“La forestoindustria está con pleno empleo; durante la pandemia alcanzó picos sin antecedentes, cuando no paró de crecer, en el país y el mundo. Pasada la pandemia, en este periodo, la actividad sigue trabajando muy bien” destacó el titular del Instituto Forestal misionero, Hugo Escalada, durante una entrevista con Plural TV.

Jueves 1 de septiembre de 2022. La situación por la que atraviesa la forestoindustria es muy buena. Durante la pandemia alcanzó picos sin antecedentes; no paró de crecer en todo el mundo. Después de la pandemia, “la actividad sigue trabajando muy bien, con pleno empleo (para unas 20 mil familias) entre dos y tres turnos. El mercado misionero es mayoritario dentro de nuestro país, con pocas exportaciones; la suerte del mercado interno define la suerte de la forestoindustria en Misiones; es, creo, el sector que más está aportando hoy en día al Producto Bruto Interno de la provincia”, destacó el titular del Instituto Forestal Provincial, Hugo Escalada en Plural TV.
Además, resaltó las inversiones del sector, hoy moderno y tecnificado, y el acompañamiento del Estado, con bosques implantados con calidad genética producto de las investigaciones, dijo.
Respecto a la postura del sector frente a las declaraciones del presidente Alberto Fernández que expresó que las familias argentinas deben vivir dignamente y no en casas de madera –sobreentendido que hizo referencia a las casillas de emergencia-, Escalada dijo que “fue una reacción con exceso de legítima defensa porque si bien el Presidente pudo haber tenido un desliz con el comentario que hizo, el sector forestal no se debe olvidar de que durante la pandemia, el Presidente lo nombró un sector esencial, lo que permitió que el sector trabaje con pleno empleo y que durante mucho tiempo el Estado le pague la diferencia de salarios a los trabajadores para que sigan trabajando. Por eso, cuando estás en desacuerdo con alguna definición, también tenés que poner en la balanza los beneficios. Repito, el Estado ha estado siempre al lado del sector forestal”, enfatizó durante una entrevista en Plural TV, programa de Canal 4 Posadas.

La entrevista de Hugo Escalada en Plural TV

-¿Cuál es la situación de la foresto industria en Misiones en este momento?
-La situación de la forestoindustria es muy buena. Durante la pandemia alcanzó picos, yo diría, sin antecedentes. Al contrario de lo que pasó con el resto de la economía, la forestoindustria no paró de crecer. Ha tenido récords históricos de crecimiento. No solamente en nuestro país, sino en el mundo entero. Pareciera ser que la gente que invertía dinero en viajes, turismo, gastos superfluos, al no poder movilizarse decidió invertir en construcción y eso hizo que la madera tuviera un récord histórico de valor en el mercado de Estados Unidos, en Canadá, y eso después fue revotando en el resto del mundo. Así que en Argentina tuvimos un periodo muy bueno. Pasada la pandemia en este periodo que estamos viviendo ahora, post pandemia, la actividad sigue trabajando muy bien. Por ahí no con los indicadores récord que te estoy contando, pero está trabajando con pleno empleo, entre dos y tres turnos. Estamos trabajando con los mercados que siguen abiertos. Y la cuestión de la exportación, debido a nuestras vicisitudes con la inflación y con el dólar, es un poco más problemática. Pero dejame decirte que el mercado de Misiones es un mercado mayoritario dentro de nuestro país. Lo que se exporta es muy poco. La suerte del mercado interno es lo que define la suerte de la foresto industria en la provincia de Misiones, mucho más que las exportaciones.

-En los 90 teníamos el latiguillo de la principal actividad económica de la provincia de Misiones. ¿Sigue siendo así?
-Sí, se ponía como principal actividad. No tengo un estudio concienzudo que diga si es el principal producto interno de la provincia. He escuchado que lo repiten. Pero sí te puedo asegurar que es laprincipal generadora de empleo de la provincia. El sector forestal, a diferencia de otros sectores de la economía primaria, es un sector que redistribuye mucho porque necesita mucha mano de obra. Cualquier aserradero, por pequeño que sea necesita de diez a doce personas para manejarlo. Entonces insume mucha cantidad de mano de obra, con mucha tecnología local: torneros locales, soldadores locales, las compras en las ferreterías locales.

-Va impactando en todos los rubros…
-Genera mucho trabajo y también genera mucha inversión en la mayoría de los lugares donde están esos aserraderos. Con lo cual redistribuye mucho el ingreso.

