Hugo Escalada, dirigente del alfonsinismo, hace un profundo análisis de la coyuntura política en estos días de pos elección presidencial y con vistas al balotaje. “Quienes somos radicales profundamente -y no otra cosa-, creemos en un partido de masas, no de poquitos, profundamente nacional y en un partido popular, donde de alguna manera se gobierna, se defiende el rol del Estado. Un Estado paternalista, en defensa del desposeído, de aquel que sin el Estado no puede estudiar, no puede tener salud, seguridad, ni justicia. Quienes fuimos formados en esa formación radical somos nacionales y populares; no podemos votar por alguien como Milei, con un profundo sentimiento antipopular, con un profundo agravio a los partidos políticos, a los cuales denomina directamente “la casta”. No podemos votar a alguien que va contra los ideales nuestros de toda la vida: la educación pública gratuita es uno de los lujos que tiene la República Argentina, comparado con el resto de Sudamérica. Acá podés ir a la primeria, a la secundaria y a la universidad sin pagar un peso, y terminar egresado con un título universitario y de buena calidad. ¿Cuántas familias puede mandar a estudiar a sus hijos sin una educación gratuita? ¿Cuántas familias pueden mandar a sus hijos a atenderse a un hospital de manera gratuita si no existiese esto?”, enfatizó en Canal 4 Posadas en una entrevista con Ariel Sayas. Considera que los electores no van a esperar la indicación de sus dirigentes para decidir a quién votar.
Miércoles 25 de octubre de 2023. Entre análisis y reflexiones, el dirigente Hugo Escalada –ex diputado provincial-, exploró las complejidades del actual escenario político del país. Poropone distinguir entre dos facciones dentro del radicalismo: aquellos que son radicales por sus valores y principios, y aquellos que son radicalmente antiperonistas. “Ser antiperonista no es equivalente a ser radical”, enfatiza, para recordar que la tradición radical arraigada en la historia argentina, que promueve un partido de masas, profundamente nacional y popular, está comprometido con la defensa del rol del Estado en la sociedad. Asegura que las políticas propuestas por Milei, que incluyen la eliminación de servicios públicos gratuitos, un enfoque en la privatización y una retórica antipopular, van en contra de los valores fundamentales del radicalismo.
Milei encarna, dice, una actitud y una retórica caracterizadas por el desprecio por los oponentes y la intolerancia al disenso, que son peligrosas en una democracia. Por el contrario, Escalada rescata la importancia del diálogo y el respeto hacia los puntos de vista opuestos en la política democrática” también necesaria en estos tiempos, donde el candidato libertario que participará del balotaje por la Presidencia Argentina sostiene una actitud autoritaria que no contribuye a la construcción de soluciones efectivas.
Admite que la situación política y económica actual en Argentina genera descontento y favorece la polarización, pero entiende que son posturas para las Paso y ya no para una elección a Presidente. En la primera vuelta, Javier Milei reflejó la ira y la insatisfacción del electorado hacia la clase política, pero que en la segunda vuelta, los votantes adoptaron una actitud más reflexiva, según interpreta a partir del resultado de las elecciones, donde Sergio Massa pasó del tercer lugar a ser el ganador, aunque no le alcanzaron los votos.
Hugo Escalada confía en Sergio Massa. Respeta su experiencia política y su enfoque en la construcción de un Gobierno de unidad nacional, acompañado además por un equipo de asesores sólidos y con profundos conocimientos políticos, como gobernadores e, incluso, el propio Carlos Rovira . “Massa cuenta con un equipo talentoso y federal que puede enfrentar los desafíos económicos y sociales que tiene la Argentina” definió, insistiendo en la importancia de la unidad, el diálogo y la construcción política en un momento de desafíos significativos para el país.
A continuación, la entrevista de Ariel Sayas a Hugo Escalada.
Hugo Escalada en Canal 4 Posadas
-¿Hugo, esto es similar a la previa de la Convención del radicalismo en la antesala del triunfo y la génesis de Cambiemos en 2015?
