El militante Iván Pelinski Venchiarutti destaca la creciente influencia de los jóvenes en la política nacional y provincial, con demandas por eficiencia estatal y mayor participación. Desde su experiencia, examina el papel fundamental que juegan en el escenario político actual y la necesidad de una mayor integración de sus propuestas por parte del gobierno nacional. Es hora de que tanto los gobiernos como las instituciones reconozcan y respondan a las demandas juveniles, construyendo puentes que permitan una integración efectiva y significativa en la política y la sociedad. La juventud, con su energía y perspectivas frescas, no es solo el futuro, sino también el presente de la política argentina, enfatizó en Plural TV, programa periodístico de Canal Cuatro Posadas.
Miércoles 7 de agosto de 2024. Para Iván Pelinski Venchiarutti, la juventud se convirtió en un actor clave en el tablero político nacional al tiempo que impulsa cambios significativos, también, en las dinámicas políticas locales, especialmente en Misiones, donde la sinergia entre generaciones está marcando la pauta para un futuro prometedor. «Los jóvenes hoy en día tienen una participación influyente que probablemente ha movido el tablero político», afirmó Pelinski. En el Frente renovador, espacio político donde milita, observa una interacción productiva entre la juventud y los dirigentes experimentados que enriquece la participación política al ofrecer herramientas para enfrentar los desafíos de la función pública, la gestión y la política general, dice, para admitir además que el verdadero reto surge cuando los jóvenes deben asumir responsabilidades en las instituciones estatales y políticas.
Por otra parte, Pelinski destacó la importancia de que los partidos políticos busquen de manera activa a los jóvenes para nutrir el recambio generacional y beneficiarse de la energía y las ideas frescas que estos aportan y admite que las estrategias tradicionales para atraer a los jóvenes no siempre son efectivas. «Con el avance dinámico de los medios digitales, encontrar la consigna que convoca a los jóvenes es un desafío», explicó. A menudo, las cuestiones que resuenan con la juventud son las que les afectan directamente, como la eficiencia estatal y la simplificación de trámites, demandas que reflejan una insatisfacción con las estructuras institucionales percibidas como anticuadas.
«El Presidente de la Nación actual adoptó la bandera de la eficiencia estatal, y los jóvenes lo han seguido», dijo Pelinski, señalando cómo la juventud se distancia de la reverencia por instituciones intocables y aboga por un funcionamiento más dinámico y eficiente. Además, rescató la preocupación de los jóvenes por oportunidades laborales y crecimiento personal en un mundo globalizado que ofrece salidas laborales rápidas y alternativas a menudo no legisladas.
Pelinski también reflexionó sobre el contraste entre la política provincial y nacional en cuanto a la inclusión juvenil. «La fuerza nacional llevó como bandera la atracción hacia los jóvenes, pero en la práctica, las políticas no están reflejando esa demanda», criticó. Por otro lado, elogió al gobierno provincial por su enfoque práctico, que resultó en una integración efectiva de los jóvenes a través de proyectos y espacios participativos.
En el ámbito de la salud, un ámbito de militancia social para Iván ya que es médico de profesión, expresó su preocupación por la brecha entre las necesidades de salud pública y los recursos disponibles. Resaltó que la salud debe ser una política central en todos los niveles de gobierno, recordando la importancia demostrada durante la pandemia de Covid19. Sin embargo, la crisis económica afectó la capacidad de los estados para satisfacer estas demandas crecientes. «El costo de mantener las mismas prestaciones de salud es cada vez más alto, y esto está ejerciendo una presión significativa sobre los recursos provinciales y municipales», entiende.
En su paso por Plural, Pelinski señaló la decisión del Gobierno nacional de reducir el Ministerio de Salud a una Secretaría, lo cual considera un doble golpe: reduce la asignación de recursos y envía un mensaje simbólico de disminución de la importancia de la salud en la agenda política. La falta de crecimiento en el sector privado de la salud, debido a crisis en las prepagas y sanatorios, refleja la necesidad de una estrategia más clara y efectiva en el plano sanitario.
Iván Pelinski Venchiarutti en Plural TV

-¿Qué está pasando con los jóvenes en la política por estos días?
-Muchas cosas. Me parece que hoy día los jóvenes toman una participación y un protagonismo distinto de otras etapas en la Nación. Con las diferentes cuestiones y procesos democráticos que se dieron en Nación, se mostró que los jóvenes son una participación muy influyente y, probablemente, fue el sector joven el que movió el tablero. Creo que acá en Misiones hay una sinergia muy interesante, muy productiva entre mucha juventud que está comenzando a participar en política en los distintos espacios. Yo formo parte del Frente Renovador y siento que el espacio dio mucha participación a los jóvenes y también les va dando herramientas para enfrentar todos los desafíos que implica, ya sea la función, la gestión, la política, la participación social. También tenemos una amalgama ahí con la experiencia de dirigentes de ya muchos años, que lo hace muy productivo. El desafío está cuando los jóvenes tengan que tomar las riendas y tomar las responsabilidades, lo que implica todas las tareas, ya sea del estado, de los espacios políticos, de las instituciones. Hay muchos lugares de participación.
