El Gobierno de Alberto Fernández formalizó la salid del país del grupo de catorces presidentes de la derecha regional que se conformaron con la intención de «aislar al Gobierno de Venezuela». Con esta desvinculación, no hay cambios en la posición argentina respecto a la política internacional, salvo su desvinculación con este espacio.

Jueves 25 de marzo de 2021. “Argentina formalizó su retiro del denominado Grupo de Lima, al considerar que las acciones que ha venido impulsando el Grupo en el plano internacional, buscando aislar al Gobierno de Venezuela y a sus representantes, no han conducido a nada. Por otro lado, la participación de un sector de la oposición venezolana como un integrante más del Grupo de Lima ha llevado a que se adoptaran posiciones que nuestro Gobierno no ha podido ni puede acompañar”, dice el comunicado de Cancillería Argentina a través del cual se desvincula del Grupo de Lima, un espacio político de catorce Gobiernos de la derecha regional, entre los que están Brasil, Colombia, Paraguay y Chile.
De esta manera, desde este miércoles 24 de marzo, la desvinculación de Argentina es total, pese a que desde que asumió Alberto Fernández como presidente argentino, nunca participó de las reuniones de este grupo al que ingresó el país con el expresidente Mauricio Macri.
La posición argentina respecto a los bloques de países de la región también es ideológica, ya que Fernández expresó, hace poco, su intención de fortalecer la Unasur, que difiere en sus objetivos con el Grupo de Lima “que se creó por motivos ideológicos y está obsesionado con Venezuela, mientras Unasur está obsesionado con que crezca América Latina», dijo Fernández el domingo.

El comunicado
En el día de la fecha, la República Argentina formalizó su retiro del denominado Grupo de Lima, al considerar que las acciones que ha venido impulsando el Grupo en el plano internacional, buscando aislar al Gobierno de Venezuela y a sus representantes, no han conducido a nada. Por otro lado, la participación de un sector de la oposición venezolana como un integrante más del Grupo de Lima ha llevado a que se adoptaran posiciones que nuestro Gobierno no ha podido ni puede acompañar.
Una vez más, reiteramos que la mejor manera de ayudar a los venezolanos es facilitando que haya un diálogo inclusivo que no favorezca a ningún sector en particular, pero si a lograr elecciones aceptadas por la mayoría con control internacional. Es claro que no pueden las autoridades venezolanas desconocer, sin embargo, que producir las condiciones para un diálogo que resulte productivo es primordialmente su responsabilidad. Un diálogo del que deben formar parte, pero del que no puede apartar a la oposición en su conjunto. Un diálogo que sin duda se vería enriquecido con voces provenientes de los principales actores sociales del país, como la Iglesia, el sector empresario y las organizaciones no gubernamentales, sin exclusiones.
En un contexto en el que la pandemia ha hecho estragos en la región, las sanciones y bloqueos impuestos a Venezuela y a sus autoridades, así como los intentos de desestabilización ocurridos en 2020, no han hecho más que agravar la situación de su población y, en particular, la de sus sectores más vulnerables. Es importante señalar que las sanciones han afectado el goce de los derechos humanos de la población venezolana, de acuerdo a lo que se constata en el informe de la Relatora Especial sobre las repercusiones negativas de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos.
Con este espíritu, la Argentina continuará sosteniendo su compromiso con la estabilidad en la región, y buscará encaminar soluciones pacíficas, democráticas y respetuosas de la soberanía y de los asuntos internos de cada Estado.

Sin cambios en la posición internacional
El canciller Felipe Solá aseguró este jueves que la decisión del Gobierno argentino de abandonar el Grupo de Lima fue “formalizar algo que venía ocurriendo desde diciembre de 2019”, y dijo que “no hay ningún cambio» en la «posición internacional» de la Argentina «ni respecto de Venezuela ni de Estados Unidos”.
Solá, al hablar con El Destape Radio, recordó esta mañana que “no veníamos firmando ninguna declaración de ellos (en alusión al Grupo de Lima) y fue formalizar algo que venía ocurriendo”.
El titular del Palacio San Martín también indicó que “se nos consultó a través de la embajada en Washington y se les dijo (al Gobierno de Estados Unidos) que pertenecemos al Grupo de Contacto de la Unión Europea, y ese cambio lo hicimos hace mucho; ahora lo único que hicimos fue formalizar esa salida”.
“El Grupo de Contacto -consideró Solá- se plantea debatir el no avance de ningún tipo en relación a Venezuela, cosa que no ocurría con el Grupo de Lima”.
Este miércoles, el Gobierno argentino formalizó su retiro del denominado Grupo de Lima, al considerar que «no han conducido a nada» las acciones que impulsó ese bloque en el plano internacional «buscando aislar al Gobierno de Venezuela y a sus representantes».
«En el día de la fecha, la República Argentina formalizó su retiro del denominado Grupo de Lima, al considerar que las acciones que ha venido impulsando el Grupo en el plano internacional, buscando aislar al Gobierno de Venezuela y a sus representantes, no han conducido a nada», señaló un texto de la Cancillería difundido ayer,.
En tanto, Solá indicó este jueves que “el no avance no es sólo responsabilidad del Grupo de Contacto o de los que tienen interés en que el pueblo venezolano tenga una situación democrática más sólida, son que también es responsabilidad del Gobierno de Venezuela”.
“En el Grupo de Contacto hay un debate sobre cuáles son las mejores metodologías para alcanzar esto, mientras que el Grupo de Lima tiene un nivel de dogmatismo mucho mayor y nosotros nos sentimos más cerca del debate que se da en el Grupo de Contacto”, resumió Solá.
Ante una consulta, el canciller aclaró que “no hemos recibido ningún pedido de Estados Unidos en el sentido de que esto implique cambios en la negociación con el Fondo Monetario Internacional”.
“Le hemos comunicado al Departamento de Estado que no había cambios en nuestra relación con Venezuela ni con Estados Unidos, se lo comunicamos claramente”, manifestó.
Asimismo el ministro recordó que la Argentina votó “contra Venezuela por la situación de los derechos humanos en octubre en Ginebra, porque teníamos el informe elaborado por (Michelle) Bachelet y apoyamos lo que hace Bachelet”.