Habló Carlos Rovira y volvió a resurgir lo político en un debate electoral aplanado, que se venía repitiendo sin variación. Por un lado las oposiciones desorientadas por las PASO, enredadas en negociaciones de cúpula y corriendo detrás de los hechos, mientras la renovación, del otro, continuando con el ritmo de gestión y estableciendo otra naturaleza de acuerdos, más estructurales y en beneficio directo para el Estado misionero, tal como el que firmó Hugo Passalacqua en la Casa Rosada junto a Cristina Fernández de Kirchner para la refinanciación de deudas que pesan sobre los misioneros desde los años del menemismo-puertismo.  Aquí, ese mismo día, el jueves 20, el conductor del movimiento renovador conversó con periodistas y a su estilo, reflotó un debate sumergido en operaciones mediáticas.

Lo reflotó con pensamientos innovadores y profundamente desafiantes que se elevan de lo coyuntural y efímero al anunciar la Renovación 2.0 como apertura y adecuación de un proceso ligado al lenguaje de los jóvenes. Anuncia y enuncia lo nuevo que entra en la historia, en un  acto instituyente, renovador de la Renovación.

NECESIDADES, ANTICIPACIÓN Y CERTEZAS: Al formular declaraciones a los periodistas acreditados en la Cámara de Representantes, Rovira respondió preguntas referidas al pronunciamiento popular del 9 de Agosto, que fueron difundidas ampliamente. De todos modos, vale señalar algunos conceptos como marco de referencia para el análisis del anuncio. Ante todo, insistió en mostrarserefractario a las actitudes de festejos por los resultados de las elecciones que aborda siempre desde la pureza del voto como pronunciamiento popular y delegación de responsabilidades.  Reiteró  en sus respuestas, la visión estratégica en la toma de decisiones, lo que habilita la posibilidad de la  anticipación, lo que a su vez genera certezas en la oferta electoral. Decisiones que están en la base de la amplia adhesión que tuvieron Scioli, Closs y Britto. Asimismo, subrayó que esa previsión estratégica no es producto sólo del campo de las ideas sino en la postura  Yo lo hago para lograr el mejor resultado en mi Provincia – primero – siempre tengo el mapa y la población de Misiones en mente, eso es lo que me desvela y el principal motivo de mi accionar político…para ir percibiendo lo que busca la sociedad. Explicó que “una etapa electoral no solo se buscan candidatos sino también qué espacio político puede estar atento o puede comunicarse con lo que ese grupo humano quiere escuchar y ahí empieza a renacer los indicadores que viene de la sociedad del político, entonces el político lo debe procesar rápidamente y empezar a armar una oferta política que por último desemboca en la expresión corpórea que son los candidatos. Rescató también el conductor, el sentido popular de las políticas aplicadas desde 2003, entre las que rescató especialmente la fiscal, con eje en el desendeudamiento del Estado y cobrar impuestos a los que más tienen. Fue cuando reveló que el modelo misionero es tomado como referencia para otros distritos como el de Buenos Aires, nada menos.

Se puede resumir entonces que se entiende el resultado de las primarias como reflejo de las certezas generadas por el gobierno y sus candidatos. Es decir, por las certezas que derivan de las políticas de inclusión y ampliación de derechos, y certezas iluminadas por los candidatos. Todo, al mismo tiempo, acción de gobierno y proyección al futuro, producto de la recuperación de lo político ante la amenaza del poder concentrado, y también del método. Así, el apoyo de Rovira  a Scioli hace más de dos años, forma parte de ese pensamiento a largo plazo que a la vez permite generar certezas al proclamar los candidatos: Closs-Passalacqua-Herrera y Rovira el 29 de Mayo.

RENOVACIÓN 2.0 Y CONCIENCIA COLECTIVA: Es un este contexto conceptual cobra una especial significación la Renovación 2.0 y más específicamente la enunciación de Rovira que puede interpretarse como un acto instituyente.