-Desde tu experiencia recorriendo Misiones: ¿Va la política a buscar a los jóvenes o los jóvenes vienen a buscar la política?
-Desde una postura de institución o, en mi caso, de agrupaciones políticas, y de movimientos políticos, siempre ir a buscarlos es fundamental para el recambio, para la alimentación intelectual, la alimentación de energías que aportan los jóvenes a la política. Pero creo que eso no siempre es efectivo. Con este avance dinámico y de mucha velocidad respecto a los medios digitales, los medios de comunicación, la información rápida, es un desafío bastante intrigante encontrar la consigna que convoca a los jóvenes. Creo que ellos se sienten tocados de alguna manera o se sienten intervenidos de alguna forma, y esto hace que comiencen a participar en política. Son cuestiones puntuales que capaz les llaman la atención y eso es su puntapié. Por más estrategia que uno tome para ir a buscarlos, capaz es algo que nace propio del sector joven, que tiene muchas demandas.
-¿Demandas como cuáles?
-Hoy, lo digital, la simplificación de todo lo que es trámites. Algo que los jóvenes enarbolan es la eficiencia en el funcionamiento del Estado, que el Presidente de la Nación actual tomó esa bandera y los jóvenes lo siguieron. Eso de entender que las estructuras institucionales que muchos de la política más antigua veían como algo puro, que no se tocaba y que tenía un funcionamiento sacro, como algo intocable, pero lleno de polvo para los jóvenes. Entonces ellos entienden que alguna manera hay que intervenir, esto tiene que funcionar mejor y, si no funciona, que sea otra cosa. Entonces, esa demanda del dinamismo que llevan los jóvenes, me parece que ahí hay un punto crucial. Después, obviamente, está la parte laboral y el desempeño o la cuestión del crecimiento personal, porque hoy toda esta comunicación y esta conexión mundial y globalizada hace que el joven vea salidas laborales rápidas, de alguna manera, buscar su crecimiento con medios alternativos, que en algunos casos todavía ni siquiera están reglamentados, están legislados. Entonces, estar abierto a recibir esas demandas y comenzar a impulsar cambios que no se hacen rápido, porque imaginate que tenemos un Estado, un conjunto de leyes y una república que funcionan de una manera, y cambiar todo adaptándose a todas las nuevas culturas, a las nuevas dinámicas, a los procesos rápidos, a las actividades laborales express que van rotando lleva a que tenga que haber una conexión entre esos dos: entre lo que ya estaba y lo nuevo que se viene, pero ir poniendo las reglas claras para todos los jóvenes, porque si no, son pocos los que pueden llegar a despegar.
-¿Los jóvenes vienen con demandas nada más, o vienen con propuestas también?
-Yo creo que demandas siempre. Salvador Allende decía que si el joven no es revolucionario hay una contradicción. Todo el tiempo la revolución es cambio. Entonces, ese cambio y esa búsqueda constante el joven la va a plasmar y lo va a manifestar, porque una persona joven que comienza a participar, que comienza a integrarse, me parece que no le debe nada a nadie, siente eso en su carrera o en su proyección, porque recién está arrancando, entonces busca que le den respuesta a esas demandas. Ahí me parece que hay de parte de ellos algo en común: “si quieren integrarnos, quieren incluirnos, quieren que nosotros participemos de esto, necesitaríamos tener cuestiones novedosas, tecnológicas, digitales, de participación, de simplificación de algunas cuestiones respecto a lo laboral, a nuestra formación, a nuestra capacitación”. Yo creo que ellos ponen mucho la demanda, pero está bueno pensarlos desde los espacios que reciben esas demandas, armar herramientas, tener estrategias para poder contener esas herramientas, porque de lo contrario no termina de conectar esa demanda y ese impulso joven con el resto de las instituciones. Las sociedades, las agrupaciones y demás necesitan generar esas herramientas y prepararse para contener a esos jóvenes, a esa demanda.
-Me interesa saber qué pensás de una reflexión o de una observación que es mía, que tiene que ver con estos dos escenarios: por un lado Misiones con el papel y el protagonismo que le da a juventud y por otro, el Gobierno, la Nación, con un gobierno nacional que llega con el voto de los jóvenes, pero parece no tener espacio para los jóvenes. ¿Crees que Nación no está entendiendo que debe darles mayor participación?
