El dirigente peronista Carlos Valenzuela destacó la necesidad de un debate serio y fundamentado sobre el rol del Estado y la dirección que debe tomar el país, sobre todo en estos tiempos, con la presidencia de Javier Milei. Mientras Argentina enfrenta desafíos internos y externos, entiende que el peronismo va a emerger como la fuerza clave que debe adaptarse y liderar el camino hacia un futuro más próspero y estable, asegura, con una mirada crítica y reflexiva sobre el estado actual de la política y sus actores principales. La nota en Plural TV, de Canal 4 Posadas.


Miércoles 24 de abril de 2024. El dirigente peronista Carlitos Valenzuela analizó en Plural TV el escenario político actual en Argentina, en un momento en que el país enfrenta desafíos significativos en torno al papel y la dirección del Estado nacional, donde Valenzuela identifica tensiones internas que reflejan una división entre dos visiones opuestas.
Valenzuela describe esa lucha interna en el Gobierno nacional entre fuerzas centrífugas y centrípetas con respecto al rol del Estado. La fuerza centrífuga, representada por ciertos funcionarios y el propio Presidente, que aboga por una reducción del Estado, llegando incluso a hablar de un «Estado mafioso». Esta visión se contrapone a la de las fuerzas centrípetas, que buscan mantener un Estado funcional y sostener relaciones institucionales sólidas con las provincias.
Esta división se manifiesta en acciones contradictorias dentro del mismo Gobierno, como nombramientos y destituciones rápidas en decretos sucesivos. Valenzuela advierte, en ese sentido, que esta inestabilidad interna llevará inevitablemente a un debate fundamental sobre el tipo de Estado que Argentina necesita.
Cuando se le pregunta sobre la viabilidad del Estado propuesto por el Presidente, Valenzuela, conocedor de la política en todos sus formatos, es contundente: “no es viable”, define. Y señala que mientras Javier Milei y algunos de sus funcionarios buscan destruir el Estado, otros trabajan para reconstruirlo: “otros, dentro del mismo espacio”, explica Destaca la importancia de mantener una relación institucional mínima con las provincias, independientemente de las diferencias políticas.
¿Y el Papel del Peronismo? Valenzuela reconoce que el peronismo será fundamental en el nuevo panorama político argentino. Sin embargo, insiste en que el peronismo debe adaptarse a los tiempos modernos, manteniendo sus convicciones pero buscando eficiencia y desarrollo. En su análisis, también es crítico hacia adentro, con aquellas políticas que llevaron al deterioro interno y a una dependencia unilateral en las relaciones internacionales.
Por otro lado, Valenzuela también es crítico con la estrategia del Gobierno de plantear temas distractores, como el debate sobre los salarios de los legisladores, las peleas con los protagonistas de la cultura y los enemigos permanentes que el presidente busca a través de las redes sociales. El dirigente misionero considera, en este sentido, que estas discusiones como estériles y subraya la importancia de centrarse en los problemas reales que enfrenta el país, como el deterioro del mercado interno y la falta de seguridad jurídica.

Carlos Valenzuela en Plural TV


-¿Cuál es el escenario político de estos días?
-Veo un escenario nacional donde, desde mi perspectiva, es algo inédito lo que se está dando. Hay dos fuerzas: una fuerza centrífuga y una fuerza centrípeta que están funcionando dentro del Gobierno nacional con respecto al rol del Estado. La fuerza centrífuga es la que quiere expulsar al Estado, el significado del Estado, por eso el Presidente habla del Estado mafioso, felicita a los que fugan divisas. Es la disolución del Estado en la concepción que tenemos como tal. Y a su vez, dentro del mismo Estado, dentro de la misma fuerza, hay funcionarios que son las fuerzas centrípetas. Por ejemplo, los que andan recorriendo las provincias, que tratan de sostener esos dislates atados a un mínimo Estado para que podamos funcionar. Son los que conversan con los gobernadores, los que se dan cuenta de que todo ese desquicio que se manifiesta en los debates twitteros son contraproducentes. Son dos fuerzas adentro y en un momento eso va a terminar en un debate natural, cuando el árbol no tape más el bosque, en el verdadero debate de fondo que va a haber en Argentina: ¿cuál es el rol del Estado que vamos a tener, qué Estado quiere el ciudadano? ¿Este Estado anarcocapitalista que nos está conduciendo a esta situación, y que en el mismo gobierno haya otra fuerza hacia adentro que pretende poner anclas de resoluciones de Estado?… Se ven situaciones insólitas dentro del Estado, como por ejemplo, en un mismo decreto designan a una persona, en el siguiente artículo la echan, y en el tercer artículo designan a otra persona. Eso es gente que llegó al Estado pero que no lo quiere. Así es que como argentinos vamos a tener que definir qué queremos del Estado.