-Si tenemos que traducir en números, ¿Cuáles son los más importantes? Números de cantidad de aserraderos, de empleo, de superficie deforestada, de producción de madera… ¿Cuáles son los números de esta actividad?
-Para nuestra provincia esos son los números importantes. Por la cantidad de empleo que genera, no te quepa la menor duda. Estamos hablando de 20 mil familias que están alrededor del sector forestal. Eso tenés que multiplicarlo, es exponencial. Además, creo que es el sector que más está aportando hoy en día al Producto Bruto Interno de la provincia. También hay que tener en cuenta con todo lo que tiene que ver con las inversiones. El sector forestal se ha capitalizado muy fuertemente. Ha estado invirtiendo en estos últimos años. Y eso es muy bueno porque se ha tecnificado, se ha modernizado. Y eso hace entre otras cosas junto a la capacidad genética de las plantas que ha ido mejorando producto de las investigaciones, eso hace que hoy la calidad de la madera sea mucho mejor de la que teníamos. Estoy hablando siempre de bosques implantados. Bosques que se plantan para después producir. Para que de alguna manera vayan a pasta de papel o a aserraderos. No estoy hablando de bosques nativos.

-¿Hay un antes y un después del Instituto?
Hay un antes y un después del Instituto indudablemente. La actividad forestal necesita de manera imperiosa regulación. Porque es una actividad que en nuestra provincia tiene grandes actores como Arauco y Papel Misionero. Al haber grandes actores se rompe el mercado porque los grandes actores imponen los precios. Como son los que compran o venden grandes volúmenes terminan imponiendo el precio. Entonces se hace necesario que exista un organismo regulador para que quien decide dedicarse al sector forestal tenga previsibilidad.

-Las reglas claras…
-Claro. La actividad forestal no es anualizada como puede ser la yerba y otras actividades. Si hablamos de pino por ejemplo, plantás y necesitás siete años para hacer la primera poda, y otros siete años más para poder utilizar el árbol. En el mejor de los casos debés tener previsibilidad a 14, 15 años. Hubo muchísima gente que apostó al pino o al eucalipto creyendo que hoy iba a tener una inversión muy importante, y después se encontró con que los precios estaban totalmente aplanados, y lo que tenía no valía lo que creía. Eso hizo que mucha gente dejara de apostar a la actividad forestal. Muchos pequeños explotadores abandonaron la actividad. Hizo que muchos otros vayan cambiándose, con el furor de la yerba y los precios de la misma, hubo mucha gente que hizo tala raza y se pasó a la yerba, o se pasó a la ganadería, que anda cada vez mejor en la provincia de Misiones. Retener al pequeño y mediano productor forestal para nosotros es muy importante, porque es el que provee de materia prima al pequeño y mediano aserradero. Para poder retenerlo no alcanza el asistencialismo forestal. Yo le llamo así a toda esta cuestión de subsidios. El Estado argentino ha invertido durante décadas en el sector forestal poniendo dinero, no solamente en la actividad, sino poniendo planes para que deduzcan impuestos, para que tengan beneficios fiscales, para que tengan un subsidio para plantar, etcétera, etcétera. Para nosotros, mantener al pequeño en la actividad implica darles previsibilidad. Implica decirles que nosotros vamos a estar dándoles un precio cada seis meses, y a ese precio donde vamos a estudiar los costos le vamos a añadir y siete ocho por ciento de rentabilidad. Entonces el productor sabe que pase lo que pase más adelante, ya sea siete, diez, 15 años, va a tener el precio por encima de los costos, es decir que no va a perder dinero en esta actividad.

-¿Se fijan dos veces al año los precios?
-Los fijamos cada seis meses, y cada tres meses los actualizamos. Nada más que por la inflación que estamos viviendo. La inflación hace que los precios que fijaste a los tres meses estén totalmente fuera de esquema. Eso muchas veces termina perjudicando al productor, que antes de entregar la mercadería prefiere no hacerlo porque sabe que a los tres cuatro meses va a valer otro dinero. Entonces cada seis meses los fijamos y cada tres meses los actualizamos.

-¿Esto genera algún tipo de problemas como con la yerba mate?
-El Instituto Forestal no tiene la obligación de la unanimidad. Cosa que sí tiene el Inym por ley. Esa es la gran trampa del Inym. Es imposible que cuando vas a sentar muchos actores de una cadena con intereses totalmente contrapuestos sean unánimes. Puede haber mayorías y minorías. La democracia no funcionaría si no hubiera minorías y mayorías, siempre van a existir. El Instituto Forestal no tiene el requisito de la unanimidad para tomar decisiones, y sin embargo esta es la quinta jornada en la que fijamos precios por unanimidad con todos los integrantes de la cadena. Así que eso es para nosotros muy positivo. Porque hay acuerdo, hay diálogo. Porque todos entienden que para que la actividad siga creciendo no hay que apretar al más chiquito como se hacía antes, sino que hay que poner mejores precios en los grandes centros donde estamos vendiendo nuestros productos.

