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Frigerio, Passalacqua, Macri y Rovira

Passalacqua ratificó ante Macri la doctrina “misionerista” de la Renovación y el gobierno de la Provincia. En un acto cargado de simbolismo, le regaló una estatua del comandante Andrés Guacurarí y Artigas, el héroe de Misiones que entregó su vida luchando por los Pueblos Libres y el centralismo porteño.

 

POSADAS (jueves 7 de abril). La visita Macri a Posadas estuvo cargada de simbolismos que, si bien muchas veces pasan desapercibidos, están subyacentes en los anuncios concretos de los actos. La visita de un Presidente de por sí es un dato, pero en esta ocasión fue producto de un trabajoso entendimiento, que se inició el 10 de diciembre cuando el conductor del poder político en la Provincia bajó la línea de colaborar con la gobernabilidad y respetar el pronunciamiento popular en las urnas.
El presidente de la República llegó con la excusa de inaugurar sesiones del Consejo Federal del Medio Ambiente, pero en realidad vino para cumplir con compromisos de desbloquear fondos para obras públicas, y aunque no dio respuestas a pedidos como la compensación por las asimetrías en el costo del trasporte de energía y la falta de gas natural, su gesto es elocuente. Vino a cumplir devolviendo cuotas de gobernabilidad a la provincia. Como se informa aparte, se firmaron convenios para la construcción de viviendas y la infraestructura de agua y cloacas, además de garantizar las obras sobre las rutas 12 y 14 y entregar planes Progresar. Anunció, como primicia, que su intención es cumplir con la ley de bosques que determina un recurso por hectárea para que los privados que tienen bosques nativos puedan sostenerlos, fondos que se incumplen desde el 2013.
Misionerismo y Andresito
El acto de inauguración del Consejo, en el que participan funcionarios de todos los distritos, la conformación de la mesa fue un dato. Macri aparecía en el centro flanqueado por Hugo Passalacqua y Carlos Rovira. Puede ser protocolo. Pero hubo en las presencias una determinación política.
Al hablar antes que Macri, Passalacqua hizo un repaso de las relaciones institucionales entre el gobierno nacional y el provincial. Nada sutilmente, ratificó la doctrina de la renovación que funda en la categoría “misionerismo”. Le estaba marcando la cancha. Y aunque dijo que no quería hacer historia y no la verbalizó, lo hizo con un gesto contundente y como blindando la determinación política de la Renovación, le regaló una pequeña estatua del Comandante Andresito Guacurarí y Artigas. ¿Qué más? Un defensor de la Liga de los Pueblos Libres, un general que murió enfrentando al centralismo porteño y al imperio brasileño, declarado héroe de la provincia, es un símbolo, quizá de una envergadura mayor a de los cuadros que Macri descolgó en la Casa De Gobierno.
La determinación, digamos autonomista de la Renovación, contrariamente a lo que pudiera preverse, encuentra en el diseño de las políticas de la Alianza PRO un sustento de viabilidad. Tanto Macri, como aquí su ministro del Interior, Rogelio Frigerio, afirmaron que la recuperación del “auténtico” federalismo es uno de los pilares de las políticas del gobierno nacional. Como se informa aparte, en ese sentido computan como favorables para las economías regionales, la devaluación y la eliminación de retenciones de los productos de las economías regionales. Puede que esas medidas, de neto corte neoliberal, no alcancen porque descuidan el consumo interno, pero el mismo Frigerio, un experto en las economías de las provincias, muestra el camino de la verdadera transformación de la economía misionera cuando alienta la construcción de represas hidroeléctricas.