Una arrolladora coalición de jóvenes, minorías y votantes progresistas impulsó al socialista demócrata Zohran Mamdani a la alcaldía de Nueva York, ignorando las férreas amenazas de Donald Trump y sepultando la carrera del poderoso establishment representado por Andrew Cuomo. Con esta victoria histórica, la ciudad que vio nacer al expresidente republicano se erige como el epicentro de la resistencia contra su agenda y lanza el experimento político más audaz en décadas: gobernar la capital del capitalismo mundial con una agenda abiertamente socialista.

Miércoles 5 de noviembre de 2025. En una jornada electoral que sirvió como un barómetro importante para el segundo mandato de Donald Trump, la izquierda demócrata estadounidense celebró triunfos significativos. El más resonante fue la victoria arrolladora de Zohran Mamdani, quien se convirtió en el alcalde electo de Nueva York, el primero musulmán, el más joven en más de un siglo y el primero de ascendencia surasiática y ugandesa en liderar la ciudad.
Mamdani, un socialista demócrata de 34 años, superó holgadamente el 50% de los votos, derrotando al exgobernador Andrew Cuomo, que rondó el 40%, y al republicano Curtis Sliwa. Su triunfo se produjo a pesar de una campaña de desprestigio sin precedentes por parte del presidente Trump, quien lo tildó en su red social Truth Social de «comunista» y «confeso odiador de judíos», amenazando con recortar los fondos federales a la ciudad si resultaba elegido.
Frente a estos ataques, Mamdani mantuvo una postura firme contra el antisemitismo durante la campaña y, en su discurso de victoria en Brooklyn, se declaró orgulloso de su identidad: «Soy joven. Soy musulmán. Soy socialista democrático. Y, lo más grave de todo, me niego a disculparme por nada de esto». Ante sus seguidores, envió un mensaje a Trump: «Si alguien puede mostrarle a una nación traicionada por Donald Trump cómo derrotarlo, es la ciudad que lo vio nacer».
La victoria de Mamdani es un caso de estudio en movilización popular. Recibió solo una fracción de los fondos millonarios de Cuomo, pero capitalizó el apoyo de unos 90,000 voluntarios, principalmente jóvenes. Su campaña se basó en una puerta a puerta masiva y en una astuta estrategia en redes sociales, con videos virales que parodiaban reality shows.
Atrajo el respaldo explícito de las figuras progresistas del partido, como Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez, mientras que centristas como Barack Obama mantuvieron un perfil más bajo, aunque el expresidente llegó a llamarlo para ofrecerle su consejo y felicitarlo.
Su plataforma, considerada la más ambiciosa desde el alcalde Fiorello LaGuardia en los años 40, promete enfrentar la crisis del costo de vida con medidas como la gratuidad del transporte público, cuidado infantil universal, la creación de supermercados públicos y un vasto plan de viviendas accesibles. Para financiarlo, propone aumentar los impuestos a los residentes que ganen más de un millón de dólares anuales y equiparar la tasa impositiva corporativa con la de Nueva Jersey, esperando recaudar unos $9,000 millones anuales.
Más allá de Nueva York, la noche fue favorable para los demócratas en otras contiendas clave. En Virginia, Abigail Spanberger se convirtió en la primera mujer gobernadora del estado, poniendo fin a cuatro años de gobierno republicano. En Nueva Jersey, la demócrata moderada Mikie Sherrill logró la victoria. Estos resultados son interpretados como un posible resurgimiento de la oposición de cara a las elecciones de medio término del próximo año.
Otras elecciones importantes incluyeron la alcaldía de Miami, donde hay 13 candidatos para suceder al republicano Francis Suárez, y una disputada carrera por el control de la Corte Suprema de Pensilvania.
El ascenso de Mamdani no fue espontáneo. Surgió de reuniones secretas a finales de 2023 convocadas por el Partido de las Familias Trabajadoras, donde él y otros progresistas planearon cómo derrotar al entonces alcalde Eric Adams. Mamdani se destacó desde el principio, insistiendo en una plataforma que congelara los alquileres.
Sin embargo, su futura administración se enfrenta a enormes desafíos. Deberá materializar su ambicioso programa en una ciudad compleja y bajo la constante oposición de sus rivales. Curtis Sliwa, el candidato republicano, ya anunció que se autoproclamará «alcalde en el exilio» y organizará la resistencia contra sus políticas.
Internamente, la transición ya muestra tensiones. La exclusión de antiguos aliados como el contralor Brad Lander del círculo íntimo y la falta de consulta previa a figuras clave, como la comisionada de policía Jessica Tisch a quien pidió que se quedara sin haberlo hablado con ella, sugieren una gestión que no teme romper con los consensos tradicionales.
La victoria de Zohran Mamdani no es solo un cambio de guardia en el Ayuntamiento de Nueva York; es un experimento político de alto riesgo que colocará a la agenda socialista en el centro del debate nacional y pondrá a prueba la resistencia de la coalición demócrata frente a un adversario republicano liderado por un presidente decidido a no ceder terreno.