Yendo por partes: el anuncio fue formulado diez días después del acto eleccionario. Pero no es nada nuevo. Ya el 10 de Agosto, un día después de las PASO, Rovira twitteó: “veo en los jóvenes una fuerza impulsora nueva. Hay mucho que aprender de ellos. Vislumbro una nueva esperanza en la provincia y en el país”. El momento de emisión no es neutro, confiere al mensaje un profundo contenido político que no puede pasar inadvertido. Descubre que el conductor de la Renovación está pensando más allá de la coyuntura. El 21 de Agosto, reforzó el sentido del pronunciamiento al twittear: “en nuestro espacio político estamos generando jóvenes dirigentes renovadores 2.0”. Estas ventanitas remiten a la experiencia participativa vivida en un encuentro con jóvenes realizado en Posadas y seguido en la red por otros 15 mil de toda la provincia. Esa charla debate tuvo lugar el 28 de Julio en el local de Scioli en la calle Félix de Azara diez días antes de las elecciones. Así y todo, no se percibió como un encuentro identificado con la matriz proselitista de otros actos.  Rovira está pensando mucho más lejos. Pareciera adelantarse a tendencias manifiestas y subyacentes en la sociedad, como la “juvenilización” marcada por algunos sociólogos. Es lo que determina tendencias, tal los cambios culturales causados por la difusión de las tecnologías de la comunicación. Es un hecho visible que los jóvenes están todo el tiempo conectados desde sus smartphones, que su vida trascurre en la red creando nuevos comportamientos. Estas herramientas de las que disponen los jóvenes (nativos digitales, dice Rovira) abren posibilidades epocales de democratización de la palabra, pero no se puede negar que al mismo tiempo amplían mecanismos en sentido contrario para que el “principio de dominación” triunfe en la Historia. Es el contexto en el que el conductor de la Renovación se abre a una comunicación más horizontal con los jóvenes. Se anticipa a lo que puede suceder para poder incidir. Porque resulta evidente en nuestros días la injerencia de los medios dominantes que, operan monopólicamente formateando las conciencias, fundamentalmente de las clases medias, construyendo el “sentido común” al imponer una imagen del mundo, elaborando verdades y causando sensaciones. Los diarios, la televisión, las películas y las series de ficción son campos de difusión del discurso hegemónico.

Frente a ese poder inconmensurable de los monopolios, Rovira la tiene clara: las nuevas tecnologías habilitan la diversidad y constituyen un terreno propicio para dar la batalla por la emancipación de la conciencia colectiva.  Se desafía y los desafía a ser protagonistas cuando enfatiza que el verdadero poder está en el conocimiento. “Sólo desde criterios propios y la consulta de todas las fuentes puede funcionar la estrategia de resignificación del discurso, centrado en el contenido de la información, las imágenes y hasta la ficción que circulan en la red”. Para convocarlos a semejante desafío hermenéutico, hay que estar persuadido de que la juventud es una categoría más amplia que la pertenencia generacional, digamos meramente biológica, de una franja etaria. Entender que los jóvenes son sujetos con atributos propios, en las dimensiones culturales, en las pautas de consumo, estilos de vida, en la fuerza de trabajo y en otros ámbitos como las sexualidades y, claro, en la política”, como destaca Pablo Vommaro, autor de Juventudes y políticas en la Argentina y en América Latina.

DISPUTAR LOS CONTENIDOS EN LA RED: Pero tampoco hay que olvidar que el poder de las corporaciones, a través del monopolio de la industria cultural, produce subjetividades que asumen distintos rostros. El más terrible es la producción del sujeto obligado y sometido a imperativos de felicidad a través del consumo.  Se entiende entonces la razón de adaptar el movimiento a las nuevas tecnologías que introducen una nueva manera de llegar a los medios. Allí se desplazó el campo de batalla.  La reunión con los jóvenes que siguen conectados, digamos horizontalmente, con el conductor del movimiento renovador, es otra evidencia del pensamiento estratégico que se adelanta a lo que vendrá, no en una actitud de contemplación académica sino para incidir en los cambios. Cuando todo parece dicho, el verdadero estratega descubre un método para progresar y prepararse para el conflicto que será inevitable. 

 A los pocos días de la charla debate, Rovira volvió a conversar con periodistas y reveló que los temas fueron pedidos por ellos: sobre la política estratégica, el liderazgo y la toma de decisiones. Observó que los términos: estrategia, liderazgo, mensajes, marketing y hegemonía,  empiezan a formar parte de su nueva retórica juvenil. Y esta disputa desde el lenguaje es central. Afirmó que “estamos viviendo como nunca antes la política, pero no la política electoral, que no tiene nada que ver con el acto de elegir sino  de hacer una lectura de qué transmiten los candidatos principales; cuál es el código, el léxico y el mensaje”. Después denostó los mensajes políticos basados en las técnicas del marketing, porque tienden a la  exaltación de virtudes que son virtuales, que no son reales.  “Entonces muchas veces se genera confusión”, aseguró para considerar que “entonces qué mejor que tener contacto directo y la posibilidad de no solo establecer un flujo con conceptos actuales y modernos sino también para enriquecernos”.

LA RENOVACIÓN CONDENADA A RENOVARSE: En sus periódicas charlas con periodistas acreditados en el Parlamento, Rovira viene diciendo que la Renovación, precisamente por definición doctrinaria, debe renovarse permanentemente. Renovar los actores y renovar los métodos de acción política, siempre para consolidar los objetivos de sus políticas de Estado.  Parangonando a Macluhan -muchas veces citado por Rovira- se puede señalar que “la renovación es el mensaje”. Pero se plantea así un interrogante -que afecta a todas las fuerzas políticas- vinculado a la tensión entre la identificación con las demandas sociales y las ideas de diferenciación; es decir con  la innovación y lo permanente: ¿cómo mantener la esencia que preserva la identidad del movimiento y al mismo tiempo adaptarse a los cambios y demandas sociales?  

