En esta segunda entrega, el autor del artículo profundiza en la caracterización de los campings y se adentra en la particularidad misionera, como análisis de base para considerar los desafíos del futuro.
Por Oscar Alejandro Degiusti (*)
Viernes 10 de marzo de 2023. El artículo anterior (ver acá) hizo referencia al éxito del turismo en épocas de pospandemia como consecuencia de, entre otros factores, la preocupación por recuperar el tiempo “de encierro” durante el periodo en que el Covid19 obligó a parar. Esta actividad que identificamos como “turismo” también es un fenómeno económico y sociocultural de aquellos sectores que tienen recursos -como tiempo libre y poder adquisitivo- para poder viajar. Se trata -como en cualquier otra actividad- de “una mercancía” que se integra a los deseos, sistema de transporte, capacidad de movimiento y estilos de vida de sectores de la población. También se describió a los campings y los glampings como variantes del turismo de naturaleza pero con características diferentes en cuanto a la demanda de cada uno de ellos: uno muy popular y el otro de carácter más innovador pero simultáneamente elitista.
Este artículo, en cambio, profundiza la caracterización de los campings para su mayor comprensión y así plantear algunos desafíos hacia el futuro. El análisis parte de un pantallazo del desarrollo del turismo en Misiones.
Durante los años ’70 “el desarrollo” pasó por encausar las áreas de mayores potencialidades ante la imposibilidad de extenderlo a la totalidad de un territorio. Coherente con esta visión se desarrolla y extiende la conocida “Teoría de los polos de desarrollo” y que consistía en “la unidad económica motriz o un conjunto formado por esas unidades” (Dachary C.) La actividad turística adopta esta teoría refiriéndose de esta manera a los “polos turísticos o polos de desarrollo turístico”. Según Alfredo Cesar Dachary la extrapolación conceptual fue sencilla porque el polo ideal es la ciudad porque allí confluye la unión de una red de economías crecientes de escala y economías externas; en el turismo también son ciudades turísticas que movilizan a las economías locales.
En Misiones, los sucesivos planes turísticos se iban definiendo dentro de estas perspectivas. Así en 1972 la firma italiana Tour Consult (la firma Italiana fue comisionada por el Gobierno Italiano a quien la OEA había solicitado la asistencia técnica por un pedido de la Secretaría de Turismo de la Nación) elaboró el “Estudio integrado para el desarrollo turístico de la provincia de Misiones” en la que regionaliza la provincia en “áreas turísticas” caracterizadas sencillamente por el mayor potencial turístico. Estas fueron Área de Iguazú, Área de Posadas, Área de Eldorado – Bernardo de Irigoyen y Área Moconá. En 1978 a partir de un convenio entre Paraguay, Brasil y Argentina (con aportes del Banco Interamericano de Desarrollo -BID-) se confeccionó el plan “Desarrollo Turístico del Área Internacional Iguazú – Misiones Jesuíticas”, para lo cual identifican dos subregiones turísticas: la subregión de las Cataratas del Iguazú y subregión de las Ruinas Jesuíticas.
Los “corredores industriales” conceptualmente se integran en la lógica de los polos y la complementan. Constituyen una ampliación del espacio, y poseen cierta similitud con los clúster de Porter, al decir que constituyen desprendimientos de actividades económicas a partir de una principal. En el contexto del turismo la definieron como “las líneas de unión entre zona, área, complejos, unidades y atractivos turísticos o puertos de destino que sirven para el traslado de unos a otros por rutas seleccionadas entre aquellos que cuentan con una mayor distribución lineal de atractivos ubicados sobre las mismas o fácilmente conectados a ellas y que puedan ser visitados a lo largo del trayecto”. Las cataratas del Iguazú se erigieron así como el principal polo de desarrollo turístico y el corredor de la Ruta Nacional 12 como el corredor por el cual fluían las corrientes turísticas que ingresaban a la provincia.
