El presidente Javier Milei (La Libertad Avanza) anunció esta semana por Cadena Nacional que el Estado alcanzó el superávit fiscal en el primer trimestre del año. El superávit fiscal se logra cuando un Estado gasta menos de lo que recauda. En caso contrario, se dice que hay déficit fiscal. Hay dos formas de medirlo: el superávit primario, que analiza la diferencia entre gastos y recaudación sin contabilizar el pago de la deuda, y el superávit financiero, que sí incluye el pago de la deuda.

Jueves 25 de abril de 2024 (Chequeado). El presidente Javier Milei (La Libertad Avanza) informó que el Estado nacional alcanzó el superávit fiscal en el primer trimestre del año. El mandatario habló este lunes en cadena nacional y confirmó la información que anticipó ante empresarios en el Foro Llao Llao,
El Ministerio de Economía ya había anunciado que había logrado superávit fiscal en enero y en febrero. Pero, ¿qué significa este concepto?
La situación fiscal de un Estado, ya sea nacional, provincial o municipal, se mide comparando sus ingresos (impuestos y multas, por ejemplo) con sus gastos (asistencia social y salarios, entre otros). Cuando en un año el gobierno recauda más de lo que le gasta se dice que tiene superávit fiscal, mientras que cuando el gasto es mayor a los ingresos que obtiene se considera que tiene déficit.
Sin embargo, este resultado fiscal se mide de dos formas: mediante el resultado financiero o el resultado primario.

¿Qué es el superávit primario y financiero?
En la Argentina, el resultado fiscal se contabiliza de dos formas diferentes. El resultado primario compara los ingresos del Estado (por ejemplo, a través del cobro de impuestos) con los egresos (los gastos que efectúa la administración en un período determinado).
En tanto, el resultado financiero incluye en esta ecuación los egresos por el pago de intereses de deuda. En el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), por caso, el indicador utilizado para saber si se cumple o no con las metas es el déficit primario.
Como se cuenta en esta nota, la forma de contabilizar el déficit fiscal en la Argentina cambió en los últimos años. El primer cambio ocurrió a finales de 2015, impulsado por el entonces ministro de Hacienda de la Nación, Alfonso Prat Gay, y el segundo, en 2017, cuando Nicolás Dujovne asumió en el Ministerio.
Durante los primeros dos meses del año el Gobierno logró el superávit financiero, es decir que gastó menos de lo que recaudó, incluso contabilizando el pago de la deuda.