La adhesión de los jefes de la UCR Misiones al modelo feudal correntino de hacer política basada en el poder de los hacendados latifundistas fue denunciado por los jóvenes que se fueron del partido. Las fotos de Arjol, Argañaraz y los Puerta abrazados al gobernador Gustavo Valdés explicitó el proyecto que choca estructuralmente con el modelo misionero de una sociedad más plural y una economía agraria que incluye a los agricultores. Según datos de la UNNE en Misiones, el 95,9% de las explotaciones agropecuarias son de hasta 100 hectáreas y ocupan el 49,9% de la superficie rural. En Corrientes sólo el 2,5% de los propietarios son dueños del 58,4% de la superficie. Por eso “el modelo conservador, modelo de gobierno de pocas familias”, como lo definió el recientemente fallecido doctor Fabián Ríos del PJ de Corrientes, encuentra resistencias sociales e ideológicas en el seno de la misma UCR.
Domingo 9 de octubre de 2022. El modelo feudal correntino de crecimiento y de administración del Estado es hoy el proyecto que tienen los jefes de la UCR para nuestra provincia ha generado una nueva diáspora en el partido, fundamentalmente de jóvenes dirigentes.
Yendo por partes, el modelo ya hubo de ser instalado en el debate electoral por las elecciones legislativas del año pasado. El método para transmitir la propuesta, agiornado a la liviandad a los tiempos, son las fotos. Por eso la difusión de los entonces candidatos con el gobernador Gustavo Valdés. Si en esa campaña electoral podía existir un compromiso ligado a su financiamiento y a las ambiciones de figuración nacional del correntino, hoy, después de los incendios del Iberá que desnudaron la impotencia del Estado de esa provincia y terminaron con sus sueños, hoy, cuando Valdés se muestra abrazado en sucesivos actos con Arjol, Argañaraz y los Puerta, el mensaje es más contundente: hay un proyecto. Es así, porque lejos de ser institucionales, las visitas de Valdés tienen un matiz abiertamente político. Hay una especie de juego de espejos, donde en muy buena medida los jefes de la UCR de Misiones se miran en la cara del gobernador de Corrientes.
El discurso es tan superficial como demanda el lenguaje de las redes conectadas a los celulares: eliminar impuestos. Se constituyen en cruzados del mito de la sociedad sin impuestos que ni el más ortodoxo de los economistas puede imaginar. Discurso tan simple como contradictorio ya que al mismo tiempo en que se avala la feroz concentración del ingreso, se critica la inflación y se respaldan reclamos por aumentos salariales y más salud y más educación públicas.
Aunque esta bandera de la baja de impuestos ya es una consigna vacía, sigue siendo el eje del discurso de las oposiciones de derechas.
Pero de tanto interpelar a la sociedad desde ese extremo neoliberal, que lleva a los diputados misioneros a festejar un fallo de la Corte Suprema contra su propia provincia porque es gobernada por otro espacio de representación, esa prédica simplificadora, peyorativa y hasta agresiva, está contribuyendo a estabilizar un populismo de derecha en el país y una sociedad polarizada, no por las ideas ni los proyectos, sino en la demonización del otro.
Son los mismos que festejaron otros fallos del máximo tribunal del Poder Judicial en contra del envasado en origen y del reconocimiento de los derechos de Misiones sobre la ribera del río Iguazú. Y los mismos que apoyaron las pretensiones de Corrientes de plantar nuevos yerbales sin límites.
Pensar desde la yerba
Precisamente, desde el sector yerbatero hay que seguir esas fotos que encienden alertas por la complicidad que pueda existir en la pérdida de la potestad de Misiones en la economía de la yerba mate.
Cabe recordar en ese sentido que en noviembre de hace casi un año, la visita político partidaria del gobernador radical de Corrientes a Misiones para acompañar a los candidatos a diputados nacionales de JxC, recibió el repudio de productores yerbateros por su actitud en contra de la recordada Resolución 170 del Instituto Nacional de la Yerba Mate, y de esa manera, favorecer el interés de dos o tres grandes empresas del sector, en detrimento de los pequeños y medianos productores de yerba mate.
El documento de los representantes de los productores pequeños en el Instituto señalaba que “no puedo dejar de repudiar la presencia de Gustavo Valdés ya que cuando nosotros los productores tanto de Misiones como de Corrientes logramos la tan anhelada 170, que traería el equilibrio para nuestro sector, Valdés como gobernador se opuso a esa Resolución sometiendo el interés de todos sus pequeños y medianos productores al interés de dos o tres grandes empresas”. Y agregaba: “Claramente al administración de Valdés representa una política yerbatera basada en grandes extensiones de cultivos en manos de pocos latifundistas, con un sistema de cosecha basado en la mecanización que dejará afuera a miles de productores pequeños y tareferos. Nosotros propiciamos –en cambio- una actividad yerbatera pujante, que genere riqueza para todos los sectores y que crezca de la mano de miles de familias arraigadas en sus chacras”, dice la nota”.