-Tiene similitudes y diferencias. Por ejemplo la reunión de la Convención de la UCR para proclamar a Macri como candidato a Presidente fue una reunión de un radicalismo en alza, un radicalismo que quería llegar al poder. La reunión de esta Convención para decidir si se vota por Massa o por Milei es la de un radicalismo en plena huida, en diáspora después del resultado absolutamente vergonzoso que han tenido en esta elección. Son dos resultados diferentes; una en donde estaban buscando un candidato a Presidente para que el radicalismo pueda volver al poder, que en ese caso era Mauricio Macri, con un montón de esperanzas, anhelos, pero girando a la derecha, lo que para mí era una alta traición. Pero era una convención de júbilo, de esperanza, de éxtasis. Esta Convención viene después de una derrota electoral abrumadora, no solamente de Juntos por el Cambio, sino del radicalismo, de un quiebre dentro de Juntos por el Cambio; yo creo que después de esta elección Juntos por el Cambio deja de ser Juntos por el Cambio, y donde los radicales tienen que decidir a quién van a votar, y donde no hay ningún radical, sea Massa o sea Milei. Fijate para lo que se van a reunir… Ahora, cuando vas a hablar de los radicales tenés que hacer una gran diferenciación, una diferenciación básica, el ABC, es como el diccionario. Cuando hablás del radicalismo hay muchas variantes, pero hay dos que son las fundamentales, y no son las fundamentales ahora, lo fueron siempre, está el que es radical porque cree en los valores del radicalismo, porque cree en sus postulados, y está el que está en el radicalismo porque es antiperonista. No es lo mismo ser antiperonista que ser radical. Muchas veces se confunde y se dice “radical es el que no votaría jamás por un peronista”, y no es así, y te voy a poner un ejemplo concreto, el radicalismo votó por Lavagna y lo llevó de candidato a presidente, no fue hace 100 años, fue hace poco, un peronista afiliado, ahí sí podían votar por un peronista; el radicalismo fue con Macri, que muchas veces se confesó peronista-fue a la estatua junto con Moyano y compañía antes de las elecciones- y ahí tampoco hubo ningún problema, Bullrich era peronista, montonera pero peronista, o sea, cuando el antiperonista lleva como candidato a un peronista no tiene problema en votar un peronista, como Lavagna, Macri, Bullrich; cuando el antiperonista tiene que votar a un peronista que está en frente, le aparecen los pelitos de gorila por todos lados y no hay manera de hacerle entender nada porque te dice “yo no voy a votar por un peronista nunca”, y se convierte en una cuestión de odio, de revanchismo. Yo soy de los que creo que con odio no se construye y ese, creo, es el primer paso que tiene que aprender un candidato como Milei, que es un candidato nuevo, que no tiene experiencia, que acaba de aparecer en la política: el odio no construye. Así que el primer paso para diferenciar cuando hablemos de los radicales,es que está el antiperonista, que no es radical: ¡Es antiperonista! Ya te hablé del antiperonista y del gorila, ahora, cuando hablamos del radical, tenemos que hablar de un partido anterior al peronismo, que se funda antes que el peronismo, es un partido nacional y popular que llevó como sus máximas banderas y líderes a Hipólito Irigoyen, que ni siquiera era partidista, era movimientista; de ahí viene después el Movimiento Nacional Justicialista que toma Perón. El movimientismo, a diferencia del partidismo, es alguien que está abierto a recibir a todo el mundo, a sumar y a sumar, no importa de dónde venga, por eso es un movimiento; con el tiempo va girando y va incorporando a todo aquel que quiera venir, se lo recibe con los brazos abiertos. Irigoyen era movimientista y venía de una profunda formación nacional y popular. Quienes somos radicales, no “ucr-ístas” -que es otra cosa-, quienes somos radicales profundamente y no otra cosa, creemos en un partido de masas, no de poquitos, profundamente nacional –Irigoyen entre otras cosas crea YPF- y en un partido popular, donde de alguna manera se gobierna, se defiende el rol del Estado; un Estado paternalista, en defenza del desposeído, de