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Reunión de docentes, con el Gobernador al frente (Foto de Internet).

Más de 5 mil docentes congregados en un congreso sindical constituyen hoy un verdadero acontecimiento político. Intrínsecamente, por la dimensión del número. Y puesto en contexto, porque contrasta con la pobre capacidad de movilización que viene demostrando el oficialismo nacional. Marilú Leverberg y la Udpm volvieron a poner de manifiesto así la fortaleza del sindicato que, nació ganando la calle con reclamos, pero supo diferenciar cuando desde el un gobierno popular se abrieron posibilidades de co-construir un modelo de gestión democrática y participativa. Es el capital simbólico que, quedó demostrado en Capioví, Hugo Passalacqua mantiene intacto.
Por Carlos A. D´Onofrio.

 

Al menos,  “el músculo sindical demostrado en la realización de las jornadas, más nos compromete”, tuiteó Stella Leverberg al concluir la realización del congreso sindical que congregó a más de 5 mil docentes en Capioví el jueves y viernes pasado.

Bajo la consigna: “la Educación es una inversión y no un gasto” afiliados a Udpm dieron la semana pasada una muestra de su fortaleza como organización sindical. Nadie puede movilizar de esa manera.

Capioví le da la razón a Udpm

Reuniones como la realizada en Capioví, no pueden pasar desapercibidas para el análisis. Constituyen un dato central en el debate al interior del gremialismo docente. ¿Cómo plantarse para defender salarios y condiciones de trabajo ante los gobiernos de turno?

Es conocida la vieja táctica del sindicalismo argentino: presionar con huelgas para después negociar. Marilú y los directivos de Udpm siguieron otros métodos a partir de la gestión de Hugo Passalacqua en el Ministerio de Educación. Advirtieron entonces que hubo un cambio de paradigma: la convicción del ministro que el Estado no es “patrón” cuando es administrado por un gobierno popular. El Estado no es un grupo de funcionarios, sino el aparato que expresa la unidad de clases y sectores sociales de la provincia. Cuando hay diálogo y consensos, no hace falta presionar. No es que la Udpm le tenga miedo a la calle. Nació precisamente en las movilizaciones contra los ajustes del neoliberalismo y fue protagonista central de la Carpa Blanca.  Pero en el entendimiento de que el Estado no es neutro, que puede ser amigo o dedicarse al ajuste, que puede ser gobernado para las mayorías o puede gobernarse para los sectores del privilegio, la lucha sindical no puede ser la misma siempre. El tema viene a cuentas porque en los últimos años, un sector, diríamos de vanguardia del gremialismo docente, rechazó el diálogo y fue directo a la calle. Si todos están en lucha, como es inevitable en una sociedad de clases, lo que está en cuestión es el método. Capioví le da la razón a Udpm.

El gobernador docente

En el acto de apertura del Congreso, tal como se informó ampliamente, estuvo a cargo del gobernador Passalacqua. No casualmente, recordó y destacó el esfuerzo compartido con Marilú y su equipo de trabajo para que el Estado misionero, en  los últimos doce años haya destinado el 30 por ciento el presupuesto en Educación. “Por cada 3 pesos uno se invierte en educación”, remarcó para valorizar la realización de las jornadas. “No son comunes en el país”, subrayó para distinguir lo construido entre el gobierno popular y el gremio en contextos no siempre favorables.

Las Jornadas tienen como contexto una situación económica difícil. El ajuste recesivo que provocó el gobierno nacional con la devaluación y quita simultánea de retenciones, el aumento de tarifas y los despidos no son efectos no deseados de la política económica, es el punto de partida de un programa orientado a modificar estructuralmente la distribución del ingreso en la Argentina con el propósito de generar inversiones.

Leverberg, con Passalacqua a su lado y con el respaldo de los 5 mil docentes, se adelanta a lo que puedan generar esas políticas nacionales, y dobla la apuesta: “aunque se puedan cometer errores, nunca perdemos la buena fe en cada acción que llevamos adelante y en la necesidad de seguir trabajando por una nueva ley de financiamiento educativo que alcance el 10 por ciento del PBI, porque se creen más cargos, más escuelas inclusivas. Por eso estamos hoy reunidos en este espacio de debate en busca de seguir brindando una educación de óptima calidad y con identidad misionera”.

La contradicción Nacion-Provincia está más latente que nunca. El gobernador docente tendrá el respaldo, más que simbólico de esta reunión de 5 mil docentes, cuando tenga que ir a “dialogar” a Buenos Aires.