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Un Rovira firme en las convicciones político – sociales de la Renovación reveló que encontró en Macri una disposición democrática abierta a la rectificación de errores. Reveló así conversaciones con el Presidente en un diálogo propio de una democracia moderna en la que se puede dialogar desde las diferencias y respetando los mandatos populares que consagró gobierno de signo distinto en la Nación y la Provincia. Se mostró esperanzado en que dentro del contexto de la macroeconomía definida por el gobierno nacional, Misiones pueda defender sus recursos y la vigencia de su propia visión política.

POSADAS. (Domingo 8 de mayo) Con el inicio de las actividades parlamentarias han vuelto a la escena de la política provincial los tradicionales encuentros que tiene Carlos Rovira con periodistas acreditados en la Cámara de Diputados. El formato es el mismo de las conferencias de prensa ya institucionalizadas en todo el mundo como espacios para formular preguntas a líderes políticos o destacados en otras disciplinas. Sin embargo Rovira, que regula sus apariciones con un tempo articulado al contexto, ha logrado trasformar las charlas con la prensa, de meramente formales,  en verdaderos pronunciamientos políticos. El jueves  5 no fue la excepción. Habló por primera vez en público después de un largo silencio que siguió a su decisión de imprimir un espíritu colaborativo con el gobierno de la Alianza Cambiemos que asumía en el orden nacional. Había sido el 10 de diciembre después del acto de asunción, aquí de Hugo Passalacqua como el tercer gobernador de la Renovación.

A menos de cinco meses del gobierno de Mauricio Macri, el panorama político ya es muy distinto a ese 10 de diciembre. Los efectos sociales negativos de las políticas neoliberales aplicadas por los CEOS del gabinete nacional, sumados a las embestidas revanchistas de los jueces de Comodoro Py y una prensa que agita los ánimos, fueron creando un clima enrarecido que, opuestamente a la pretensión anunciada por el presidente de la Nación, no hacen más que agrandar la llamada grieta. De un lado y del otro cruzan denuncias, presentaciones judiciales, carpetazos para responsabilizarse mutuamente de todos los males del país. El alivio de cerrar los compromisos por la deuda externa, arrastrada desde los años 70 y agravada por los especuladores conocidos como buitres, fue rápidamente neutralizado por la masiva movilización organizada por las cinco centrales de trabajadores. Mientras Macri imprime celeridad a las necesidades de los inversores y demora las respuestas sociales. No hay respiro para los argentinos. Y en este contexto habló Rovira y esclareció el panorama para los misioneros.

Hacer desde Misiones

Las peguntas de la prensa estuvieron todas centradas en los efectos de las políticas, digamos neoliberales del gobierno nacional ya que prefiguran una profunda regresión en la distribución del ingreso nacional.  Caída del empleo y de la capacidad adquisitiva de los salarios, inflación con estancamiento del producto, transferencia del ajuste del gasto público a las provincias e impulso al endeudamiento externo como fuente de recursos. Además de las específicas de la relación Nación – Provincia y la demora de remisión de fondos para obras públicas.

Rovira no esquivó ninguno de los temas. Y fue categórico, tal  como quedó reflejado en las crónicas de los medios locales, en enfocar cada una de las cuestiones planteadas desde la perspectiva misionera.

Se lo vio firme en la convicción renovadora que llevó a romper lazos del poder porteño en la toma de decisiones. Pareciera que en cada respuesta subyacen preguntas metodológicas y referenciales: ¿Cómo afecta lo que sucede en el país y en el mundo a los misioneros? ¿Qué podemos hacer desde Misiones?.

Por eso, los títulos de los diarios destacaron el anuncio de que Misiones “está enfrentando el aumento en las naftas, acercando al presidente Macri el proyecto del ITC (Impuesto Transitorio a los Combustibles) diferenciado. Así como habíamos solicitado al Presidente y sus funcionarios en ocasión de la visita a Misiones, una tarifa diferenciada de energía para atraer pymes y generar empleo”.

Hablar, escuchar y ser escuchado

Los misioneros, como todos los argentinos están conociendo lo que sucede con la economía, un poco por los medios, pero fundamentalmente por su realidad cotidiana, la palpan cuando van de compras y tienen que pagar los servicios. Nada nuevo se le pude decir cuando de suba de precios se trata. Ahora, les interesa saber cómo sigue esto y a los políticos les demandan soluciones.

Atento a esta demanda, Rovira le dirigió sus palabras a la gente común, a la que está sufriendo la estanflación tanto como la pelea entre los dirigentes.

Por eso reveló conversaciones con Macri. No trasgredió ningún secreto de Estado cuando nos cuenta a los misioneros que habla con el Presidente. Y Macri lo escucha y a la vez se hace escuchar. Dialogar no es renunciar a las convicciones pero sí, estar dispuesto a entender las razones del otro. Hablar entre diferentes es, en democracia, una obligación de la dirigencia. No se ocultan las tensiones ni conflictos, pero se institucionalizan sus resoluciones. No constituye entonces una infidencia que Rovira revele charlas con Macri. Al contrario alienta a los misioneros.