Pero los espacios y las regiones son redefinidos continuamente al igual que las políticas de desarrollo. En mayo de 2001 se presenta el “Plan Estratégico de Desarrollo Turístico de la Provincia de Misiones” donde aparece una nueva zonificación turística “en función de criterios geográficos y temáticos”. Se definen siete zonas turísticas. No obstante esta zonificación, en ese momento desde el organismo oficial de turismo con anterioridad al Plan Estratégico de 2001, dividió la provincia (también en siete) bajo el concepto de “microrregiones”.
Las microrregiones turísticas también tienen alguna similitud con los conceptos del “intermunicipalismo” que tuvieron su origen durante mediados de los ’90. Este concepto tuvo dos modelos: a) los consorcios de servicios y b) las microrregiones o corredores productivos –para la promoción del desarrollo económico-. Así, los gobiernos municipales se articulan de acuerdo a ciertas actividades pautadas; en Misiones fue la actividad turística y dentro de estas las actividades de promoción.En la práctica estas microrregiones se institucionalizaronpero con el tiempo demostraron su ineficacia para afrontar los objetivos propuestos.
Así, Misiones se desarrolló turísticamente en una suerte de paradoja, dónde el turismo masivo inmediatamente se apropió del “tradicional corredor de la Ruta 12”, acaparando las mayores afluencias históricas: numerosos contingentes desplazándose por este corredor cuyo destino final eran las Cataratas del Iguazú y en cuyo paso se visitaban la Reducción Jesuítica de San Ignacio Miní y las minas de piedras semipreciosas en Wanda.
El resto de Misiones, ante el fracaso de la “teoría del derrame” que provocaría el destino Cataratas, comienza incipientemente a orientar la oferta hacia un turismo emergente alternativo, que poco a poco se fue multiplicando y extendiendo a lo largo de toda la provincia. La Ruta 14 en primer lugar y bastante más adelante la Ruta Costera se incorporana la oferta turística provincial.
Durante la pandemia de Covid19 y a partir de agosto del 2020 en que se comenzó a habilitar en Misiones el turismo interno -ante la imposibilidad de salir a otros destinos nacionales o internacionales-, los misioneros empezaron un proceso de recorrer aquellos lugares que conocían pero que se encontraban “postergados” por otras prioridades turísticas. La coyuntura pandémica no sólo benefició a las cataratas del Iguazú, las Misiones Jesuíticas o los Parques turísticos provinciales sino que también se incorporaron aquellos lugares ubicados a partir de las tres rutas más importantes de la provincia. El turismo interno vacacional y las escapadas se volvieron relevantes y significativos para las empresas y las economías locales.
Con las sucesivas aperturas del turismo nacional y después con la disminución de las restricciones para viajar en la Argentina, sumado a nuevas modalidades de consumo posCovid donde la naturaleza adquirió un valor diferencial al garantizar “el distanciamiento social”, la medida de prevención más efectiva para evitar los contagios.
Con la normalización de las actividades turísticas en la Argentina, Misiones –como era previsible- volvió a estar entre las preferencias de los destinos nacionales y el turismo interno se mantuvo en niveles importantes durante las temporadas, no sólo en la modalidad de “Escapadas” de fines de semana.
Por otro lado y aprovechando este crecimiento de la demanda, el equipamiento turístico de Misiones se amplió, sumando nuevos productos y servicios a la oferta de las diferentes localidades provinciales. Dentro de esa oferta aparecen los campings, balnearios y complejos de verano.
Características

La categoría local de balnearios, camping y complejos de verano funcionan algunos meses más que frente al de otros destinos porque en Misiones –a partir de la particularidad del clima- las temporadas vacacionales de verano se extienden.
La palabra balneario deriva del latín balnearius con sus componentes léxicos que son: balneum (baño), más el sufijo -ario (lugar). En Europa está más relacionado con los baños termales, pero en América Latina se refieren a un lugar situado junto al mar, un río o arroyo en el que existe un espacio de playa donde es posible meterse en el agua, y pueden tener algunos servicios de recreación y confort para el visitante.
