La insistencia de Alex Ziegler en postularse para la Gobernación aceleró los tiempos internos en la renovación y obligó a la conducción a proclamar ya la candidatura única de Hugo Passalacqua. Al mismo tiempo forzó los gestos de unidad entre Rovira y Closs. Se puede afirmar así que a los promotores de Ziegler les salió el tiro por la culata.
La fuerte campaña de instalación del senador para 2015 no hizo más que alterar los planes de la renovación que tenía decidido estirar los tiempos para definir las nominaciones y candidaturas con el propósito de dejar gobernar tranquilo a Maurice Closs, como lo venían diciendo, el mismo Passalacqua, lo marcaba Carlos Rovira al subrayar que la gente está en otra cosa y quiere respuestas del Estado y Closs, al admitir que “poner los nombres propios de los candidatos, con tanta antelación, en rigor de verdad eso no lo haría ningún Gobernador a que le falta un año de mandato”.
Es evidente entonces, que al equipo de Ziegler le salió el tiro por la culata. En el discurso va por el “rovirismo” y en la práctica terminó averiando la gobernabilidad de Closs.
Al mismo tiempo forzó la demostración de unidad de Rovira y Closs abonada por gestos como la presencia del primer mandatario en la Cámara de Representantes el 10 de diciembre, con el manifiesto objetivo de respaldar institucional y afectivamente a su amigo cuando asumía un nuevo mandato en la Presidencia del Poder Legislativo.
Las adhesiones a la postulación de Passalacqua y a la metodología de selección de candidatos que utiliza la renovación, se reprodujeron desde todos los sectores de la renovación y fueron contundentes. La solidez de la unidad se pone en evidencia también en las declaraciones de dirigentes del riñón de Closs como Balero Torres, Jorge Franco, Adolfo Safrán y Carlos Pretto, a los que hay que sumar el consentimiento del peronismo renovador y Pelito Escobar.
Los estrategas de la candidatura de Ziegler vienen sobreactuando su anti rovirismo con deslizando que alimentan la idea de provocar una ruptura entre Rovira y Closs. Llegaron a utilizar los avisos institucionales del gobierno para confundir durante la trasmisión por tv de un acto proselitista. La ruptura es la fantasía basada en el pensamiento mágico que vieron esfumarse las oposiciones desde el mismísimo 2003. Ziegler y Cía, lo saben bien, eso es imposible.
¿Cuál es el objetivo entonces de tirar tanto de la cuerda?
Rovira se encargó de frustrar cualquier especulación basada en la vieja táctica de pelear arriba para negociar después. Sus declaraciones a Primera Edición son categóricas. Le marcó la cancha aunque se viera obligado a adelantar su apoyo explícito a Passalacqua.
Pero Ziegler sigue insistiendo y sus mentores andan recorriendo la provincia en busca de respaldos. Pero como son viejos zorros, no es creíble que pretendan repetir la frustrada experiencia de 2007 cuando el kirchnerismo pretendió colonizar a la Renovación respaldando desde la Casa Rosada a Pablo Tschirsch. Hoy los apoyos nacionales son mucho más inconsistentes. No es lo mismo entonces.
En este contexto, todo hace presumir que lo de Ziegler es un salto al vacío.

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