aquel que sin el Estado no puede estudiar, no puede tener salud, seguridad, justicia. Quienes fuimos formados en esa formación radical somos nacionales y populares, no podemos votar por alguien como Milei, con un profundo sentimiento antipopular, con un profundo agravio a los partidos políticos, a los cuales denomina directamente “la casta”, no podemos votar a alguien que va contra los ideales nuestros de toda la vida, la educación pública gratuita es uno de los lujos que tiene la República Argentina, comparado con el resto de Sudamérica, acá podés ir a la primeria, secundaria, universidad sin pagar un peso, y terminar egresado con un título universitario y de buena calidad ¿Cuántas familias puede mandar a estudiar a sus hijos sin una educación gratuita? ¿Cuántas familias pueden mandar a sus hijos a atenderse a un hospital de manera gratuita si no existiese eso? Yo soy de los que creo en la seguridad dada por la Policía, no en andar con un arma en la cintura y que cada uno se defienda a los tiros como en el lejano oeste, para eso está el Estado; soy de los que creo, obviamente, como buen abogado, en una Justicia y no en la justicia por mano propia o en la venganza. Que hay que mejorar el Estado, hacerlo más eficiente, que nos gustaría que la educación, la salud sea mejor, es indudable: en un país en crisis, obviamente las estructuras del Estado necesitan ser más eficientes; pero de ahí a borrarlas, que es lo que propone Milei, de ahí a darle un voucher a alguien para que vaya a estudiar, de ahí a hablar de los “viejos meados”, de ahí a decir que tiene un punchingball que practica todos los días con la cara de Alfonsín, de ahí a hablar de la casta política… Pareciera ser que Macri y Bullrich no son la casta política, cuando hasta hace poco Macri era lo peor que había y que Bullrich ponía bombas en jardines de infantes. Este muchacho está profundamente desequilibrado. Yo entiendo que mucha gente lo vote por el odio que está teniendo, y hay razones para tener odio y bronca porque estamos en una crisis económica, hay razones para estar enojado, pero cuando lo que tenés para perder es más de lo que tenés para ganar, el odio empieza a pasar por una especie de tamiz, como cuando sacás los fideos del agua. En la primera vuelta reinaba el odio a la clase política, a la crisis económica, el “que se vayan todos”, la primera vuelta que vivimos hace poco, las mal llamadas PASO, era una especie de “que se vayan todos”. ¿Y quién era el representante del “que se vayan todos”? Un outsider de la política recién llegado, que prácticamente no tiene antecedentes y que dice “hay que echar a todos los que están, porque son los culpables, no se puede construir con los que generaron este desastre”; un mensaje político claro de “que se vayan todos”. Después de la primera vuelta y una vez que la gente exhibió esa bronca hacia la clase política y votó mayoritariamente por Milei viene un periodo de reflexión, porque en la elección que tuvimos vos ya estás votando al Presidente, ya no es una PASO donde podés enmendar tu error; ya vas a votar, podría haber salido un Presidente, no salió porque no salió la mayoría necesaria, pero ya podría haber salido el domingo un presidente. Entonces el voto se vuelve más reflexivo, y para la segunda vuelta se va a volver más reflexivo aún. Quiero ser claro con esto porque abarca a todos los partidos políticos y soy un convencido de esto: hace mucho tiempo en la Argentina, la gente está por delante de los dirigentes. Digo esto porque hay muchos dirigentes que dicen “doblemos a la derecha”, y la gente dobla a la izquierda, porque hay muchos dirigentes que dicen votemos a fulano, y la gente vota a mengano. La gente ha dejado de confiar en sus dirigentes, por eso, hoy esperar a qué dice la Unión Cívica Radical a quién va a votar…¿Vos creés que hay alguien mirando atrás del televisor esperando qué le dirá la Convención Radical para saber a quién hay que votar? ¿Alguien esperando qué va a decir Macri para saber a quién hay que votar? La gente va a votar de una manera, como votó muy eficientemente y mostrando su disconformidad, diciendo:“voy a mostrar lo que si fuese por