
El diputado Bordón acaba de destruir su propia imagen de tribuno republicano auto construida para ganarse un lugar en la política misionera. A través de contactos políticos que movieron desde el operador judicial de Macri, Daniel Angelici, pasando por Ernesto Sanz y Mabel Marelli logró revocar un dictamen del Inadi que ahora pide más pruebas sobre su conducta discriminatoria con violencia de género. Logró poner a un hombre suyo en la Delegación Misiones del organismo que no puede tener la distancia necesaria para resolver conflictos de intereses. Dilapidó así su prédica por una Justicia independiente.
Posadas (Viernes, 24 de junio). Ingresó ayer en la Cámara de Representantes un informe de la intervención del INADI que deja sin efecto la resolución que calificaba como discriminatoria y encuadrada en violencia de género la conducta de Germán Bordón contra María Losada. La resolución no niega nada pero sostiene que hay que seguir investigando.
El caso es bien conocido. La diputada denunció que en la primera reunión del bloque de la UCR ,en diciembre de 2013, el diputado le había dicho que para ser feliz debía tener relaciones sexuales con los cinco hombres del bloque y además aclaró que debía reservarse un mes para cada uno. A pesar del agravio Losada mantuvo la descalificación en el ámbito privado y partidario con el propósito de no perjudicar la imagen de la UCR. Recién denunció lo sucedido cuando en 2015 los directivos del partido le ordenaron votar a Bordón como presidente del bloque. Todo pudo haber quedado allí si el acusado pedía perdón y se corría de la postulación. Sin embargo Bordón se aferraba a su negación y los jefes del partido aprovecharon el conflicto para terminar expulsando a Losada y Hugo Escalada. La excusa era el tema Bordón, pero en el fondo, molestaba el espacio que iban ganando al interior del partido los dos diputados que se oponían a la alianza chica con Macri.
De bromas y mentirosos
Repasando las crónicas del entredicho, se recuerda que por la negativa del comité provincia de revisar el acto discriminatorio tomando partido por Bordón, Losada llevó las actuaciones al INADI. Así, el área de asesoría jurídica de la Dirección Nacional del Inadi emitió un dictamen de 18 fojas que encuadró como “conducta discriminatoria” la agresión de Bordón. Decía la resolución que “tras el detallado estudio de los antecedentes del caso y luego de dar por acreditada la existencia del hecho, el dictamen sostuvo que “representa un claro acto de violencia de género, lo que en consecuencia constituye un acto discriminatorio en tanto reproduce la cosificación de la mujer, un grupo históricamente vulnerado y que ha sufrido una discriminación, formal e informal, hasta nuestros días, por el sólo hecho de ser mujer”.
Las declaraciones de cuatro de los seis diputados dieron por cierto el episodio perpetrado por Bordón. Walter Molina, un aliado del acusado, intentó relativizar lo sucedido diciendo que fue una broma, pero en definitiva lo dio por cierto. Hace pocos días, Mario Pegoraro volvió a ratificar la existencia de la agresión. Fueron testimonios claves para que el INADI incluso dijera que Bordón y Gustavo González, que negaban la “broma”, fueran calificados de “mentirosos”,
Discriminadores y discriminados
La nueva intervención del Inadi, revocó la resolución de octubre, argumentando “falta de fundamentación e incorrecta valoración de las pruebas”, y sugiere la revisión del dictamen. La nueva disposición es producto de una apelación de Bordón. Dispone también solicitar a la Dirección de Asistencia a la Víctima completar la investigación por un nuevo agente con exclusión del preopinante y dictaminar un nuevo expediente a los fin de garantizar su imparcialidad”.
El primer dictamen del Inadi recién fue girado a la Cámara de Representantes en mayo de este año de este año después de reiterados reclamos de Losada que denunciaba a la nueva intervención de “cajonear” el expediente. La solidaridad de género de las diputadas se manifestó en forma contundente en el recinto. Mabel Pessoa incluso llegó a sugerirle al diputado que renunciara. La bochornosa autodefensa de Bordón lo llevó a comprarse a los 30 mil desaparecidos y a Gustavo González a pedir que se aclare si se estaba pidiendo el desafuero de su presidente de bloque.
El nuevo informe del Inadi deberá ahora ser debatido en comisión. Pero así como la anterior resolución no es vinculante, la nueva tampoco tiene el efecto de un fallo judicial. Son los propios diputados los que tienen la atribución y responsabilidad de analizar las consecuencias de la denuncia de Losada.
Derechos humanos y política
Estos avatares no se pueden resolver en un campo aislado o circunscripto a las resoluciones del Inadi. Los derechos humanos están directamente vinculados al desarrollo democrático de la sociedad. Las conquistas que han conseguido sectores minoritarios están ligadas al modelo político y también al económico. Las movilizaciones de Ni una Menos, son impensadas en regímenes oligárquicos y totalitarios.
Por eso Bordón se encuentra ante una encrucijada de caminos que él mismo se trazó. Un pedido de disculpas hubiese dejado el episodio en uno más de los que se registran a diario en las relaciones de hombres y mujeres en la vida cotidiana.
Su afán de negar sus propias palabras lo llevó a gastar sus contactos políticos para manipular al Inadi, un organismo que por otra parte no está en la centralidad de las políticas del régimen que gobierna.
Su prédica, casi monotemática, en la Cámara de Diputados en favor de la independencia de los poderes constitucionales, queda absolutamente neutralizada por él mismo. Se sabe que forzó sus contactos con Ernesto Sanz, con llamadas telefónicas de Mabel Marelli, para forzar la revocación del dictamen. El interventor del organismo, Javier Buján, es un prestigioso académico, pero ha relegado su carrera en el Poder Judicial para jugarse como funcionario del gobierno de la Caba en los años de Macri. Es un hombre de partido. Es decir parcial. Difícilmente pueda sortear el requisito del acuerdo en el Senado si es propuesto para el cargo que ocupa ya no como interventor sino como presidente. No puede ocultar su pertenencia al círculo de influyentes que maneja el amigo y asesor del Presidente, Daniel Angelici, que además maneja los intereses del fútbol desde la presidencia de Boca. Hay que seguir las declaraciones de Elisa Carrió para tener una aproximación a las oscuras operaciones del “amigo”. Y es el que maneja ahora el Inadi.
La elección de Julián Seniuk en la delegación Misiones del Inadi, también en carácter de interventor, constituye un antecedente tan negativo como concluyente del doble discurso de Bordón cuando se rasga las vestiduras clamando por jueces independientes. Sin antecedente alguno en la defensa de los derechos humanos, Seniuk, se puede decir es un “bordonista” al interior de la UCR. Fue nada menos que el redactor de la expulsión de Losada del partido sin concederles el derecho a defensa. Para colmo, en un actitud que puede entenderse como provocativa estuvo ayer en la Cámara, quizá como guardia pretoriana de Bordón.
El ucerreísta con la resolución del Inadi que revoca la resolución anterior, no podrá borrar su actitud discriminatoria, pero al menos gana tiempo y logra sujetar la espada de Damocles que lo mantiene con temor a su exonerado de la Cámara. Pero se puede adelantar que el costo que paga es muy alto ya que destruye los cimientos de tribuno republicano construída en sus discursos para tener un espacio en la política misionera.
