
Rovira volvió a reiterar la actitud de respeto al pronunciamiento popular que consagró gobiernos de signos diferentes en la Nación y la Provincia. Movido por la decisión de los 40 diputados de votar por unanimidad leyes conflictivas, afirmó que elciudadano común está esperando actitudes que sumen para dar respuestas concretas. Habló en la sesión del jueves 12 en la Cámara, horas después de que los legisladores de la Renovación no dieran el quórum para la ley antidespidos. Reiteró la línea política de acentuar las coincidencias sobre las disidencias, en la provincia y con el gobierno nacional, según sostiene, en beneficio de la gente.
Posadas (13 de mayo) El apoyo unánime de todo el arco de representación parlamentaria a dos proyectos de alta conflictividad, animó anoche a Carlos Rovira a reiterar la línea política de acentuar las coincidencias sobre las disidencias, en la provincia y con el gobierno nacional, según sostiene, en beneficio de la gente.
En la sesión del jueves 12, los 40 diputados respaldaron primero, declarar sujeto a compra venta o expropiación dos manzanas en Posadas para dar respuesta a 95 familias asentadas en los lotes desde hace más de cuarenta años. Después, apoyaron un proyecto de comunicación que dispone que “el Poder Ejecutivo Provincial requiera del Gobierno Nacional el pago de un subsidio a pequeños productores yerbateros, que cubra el costo del kilo de hoja verde”. El apoyo a este pedido de subsidio fue precedido de un debate en el que las fuerzas partidarias dejaron sentadas sus divergencias sobre el abordaje de la cuestión yerbatera. La crónica del debate se publica en nota aparte, lo que aquí se rescata es el voto unánime a pesar de las profundas diferencias y acusaciones cruzadas referidas a las responsabilidades de la crisis. Todos, incluidos los diputados de la Alianza PRO – UCR, en favor de reclamarle un subsidio a su gobierno nacional.
“Nos encontramos entre todos sumando para concretar”
Esta impronta del Parlamento misionero contrasta con lo que sucede en el orden nacional y otros distritos, en los que los enfrentamientos, aunque lógicos en el sistema democrático, refieren a la vieja figura de poner palos en las rueda. Aquí, se piensa en la construcción de un escenario político que puede sobreponerse a la lucha de ideas e intereses, y también al proselitismo inherente a toda práctica partidista.
Para resaltar este cuadro de situación, Rovira dejó la Presidencia para hablar desde su banca. Destacó el profundo cambio de ideas registrado en el debate por el subsidio yerbatero y subrayó “los aportes de todo el mundo para que sirvan a la gente”.
Reiteró que a su criterio el ciudadano que no está en la política está “esperando actitudes cercanas a las coincidencias, cercanas a saber sumar, pensar distinto pero cuando surgen problemas cotidianos en el país y la provincia, encontrar las coincidencias para que las disidencias no nos permitan concretar nada”.
Puso de relieve que estas actitudes, las de lograr cercanías en las coincidencias, eran impensables en otros tiempos. “Hoy ocurrió”, enfatizó para referirse a la sanción de la ley que habilita la expropiación o compra venta de las manzanas de la chacra 187.
Después de hacer sentar posición en la fijación del precio de la hoja verde, como se informa aparte, adelantó que la cuestión yerbatera deberá debatirse a fondo y solicitó que se traten todos los proyectos de los diferentes espacios políticos y los que quieren sumarse. “Todos juntos como hicimos hoy es la mejor receta”, afirmó para sentenciar que el cambio de opiniones hechas de un modo respetuoso no molesta y además es “la herramienta de superación. Nos encontramos entre todos sumando para concretar”.
Entente y coexistencia pacífica
La exposición de Rovira, trasciende el logro del buen funcionamiento de la Cámara de Representantes como espacio de la democracia para institucionalizar la lucha por los intereses y las ideas que inevitablemente existen en toda sociedad. Cuando habla no puede despojarse de su rol de conductor del movimiento político misionerista. Horas antes de la sesión del jueves 12, en la Cámara de Diputados de la Nación, los representantes de la Renovación, en un gesto más que simbólico, no prestaron el quórum para la sesión especial para votar la ley “antidespidos”.