-¿Cuáles son los problemas del sector que se trabajan desde el Instituto?
-El sector forestal tiene una problemática muy específica. Nosotros desde el Instituto estamos muy avocados, además de la fijación de precios, a la capacitación. Porque vos me preguntás cuál es el problema. Y yo te diría: no es el problema del sector forestal. Es el problema en general con el que te encontrás hoy. Si vos hoy necesitas incrementar tu producción o hacer que tu proceso de industrialización mejore, lo primero que vas a necesitar es personal capacitado. Hoy tenemos en la provincia de Misiones un sector muy industrializado. Hay alrededor de 700 aserraderos en nuestra provincia, pero con las modernas técnicas y con todo lo que mejoró el sector, necesita incorporar personal capacitado. El personal capacitado no solamente trabaja de mejor manera, sino que puede utilizar tecnologías nuevas y todo eso mejora la productividad. Entonces, si me preguntás qué nos distingue de Corrientes, que es la segunda provincia forestal del país, nos distingue que Corrientes está muy poco industrializada, mientras que Misiones está muy industrializada. Así que cuando queremos hacer exponencial nuestro crecimiento, tenemos que poner energía en seguir capacitando. Y eso es muy bueno porque en Misiones, la mayoría de los que está en el sector forestal, ya viene de conocimientos familiares. Hay muchos hijos de gringos que desde hace muchos años sabe cuáles son las herramientas para soldar, conoce de tornería. Entonces la capacitación surte efecto inmediato. Aprenden, incorporan inmediatamente los conocimientos, y lo vuelcan más inmediatamente al campo de acción. Y eso redunda en Misiones en un factor diferenciador de otros lugares. Ese es un tema que estamos abordando muy fuertemente. Estamos haciendo dos cursos de capacitación de manera mensual. Lo estamos haciendo en el interior, vamos a los aserraderos. Se hace el curso teórico que dura un mes, después se hace el curso práctico que se hace en los propios aserraderos, y después armamos un grupo de WhatsApp donde todos los que hicieron el curso siguen haciendo preguntas, y los profesionales que hicieron los cursos siguen conectados y siguen dando respuestas. Así que se hace un curso interactivo. Me parece que el Estado no puede renunciar a dar capacitación. Es un factor que da un gran valor agregado. Y después, la cuestión de la fijación de precios para nosotros es fundamental porque da un piso y da previsibilidad al sector. Queda por delante seguir apostando en Misiones, no solamente a las producciones que siempre hemos tenido, sino a otro tipo de producciones en base a biomasa, generar energía en base a biomasa. Poder generar subproductos.

-¿Todos esos temas pasan por el Instituto?
-El Instituto tiene competencia en todos esos temas. Estamos constantemente tratando de incorporar estos temas, de debatirlos, de traer profesionales capacitados para ello. Creemos que la provincia tiene mucho futuro en la foresto industria, como la conocemos habitualmente. Y en los próximos años la foresto industria va tener muchísima producción. La madera se está utilizando cada vez más en temas que antes eran impensados. Hace poco tiempo tuve en mis manos una tarjeta de crédito de madera. En Suecia, en Noruega se hacen de madera. Parecen de plástico, y tienen el chip incorporado, con lo cual el día que las desechas, directamente se reciclan. Te comento de las tarjetas de crédito por darte el dato, así hay muchísimas aplicaciones más en madera. Nosotros tenemos un futuro, el mundo tiene un futuro hacia la madera. Por la contaminación ambiental, por muchas cosas. Así que habrá que seguir tecnificando, incorporando tecnología, conocimientos, y obviamente la provincia debe estar presente. Es un sector muy dinámico, que ha crecido mucho, que se enojó estos días con el Presidente (Alberto Fernández).

-Sobre eso te iba a preguntar, la reacción del sector…
-Para mí fue una reacción con exceso de legítima defensa. Porque si bien el Presidente pudo haber tenido un desliz con el comentario que hizo, el sector forestal no se debe olvidar de que durante la pandemia el presidente lo nombró un sector esencial, lo que permitió que el sector trabaje con pleno empleo y que durante mucho tiempo el Estado le pague la diferencia de salarios a los trabajadores para que sigan trabajando. Por eso, cuando estás en desacuerdo con alguna definición, también tenés que poner en la balanza los beneficios. Repito, el Estado ha estado siempre al lado del sector forestal. Por ahí hay otros sectores que podrían quejarse de por qué no se los subsidia como se subsidió históricamente al sector forestal. Así que el sector forestal ha recibido muchísimos beneficios. No creo que esta definición haya sido tan descalificante. Hay que entender lo que habrá querido decir el presidente. Y yo no soy exégeta del mismo, pero parece que fue una reacción demasiado fuerte como para las definiciones de alguien que firmó un decreto declarando actividad esencial al sector forestal y le dio una gran mano.

-¿Qué podemos esperar en el sector?
-El sector forestal tiene una potencialidad muy grande. Estamos trabajando en cosas que van más allá de las conocidas. Esperemos que con las energías alternativas podamos hacer algo así. Esas y otras sorpresas de inversiones grandes las va a dar a conocer el gobernador oportunamente.