No se puede entender por qué la UCR de Misiones sigue destruyendo la imagen de Gustavo González. Son los mismos radicales los que ante cualquier micrófono a mano se ponen a debatir sobre sostener o bajarlo de la candidatura a gobernador. Si se descartan teorías conspirativas, pareciera que los responsables de la crisis de representación en la que volvió a caer la UCR no prestan atención al daño que causó a la credibilidad del partido la forma confusa con la que se encararon las negociaciones para la formación de una gran alianza provincial anti-renovadora.
Después de la sorpresiva caída en las PASO, el único que demuestra haber recibido el impacto es el desaparecido Hernán Damiani. En cambio, los diputados Pastori, Bordón, el mismo González y el concejal Velázquez, siguieron en los medios con la misma prédica y las mismas pretensiones.
CHAVELA VARGAS: El culebrón de la UCR remite a “el último trago” de Chavela Vargas que se desgarra entonando: “Nada me han enseñado los años/Siempre caigo en los mismos errores/Otra vez a brindar con extraños/Y a llorar por los mismos dolores”.
En distintos medios, Luis Pastori, que antes de las PASO aparecía como un firme defensor de la candidatura de GG en cualquier armado, después del domingo 9 participó en reuniones “chicas” para negociar el desembarco en el PRO. El punto final que puso Humberto Schiavoni al postular oficialmente la candidatura de Alex Zielger, llevó a Pastori a volver sobre sus pasos. Se bajó él de la fórmula con el argumento políticamente correcto de renunciar al privilegio para dar lugar a que el socialismo. Y ahora es un activo participante del inconducente debate público sobre el reclamo de colgarse de la boleta de Macri en Octubre. Otra de las voces que expone al partido en ese sentido es Germán Bordón. Con una argumentación más jurídica que política afirma que hay jurisprudencia que respalda, el derecho de la UCR dice, a colgarse Macri. En la misma nota radial gira después a un argumento político y de tono amenazante al PRO Misiones al considerar que Macri no querrá desaprovechar los votos que le puede arrimar la UCR en Misiones. Los dos anuncian que no están terminadas las conversaciones para el armado de la gran alianza opositora, mientras desde las máximas autoridades del PRO dieron por concluida la asamblea y se largaron al ruedo. “Si quieren que vengan al pie”, es la frase que resume la relación. Pero Bordón insiste en cuestionarle a otro el candidato elegido y con menos del 10% de los votos condiciona el inexistente acuerdo a sostener la candidatura de GG. En lugar de ayudarlo, lo vuelve a exponer. Como si fuera poco para la confusión, recuerda en sus declaraciones que la UCR se inscribió en la provincia en la alianza con el progresismo del socialismo y otros sellos que en Octubre irán con Stolbizer.
El brindar con extraños de Chavela es una metáfora a la nueva discusión en la que se embarcaron los jefes ucerreístas: el derecho o no de colgarse Macri. El mismo GG cae en los mismos errores. Defiende su candidatura pero, en lugar de mostrar convicciones asociadas a la identidad popular del radicalismo, sale también a disputar la figura de Macri. Al mismo tiempo sus argumentos para no bajarse como le piden, desde su mentor Cacho Barrios, hasta el callado diputado Pegoraro, se basan en el respeto al pronunciamiento de los afiliados en las elecciones internas. ¿Hasta dónde alcanza ese derecho y esa responsabilidad emergida del voto de la interna?. Es un interrogante, digamos político más que filosófico. Si GG no puede bajarse por mandato del pueblo radical, no debería haberse bajado Pastori. A la vez, el mismo derecho y las mismas obligaciones con su gente tienen todos los candidatos a diputado provincial electos en la misma compulsa electoral.
Estos entuertos vuelven a remitir a Chavela: “Y llorar por los mismos dolores”

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