Más allá del debate propio de los alcances de esa ley en discusión, sus bondades o defectos, su naturaleza popular o populista, el dato político es el alineamiento de los legisladores de la Renovación con las decisiones tomadas aquí por la conducción y por el gobernador Hugo Passalacqua.
No es una novedad que Rovira tiene ha tenido conversaciones con el Presidente en un diálogo, que en notas anteriores se marcaron como propias de una democracia moderna en la que se puede dialogar desde las diferencias y respetando los mandatos populares que consagraron gobiernos de signo distinto en la Nación y la Provincia.
Esta esperanza de la conducción política de Misiones en que dentro del contexto de la macroeconomía definida por el gobierno nacional, Misiones pueda defender sus recursos y la vigencia de su propia visión política, se encuentra en la base de la toma de decisiones.
Pareciera que no es fácil de entender. La consigna lanzada por Passalacqua, “gobernabilidad con gobernabilidad se paga”, es elocuente. Es cierto que los misioneros, desde las derrotas de las gestas de Andresito y de Artigas, se ha visto marginada a proveer materias primas y mano de obra baratas para los centros urbanos en derredor del puerto de Buenos Aires. Y que aún en los gobiernos populares tuvo que sufrir asimetrías en la relación Nación – Provincia. Precisamente, de actuar sobre esa contradicción, histórica, social y económica, define las decisiones políticas de la Renovación desde sus génesis como irrupción en el escenario provincial.
Pero esas batallas ya no se pueden hacer con “las masas y las lanzas” sino desde el funcionamiento de las instituciones republicanas. Y la expresión de la soberanía es el fundamento que fortalece en esos ámbitos la posición misionera.
Indagando en la historia del siglo XX, se podría homologar a las doctrinas de la Entente antes de la primera guerra mundial o de la coexistencia pacífica en los años 50. El Ententemás que nada, fue un acuerdo de no agresión entre las principales potencias de ese entonces como resultado de las fricciones originadas por el imperialismo que había llegado a su máxima expresión provocando severas tensiones en Europa. No eran alianzas, eran acuerdos, frágiles, pero asentados las respectivas soberanías de los pueblos.
La coexistencia pacífica era el reconocimiento de las dos potencias mundiales, Estados Unidos y la Unión Soviética, que una guerra los destruiría mutuamente. Sin renunciar a sus convicciones, las disputas internacionales se resolvieron por vía pacífica, respetando los territorios.
Esos enfoques, que responden a épocas diferentes, constituyen antecedentes en los que se puede abrevar para comprender el cuadro de situación existente en Misiones, con un gobierno que ganó en los 75 municipios, pero debe convivir con un gobierno nacional también consagrado con toda legitimidad.
Schiavoni en la misma sintonía
En esa misma sintonía participó en el debate el diputado y máximo referente del PRO en la provincia, Alfredo Schiavoni, quién, se sabe, es también coordinador del Ministerio Del Interior de la nación para la provincia de Misiones.
Aunque señaló que es ilógico culpar al gobierno nacional que asumió el 10 de diciembre por la sobreoferta de yerba en el mercado y reclamó más seriedad y honestidad intelectual en el debate, terminó apoyando el pedido de subsidio para los pequeños productores.
Lo central de su exposición, es que reveló conversaciones permanentes entre los ministros de Misiones y de la Nación. Se había deslizado que los porteños no entienden nada de yerba al punto de ironizar que quizá el secretario Ricardo Negri podría creer que el paquete sale directo de la planta. Relató que ya en enero hubo de recorrer la provincia junto al ministro José Garay.
Esta actitud de Schiavoni se corresponde con el Entente o la Coexistencia. El diputado de la UCR, Walter Molina, más macrista que Macri, se había exaltado en defensa del gobierno nacional ante las críticas de la diputada Claudia Gauto. Después de su encendida exposición se corrió hasta la banca de Schiavoni para pedirle a viva voz que se prenda en la discusión. Evidentemente, quedó en off-side