Los campings serían aquellos lugares al aire libre que cuentan con espacios para acampar -montar una carpa-con servicios y comodidad para quienes utilizan esta modalidad de alojamiento. En el caso de Misiones, que permitan acampar.
Los complejos de verano son aquellos establecimientos que ofrecen una variada gama de servicios e instalaciones dirigidas al esparcimiento ligados al verano (piletas, playas, juegos acuáticos, servicio de comidas, entre otros).
Más allá que algunos emprendimientos permanezcan cerrados en alguna temporada, Misiones cuenta con 217 establecimientos distribuidos en 59 municipios (76% de las localidades provinciales)bajo algunas de las categorías explicadas ubicadas mayoritariamente en localidades pequeñas, lo que indica que este tipo de establecimientos son generadores económicos y de empleo para los habitantes locales. La mayor parte de quienes trabajan, viven en cercanías.
Esto se puede explicar en la geografía de Misiones que se caracteriza por la existencia de los ríos Paraná y Uruguay que delimitan mayoritariamente las fronteras con Paraguay y Brasil respectivamente, y los cientos de arroyos y cascadas como de los diversos tipos de paisajes que la definen como destino.
Es interesante también resaltar que así como el desarrollo del turismo en Misiones se inició a partir del llamado Corredor de la Ruta 12, el número mayor de establecimientos se ubican sobre esta ruta, y luego sobre la ruta Nacional 14 y finalmente sobre la más reciente Ruta Costera.

El gráfico muestra que los emprendimientos se ubican mayoritariamente en el trayecto de la ruta Nacional 12 (casi la mitad -48%-); siguen los de la ruta Nacional 14 y finalmente la ruta Costera, no sólo la más nueva sino la que se fue incorporando al turismo en forma más tardía, en consonancia con el asfaltado del tramo El Soberbio y los Saltos del Moconá.
El cuadro de abajo muestrea cuáles son los recursos de agua que constituyen el núcleo de los establecimientos en Misiones. La piscina pareciera ser el primer recurso (34%) pero los que detonaron estos establecimientos son los recursos naturales: ríos, arroyos y saltos constituyen el 60% de la totalidad de los recursos de agua.

Estos establecimientos pueden clasificarse de diferentes maneras y variar de manera significativa los equipamientos y servicios que prestan.
En Europa, los campings como los alojamientos hoteleros están categorizados. De todas maneras, hay rasgos y servicios mínimos que cualquier camping tiene, como protección y vallado de todo el establecimiento; disponibilidad de un extintor a menos de 30 metros de cada parcela; suministro mínimo de 200 litros por parcela y día: electricidad y alumbrado de emergencia; puntos de luz nocturnos en las zonas comunes: acceso para coches y áreas de aparcamiento, así como para peatones: botiquín; vigilancia las 24 horas: cafetería y supermercado y servicios de información al cliente.
En España, los campings se dividen en categorías a partir de la calidad de los servicios que ofrece: Camping de Lujo, Camping de Primera, Camping de Segunda y Camping de Tercera. En lugares como Valencia tienen la clasificación con estrellas, al igual que la hotelería. Además hay propuestas de unificarlos como en el resto de Europa lo que implica también una mirada empresarial del “negocio del camping”.
La provincia de Misiones tiene la Ley XXIII – Nº 11(Antes Ley 3891) de Campamento Turístico o Camping, sancionada en 2002 y reglamentada en 2009. En general la normativa planteaba algunos requisitos mínimos y una tipología de camping en función del tipo de espacio donde se instalaba, con una subdivisión para el caso de los campings establecidos en áreas rurales:
1) Camping Urbano: es el que se encuentra emplazado en la zona urbana conforme el ordenamiento municipal.