El conductor de la Renovación lo explicó claramente en el encuentro con los medios cuando de entrada hace referencia al mapa político partidario que en el orden nacional. Marcó sin tapujos que en la provincia “apoyamos otro partido político”. ¿Entonces?

Construcción democrática

“No tendría que ser un inconveniente”, enfatiza el mentor de la Renovación en Misiones. Y al contrario, de las diferencias pretende sacar fortalezas y habla de una “construcción democrática moderna”, pensando en las grandes mayorías. Sostiene que los ciudadanos, los misioneros, aspiran a que La Política (así con mayúsculas) les brinde soluciones y no verse mezclados en las rencillas entre políticos.

Esto no avala una lectura sesgada que pueda derivar en la pérdida de sentido de la lucha cultural, ideológica o de convicciones.

En la reunión con periodistas, Rovira fue marcando una a una, las diferencias de abordaje en la cuestión de empleo, el endeudamiento y los derechos a la autonomía de los misioneros.

Sería interesante, al menos para los analistas de las relaciones político sociales, conocer en detalle esas charlas de Rovira con Macri. Entre el conductor de la Renovación como espacio misionerista con el presidente de la República.  Lo que se desliza de la conferencia de prensa es que está presente la defensa de los derechos de Misiones, siempre con respeto a las decisiones soberanas del Ejecutivo Nacional. Las políticas macroeconómicas, que viraron 180º y apuestan hoy a un modelo de valorización financiera, no están en cuestión en ese diálogo. Digamos son axiomas. Pero también son derechos inalienables las decisiones políticas de la Renovación misionera, que el mismo Rovira dijo no son inspiradas en la ortodoxia.

El diálogo es el espacio en el que se gestionan los recursos para mantener las inversiones en obras públicas y preservar las políticas fiscales, que son ejes sobre los que la renovación plantea el crecimiento económico. “Adelantamos que nosotros apoyamos decididamente a este Gobierno Nacional que cuanto antes ponga en marcha los anunciados planes como el Belgrano y los demás donde los misioneros estamos preparados como los primeros con nuestros proyectos, nuestras carpetas, las autovías, los planes de vivienda e instalaciones de nuevas centrales generadoras de energía porque es uno de los desafíos del presente y el futuro y así sucesivamente”.

Sobre estos temas puso énfasis Rovira ante los periodistas y sobre lo que se informó detalladamente. Lo que no es redundante es su observación de que los recursos no son de la Nación, sino que son de la provincia, que es anterior y delegó, por cuestiones históricas la administración en la hacienda nacional.  La política impositiva, sobre la que todo el arco de las oposiciones cuestiona, es el sustento de la solvencia fiscal que habilita inversiones en generar trabajo, y asistir la salud y la educación. Y es además la contracara del endeudamiento.

Rectificación de errores

Reveló Rovira que “cuando estuvo en la última visita el propio Presidente de la Nación, tuvimos una charla muy profunda y donde mis recomendaciones básicas eran compartir un plano que no es el nuestro en lo ideológico, una visión liberal de la economía que solamente mida metas de superávit, de eliminación absoluta del déficit, pautas de no generación de monedas sin sustento, que en cierto modo las compartimos, porque es lo que hacemos en las Provincias. Pero esto, sin tener en cuenta el costo social que inevitablemente tiene que venir de la mano de algún porcentaje de emisión, era prever este proceso que significó pérdida del empleo o deterioro del salario a quienes lo tienen y la economía”.

En síntesis le dijo que el ajuste sin medidas sociales complementarias generaba muchos costos a los trabajadores. Fue cuando mostró entusiasmo por la capacidad de escucha de Macri y su disposición a la rectificación de errores. “Mi pensamiento es muy claro –subrayó- eso le da mayor autoridad política”.

Presenta así un proceso en el que pueden ganar todos. Porque puede haber políticas macroeconómicas con las que no se comulgue, pero Misiones tiene en la mesa de diálogo “fieles custodios de los intereses de los misioneros”.

Autocrítica indispensable

Claro que también considera indispensable que como “integrantes de un acuerdo nacional con la fuerza política Frente para la Victoria, también debemos hacer una autocrítica. ¿Por qué se perdió en la Nación? Para poder hablar, sentenció, para sentarse a debatir hay que tener autoridad. “No todo lo anterior fue malo ni todo bueno. Lo que no fue bueno hay que revisarlo.  Si no lo hacemos no podemos pedir rectificaciones. “Es la forma de sacar la política del lodo en que está”, afirma para reclamar un “ejercicio activo en que todos debemos revisar algo. Hacernos cargo de. Es lo que quiere la gente. Están viviendo una novela. La historia se cambia de foco. Sería bueno poner el foco en la gente. Y aspirar como dirigentes a trascender. La única variable que tenemos es el tiempo. Hay que darle tiempo a las cosas”, dijo para subrayar que con actitudes cerradas se descuida la objetividad de los problemas”. Consideró así que abriéndose a la realidad, hay posibilidades de plantear una salida intelectualmente válida”.