La planificación de eventos en Posadas revela una desconexión entre las decisiones administrativas y las necesidades de la comunidad. Mientras los grandes espectáculos encuentran espacios adecua-dos, otras actividades culturales y comunitarias sufren por la falta de accesibilidad y conexión. Ante más eventos, se requiere mayor consideración a la hora de gestionar los espacios públicos, plantea el autor de esta nota.

Por Oscar Alejandro Degiusti, licenciado en Turismo

Miércoles 26 de junio de 2024. A partir de la organización de distintos eventos de carácter gratuito y de otros que están proyectados en la ciudad me empecé a preguntar en cuáles son las lógicas de elegibilidad del espacio.
Para introducirnos en la idea, “gestionar los espacios” de una ciudad es administrar los lugares para el uso eficiente y eficaz de los mismos de acuerdo a un objetivo. En este caso el objetivo sería la organización de un evento libre y gratuito. Si es privada la organización, impera otra lógica.
Puntualmente, me pregunto qué variables están presentes al momento de decidir qué espacio es el más adecuado para determinado evento o actividad. Gestionar además implica entender los días y las características de preferencias y perfiles de consumos que se realizan en cada uno de ellos, como de edades y de las características de la circulación de los usuarios.
Toda gestión además, necesita de una decisión que se debe tomar, las que pueden ser resultado de un análisis racional y conveniente a partir de determinadas variables (no siempre lo racional necesariamente conduce a lo conveniente, ni lo conveniente es racional); también puede existir el desconocimiento o una no evaluación; el capricho o arbitrariedad, o la moda entre otros motivos. Porque los espacios también hablan, discriminan, despersonalizan, socializan, etcétera.
Existen diferentes variables a evaluar para tomar la decisión de un espacio: que sea preferentemente un espacio con identidad y reconocido (legitimado) por la población; que sea adecuado para el objetivo de evento o acción (además significa que tenga cierta protección ante inclemencias del clima o de situaciones imprevistas; que posea alta conectividad y facilite la circulación, es decir, que la gente tenga facilidad para llegar, sobre todo aquellos que no tienen vehículos; que exista un equipamiento urbano o comercial que complemente las acciones, el volumen simultáneo de asistentes, y la logística organizativa requerida; que haya infraestructura cercana que facilite la logística de la organización.
También, deberán evaluarse los días, horas y perfiles de usuarios y de usabilidad como del tipo y frecuencia de circulación que generan.
Vamos a poner dos ejemplos, de Posadas, como para destacar lo que sostengo, que es una decisión acertada en la elección del espacio.
Por un lado, un megarrecital como fue el de Tini, donde se prevé un volumen de gente superior a las 6.000 personas, indudablemente descarta el Anfiteatro Manuel Antonio Ramírez (que tiene identidad y mejor conectividad) y sólo queda el Parque La Cantera, un No lugar podríamos decir, no tiene identidad, pero puede concentrar el volumen requerido sin que cause inconvenientes colaterales.
Por otro lado, los eventos organizados por la Cámara de Comercio (Reventón, Black Friday, y similares) se autorizan en las Plazas principales de la ciudad, a pedido del comercio local por entender que son lugares de identidad en la ciudad; ahí existe alta conectividad (casi todos los ómnibus de transporte público pasan cerca), hay protección en caso de inclemencias meteorológicas; son zonas comerciales urbanas con buen equipamiento, el volumen simultaneo no compromete la capacidad de carga y la gente que circula posee altas probabilidades de consumir.
Ahora pondré algunos ejemplos que merecen ser analizados y donde no es claro identificar cuál es la variable decisional para insistir o no querer ver opciones alternativas. Algunos son pasados y otros a futuro.
 El año pasado (1 de julio) se había organizado un homenaje a Luca Robaldo, militante de la comunidad LGBT -y al margen excelente persona, a quien conocí y doy fe-. ¿Dónde? En el anfiteatro El Brete. La Cámara de Comercio en las Plazas céntricas y el colectivo allá lejos donde no hay conectividad (casi no llegan tantos colectivos), está alejado del sector comercial. Los espacios también hablan. Punto.
