Rovira rescató ayer en las redes sociales los ejes del discurso pronunciado en el acto de proclamación de candidatos. Define un esquema conceptual para encuadrar el mensaje y la estrategia de campaña centrada en diferenciarse como custodio del federalismo. La comunicación de la campaña es coherente con la prédica y gestión del gobierno de Hugo Passalacqua. La modernidad líquida de Buaman y la Relatividad de Einstein concurren a sostener la sustancia del pensamiento y la doctrina misionerista.

Posadas (miércoles, 5 de julio) Carlos Rovira rescató ayer en las redes sociales el discurso que pronunció el viernes 23 en la proclamación de los candidatos de la Renovación. Destaca textualmente:
Cumplir con la palabra empeñada es la síntesis de nuestro espacio político y es uno de los tesoros más importantes que debemos cuidar.
Hoy nos toca ser oposición al gobierno nacional, pero tenemos una actitud política positiva, en un espacio constructivo y colaborativo.
No contestamos agravios ni calumnias, propios de la dirigencia, q no le interesa a la gente. Sino con más esfuerzo y propuestas superadoras
Se traduce en esos textos, una clara intención de definir un esquema conceptual que encuadre el mensaje y la estrategia de campaña. Sus palabras son referencias para la acción.
La palabra empeñada se articula con las otras proposiciones, pero no sólo remite a las relaciones institucionales con el gobierno nacional, sino fundamentalmente con la gente y la propia significación del movimiento renovador. Reafirma Rovira la estrategia política y electoral centrada en diferenciarse como custodio del federalismo. Es un espacio que tiene garantizado, no sólo por la génesis de la creación de la Renovación desde sus rupturas con Buenos Aires, sino por contraste con los alineamientos de las otras fuerzas en campaña, referenciadas ya sea en Macri, en Massa o Kirchner. La reivindicación del “misionerismo” es el mensaje identitario y el eje de sentido. A esta altura del proceso democrático iniciado en 1983 ya es conocido que el voto se decide por trazos gruesos y no sólo desde una extrema racionalidad. Desde esta perspectiva no hay nada nuevo en la Renovación como significante. No cabe duda de que en la provincia la Renovación es sinónimo de lo misionero.
No contestar los agravios que sólo entretienen a la burbuja, es el método que, tampoco es novedoso en el rovirismo. Mucho antes de la moda Durán Barba, con “el poder está en la gente”, las campañas de la Renovación no se centran en las cualidades de los candidatos y ni siquiera en el sello de la Renovación que, es cierto, tienen su gravitación, pero la campaña hoy más que nunca aparece centrada en la persona que elige, en sus gustos, en sus opiniones y fundamentalmente en sus problemas. De este modo, la comunicación de la campaña es coherente con la prédica y gestión del gobierno de Hugo Passalacqua, en su obsesión por estar cerca de la gente. Gestión, política y campaña electoral, no se oponen y tienen múltiples puntos de contacto, pero son diferentes y es tiempo de elecciones.
Se percibe así una relación dialéctica entre “misionerismo” como significación y el método de la escucha y el acercamiento al misionero. Ante todo, coloca a la Renovación ajena a “la grieta” esa creación del poder hegemónico como categoría electoral. Introduce en el debate la dimensión geográfica y al mismo tiempo la dimensión temporal.

La relatividad y la modernidad líquida

Tiempo, Espacio y Movimiento. Las categorías que estuvieron presentes en el eje del discurso del mentor de la Renovación en el acto de proclamación, aquí en Posadas.
Al mencionar la “grieta” Carlos Rovira destacó, no casualmente que el posicionamiento forzado por la polarización, de un lado o del otro, “no es problema de los misioneros”.
Y fundamentó el eje de la campaña al adelantar que con el Frente Renovador “vamos a conducir a un lugar superador”. Fue cuando hizo mención al pensamiento de Albert Einstein como antes al de Zygmunt Bauman.
¿Por qué Rovira, que es un pragmático, apela y menciona a dos grandes del pensamiento contemporáneo en un discurso de campaña?
Es una gran sutileza que tiene que ver con el tiempo, el espacio y el movimiento que sustenta una profunda diferenciación con la moda. Porque nadie puede negar y lo dicen muchos analistas, que el antiintelectualismo de hoy no es exclusividad del macrismo y recorre prácticamente todo el arco político. Si hay una sensación de que “Macri se deja pensar por otros”, como dice el escritor Marcos Mayer, Rovira se sitúa en el mundo desde el misionerismo explícito sin negar la historia sino que al contrario desde un diálogo profundo entre pasado y presente, que vino a enriquecer, no sólo la polémica intelectual de los últimos años, sino el proceso identitario de los misioneros. Si el discurso del macrismo está atravesado de ideas que vienen de otro lado, el discurso roviriano las sintetiza desde Misiones como lugar geográfico. No se rehúyen ni se niegan los avances de la humanidad en el pensamiento y en la materia. Allí está la escuela de robótica como muestra, o el robot que opera en el Hospital Escuela. Pero el comandante general Guacurarí y la Cruz de Santa Ana son más que símbolos de resistencia a cualquier adaptación pasiva. Lo dijo varias veces: “se piensa desde lo global pero se actúa desde lo local”. Se rechaza el determinismo por el cual, en el neoliberalismo o el viejo liberalismo como también en el marxismo, los hombres son sólo piezas, peones de la historia que, para unos se mueve por la lucha de clases y para otros por el progreso de la ciencia aplicada. La Renovación tiene una visión más dialéctica: la historia nos crea y, a la vez, somos artífices de la historia. Es la doctrina de la Renovación que se escribe al mismo tiempo que la sociedad la va escribiendo. Bauman y Einstein.
Repasemos:

