Las Ferias Francas de Posadas cumplen 25 años como un proyecto exitoso que transformó la forma en que los productores agrícolas comercializan sus productos en la región. El compromiso de los productores y el apoyo de las instituciones locales fueron pilares fundamentales en su desarrollo. Con desafíos por delante, estas ferias continúan evolucionando y dejando un impacto significativo en la comunidad, consolidándose como un ejemplo destacado de éxito en la comercialización agrícola, explicó Oscar Mathot en Plural TV.
Miércoles 21 de mayo de 2023. Las Ferias Francas de Posadas celebran su vigésimo quinto aniversario como un proyecto exitoso que dejó una marca significativa en la provincia y captó la atención tanto en el país como en el ámbito internacional. Oscar Mathot, uno de los impulsores de estas ferias y referente del sector, revela detalles interesantes sobre su origen y evolución a lo largo de los años.
Según Mathot, las Ferias de Posadas surgieron entre 1997 y 1998 como una iniciativa para brindar una salida económica a un grupo de pobladores que residían cerca de Nemesio Parma. En ese momento, la situación económica en el país era complicada, con altos índices de desempleo y precios bajos para los productos agrícolas. La venta directa de alimentos por parte de los productores no era una práctica común. Fueron las mujeres quienes lideraron este movimiento en sus etapas iniciales, y a medida que se obtuvo éxito económico, los hombres también se sumaron.
El proceso de establecer las ferias en Posadas no fue sencillo. Antes, las ferias se hacían en colonias cercanas a la ciudad, pero Posadas no contaba con una zona productora de alimentos. Para hacer posible esta iniciativa, se formó una comisión promotora en colaboración con la Municipalidad y diversas instituciones locales. La participación del Concejo Deliberante, encabezado por el presidente Enrique Arrechea, y el apoyo del entonces intendente Carlos Rovira, resultaron fundamentales para impulsar el proyecto.
El primer año se realizaron estudios de mercado para evaluar la viabilidad de la iniciativa. Sin embargo, debido a las preocupaciones sobre la disponibilidad de productos durante la temporada de verano, se decidió posponer el inicio de las ferias para el año siguiente. Fue entonces cuando se comenzó a trabajar en Nemesio Parma y Colonia Aeroparque, contactando a productores de diferentes localidades, incluso aquellos que estaban inicialmente indecisos debido a la distancia. Desde entonces, los productores se han preparado diligentemente cada semana, trayendo sus productos desde colonias remotas para vender en Posadas.
Mathot destaca que el impacto de las Ferias Francas trasciende las fronteras de la provincia. Este modelo de comercialización en manos de los propios productores captó la atención de expertos nacionales e internacionales, convirtiéndose en una experiencia estudiada en Sudamérica. Tradicionalmente, son los consumidores quienes se organizan en América Latina, buscando a los productores. Sin embargo, estas ferias han logrado involucrar activamente a los productores en el proceso de comercialización, lo cual representa un enfoque distinto y exitoso.
La evaluación de estos 25 años destaca el papel fundamental de los productores y consumidores en el éxito de las Ferias Francas. Aunque inicialmente se mostraban reticentes a llamar a los asistentes «consumidores», se creó una Asociación de Amigos de las Ferias para fomentar la lealtad y participación de los clientes. Este aspecto de involucrar a los consumidores es un desafío pendiente que podría enriquecer aún más la experiencia de las ferias.
Esta iniciativa, de referencia en Sudamérica, atrajo la atención de estudiosos y expertos en el campo de la comercialización agrícola. La experiencia de los productores al tomar las riendas de su propia comercialización fue valiosa, destaca Mathot, especialmente en una época en la que las cooperativas no eran una opción viable debido a experiencias previas negativas. La organización de las ferias sigue siendo responsabilidad de los propios productores, lo que les brinda un mayor control sobre su proceso de venta.
A pesar de los logros alcanzados, aún quedan desafíos por enfrentar. La producción agroecológica es un objetivo pendiente que podría fortalecer la propuesta de las Ferias, dice. Además, admite que es necesario seguir trabajando en la relación con los consumidores, quienes son fundamentales para el éxito continuo de las ferias. Asimismo, la implementación de tecnologías y mejoras en la presentación y distribución de los productos podría contribuir a su crecimiento y desarrollo a lo largo del tiempo.
Oscar Mathot en Plural TV
-Las ferias misioneras cumplen 25 años…
-La de Posadas en realidad, que fueron la número 17, ya existían 16 en el resto de la provincia.
-¿Cómo comenzaron?