2) Camping Rural: es el que se encuentra emplazado conforme el ordenamiento municipal en zonas rurales o en Áreas Naturales Protegidas de carácter público o privado, en sus diferentes modalidades.
a) Agro Camping: es aquel que se encuentra en zonas rurales donde se desarrollan actividades productivas o agrícolas, ganaderas y forestales, con aprovechamiento turístico.
b) Eco Camping: es aquel que se encuentra situado en Áreas Naturales Protegidas o zonas que cuenten con un plan de manejo, asegurando así la sostenibilidad y la gestión equilibrada de los atractivos turísticos.
c) Camping Agreste: es aquel que cuenta con servicios mínimos que permiten mantener el área limpia con criterios de protección y conservación del medio ambiente.
Esta normativa -por diferentes motivos- nunca se logró aplicar y en el nuevo contexto en que se desarrolla el turismo y esta modalidad, quedó obsoleta; debería centrar la mirada en el tipo, calidad y variedad de los servicios que presten.
Volviendo a nuestro análisis, en Misiones -como en cualquier otro lugar- el equipamiento que posee y los servicios que presta pueden variar desde algunas comodidades y servicios muy básicos hasta otros que pueden incorporar todas las comodidades que una persona pueda requerir, incluso con diferentes actividades recreativas para distintas edades.
En nuestro caso los emprendimientos corresponden mayoritariamente a estructuras de organización familiar y no constituyen la principal actividad económica, lo que explicaría que después de la pandemia no se han producido cierres definitivos de los mismos.
La geografía de Misiones, con sus arroyos, cascadas y ríos favoreció la instalación de estos establecimientos que en general nacieron a partir de tener algún tipo de acceso al agua, lo que en ocasiones la población del lugar hacia un uso recreativo de esos espacios sin ningún tipo de habilitación y que posteriormente los propietarios anexaron algunos servicios mínimos.
De los 187 establecimientos pertenecientes al sector privado sólo el 14% (26 emprendimientos) se encuentran registrados o categorizados en el Registro Hotelero, como “cabañas”, que sería una categoría diferente de alojamiento de acuerdo a las normas vigentes.
Respecto a la categoría de servicios del universo que estamos caracterizando podemos valernos de algunas variables que nos aproximen a una percepción de la calidad de estos.
Son 13 los establecimientos (8%) identificados como Complejos, es decir que poseen una estructura en cuanto a equipamiento y servicios que se distingue del resto.
Respecto a la posibilidad de poder acampar, el 82% de los establecimientos lo tienen como servicio, lo que constituye un porcentaje importante en función de los distintos tipos de establecimientos.
Que los emprendimientos tengan un servicio de cabañas es un indicador de superación respecto a la demanda del usuario de camping tradicional. El 42%de nuestros establecimientos cuenta con cabañas pero sobresaliendo los que se encuentran dentro de la RN12 con un 50%. No es casualidad que este corredor donde se inició el turismo en Misiones sea el que concentre los mejores servicios y especialmente con este tipo que es el más demandado post pandemia.

Finalmente la posibilidad de que el usuario de estos lugares pueda abonar los servicios con tarjeta o con sistemas digitales como Mercado Pago es otro indicador de una visión turística de quienes están a cargo de los emprendimientos. Así tenemos que el 44% del total de los establecimientos cuenta con estos medios de pago.
Un detalle general de todos estos establecimientos es que no poseen espacios adecuados para las autocaravanas, modalidad que aún es incipiente en Misiones. Aquí una observación: lo que hemos visto en Posadas en esta temporada de verano, donde varios motorhome y casas rodantes circulaban por la ciudad y se aparcaban en el sector de Costa Sur, no era turismo pues esos mismos vehículos los veíamos en los distintos tramos de la costanera comerciando productos como suvenires, bijouteries y sahumerios entre otras mercancías: eran viajeros pero no turistas.
No existe una figura que nuclee específicamente a los propietarios de estos establecimientos en general, y son pocos los que están asociados a alguna cámara o asociación de turismo. Optan por trabajar de manera independiente. En Argentina tampoco están presentes como figuras organizativas “cadenas de camping” como sí ocurre en otros países.