Bauman: sólo certezas locales

La teoría de Bauman, que vale subrayarlo no renuncia al socialismo como utopía, admite sin embargo que se han desmoronado los cimientos que históricamente han sostenido los pilares vitales de las sociedades. Los relatos, diríamos. La modernidad líquida es una figura del cambio y de la transitoriedad: los sólidos conservan su forma y persisten en el tiempo: duran, mientras que los líquidos son informes y se transforman constantemente: fluyen. Como la onda de la globalización, la desregulación, la flexibilización o la liberalización de los mercados. Ya no hay verdades universales. Al ser líquidas no mantienen mucho tiempo la misma forma. Y ello hace que nuestras vidas se definan por la precariedad y la incertidumbre.
Así, la principal preocupación es no perder el tren de la actualización ante los rápidos cambios que se producen en el mundo y no quedar obsoletos. La Renovación entiende que es a partir de lo local cómo se puede planificar la vida de las sociedades. No hay otras certezas. Al hacer referencia a la modernidad líquida, Rovira hace entendible y pone luz en lo que parecería oscuro y complicado: la construcción de la pertenencia en la Renovación ya no se ajusta a lo clásico de la ideología. Sólo desde un abordaje ideológicamente atado a la modernidad dura se puede reprocharle al movimiento Renovador no quedarse atado a la suerte del kirchnerismo. También sería un abordaje ahistórico y simplista. La Renovación irrumpió en la escena política provincial con rupturas a todo anclaje nacional. Si nació en tiempos y con el empuje de Néstor en 2003, quedó claro después del 2007 que nunca fue un apéndice K sino un aliado que pudo preservar su identidad misionerista aun superando los embates de la Casa Rosada. Lo que intenta Rovira es, dicho con claridad, reformular las esperanzas de los pueblos libres y la reconstrucción de un federalismo auténtico, desde un pensamiento local pero emancipado de racionalismos y universalismos.
Pero Rovira no sólo valoriza las ideas y las propuestas. Ante tantas incertezas líquidas apela al funcionamiento de “los dos hemisferios, el derecho y el izquierdo, el que piensa y el que hace con corazón con el ardor permanente, que tiene la política de ir a fondo del problema y la necesidades del humilde y los jóvenes”. Y en esto muestra otro aspecto bien diferenciado con el macrismo. Mientras Rovira, en su discurso apeló varias veces al “pueblo” como categoría social e histórica, el PRO tiene problemas con todo lo que suene a sujeto colectivo y la ciudadanía. “Es parte del credo individualista aprendido en la autoayuda: toda salvación, todo progreso, es individual”, sic otra vez Mayer. En Misiones, la Renovación fue articulando las políticas con instituciones colectivas capaces de actuar efectivamente.

Einstein: pensar en otra dimensión

La relación entre tiempo y espacio en movimiento fue otra referencia en el discurso de Rovira para explicitar el posicionamiento de la Renovación en un espacio diferenciado de las dos veredas que enfrentan simbólicamente al macrismo y al kirchnerismo. Es lo que llaman “grieta” y remite al enfrentamiento peronismo – antiperonismo. Rovira fue categórico al enfatizar que la Renovación ha superado el espíritu de rencor de la grieta. Encuadró así el espíritu constructivo y colaborativo establecido en las relaciones con el gobierno nacional para que sirva a la resolución de los grandes problemas que tiene la provincia.
Fue cuando apeló al pensamiento de Einstein. Algo muy complejo que paradojalmente aclara el método de la toma de decisiones. Más allá de intentar explicar una teoría tan compleja para los legos, lo que se rescata es que nació a principios del siglo XX, en el período del resquebrajamiento de los viejos conceptos y representaciones de la mecánica clásica que tiene su origen en Newton. Dentro del paradigma vigente la ciencia no avanzaba. La teoría de la relatividad modificó radicalmente las antiguas representaciones de la física clásica sobre el espacio y el tiempo. En el creador de la mecánica clásica, Newton, el tiempo y el espacio aparecen como entes autónomos, separados de la materia y separados entre sí. La teoría de la relatividad establece la estrecha conexión mutua del espacio y del tiempo y la de ambos con el movimiento de la materia. En el movimiento se revela el carácter relativo del espacio y del tiempo.
Había que pensar en otra dimensión. Cambiar el paradigma. Es la referencia que hace Rovira para poner luz sobre la significación política de la Renovación. Fuera de la grieta. Como la teoría de la relatividad, una síntesis. “Hay problemas a veces que tienen solución pensando une escalón más arriba y es allí donde está la gente de Misiones y ese es el desafío y posibilidad y de ir resolviendo a la nuestra el problema”. Rovira modifica así las representaciones tradicionales para pensar la política con las categorías de la relatividad, el tiempo hoy, el espacio Misiones, el movimiento la Renovación.