 La Estudiantina: este es el caso más paradigmático y contradictorio que se debate actualmente. En lo personal no me considero un fan de esta celebración, pero es indudable que merece toda su consideración por tener una identidad en la ciudad, y una legitimación ya establecida desde hace muchos años y generaciones. Además existen muchos recursos comprometidos (escuelas, familias, emprendedores, Municipio). La contradicción: simbólicamente le entregamos la ciudad pero queremos organizarles la fiesta.
En los últimos días trascendió en los medios la iniciativa, que no es nueva, de trasladar la Estudiantina” del cuarto tramo de la Costanera al Parque La Cantera (La Cascada), sin mayores fundamentos que justifiquen la idea.
Hagamos a modo expres un pequeño comparativo de los espacios. El cuarto tramo de la Costanera como conocemos al sector, es un lugar que parecía que sería el definitivo, ya que la Estudiantina, en su historia, pasó por muchos espacios a medida que la ciudad iba creciendo (calle Bolivar y avenida Corrientes, por ejemplo). Este sector de la Costanera es un espacio de identidad (allí estaba justamente la Estación de Trenes y también un símbolo de la cultura cuando estaban los galpones); es un evento lineal, es decir no concentra volumen de personas en un sólo lugar; hay buena conectividad de colectivos, además que se encuentra cerca del casco céntrico y de empresas de taxis y remises; existe un equipamiento urbano ante condiciones adversas del clima (hay trajes, carrozas, y muchos recursos comprometidos ante algún imprevisto como la lluvia o tormentas); además de la presencia de un sector gastronómico comercial y emprendedores. Por el contrario, La Cascada es un No Lugar: no existe casi conectividad del transporte urbano (los colectivos pasan a varias cuadras); las opciones de refugio ante cualquier imprevisto climático (frio, viento, lluvia) son nulas; es un lugar No comercial, más allá de la habilitación de algunos fast food (locales móviles de comida) y los emprendedores que puedan acceder.
La reciente Feria del Libro en el cuarto tramo de la Costanera durante cuatro días, y coincidentemente con el fin de semana del Día del Padre es digno de algún comentario. El espacio es adecuado, tiene una infraestructura importante para la logística que se requiere en la organización. Ahora, desconozco si diez mil personas en los cuatro días -como indicaron los medios- es “mucha gente”, si creo que puede existir un atenuante si sumamos el mal tiempo y el Día del Padre en el mismo fin de semana. ¿Cuántos docentes, estudiantes y lectores hay potencialmente en Posadas, de los cuales muchos no lograron acercarse? ¿O estos eventos cautivan sólo al 2,5% de la población de Posadas?
Tal vez muchos se imaginen una Feria del Libro ocupando las plazas, aprovechando la conectividad y la presencia de decenas de escuelas cercanas, aprovechando el equipamiento de los Museos o Escuelas, como para generar no solo charlas y presentaciones sino también las visitas (cuántos chicos no entraron a algunos de los museos de la ciudad). Incluso un lugar desaprovechado y con mucha historia e identidad es el parque Paraguayo con el museo Aníbal Cambas, la Legislatura y el Anfiteatro Manuel Antonio Ramírez. No pienso en arbitrariedades o caprichos, aunque estimo que debería haber más reflexión y empatía con el ciudadano de “a pie” en la distribución y decisión de espacios para eventos gratuitos en la Ciudad.
La próxima “Expo Posadas Ciudad Universitaria” que será en agosto y que se realizará en el Parque La Cantera (La cascada) condensa las mismas preguntas: por qué elegir un lugar sin identidad, sin refugios, casi sin conectividad (no hay colectivos, a menos que te lleven de las escuelas), si en el cuarto tramo de la Costanera a veces resulta difícil que la gente se acerque, excepto los domingos; aquí será más complejo aún. La idea es justamente ampliar la circulación y participación de alumnos que necesitan informarse de la oferta de carreras que existe en la ciudad.
La reflexión lleva, finalmente, a reclamar más empatía con los ciudadanos de a pie al momento de decidir dónde realizar determinados eventos. Como nota a destacar, que no se trata sólo de los espacios sino además de los días, y hasta de las horas en que se desarrollan las actividades: es decir, hay días para cada lugar y para cada sector. Varias actividades recientes -muy importantes- no tuvieron en cuenta estos detalles y no impactaron en las visitas que usualmente habría de tener en un domingo por ejemplo. Pero esto es para otro análisis.