los Oscar, Fonzi -que en 2014 filmó en Misiones como protagonista de «La Patota», del director Santiago Mitre, junto a Esteban Lamothe y Oscar Martínez- expresó su agradecimiento por los reconocimientos que recibe su filme, al que considera que «visibiliza historias silenciadas, y permite cuestionar el actual recorte presupuestario a la cultura».
«Belén», encarnada por la actriz tucumana Camila Plaate, da lugar para que se entienda que aborda un caso emblemático «con responsabilidad y visión artística».
Aunque consciente de la importancia de las nominaciones a premios importantes; consideró que «la verdadera trascendencia de Belén está en el impacto humano, íntimo y social de su historia», enfatizó la realizadora.

El caso Belén se convirtió en símbolo de resistencia

Anahí Berneri y Dolores Fonzi.

La trama de la segunda película dirigida por Fonzi -la primera fue «Blondi»- está basada en una historia real en la provincia de Tucumán, y sigue a una mujer que en 2014 sufrió un aborto espontáneo sin saber que estaba embarazada. La joven, encarnada por la actriz tucumana Camila Plaate, fue abandonada por el sistema y hostigada por la Justicia y pasó dos años en prisión preventiva antes de ser condenada a 8 años por homicidio agravado por el vínculo, en un proceso lleno de vicios que terminó anulado.
El caso movilizó a la abogada católica y feminista Soledad Deza (de Mujeres x Mujeres), interpretada por Fonzi, que asumió la defensa de Belén, y desencadenó una campaña nacional con la militancia del movimiento de mujeres, organizaciones humanitarias y la presión de la calle que posibilitó que pudiera tener un nuevo juicio y, a partir de entonces, quedara en libertad y fuera absuelta en 2017.
«Belén» es el seudónimo que escogió la abogada para ocultar la identidad de la víctima, que emigró de Tucumán y vive en el anonimato. El caso se convirtió en un símbolo de resistencia, y provocó una ola de solidaridad y movilización social que trasciende fronteras.
«La película es producto del trabajo colectivo que es muy importante. A medida que avanzábamos en el rodaje nos dábamos cuenta de que si todo salía bien, podíamos lograr una película con alma y que eso pudiera traducirse en el cine», manifestó.
Después -agregó- llega la sensación que se espera de esa entrega. «Hablo del amor que dimos como equipo y que a veces es devuelto cuando el público ve la película. Y debo decir que me sorprendió felizmente la reacción que hubo. En cada función que fuimos, percibimos la emoción de las y los espectadores porque la película termina de ser cuando la gente la ve», afirmó.
Esto fue evidente durante el estreno colmado en el cine Gaumont, donde participaron todas las organizaciones de la Campaña Nacional sobre la Despenalización del Aborto. «Fue realmente muy emocionante, y además ahora tenemos el desafío de representar a nuestro país en los Premios Oscar y en los Goya, y estamos muy felices», señaló Fonzi.

El salón de la UNA colmado durante la charla de Dolores Fonzi.