mí tendría que ocurrir hoy: que se vayan todos” -un fuerte llamado de atención- “no me caso con ninguno de ustedes y estoy cansado de todos, y voy a utilizar a este chico que apareció ahora para hacerles saber a todos ustedes que estoy enojado”. Ejemplifiquemos esto así: vos y tu hijo, se portó mal, le das tirón de oreja, lo ponés en penitencia diez días; a los cuatro o cinco días creés que es suficiente castigo y empezás a tratar de dialogar con él. Vienen las elecciones para elegir Presidente, y la gente no pasa de una magra a una buena performance de Massa porque descubrió que es más alto, tiene ojos celestes, porque el dólar bajó; hay un famoso dicho que dice “no los une el amor sino el espanto”, Mucha gente se espantó con lo que predicaba Milei, mucha gente dijo “sin subsidio yo no voy a poder pagar el colectivo”: mil pesos el pasaje de colectivo o mil quinientos pesos el tren, una ecografía o una tomografía a 200 mil pesos ¿Quién la puede pagar? Si se cumplen los postulados que propone Milei, esto va a ser un Titanic, se van a salvar los de la clase alta que puedan y el resto a arreglarse; y mucha gente lo empezó a pensar, y cuando mucha gente lo empezó a pensar no estaba escuchando a Storani, ni a Morales, ni a Bullrich, sino dijeron que “ahora que ya mostramos nuestra disconformidad, mostremos otro voto en el cual empezamos a defender nuestras causas, las cosas que creemos que son nuestras”. Esa plaza que tenés todos los días en frente a tu casa y que la mirás cuando te levantás, esa plaza a la que por ahí no le das bolilla, pero esa plaza que cuando alguien quiere cortar el árbol salís y le decís: “no corte el árbol”, que cuando alguien corta el césped te ponés contento-te estoy nombrando una estupidez-, eso es un Estado presente. Ese Hospital de Posadas que cuando no te atienden en ningún lado porque te piden la obra social al día y te piden el plus, pero vas al Hospital de Posadas y a las 2, 3, 4 de la mañana, te atienden y si te tienen que operar te operan; ese es el Estado presente. Esa policía que recorre todos los días la ciudad, te guste o no, pero que te da un poco de seguridad cuando te vas a dormir es el Estado presente. Ese juzgado donde podés ir a dirimir una cuestión que de ninguna otra manera lo podés hacer porque te echaron mal de tu trabajo, porque no te indemnizaron, porque tenés un problema con tu vecino, un problema de alquiler, entonces hacés una presentación judicial: eso es el Estado presente. Así te puedo nombrar miles de cuestiones, y ese Estado presente que defiende el peronismo como partido nacional y popular y el radicalismo real como nacional y popular, no fue regalado, hubo que ganarlo. En el 83 nosotros recuperamos la democracia y murió mucha gente para eso, hubo mucho sacrificio de mucha gente que perdió todo para que hoy tengamos democracia, para que yo pueda estar hablando con vos, aquí, con absoluta libertad de expresión; para que pueda gozar de educación, de salud y muchas cuestiones, y de repente aparece un iluminado que dice que hay que borrar todo eso de la nada. Y la gente, entonces, empieza a pasar por el tamiz y empieza a decir: “momentito, yo te puedo acompañar con que vienen haciendo macana hace mucho tiempo, estamos de acuerdo, te puedo acompañar con que se pueden haber enriquecido algunos durante mucho tiempo, estoy de acuerdo, pero enojate con ellos, no me saques la educación pública a mí, no me saques la salud pública a mí, no me saques el boleto de colectivo barato a mí, ¿Yo qué tengo que ver?” Entonces en el rol del Estado que todos queremos, porque Argentina, a diferenciad e Chile, de Brasil, de nuestros hermanos paraguayos, tiene una clase media fuerte porque tenemos un Estado presente…
-Estos movimientos de ultra derecha arrancan en la pandemia en Europa –al no poder salir–, con los streaming, con desafiar a las vacunas; al desafiar lo que los Estados indican que hay que hacer para contener los contagios: ahí emerge este fenómeno de Milei en Argentina. ¿Cuándo te diste cuenta de que todo lo que me dijiste hace diez minutos? ¿Cuál es la frase, la declaración de Milei con la que vos dijiste: “este es el límite”?
