Tires y aflojes de una sábana bastante corta.

Domingo 26 de mayo del año 2 de JMilei, sin Pacto de Mayo.
Mientras las protestas de los policías y de los docentes se mantiene en Misiones, el resto funciona con normalidad, salvo para los medios de prensa que, con placas rojas y coberturas maratónica informan sobre una provincia incendiada.

-Estamos en vivo con Misiones, para que nos des un pantallazo de la situación que se está descontrolando y, según podemos ver, está prendida fuego (dijo el conductor desde un estudio radial desde Buenos Aires, al darle pie a un periodista posadeño que se aprestaba a salir al aire y que se sorprendió con el comentario de presentación).
-Si, está prendida fuego, en dos por dos metros donde cocinan en un disco de arado para que almuercen un guiso de arroz con pollo los policías y penitenciaros que acampan en la avenida Uruguay de Posadas desde hace varios días, en reclamo de mejoras salariales, mientras el Gobierno local negocia el monto final que finalmente otorgará y que fue creciendo en porcentaje conforme pasaron los días, aunque el acampe policial rechazó en dos oportunidades la oferta -disparó el periodista, molesto con el encuadre del conflicto-.

-No te entendí. Me decís que está todo tranquilo por ahí…
-No no, tranquilo tranquilo, no. Hay un reclamo, una negociación y un acampe; largo, molesto, tedioso, contundente; justo para unos, ilegal para otros, pero eso no quiere decir que Misiones se esté prendiendo fuego. Acá el fuego es para cocinar y para calentar el ambiente… no más que eso, en un contexto de reclamos y de protestas por la pulverización de los salarios gracias a la inflación y a las medidas que tomó el Gobierno nacional al recortar los fondos de las provincias…, tal como prometió en campaña y tal como está cumpliendo porque, hay que decirlo, Milei cumple el compromiso con sus electores y la sociedad misionera, docentes, policías, comerciantes, son los electores de Milei… -le respondió, pichado, por el sensacionalismo porteño que se observa una vez más a través de la televisión del centro del país, pretenciosamente autodenominada como prensa nacional-.
La charla siguió, ahora sí, con un devenir informativo y un intercambio sin adjetivos calificativos, que recién ahí buscó ahondar en el contexto.

Mientras tanto, los analistas políticos del Gobierno local intercambiaban datos para explicar la realidad de los números y de las respuestas a las demandas, no sin torpezas, pero respuestas al fin, enfatizando que aún con las manifestaciones salariales, la Provincia mantiene su funcionamiento institucional sin alteraciones en todos los sectores. Las escuelas, hospitales y comisarías continúan operando, con todos sus servicios con normalidad, mientras la ciudadanía sigue con sus actividades cotidianas sin inconvenientes, más allá de los cortes de ruta y de las molestias que provoca el acampe policial a los vecinos y comerciantes de la zona de la protesta.
Sobre el cierre de la semana, el gobernador Hugo Passalacqua anunció el aumento salarial que llegará a los bolsillos de toda la administración pública esta semana, antes que finalice el mes. El Gobierno informó, en ese sentido, que suma cerca de 15 mil millones de pesos a los sueldos del sector público en un esfuerzo que busca recuperar el poder adquisitivo perdido debido a la inflación nacional aun cuando Misiones enfrenta una disminución del 30% en la coparticipación federal y una caída del 20% en su recaudación propia, que se agrava en el contexto de crisis económica y social de todo el país.

-No te olvides que este es el tercer ajuste salarial del año para los empleados públicos de Misiones, quienes van a cobrar puntualmente antes de fin de mes; y también van a cobrar a mediados de junio el aguinaldo, que representa un esfuerzo significativo porque también la provincia, con fondos propios, hace frente al Fondo Provincial de Incentivo Docente (Fopid), creado con fondos propios después que la Nación eliminó el Fopid. Este fondo representa el 13% del ingreso de cada docente -explicó un funcionario que conoce los números-.
Insisten con que los aumentos anunciados superan en algunos casos casi tres veces la inflación de abril, como una decisión de atender las demandas “lógicas” -dice- y los ingresos de los 50 mil trabajadores públicos de esta provincia. Argumenta que esta respuesta es posible “gracias al equilibrio fiscal y la buena salud económica de Misiones, por administración y porque contamos con una ley que nos prohíbe tomar deuda; Misiones está desendeudada, por eso podemos atender las demandas salariales, sin acompañamiento de la Nación, pero tampoco se puede dar un aumento del cien por ciento. No se pude. No hay otra provincia en el país que esté ofreciendo un aumento del 100% a sus empleados públicos, como exigen algunos sectores minoritarios acá; ni el Estado nacional ni los privados. Insistir en esta demanda irreal parece una táctica para evitar acuerdos y generar inestabilidad institucional. En el caso específico de la Policía, la exigencia de negociación salarial y amnistía se asemeja al comportamiento de un sindicato, algo que la Corte Suprema de Justicia de la Nación prohíbe para las fuerzas armadas. Este es el comportamiento que busca la Mesa de Diálogo policial”, enfatizó.

-Los voceros de la policía le piden a los medios que “aclaren que el reclamo es salarial y que no hay intencionalidad política, ni por delante ni por detrás…
-Pero la presencia activa de sectores politizados en las protestas, que no son empleados de la policía, ni de educación ni de salud, sugiere otra cosa; sugiere que hay intereses no salariales en juego, especialmente considerando su papel en los disturbios del jueves en la Legislatura. Estos elementos están identificados y revelan otras motivaciones.

-¿No hay más plata?
-Y no. Ahora el problema es claramente económico. Si la provincia tuviera más recursos, resolvería la situación como en años anteriores. Pero no llega plata. La reducción en la coparticipación, la caída en la transferencia de fondos no automáticos y el descenso en la recaudación propia, por la propia crisis, impacta en el Presupuesto provincial. Hay que seguir administrando, no es solo pagar sueldos y listo… y eso que Misiones es una de las provincias con menor proporción de empleados públicos por habitante. Los 50 mil empleados públicos representan menos del 10% de la población económicamente activa, que según el último censo es de 700 mil personas. El empleado público promedio tiene salarios significativamente más altos que los trabajadores del sector privado. Decir que los salarios estatales son insuficientes implicaría que los del sector privado están en peores condiciones.

Mientras tanto, en el acampe policial hace frío. Las caras muestran cansancios, las ropas y los cuerpos tienen, indefectiblemente, olor a humo de las leñas de las fogatas para cocinar o repeler el fuego.
Los muchachos están agotados y la lluvia y el frío no dan tregua.

-¿Siguen o no siguen, muchachos?
-Seguimos. Pero nos queremos ir.