“Tranquilos que todo llega”, les dijo la Presidenta a un grupo de jóvenes que mientras la respaldaban en el acto de inauguración del Hospital Pediátrico en Posadas a la vez reclamaban por el boleto estudiantil. La frase, recibida con aplausos, puede resumir el clima del acto celebrado hace un rato. Tanto Cristina Fernández de Kirchner como Maurice Closs, en discursos tan precisos como emotivos lograron transmitir lo que realmente está en juego en las elecciones de Octubre. Defendieron un Estado manejado por la política para defender el consumo y Cristina se jugó con una pregunta retórica: ¿qué pasaría si el Estado es dirigido por un pelele manejado por las corporaciones?
Acaba de terminar el acto de inauguración del Hospital Pediátrico de Posadas, con la presencia de Cristina Fernández de Kirchner que llegó acompañada de ministros entre los que estaba Carlos Zannini que se sentó en la mesa principal, junto a Maurice Closs, Carlos Rovira y Hugo Passalacqua. La significación particular en la calidad de la prestación que hará el Hospital, es conocida. Se trata aquí de rescatar el espíritu del acto y la movilización popular que acompañó.
No siempre es fácil mostrar la película cuando la foto de una inauguración se vuelve estática. Las obras, como los hospitales, escuelas y rutas, son el resultado de las políticas de inclusión que, en las palabras de Closs, fueron reforzadas en las gestiones que, junto a CFK le tocó compartir después de que “Néstor y Rovira nos sacaran del infierno, en la nación y la provincia”. La Presidenta fue categórica al señalar que el sentido social de las obras inauguradas y afirmar que no se hubieran realizado delegando la iniciativa en el mercado. El contraste político entre la inauguración del Hospital Pediátrico y el desfinanciamiento del Garrahan fue destacado por los dos oradores. “No nos da la cara pedir documentos a los nenes que llegan al hospital para atenderse”, dijo Closs para fustigar el criterio de Mauricio Macri que se queja porque a los hospitales de la Ciudad llegan pacientes del conurbano. A su turno CFK hizo explícito el hecho denunciado por médicos y auditores del Garrahan, que es desfinanciado por el macrismo y obliga a la nación a reforzar las partidas. Los dos también dejaron en claro que en Octubre, aunque no hicieron referencia a las elecciones, se elige entre un Estado que sostiene el consumo popular o de un Estado ausente que termina financiándose con endeudamiento. CFK consideró que el Estado debe ser instrumento de la política para defender medidas de inclusión, que además de incrementar el consumo popular, al mismo tiempo generan el crecimiento de las empresas que proveen a ese consumo. “Las políticas de inclusión –subrayó- benefician a todos los sectores, no sólo al consumo popular, también a los más concentrados”.
Como pocas veces, los discursos de los dos oradores, que fueron breves y no por eso emotivos, pudieron transmitir la idea de que en el país se está viviendo un proceso de emancipación popular que se inició con las rupturas de 2003 pero que está lejos de haber cumplido con todos sus objetivos. Se salió del infierno, dijo Closs rescatando la figura que utilizaba Néstor Kirchner, para remarcar todo lo que se hizo en los últimos años, en Misiones acompañados por la Nación, pero dejando en claro que todavía falta. Y eso que falta, lo demostraron Cristina y Closs, sólo se alcanzará sosteniendo el rumbo y la filosofía de las políticas de inclusión. “Tranquilos que todo llega”, aseguró Cristina.

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