-No hay una frase porque si tuviera que elegir, estaríamos una hora acá. La política para todos aquellos que nos gusta la política –la política verdadera– es diálogo y para que haya diálogo en una familia, en un equipo de fútbol, acá, tiene que haber respeto al otro; yo tengo que respetar lo que vos pensás, aunque no lo comparta: eso se llama tolerancia. La democracia sin tolerancia no existe; cuando no hay tolerancia hay autoritarismo porque alguien impone un pensamiento único; la tolerancia implica disentir profundamente: yo no coincido en nada con Ariel pero respeto sus argumentos y dejemos después que el votante elija. Cuando tenés un candidato político, no importa si es a diputado o a Presidente, como en este caso Milei, con un profundo desprecio al otro, es una persona cerrada en sus propias ideas, no admite el disenso: él tiene la verdad revelada, la verdad única y el resto está absolutamente equivocado. El mundo vivió épocas aciagas, negras, cuando decidieron seguir a iluminados, como Franco en España, Mussolini en Italia, Hitler, y podemos ir más atrás. No existen iluminados en este planeta, existe gente con mayor o menor conocimiento, pero en democracia, aparte del conocimiento económico, político, técnico, es necesario el diálogo, el debate: aceptar que uno puede estar equivocado y dejar que la gente decida. Cuando lo vi de entrada, porque yo lo empiezo a ver a Milei no como candidato político sino cuando iba como referente económico, cuando lo invitaban a los programas para que hable de economía y hablaba del socialismo, ni voy a reproducir las barbaridades que decía… Hablaba de la democracia como ponerle una bomba al parlamento; cuando empezás a hablar de esas cosas hay una profunda actitud antidemocrática autoritaria, totalitaria, yo soy el que tiene la razón, el Parlamento no sirve para nada, el diálogo no sirve para nada, y el que está en frente no es una persona que opina diferente, es un enemigo que hay que destruir. Antes que escucharle lo que decía yo veía la actitud, ese tipo de actitud es muy peligrosa, porque genera adeptos: Hitler llega al poder en Alemania a través de elecciones, no hizo un golpe. Mucha gente me dice: “pasa que hay mucha gente embrutecida”; no es así. A Hitler lo siguieron los alemanes, el alemán es el pueblo más inteligente y más culto de Europa, con premios Nobel en todas las materias, músicos célebres, todas las ramas de la ciencia y el arte y se embanderaron atrás de alguien que no era rubio de ojos celestes, a pesar de que él decía que la raza aria era superior; él era bajito.
-Algo parecido dijo Milei cuando dijo “somos estéticamente superiores”…
-Se embanderaron atrás de Hitler que ni siquiera era alemán, porque era austriaco; entonces no se trata de quién se embandera; por ahí se embandera gente pensante y como tenés un candidato que está lleno de exabruptos, entonces los que estaban al lado de él dicen “si mi referente dice barbaridades yo también las voy a decir”. Entonces si Milei dice barbaridades yo voy a salir a decir que hay que romper relaciones con el Vaticano, y yo voy a salir a hablar de los “viejos meados”, y yo voy a salir a decir que Bullrich había puesto una bomba en un colegio infantil. Cuando nos dimos cuenta todos, eran un grupo de odiadores seriales y la gente se da cuenta de esto, entonces la gente que ya se dio cuenta de eso salió de ahí. El voto que le puede quedar a Milei es el voto profundamente antiperonista, del “no podemos dejar que un peronista siga en el poder”, ese voto del odio; pero el odio jamás -en democracia- gana a la propuesta. Así es que yo soy de los que confío. Empecé a hablar con Sergio Massa en el año 2016, cuando fuimos -con María Losada- los dos únicos expulsados por no querer acompañar la candidatura de Macri: fijate el nivel de tolerancia del que piensa diferente. El radicalismo no termina en la derecha por casualidad. Nosotros estábamos buscando un candidato a Presidente que obviamente sea una especie de síntesis entre la derecha profunda que mostraba Muricio Macri, el endeudamiento y, obviamente, un peronismo que en ese momento, casi mayoritariamente estaba enrolado en el kirchnerismo. A pesar que yo nunca tuve ningún tipo de problema con ellos, he estado con Leopoldo Moró en reuniones donde estaba Cristina Kirchner.Buscábamos una síntesis, ningún extremo, ni Macri que era un extremo en ese momento, ni el kirchnerismo, para tratar de salir de la grieta, y te puede gustar o no Massa, pero él es un laburador de la política de toda la vida, es un tipo que las 24 horas del día, al igual que Rovira –tienen similitudes muy fuertes- está pensando en la política, está tratando de ver cómo construye, cómo suma voluntades, cómo acerca posiciones.