Este conflicto es esclarecedor. En Misiones, para pensar la política y entender de qué lado están los dirigentes, alcanza con ver los alineamientos en la cuestión yerbatera que trasciende la antinomia argentina entre kirchnerismo y antikirchnerismo que ocupan el espacio de la política desde el odio al otro.
Queda claro en Misiones de qué lado está el diputado que se abraza al gobernador Valdés que pretende habilitar la plantación de yerba en las grandes extensiones de las estancias correntinas.
La tierra y la Corrientes feudal
Como venimos señalando en estas columnas, parece obvio, pero es necesario subrayar que Misiones es muy diferente de Corrientes. Hay una base social en nuestra provincia que es el sustento orgánico del sistema democrático: la distribución y la tenencia de la tierra. Es lo que en Corrientes explica la lógica cuasi-feudal en las relaciones sociales que determinan la forma de hacer política.
Según datos publicados en 2018 por la Universidad Nacional del Nordeste, en Misiones, el 95,9% de las explotaciones agropecuarias son de hasta 100 hectáreas y ocupan el 49,9% de la superficie rural. En Corrientes sólo el 2,5% de los propietarios son dueños del 58,4% de la superficie.
Por eso “el modelo conservador, modelo de gobierno de pocas familias”, como lo definió el recientemente fallecido doctor Fabián Ríos del PJ de Corrientes.
Esta realidad, estructural de la división de la tierra, demuestra la inviabilidad del esquema feudal de Corrientes que está ligado políticamente a los latifundios.
La alianza de Arjol y Puerta con Valdés, sin dudas, está adelantando tiempos conflictivos. Desde Juntos por el Cambio se viene insistiendo en la inviabilidad de las pequeñas y medianas unidades productivas de Misiones. La lógica es la teoría ortodoxa de la productividad que está en la base de la justificación de la concentración y centralización del ingreso. ¿Se pretende terminar con las chacras y el esquema de la agricultura con agricultores?
Corrientes también vive de impuestos
Además el mito de la tierra sin impuestos, esconde otros datos.
Según el informe técnico publicado por la Comisión de Coparticipación Federal de Impuestos del Senado de la Nación, por cada 100 pesos que gasta el gobierno correntino, 81 son recursos de origen nacional. Es decir que el Estado se financia con los impuestos recaudados en otras jurisdicciones y por la ley de coparticipación federal se distribuye solidariamente.
En el comparativo de la importancia relativa que tienen en los tesoros provinciales las transferencias de origen nacional en relación a la recaudación propia, mientras Corrientes figura en el lote de las provincias que mayor asistencia reciben, el 81%. Mientras Misiones se ubica en el lote de los que están por debajo del 60%, por debajo de Santa Fe y apenas arriba de Mendoza. En 2021, el Estado misionero de cada 100 pesos que gastó, 57 fueron de origen nacional.
En agosto de este año, la transferencia per cápita para Misiones fue de 14.000 pesos, mientras que Corrientes recibió 19.000.
Otro dato duro: En el mismo mes de agosto, la diferencia de esta distribución muestra la gran dependencia y ventaja que tiene Corrientes ya que recibió en total 21.216 millones de pesos, cuando Misiones 18.866. Son 2.350 millones más. Es decir que son alrededor de 30 mil millones de pesos anuales que Corrientes recibe más que Misiones por la coparticipación.
Es la cara de la prédica contra la política tributaria de Misiones que desnuda el vacío de la consigna y hace caer el mito de la sociedad sin impuestos.
Vacío de representación
Es en este contexto en el que se entiende el portazo que dieron jóvenes de la UCR que anunciaron su desafiliación justo en el momento en que Pablo Argañaraz asumía formalmente la presidencia del comité provincia, en un acto en el que el centro de atención estuvo puesta en Gustavo Valdés, que llegó a la provincia en su carácter de jefe político y no de gobernador.
Como señalan las crónicas, los motivos expuestos de los jóvenes están directamente relacionados con la actitud de los directivos del comité de encolumnarse en el proyecto del gobernador de una provincia con prácticas políticas feudalizadas, en la que los latifundistas ejercen el poder como los antiguos señores feudales.
El otro motivo que explicitan los jóvenes para dejar el partido es que no tienen oportunidades, no tienen espacio, no los escuchan ni le brindan contención. “Trabajamos desde hace décadas para los mismos apellidos de siempre”, sostienen y ponen de ejemplo la dinámica de la Renovación en ampliar la base de sustentación y delegación de las representaciones, sectoriales y sociales en las nuevas generaciones.
El tercer motivo que mencionan son las permanentes internas. En Misiones las internas del año pasado tuvieron apenas 5 por ciento de participación y encima terminaron denunciándose entre ellos por fraude. “Queda claro –dicen- que las autoridades surgidas de esa interna no representan a nadie”.
Explican asimismo que en el orden nacional la dirigencia no puede romper las ataduras con el macrismo. “Están totalmente desorientados –afirman- peleados y con riesgo de ser, otra vez, el trapo de piso de Macri o del PRO. Manes, que es el radical que mejor mide, fue repudiado por todo el partido por hablar mal de Macri. Ese nivel de entrega tiene el partido y por eso los jóvenes huyen”.