Lo que ha aumentado en los últimos años es la aceptación de pequeñas mascotas, alcanzado hoy al 54% de los establecimientos, siguiendo una tendencia a nivel mundial. Falta aún pero se justifica en muchos casos por los espacios más agrestes en que se encuentran.
El 86% de estos lugares gestiona los servicios de proveeduría y/o bares, con marcadas diferencias entre ellos. Los que poseen bares y/o restaurantes son los menos, y la variedad de los servicios de proveeduría van de simples kioscos a otros con mejores servicios, pero no son en general servicios de calidad.
Por otro lado tenemos 32de estos espacios(15%) distribuidos en 26 localidades que corresponden a establecimientos municipales (balnearios, campings y complejos) con diferentes modalidades de desarrollo y administración. Si los miramos por rutas, quince se distribuyen a lo largo de la RN12 que bordea el río Paraná; siete sobre la RN14 y ocho sobre la Ruta Costera que corre anexa al Río Uruguay.
Es importante en este punto destacar el Programa Nacional 50 Destinos, “iniciativa destinada a financiar obras de infraestructura turística” con el principal objetivo de fortalecer y ampliar la oferta turística en las distintas provincias siguiendo “los lineamientos de la Ley Nacional de Turismo25.997 y del Programa Nacional de Inversiones Turísticas (PNIT), a partir del año 2020.En Misiones son varios los establecimientos de campings municipales beneficiados con diferentes obras en las localidades de Azara, Apóstoles, Colonia Aurora, Caraguatay, Campo Grande, Eldorado, Garuhapé, Itacaruaré, Oberá, Panambí y Profundidad). Obras que han contribuido notablemente a mejorar el equipamiento y los servicios.
¿Y la demanda?

No existen mediciones ni estudios de demanda en este tipo de espacios turísticos, pero estamos en condiciones de caracterizar algunos rasgos de procedencia de quienes hacen uso de los mismos.
La reciente temporada de verano que acaba de finalizar con el Feriado de Carnaval fue, según el Observatorio de Turismo de Argentina,de las temporadas más exitosas en los últimos años y desde que existen estos feriados. Esto significa que toda la cadena de valor del turismo ha estado ocupada.
La heterogeneidad de los establecimientos en cuanto al equipamiento y servicios, como también las distancias no impide que podamos inferir algunas líneas generales respecto a la demanda.
El mayor porcentaje de usuarios corresponde a excursionistas, es decir aquellas personas que “van a pasar el día” sin quedarse a pernoctar, y que viven en la localidad o localidades cercanas. Aquí hay que recordar que en Misiones las distancias son relativamente cortas como para practicar esta modalidad de recreación.
Con la pandemia y las preferencias de espacios de naturaleza que garantizaba la distancia social y otorgaba una mayor sensación de libertad, se incrementó la demanda de “cabañas” por sobre la hotelería, con costos más accesibles comparativamente. Ello acercó a muchos usuarios a estos lugares por el sólo hecho de contar con este tipo de alojamientos. Esto implicó que nuevos usuarios se acercaron por primera vez a estos espacios, movimiento que se mantiene actualmente.
El movimiento turístico del último año ha sido de cifras récord en general en el mundo. El denominado “turismo de venganza” o el de viajar por el tiempo perdido en pandemia, se convirtió en una prioridad, más allá de los niveles de inflación y de la incertidumbre económica mundial.
Los viajes no decayeron, pero si hubo reducciones marcadas en el gasto turístico diario que se tradujo principalmente en el rubro alimentación (uso de bares, restaurantes) y en la modalidad o categoría de los alojamientos. Esto podemos comprobarlo en los datos oficiales de la temporada turística de verano 2023con un promedio de su capacidad de alojamiento del 86% y donde las modalidades de alojamiento más económicas como campings, casas de familiares, hostels, residenciales, hosterías y cabañas tuvieron más del 50% de ocupación.
Y precisamente, si bien no está desagregada la modalidad “cabañas” en un cálculo rápido junto con los “campings” tuvo una ocupación del 24%, posicionando y haciendo visible a estos establecimientos que hemos agrupado como balnearios, campings y complejos de verano.