-Ahí ves una similitud entre Rovira y Massa…
-Así es, muy fuerte; y no solamente una similitud sino en el estilo de construcción política, es un estilo aperturista, integrador; este llamado de Massa a formar un gobierno de unidad nacional, a incorporar gente que venga de otros partidos, importando lo que puede dar y no de dónde vienen; hacer un estudio minucioso de los detalles políticos; gente que vive para la política y a partir de esa gente que vive para la política habrá logros porque se dedican a eso, y habrá gente que los odie porque tienen éxito. En ningún momento tuve la menor duda de que Massa en algún momento iba a llegar a ser candidato a Presidente de este país, por eso me saco esa foto con él, y me alegro que lo sea; espero que sea el próximo Presidente de los argentinos, porque le gusta la política, porque cree en la política, cree en la construcción política.

-¿Hoy no estás militando políticamente con él?
-No, yo tengo contacto con gente que está encargada del armado del interior de Massa, así que conversamos con ellos, sigo teniendo contacto con ellos; pero lo mío en este momento es que institucionalmente –estoy al frente del Instituto Forestal Provincial de Misiones–, dentro del Gobierno de la Renovación. Pero hablando de la política nacional creo en los constructores: entonces tenemos una persona como Massa que viene construyendo hace mucho tiempo, y en frente alguien con una absoluta inexperiencia política que se cansó de decir cosas de las cuales ahora mismo está arrepentido, me imagino que ahora que sale a pedir votos de la izquierda…
-Pasa que con el triunfo se queda sin el argumento… la primera derrota no es solamente a la figura de Milei, es el argumento de Milei.
-Un error central de Milei –no quiero arrogarme tener la verdad, pero desde mi óptica es un error central-. Yo soy de los que cree en las banderas, siempre creí en las banderas; hoy la podré defender yo a esa bandera, mañana otro, pasado otro, y pongo siempre un ejemplo que es muy feo pero que muestra un ejemplo de otra época: en la Primera Guerra Mundial murió más gente que en la Segunda porque las batallas eran de trincheras, estaban a metros unos de otros, entonces se mataban sin avanzar, estaban días y días y avanzaban pocos metros. Entonces en un momento empiezan a poner alambradas, para que por más que mates al adversario, no puedas avanzar. Había soldados que se arrojaban arriba del alambrado para que sus compañeros pasen por sus espaldas para ir al frente: una figura de absoluta entrega, heroicidad y de dar la vida por los compañeros; ese tipo de actitudes en donde vos creés en el resto, en el conjunto y no solamente en vos, es algo que se perdió hace mucho tiempo en todas las áreas, pero es algo que tenemos que recuperar, y lo vamos a recuperar siempre y cuando en vez de recuperar el odio impere la construcción. Si yo hoy hago un gran gesto hacia vos, es muy probable que mañana vos me lo devuelvas, entonces yo tengo que tender puentes, no para que me devuelvas el gesto sino porque lo tengo que tender. Si yo genero odio y grieta, el resultado que vamos a tener es más odio y más grieta. Massa ha construido viniendo de la UCD, no viene del peronismo, a pesar de que muchos ahora lo llaman kirchnerista; por mucho tiempo fue un gran crítico del kirchnerismo. Él aceptó integrarse a este gobierno sabiendo que era rechazado por mucha gente y acepta el Ministerio de Economía en un momento que el país quemaba. Te estoy dando ejemplo de haber aceptado momentos históricos que eran adversos, no momentos donde era un triunfador. ¿Qué más pruebas tiene que dar?
