El diputado Wipplinger volvió hoy a cuestionar las políticas oligopsónicas de la multinacional Arauco. Denunció que la práctica abusiva, por posición dominante, deprime los precios de la materia prima que compra a productores primarios. En el seno de la comisión de Presupuesto que esta mañana debatía las políticas del Ministerio de la Producción, el candidato del PRO sorprendió al proponer crear una empresa en el ámbito del Estado para regular los precios y corrió de esa manera por izquierda a todos los diputados y al ministro Garay y quién también se sumó a las críticas.

El diputado Claudio Wipplinger corrió hoy por izquierda a la Renovación y a todas las oposiciones al proponer crear una empresa en el ámbito del Estado con el propósito de regular los precios de los chips de los aserraderos que son acaparados por la empresa Arauco y “paga lo que quiere”.
El ministro José Luis Garay, que estaba dando el detalle de los gastos y recursos del Ministerio de la Producción estimados para 2016, había revelado que los chips en la zona centro y más específicamente en los alrededores de Oberá eran demandados por el sector privado para la generación de energía y que por ello estaban teniendo buenos precios. Explicó que en cambio, en la zona del alto Paraná las prácticas oligopsónicas de la multinacional chilena, deprimía el precio y además acaparaba su compra. Por esa razón adelantó que el Ministerio instalaría la planta de bioenergía, que podría producir 6 MW, no en Eldorado sino en Puerto Rico o Montecarlo. El tema en cuestión estaba centrado en el desarrollo de energía desde fuentes renovables, que se ha vuelto una alternativa para la provincia. Se habló de bioenergía, energía eólica, y solar, sin mencionar, ni de cerca la hidroelectricidad.
Wipplinger le restó gravitación a una planta que pueda llegar a producir 6MW para encuadrar su propuesta “estatista”. Después de reiterar las observaciones que ya había formulado en el recinto sobre las prácticas comerciales de Arauco, a la que cuestionó por abuso de posición dominante y que, según reveló, también lo perjudicaron como prestador de servicios de trasporte. Militante anti-represas, Wipplinger ponderó las inversiones previstas para la investigación y desarrollo de las fuentes de generación de energía alternativas. De esa manera corrió el eje del debate que había instalado el diputado ucerreísta Germán Bordón quien había puesto la lupa sobre el monto de las partidas que, para 2016 están previstas en 50 millones de pesos. Observó Bordón que en el último ejercicio de los 39 millones presupuestados sólo se utilizaron 0,04%. Se preguntó entonces por las razones para establecer un incremento de partidas en más del 11% para el año que viene. Garay le explicó que los fondos fueron derivados al programa Proalimento por una decisión política y definición de prioridades. Desde una posición diferente Wipplinger aplaudió la decisión, para recordar que tiene en las comisiones, un proyecto para que la biomasa se pueda consolidar como nueva fuente de energía ya que subraya: “se produce a partir de fuentes renovables, es más limpia y sustentable, y permite un mayor aprovechamiento de recursos que hoy en día están disponibles y no son utilizados productivamente”.