
“Somos pocos y nos conocemos mucho” era una fórmula retórica que utilizaba Ricardo Barrios Arrechea cuando era gobernador para marcar a quienes protestaban contra alguna de sus medidas. Fue la manera que encontró para descalificar demandas, desocultando quién era y qué representaba el quejoso. Viene bien la expresión para descubrirlo hoy entre los manifestantes por el “tarifazo” en la luz que él llama “sinceramiento” cuando respalda las políticas de Macri. Se lo vio en la plaza junto a su sobrino Diego Barrios, heredero de una de las empresas hechas a costa, precisamente, de venderle cables y transformadores a EMSA.
Es lógico que la gente esté enojada por el incremento del precio del servicio eléctrico muy por encima del salario de bolsillo. Y es alentadora, para la democracia, la capacidad de movilización en defensa de sus intereses. Pero hay un árbol que tapa el bosque. Es cierto el aumento, pero tiene un contexto que está definido en “la hoja de ruta” elegida por el gobierno de Mauricio Macri. Y la mayoría de los posadeños eligió esa ruta en el balotaje de Noviembre. Entre las políticas articuladas con ese rumbo, que a diferencia del gobierno anterior privilegia las inversiones a la distribución del ingreso a través del gasto público, se encuentra, precisamente en su núcleo, el sinceramiento de costos. Es decir abolir subsidios para reducir el gasto. Y la tarifa de luz, en Misiones, como en todo el país, se encontraba subsidiada. Por eso es de hipócritas pronunciarse en contra del déficit público y después fogonear el descontento por el resultado de esas políticas. Hipócrita, o manipulador. Detrás de los actores más enardecidos se esconden personajes que buscan ganar con el caos. Como en las películas en las que se producen linchamientos, los promotores de la furia social resulta que eran los autores del crimen.
EMPRESAS PÚBLICAS Y CONTRATISTAS: Existe una profusa bibliografía que revela el origen de muchas fortunas en la Argentina y en el Mundo y diríamos en Misiones, que explica, por ejemplo, las razones por la cual regímenes como el de Videla y Martínez de Hoz no privatizaron empresas públicas. Preferían intruirlas para hacer negocios sin riesgo. Los famosos contratistas del Estado. Aquí, en nuestra provincia, EMSA fue el paradigma. Con el argumento de que era manejada arbitrariamente por el sindicato, de fe peronista, el gobierno radical de 1983 intervino la empresa. Sin licitaciones ni concursos de precios, familiares del gobernador se convirtieron de la noche a la mañana en los más grandes empresarios del rubro eléctrico. La intervención en tanto no logró bajar las tarifas al usuario. Esta nota se ilustra con un archivo de Página 12, en los años de la crisis energética del gobierno de Raúl Alfonsín.
El país central recurría a paliativos, todos parches para estirar la frazada de luz que se cortaba y como informaba Clarín en tapa, “el primer anuncio sobre los cortes de luz programados generaban asuetos administrativos, la TV sólo operaba 4 horas diarias, bancos con horarios reducidos de 8 a 12, carteles de publicidad apagados…”. Cacho Barrios, se jactaba en el diario porteño que en Misiones, “se tenía la luz más cara, pero la mejor”, utilizando el conocido eslogan de una marca de cigarrillos. Barrios y su sobrino Barrios se suman hoy al pedido “de sacar a estos tipos de EMSA”. ¿Tienen candidatos? ¿Aspiran a ser prestatarios únicos? No es casual que otro de los más enardecidos contra los administradores de EMSA sea Franciso José Wipplinger. Nunca podrá librarse del folklórico rumor de que el origen de su fortuna está asociado a dudosas entradas y salidas de camiones de los talleres de la empresa.
ARENGUREN Y FERREYRA: El ministro de Energía y Minería de la Nación, Juan José Aranguren, fue categórico al considerar que el aumento de tarifas de electricidad era «necesario» porque «hay que reordenar los subsidios» y recuperar la «calidad del servicio». En conferencia de prensa, dijo que el aumento, «es una medida que hace que la población reflexione sobre el costo de energía y que podamos contribuir, vía al ahorro del consumo, a darle realmente valor a lo que estamos consumiendo». No es arriesgado sostener que constituye una de las medidas más coherentes con el pensamiento neoliberal. Los subsidios para este abordaje de la economía son gastos que no sólo generan déficits sino que distorsionan los precios relativos. Cualquiera que haya vivido en los Estados Unidos, que es un espejo para los votantes de Macri, sabe bien que los costos de las tarifas de luz, agua y gas, son altísimos desde siempre y por eso hay una cultura de regulación de su uso en los hogares. No se verá a ningún yanqui lavar el auto o la vereda con una manguera. Es el rumbo elegido en Noviembre. Misiones debe adaptarse. Sergio Ferreyra fue bien claro en la conferencia de Prensa y después abundó en datos en la edición dominical de El Territorio. El fin de los subsidios significó que de 17,6 millones que se abonaba a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima (Cammesa), se pasara a pagar, por el mismo servicio poco más de 58 millones de pesos. Y le aseguró a ese medio “que desde la provincia es imposible realizar cambios en los montos actuales dispuestos desde el Gobierno nacional. Ante los reiterados reclamos, se mostró abierto a escuchar y acompañar a los diversos sectores en plantear la situación ante la Nación”. (Para más detalles ver edición del domingo 13)
RECLAMO A LA NACIÓN NO A EMSA: Referentes de los ciudadanos movilizados por el aumento de la luz coincidían ayer (por el lunes 14) en la plaza en una consigna un poco confusa. “Que EMSA retroceda en el tarifazo”, y al mismo tiempo reclamaban que se establezca una “tarifa diferencial para toda la provincia de Misiones por no contar con gas natural”. La protesta entonces está mal dirigida. Es el ministerio de Aranguren al que deben reclamar. Pero muy difícil que un fundamentalista como el ex CEO de Shell atienda nuestra realidad. Además hay que recordar que Hugo Passlacqua y Carlos Rovira, se manifestaron ya en ese sentido. “Es un pedido formal”, reveló el conductor de la Renovación la semana pasada y consideró que “Misiones es asimétrica respecto de todas las provincias. Por eso estamos planteando incluso una tarifa diferencial que ya la había planteado el Gobernador, no es lo mismo el cuadro tarifario al cual nos tendrían que vender la energía en barra a Misiones que a Corrientes o la propia Buenos Aires. Primero -agregó- está mucho más cerca, o sea no se paga el peaje eléctrico. Por lo tanto eso se debe tener en cuenta y por lo tanto abogar por una tarifa diferencial». Si rescatamos la movilización como un signo de salud ciudadana, sería oportuno que la gente no se deje manipular por intereses, ni partidistas, ni por los que pretenden aprovecharse del caos para volver a los negocios que tuvieron.

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