-Él se presenta en las legislativas de 2013, empieza a construir para la presidencia de 2015, que pierde, y fijate que en este momento a Massa se le da toda las circunstancias políticas porque muchos dicen que tiene una inflación interanual de 140 por ciento, mañana el dólar puede estar 3 mil pesos, el poder adquisitivo baja, los números de la economía están todos mal, y el tipo es ministro de Economía, que todo el mundo dice “cómo pueden tener un candidato Ministro de Economía con esos números y encima competitivo”. Y ahí voy, me da la sensación de que en este momento Massa está angelado, viste esos goleadores que en cuatro cinco partidos no meten goles, está cerrado el arco, como Cavani, que de repente mete un gol en la semifinal de la Libertadores, y se le abre al arco para la final. Creo que Massa tiene un componente muy particular que es el de la suerte, que es el momento justo; se nota que Massa es un tipo que se preparó toda la vida para este momento.
-Yo adhiero a tu análisis pero quiero dejar un mensaje. Es cierto que necesitás suerte en tu vida, pero como decía Einstein: “a la suerte la ayudo todos los días a las 6 de la mañana cuando me levanto a pelar las pestañas delante de un pizarrón para hacer fórmulas matemáticas”. Yo creo que Massa necesita suerte para ser Presidente, para gobernar este país, porque de ser electo Presidente lo que viene es muy duro.
-No hay cien días de gracia; hay un mes como mucho…
-Pero yo confío en Massa no tanto por los valores que pueda tener, o porque hace mucho viene haciendo política y es muy sacrificado; adhiero por el equipo que tiene. Hoy Massa tiene un equipo privilegiado en el que hay muchos gobernadores, mucha gente del poder en Argentina, que tiene mucho conocimiento de la política, tiene asesores de lujo, entre ellos Carlos Rovira. Entonces es bueno confiar en una persona, pero es mucho mejor confiar en un equipo, y cuando ese equipo encima es federal, que es lo que estamos necesitando nosotros, porque en Misiones seguimos discutiendo si nos gusta fulano a mengano pero son todos unitarios. Estoy harto de que gobierne quien gobierne, peronista o radical, tengamos que ir los “misioneritos” a golpear la puerta allá para que nos den el laudo de la yerba mate, para que nos arreglen el puente que se cayó en tal ruta, para que nos suban la coparticipación; nosotros somos parte fundante de este país, las provincias son preexistentes a la Nación ¿Por qué tenemos que ir a desfilar a la Capital Federal para pedir cosas que son nuestras? Por primera vez aparece un candidato a presidente que habla de un Gobierno de unidad nacional, que tiene entre sus asesores y entre su componente político a gobernadores, tiene un equipo muy importante y que ha hecho un mensaje de llamado a la paz, a la unidad, a romper la grieta y a tirar todo el carro para adelante, no es poca cosa.Volviendo a la Unión Cívica Radical, no importan la Convención, no importa lo que diga en Posadas Pepe Pianesi, o lo que diga Gustavo González en Eldorado, lo que diga Gerardo Morales en su provincia; la gente hoy está por delante de sus dirigentes y por eso está votando como está votando. Los dirigentes que muy pícaramente se dieron cuenta de que la gente ya no es más manipulable empezaron a liberar a sus votantes, fijate qué magnánimos, “yo le voy a dar libertad de elección a mis votantes” dijo Schiaretti; también lo dijo Lilita Carrió, ¿Les das libertad de acción o tenés miedo de decirles “vamos para allá” y que vayan para el otro lado? La diáspora del radicalismo no empieza ahora, empezó en las elecciones, tuvieron la mitad del caudal de votos en Posadas entre las PASO y el domingo pasado, ya empezó la diáspora radical, después de que pierde Larreta, la diáspora radical empezó de manera muy profunda; no están esperando a ver qué va a decir la Convención, ahora en la primera vuelta ya votaron a otro lado, y esto va a continuar porque la gente va a votar en defenza propia, va a votar por lo que ellos consideran que es válido, por la democracia, por un Estado presente, por lo que se logró desde el 83, y no por el odio. Esa es mi conclusión, puedo estar equivocado, pero tengo una profunda convicción y esperanza de que no va a ser así.