-Venir a Posadas fue todo un proceso. Estamos hablando de 1997, habrá sido entre julio y agosto de ese año. Vinimos porque estábamos buscando una salida económica a un grupo de pobladores que estaban en Posadas, cerca de Nemesio Parma. Tomamos contacto con la gente de Oberá que ya venían con sus ferias; era muy difícil esa experiencia de venir, porque hasta ahí las ferias se hacían en las colonias alrededor de la ciudad y Posadas no tiene esa característica, no tiene zona productora de alimentos. Así que al venir a Posadas estábamos en un momento complicado del país, había mucha desocupación, el precio de la yerba, de los productos, estaba muy bajo; producir alimentos y venderlos en forma directa era una práctica que ya se había perdido. El ideal del colono era ser yerbatero, ir en la camioneta y no ponerse detrás de una mesa y vender. Por eso las pioneras fueron las mujeres, las que estaban más desinhibidas para esas tareas, y a medida que esto tuvo éxito económico se sumaron los hombres. Todo esto contándolo en líneas generales. En el 97 nos reuníamos en la Parroquia de Villa Cabello, estaba el padre Juan Markievicz –nosotros trabajábamos en la pastoral social de la parroquia, así que éramos conocidos–. Ese año hicimos un estudio de mercado con el Programa Social Agropecuario y el Movimiento Agrario, esto venía impulsado por estas instituciones y varias más, donde confluían muchos municipios. Hicimos un estudio de mercado, y por agosto – octubre, entró el pánico porque no iba a haber suficiente producción porque ya llegaba el verano y en esa época siempre hay seca y cae la producción, principalmente de verduras y demás; entonces dejamos para empezar el año siguiente. Así fue que se empezó a trabajar en Nemesio Parma, en Colonia Aeroparque, que era una vieja colonia tambera del año 60 aproximadamente, pero que las chacras se habían fundido –aunque igualmente quedaban algunos productores–. Armamos la comisión promotora y tomamos contacto con el presidente del Concejo Deliberante, Enrique Arrechea, que se ofreció a avanzar en hacer las ordenanzas y demás. El intendente era Carlos Rovira, que tenía de secretario de Gobierno a Justo Núñez, quien nos recibió en audiencia y dijo: “quiero que sea algo también para Posadas”. Ya estaban los productores que se venían organizando, que era una experiencia también, ya que buscar productores en Posadas era muy complicado. Así fue que se inició, vinieron de distintas localidades, tuvieron que votar, muchos no estaban de acuerdo en venir porque era muy lejos, igualmente tomaron la decisión; vinieron de Aristóbulo del Valle, de Montecarlo, hasta de El Soberbio llegaron a venir, y vienen todavía. Se preparan desde el día anterior para llegar a Posadas, en algunas colonias de Taranco, Cerro Azul, preparan el viernes la producción para traer el sábado. Me acuerdo de uno que se iba en un carro con bueyes, y le digo “¿cómo te arreglás?”, porque a la noche es difícil la picada sin luz, y me dijo “los bueyes saben”. Salía a esa hora para estar temprano porque pasaba el camión de la Municipalidad o el colectivo, las camionetas, donde se organizaba cada grupo y venían. Ese es el comienzo, algo que no se ve en la feria pero que tiene todo ese componente.
-Haciendo una proyección 25 años después, ¿cuál es la evaluación que hacen?
-Sin duda son los productores los protagonistas de esta experiencia, y también los consumidores. Nosotros nos negábamos a decirles consumidores, pero en esa época el Coordinador del Programa Social Agropecuario –que la asociación de Posadas lleva su nombre, Roberto “Coya” Cametti–, había organizado en forma paralela a los productores una asociación de amigos de las ferias porque teníamos mucha duda de si iba a funcionar, entonces las mayores experiencias que hay son las de consumidores. Históricamente, incluso en América Latina los que se organizan son los consumidores, no los productores, y los consumidores son los que buscan a los productores. Esta experiencia tiene este componente de los productores; incluso hasta las primeras reuniones cuando comenzamos se elaboró un carnet para los amigos de las ferias, para la fidelización del cliente. Este tema de los consumidores queda pendiente.
-¿Qué evaluación se hace del impacto que tuvo esto?
-Esto tiene un impacto no solamente en la provincia, sino un impacto nacional e internacional, en Sudamérica, es una experiencia que vienen a estudiar. No es fácil la comercialización y más en manos de productores, que están acostumbrados a producir. Quienes toman las mejores experiencias en comercialización son las cooperativas, pero en ese momento no se podía hablar de las mismas, por la mala experiencia que venía de los 90. Así que hacer una asociación fue una experiencia importante; y los productores todavía tienen en sus manos la organización, porque no es el municipio el que organiza, sino son ellos mismos. Hay muchas experiencias de mercado en los que está el administrador del mercado, pero esto no, esto es una experiencia distinta. Nos queda pendiente la cuestión de los amigos de las ferias, de los consumidores; la producción agroecológica, que era uno de los objetivos que queda fuertemente pendiente. También, hace 25 años venden atrás de una mesa con un mantel, y hoy en día se podrían tener exhibidoras, que la cadena de frío se garantice de otra manera. Así que queda mucho por hacer.
-¿Esperaban este resultado cuando comenzaron?
-No, para nada. En el interior era distinto porque había una costumbre establecida, pero en Posadas fue una experiencia nueva, y hoy día es muy importante, son más de 1500 productores que vienen todas las semanas a vender a Posadas.
-Inclusive algunos productores nos decían que este es su único sustento.
-Se volvieron feriantes. La producción de alimentos no tiene techo. Nosotros todavía no nos autoabastecemos, hay veces que se trae el perejil de Santa Fe o de Mendoza todavía. No hay techo. Así que los desafíos son la producción agroecológica, la cuestión de los consumidores, ya que sin ellos no hay feria, son sujetos pasivos pero tiene que haber otra posibilidad, y nos queda toda la tecnología que hay que incorporar.
-Muchas gracias Oscar…
-Quiero agradecer ya que las ferias tienen éxito porque los medios de comunicación siempre han propagandizado y han puesto buena nota sobre las ferias.