-¿Es viable ese Estado que propone el Presidente?
-No. Él quiere el no Estado. Por eso sus propios funcionarios salen a contrarreloj a tratar de construir de día lo que él destruye de noche. El caso el Ministro del Interior y un tal Lole que anda dando vueltas con él, que son los que tratan de sostener una relación mínima de nivel de institucionalidad con las provincias, independientemente de la opinión que tengamos de la visión política que tengan. Esa es una pelea de fondo tremenda, es decir, se resuelve algo desde el Estado durante el día y a la noche un tuit te lo desarma.

-Y no es broma…
-Para nada, esto está ocurriendo en este momento. Y en su momento va a ocurrir que, parado enfrente, en defensa del Estado que pretendemos va a surgir una fuerza pampermonista, más abierta, porque el peronismo va a ser el eje del nuevo armado que se va a ver y que incluso la propia fuerza libertaria va a pretender que esté parado en frente como fuerza de oposición. Ahora, el peronismo deberá tener la inteligencia de redefinir un Estado moderno, con parámetros de eficiencia, no un Estado fofo, y que a su vez trabaje para el desarrollo y el crecimiento del argentino. Nosotros hoy tenemos un mercado interno destrozado, que es lo que destrozó la recaudación. Probablemente el Presidente hoy anuncie que logramos un déficit cero nuevamente, pero ¿a qué costo? A costo de destrozar el aparato productivo de la Argentina. También vamos a tener que redefinir cuál será nuestra relación con el mundo multilateral de hoy, y que Milei nos llevó a atarnos a un mundo unilateral que no existe más. Todo eso se va a tener que redefinir en la Argentina en los próximos tiempos. El presidente tiene legalidad, pero a medida que pasa el tiempo va perdiendo legitimidad.

-¿El peronismo se adapta siempre a los tiempos?
-El peronismo acepta el mandato del pueblo que eligió a este Presidente, pero el peronismo no va a ceder en sus convicciones, precisamente a la definición de lo que ha llevado la vida política en la Argentina, es decir, adaptándose a los tiempos con las nuevas herramientas que hay, pero sin apartarse de lo que cree. Fíjense que las fuerzas que más están sufriendo hoy esta fuerza centrífuga del Presidente es la Unión Cívica Radical, es decir, están siendo expulsados de los sectores de la vida política; también el Pro, que están ninguneados y no pueden cerrar negocios porque no hay seguridad jurídica, ya que quienes pretenden hacerlo, tanto a nivel internacional como local, no pueden lograrlo porque no tienen ninguna seguridad jurídica, y no hay seguridad jurídica porque se destruye la relación institucional. Entonces estamos en una situación de no Estado, de no definiciones. Ya veremos en qué vamos a terminar, el pueblo va a definir cuándo resuelve esto.

-Hay algunos temas que aparecen como distractivos, por ejemplo, el debate del sueldo de un diputado. ¿Es importante discutir eso?
-No, hay una inteligencia comunicacional que planta árboles delante del bosque para que nos distraigamos con el árbol, y uno de esos árboles es el tema de los salarios de los legisladores. Estamos agotando el tiempo discutiendo salarios, si corresponde o no corresponde, es una discusión que nosotros en mi juventud dábamos respecto a lo que ganaban las fuerzas militares en la época de la dictadura, y había un sector que decíamos que lo importante no es discutir lo que ganan ellos sino lo que ganamos nosotros, el pueblo. No es achatar sino que es levantar para arriba. Estas discusiones son estériles, no tienen ningún significado. Además, atacar al Congreso es atacar a la fuerza democrática de la Argentina. Es decir, siempre que hubo golpes institucionales en la Argentina se suspendió el Poder Legislativo, el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo siguieron funcionando. El funcionamiento del Poder Legislativo nacional representa el 0,04 del PBI nacional, no tiene ninguna significancia. Ahora, cuando comparás los sueldos de los legisladores a los de un jubilado o a un sueldo mínimo decís: “Uy qué barbaridad”, pero desde el punto de vista real y profundo es una discusión estéril, no tiene ningún sentido.

-Levantémoslo de abajo en todo caso…
-Por supuesto, eso es lo que tenemos que jugar, miremos lo real. Miremos por ejemplo a los que estuvieron en Llao Llao, ¿cuánto nos sale esa gente que estuvo ahí? Nos sale mucho más que mil congresos de la Nación. Cuánto sale Galperin que vive en Uruguay y que acá tiene una excepción financiera por más de 150 millones de dólares por año.

-¿Crees que le sirve al Gobierno plantar estos temas para no mirar otras realidades?
-Yo creo que le sirve para distraer porque vemos que hay un sector que está rápidamente intentando tirar anclas, como por ejemplo el Ministro de Economía con respecto a las prepagas, que retrocede. Hay un sector que está dándose cuenta de que si no tiran anclas van a un fracaso rotundo en poco tiempo, y creo que ese camino en algún momento se va a ir dilucidando. El Presidente vive otra realidad, vive una realidad ajena a la que vivimos los argentinos.

-¿Es importante la presencia del Ministro del Interior en la provincia?
-Yo no le creo mucho a ellos porque no veo que estén en condiciones de cumplir, porque llegan allá y el que lo recibe en Olivos puede decir otra cosa… Es decir, primero mostrame el decreto y después fijate que llegue la transferencia.