La composición de la demanda turística que recorrió Misiones en la temporada que acaba de finalizar, está compuesta por un 90% de turismo nacional, y un 10% restante por turistas de la región (Paraguay y Brasil) y turistas extranjeros. La categoría “turismo interno” o misioneros vacacionando en la provincia es por demás significativa, 29% de comprovincianos que recorrieron y pernoctaron en la provincia al menos una noche.
Este último dato es un indicador de la incertidumbre económica presente al preferir viajes de proximidad, y además sin lugar a dudas un alto número de este porcentaje (29%) implicó la visita y alojamiento en campings o cabañas de los establecimientos que estamos analizando.
Los recreacionistas(la gente del lugar y de localidades vecinas) y excursionistas o escapadas de un día son los principales clientes en los establecimientos que estamos describiendo, son la principal razón de ser comercial. Y después están los turistas que conceptualmente son aquellos que sí se quedan a pernoctar al menos una noche y en estas vacaciones de verano optaron en estos lugares por acampar o hacer un uso de las cabañas, cuya procedencia corresponde en primer lugar a las provincias del litoral como Chaco y Corrientes principalmente y luego a visitantes de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y otras provincias.
Y en cuanto a la composición del grupo de viajes son familias, parejas y amigos quienes ha en uso de estos establecimientos.
Inconclusiones…

1.
En Europa apareció una nueva tendencia respecto a esta modalidad de alojamientos denominadas “Gamping” que no tardarán mucho en aparecer en otros países. Y ya existen plataformas al respecto, al estilo de Airbnb pero para acampar.
El GAMPING es la unión de Garden + Camping que vendría a ser como la de armar la carpa o acampar en el jardín. Es una tendencia que nace en Francia a principios de la década y se promociona como una alternativa a los campings convencionales. Constituyen espacios más limitados, con servicios más básicos pero con la “experiencia” de compartir con los propietarios y lo principal es que los precios son más económicos.
Si lo vemos positivamente son opciones para acampar en aquellos lugares donde no existen alternativas de campings, y algunas opiniones a favor resaltan el tema de la seguridad y la tranquilidad como situaciones de emergencia que podrán ser resuelto con más celeridad por los anfitriones, pero de lo contrario constituye una figura ilegal y de competencia desleal.
Actualmente existen webs como gamping.es donde es posible hallar diferentes ofertas de espacios en España y en casi toda Francia, y GardenSharinges una plataforma que ofrece una gran variedad de jardines en Italia, donde se ha aprobado una ley para regular el gardensharing como un modelo de turismo de naturaleza, responsable y sostenible, que además supone un mayor acercamiento a las costumbres locales y a sus gentes
2.
Una futura categorización de estos establecimientos no será necesario en Misiones por el momento, tal vez si coordinar con los municipios la exigencia de requisitos mínimos para las habilitaciones municipales correspondientes. Será importante insistir con aquellos requerimientos asociados a la salubridad de los diferentes espacios y a la seguridad ya que mayoritariamente son terrenos de abundante naturaleza y abiertos.
3.
En el año 2020, durante la cuarentena más dura el filósofo Byung-Chul Han afirmaba que, después de la pandemia, el capitalismo continuará con aún más vigor y los turistas continuarán pisoteando el planeta. A la luz de los números del turismo en casi todo el mundo está a las claras la fuerza con la que se ha recuperado y se proyecta la actividad.
Por ello el turismo deberá realizar una apuesta real por la sostenibilidad y no convertirla en “conceptos vacíos” de significados o en palabras polisémicas de dudosas y ambiguas interpretaciones de manera de “no pisotearla”.
El turismo de campings y cabañas se inscribe dentro del turismo de naturaleza y de las prácticas turísticas ecológicas y de sostenibilidad: ahorro energético, utilización de energías renovables como placas solares, gestión del agua, tratamiento mejor de las aguas grises y negras, gestión de residuos, uso de plásticos, digitalización de procesos,prácticas de economía circular, entre otros.