-Me parece que está bueno analizar bien en paralelo cada una de las situaciones. Creo que la fuerza nacional que hay en el gobierno del país llevó como bandera este impulso y esta atracción hacia los jóvenes, que hoy en día vemos que las políticas reales o las planificaciones respecto a ellos no se están dando. El Gobierno nacional está pensando mucho más en cuestiones de la macroeconomía, de la organización de la República, del Estado, de la disputa y las dinámicas políticas para poder gobernar, que eso no es menor. Entonces, todo eso que se había planeado, propuesto, hoy capaz no se está dando. Ellos tienen el foco de su política actual por otro lado. Como que ellos plantean una agenda, pero la práctica, el día a día, la cotidianidad y la situación socioeconómica que engloba al país, les está llevando a poner en agenda otras cosas, no puntualmente las demandas de uno de los sectores que más los apoyó. En cambio, me parece que el proceso provincial y el gobierno provincial, de la mano del Frente Renovador, fue a la inversa. Fue con la práctica, con la cotidianidad, con las demandas concretas respecto a los jóvenes que comenzó a dar un espacio, un lugar y una participación a la juventud. Me parece que fue inverso al Gobierno nacional, fue de la práctica, de la generación de ideas, la generación de proyectos que comenzó a emanciparse esa idea joven de participación. En cambio, con respecto al Gobierno nacional, se empezó con la demanda, la oferta y las propuestas, pero después la política de su cotidianidad no refleja esa demanda.
-¿Qué crees que está pasando, tanto en Nación como en la Provincia, respecto a la salud (que es tu fuerte)?
-Es algo que me gusta mucho, me fascina. Me sigo formando constantemente en el plano sanitario, de la salud, y es algo que ya vengo acarreando con militancia, más allá de la formación académica en sí. Creo que hoy la salud está en una brecha que es importante, por un lado, transmitirle a la sociedad que siempre va a ser importante y tiene que ser una política central en cualquier Estado, ya sea municipal, provincial o nacional. Lo vimos reflejado con la pandemia del Covid, que demostraba lo necesario que era la salud pública para poder mantener un orden, para poder mantener un equilibrio, una reglamentación, unas reglas del juego a todas las instituciones, en todos lados. Eso nos dio la pauta. ¿Qué hubiese pasado si no teníamos el Estado y las instituciones de salud regulando y pensando estas estrategias? También se ve que con la situación económica del país, que se refleja en todas las provincias, la salud es una de las más perjudicadas. La otra vez charlábamos en uno de los programas acá de Canal Cuatro, que la actualización del dólar oficial casi duplicándose o un poco más, hace que todos los insumos y la mayoría de la producción de salud se duplique. La mayoría de los Estados de todos los estratos: municipal, provincial y nacional, tienen esa demanda de salud constante, y es algo que es un derecho adquirido. La salud como derecho está en la Constitución Nacional, y también la población sabe que tiene derecho a un sistema público de calidad o sistema de obra social de calidad y eficiente, que responda a las demandas. Pero eso cada vez es más caro. Entonces, cada vez los Estados tienen que soportar un gasto más profundo, con una misma accesibilidad, con una misma garantía de derechos, pero cada vez más costoso. Y ese esfuerzo lo están haciendo las provincias, los municipios. En el caso del Estado Nacional, bajó el rango del Ministerio de Salud a una Secretaría de Salud, que le da un poco menos de importancia y también es una cuestión de recursos, presupuesto y prioridades.
-¿Es solo una cuestión de nombre bajarle el rango, o pasa por bajarle el rango a la política?
-Yo creo que viene el doble mensaje. En términos operativos y administrativos modifica mucho porque hay menos distribución de recursos, tienen menos capacidades y responsabilidades a la hora de tomar decisiones, ciertas políticas de cierta distribución de los recursos, de insumos, tanto recursos económicos como humanos, pero también muy simbólico, de poner a la salud en un segundo plano o amalgamarla con otro tipo de intereses, como es el Ministerio de Capital Humano que integra. Eso lo deja como en un segundo plano de la importancia que la salud implica para el Estado. Eso da una libertad a distintas acciones, que incluso los privados, tanto con las prepagas como los sanatorios privados, hoy están en crisis en todo el país. Hace al reflejo de la política, que en su visión previa de tratar de beneficiar a otros emprendimientos de salud de índole más privado, tampoco está funcionando. Entonces, cuando aflojás con la salud estatal, los privados no están pudiendo crecer, las prepagas entran en crisis y está la discusión constante respecto a la ley y las distintas tarifas, vemos que hay una disociación de cuál es la estrategia concreta en el plano sanitario. Yo tuve la oportunidad en otros programas de decir que hay toda esa duplicación de costos y ese esfuerzo que conlleva mantener las mismas prestaciones de salud, tanto en la obra social provincial del IPS como en la salud pública, que es un esfuerzo enorme que se está haciendo con los fondos de la Provincia, porque se sigue garantizando las mismas prestaciones, las mismas funciones en todos los hospitales públicos, pero todo es más caro cada vez. Está bueno transmitirle eso a la gente. En esta situación la gente sigue recibiendo la misma respuesta en salud, sigue teniendo la misma accesibilidad, pero para el Estado eso es cada vez es más caro. Entonces hay un punto en donde hay que poder saber valorar y tener en cuenta que estos cambios perjudican, que es plata de la gente que se está usando, y cada vez está costando más caro.