Una conferencia de prensa, con tiempo acotado y marco urgido por lo novedoso, no puede agotar el desarrollo de las ideas en juego. Por eso se dan muchos sobreentendidos, por ejemplo cuando  dice “las recomendaciones son de estar con la sintonía fina en atención permanente con las necesidades. Cuando hay necesidades, primero hay que tener el ejercicio espiritual del militante de estar al lado del que lo necesita, para saber apreciar y escuchar, para luego eso volcarlo en el accionar del Gobierno”. Menciona así una de las categorías centrales de la identidad renovadora, que está en el cauce del río que la determina: estar atentos a las necesidades de la gente para definir la praxis política. Esta reatroalimentación con la realidad sólo puede conducir a otra de las categorías centrales de la Renovación: el misionerismo o el vivir con lo nuestro como metáforas de la expansión de la autonomía provincial en la toma de decisiones.  En declaraciones a la prensa no se puede andar volviendo reiteradamente a lo mismo, se da por sentado. De todos modos, para no dar lugar a falsas interpretaciones, Rovira rescata la militancia al lado de la gente como premisa insoslayable en la doctrina. Es el contexto en el que se explica el sentido más preciso cuando dice: “no podemos circunscribir a un corralito a nuestra juventudcomo era antes con una agrupación o el representante y presidente de los jóvenes que está bien que haya, yo los apoyo, pero eso  no es el continente y no es el universo para el cual hoy se mueve la juventud” para considerar que se asemeja a “un líquido en un recipiente, si uno le intenta asimilarlo a una estructura, lo reduce y mucho”. Por lejos de cualquier idealización admite que “ese proceso es caótico” y convoca a  atender desde la política esos procesos sociales” y pidió “el esfuerzo de comprensión a todos nuestros dirigentes  para ver que se está generando un proceso de innovación política sin igual y que no pasa por la edad solamente”.

FRACASO DE SECUNDARIOS EN GEOGRAFÍA: El cambio cultural que marcan estas tendencias tiene expresiones palpables. Por ejemplo, las tradicionales dificultades de los alumnos secundarios en Lengua y Matemáticas se están extendiendo a la materia Geografía. Muchos se llevan Geografía a marzo. No parece ser un síntoma antojadizo. Se sabe que el mundo asiste a procesos de “deslocalización” del trabajo industrial como efecto de la globalización que incluso le llegó a fábricas norteamericanas. También se habla de la existencia  del “no-lugar” en la vida cotidiana. El francés Marc Augé acuñó el concepto «no-lugar» para referirse a los lugares de transitoriedad que no tienen anclaje para ser considerados lugares propios. El concepto se contrapone a los lugares tradicionalmente antropológicos, como el barrio o el club, así como aquellos otros espacios en los que nos relacionamos. Un no-lugar es una autopista, una habitación de hotel, un aeropuerto o un supermercado. Carece de la configuración de los espacios, es en cambio circunstancial, casi exclusivamente definido por el pasar de individuos. No personaliza ni aporta a la identidad.  En estas tendencias surge también la modificación del juego como encuentro. Hasta hace pocos años, la primera juventud se reunía en el barrio, jugaba en grupos, a veces mediados por una pelota o una cuerda de saltar. Los nativos digitales juegan en la red, viven en la red, y forman  “no-amigos” en cualquier lugar, constituidos en relaciones virtuales. En Misiones, ya no se es hincha de Mitre o Guaraní, ni siquiera de River o Boca, ahora nuestros jóvenes son de Barcelona o del Manchester, idolatran no sólo a Messi sino a Ronaldo o al dúo Xavi – Iniesta.

En este marco, de disputa de las subjetividades, la enunciación de la Renovación 2.0 se constituye en un acto instituyente. El psicoanalista argentino, autor de la Izquierda Lacaniana, Jorge Alemán, dice que un acto instituyente es “lo político” para dar cuenta de cómo lo nuevo entra en la historia. Y considera que “el acto instituyente es una creación que exige las tramas simbólicas, las constelaciones históricas, las herencia, sin embargo, en tanto instituyente, no es un mero resultado de esas condiciones históricas, es más, exige la presencia de esas condiciones históricas pero es a la vez una ruptura con respecto a las mismas”.  Estos conceptos remiten con toda claridad a la creación misma de la Renovación en 2003. Su creación, no cabe duda, fue la percepción de las pulsiones sociales de una época signada por la crisis económica, políticamente por el fracaso de los partidos tradicionales al rendirse a los dictados del poder corporativo, socialmente por la exclusión de las mayorías y culturalmente por el reclamo de libertades conculcadas por una dependencia crónica de las decisiones de Buenos Aires.  Así, la Renovación se constituyó en un acto instituyente, producto del contexto histórico para romper con esa historia. 

Atendiendo al fenómeno que viven los jóvenes nativos digitales, Rovira subrayó ante los periodistas que “todo esto es un proceso vivo que se va dando y es muy bueno, no hay que temer porque de última se trata de pulsiones de la sociedad que son auténticas. Entonces como desde este partido reiteramos que el poder está en la gente, la gente va modelando esto y qué bueno si hay expresiones cada vez más innovativas o nuevas que enriquecen la vida política de la Provincia”