Por ello uno de los objetivos estratégicos de estos establecimientos será el de “potenciar la sostenibilidad” y comprometerse con un cronograma de acciones que otorguen visibilidad y credibilidad en la consecución de las metas. De hecho, no es necesario asociar solo el lujo con las prácticas sostenibles, sino entender que también hay consumidores de campings totalmente decididos a pagar más por productos y servicios de empresas sostenibles.
4.
La presencia en rutas y algunas localidades de motor home y casas rodantes nos obliga a pensar en algunos espacios más adecuados para ese tipo de turismo denominado “autocaravanista” y además en el segmento de acampantes o campistas comenzaron a aparecer estructuras para armar las carpas o tiendas teniendo al automóvil como soporte lo que modifica la superficie de las parcelas para una carpa convencional.
Recordar que no siempre los autocaravanistas son turistas, en ocasiones son trabajadores, artesanos o artistas itinerantes pero no por ello nos desliga de la responsabilidad de tener lugares apropiados para los mismos. Los campings que acepten estos viajeros o turistas deberán también adoptar las medidas para adecuar el terreno y los servicios que ofrezca.
5.
Por las características de los turistas que optan por acampar como modalidad de alojamiento, estos establecimientos han quedado fuera de las agencias de turismo, pero durante el periodo de la apertura al turismo interno a partir de agosto del 2020 varias de las empresas de viajes diseñaron y ofrecieron paquetes a algunos de estos establecimientos, y actualmente durante la presente temporada que acaba de finalizar (verano 2023) ofrecieron propuestas recreacionales desde la ciudad de Posadas a varios de los complejos.
Estos antecedentes constituyen nuevas alternativas a acuerdos entre estos dos actores como las agencias de turismo y, los complejos de verano y campings para sumar nuevos segmentos que hoy no son usuarios activos de estos lugares como aquellos que no tienen vehículos y a su vez desean incursionar en el turismo de campings por ejemplo.
6.
Todas las tendencias post covid coinciden en que el nuevo turista ya no busca solamente servicios y confort sino por sobre todo el poder vivir experiencias. Esto significa que los establecimientos que ofrecen servicios de camping deberán trabajar en ofrecer experiencias de turismo en los campings.
Para ello deberán ofrecer una mirada hacia el entorno en el que se encuentran de manera de lograr algún impacto en los territorios y, en las identidades y producciones de sus pobladores. Algunos establecimientos en Misiones están incursionando en generar este tipo de valores, pero en general corresponde a los principales complejos.
Al diseño de las experiencias como agregados de valor se deberá proponer herramientas de comunicación y marketing digital que promocione y alcance a nuevos segmentos.
7.
Finalmente y no por ser menos importante, sino justamente para poder precisar el rol que le cabe al Estado como principal gestor de las políticas públicas acerca del turismo y la recreación.
Expresamos en el anterior artículo que los campings en épocas del turismo como un producto de consumo masivo es especialmente una opción para quienes no pueden acceder a otro tipo de vacaciones y que el camping desde los años 80’ se ha convertido en una práctica de carácter eminentemente “popular”, y principal lugar de recreación y turismo de las clases trabajadoras.
El turismo es una actividad donde los activos que monetiza no le pertenecen al sector (un río, una playa, una iglesia, un paisaje), por ello el Estado en cualquiera de sus estamentos tiene la responsabilidad de generar las condiciones para las inversiones pero no le cabe la función de crear zonas exclusivas para el turismo de las clases de alto poder adquisitivo bajo un discurso del impacto del empleo. Por eso la importancia de seguir potenciando y mejorando la calidad de los campings y balnearios estatales municipales o provinciales, y por qué no desarrollando nuevos espacios bajo una lógica de la rentabilidad social y de equidad turístico recreativa. Además el nuevo turista post covid está buscando integrarse a las actividades y lugares de la cotidianeidad local.
(*) Oscar Alejandro Degiusti, licenciado en Turismo.