La división y fractura que existe en el frente Juntos por el Cambio tan en Misiones como en el país, se evidencian con la falta de unidad y los conflictos internos en cada uno de los partidos políticos que conforman la alianza. Mendoza es un nuevo ejemplo junto a la falta de ambición de poder en el partido radical. En ese contexto, la Renovación misionera se presenta como un partido con una gestión incuestionable con un plan centrado en dar servicios y derechos al ciudadano, proyectada hacia la modernidad y buscando la innovación permanente.

Domingo 16 de abril de 2023. El líder político de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, ha evidenciado nuevamente la división en el frente Juntos por el Cambio al decidir votar de manera abiertamente contraria a la postura que el PRO, encabezado por Mauricio Macri, había solicitado para las elecciones. Este episodio se suma a la serie de peleas internas que ha venido mostrando el frente, lo cual ha generado desilusión y desencanto en la sociedad, alejándose cada vez más de los dirigentes y la política en general. El elevado rechazo del electorado a estas luchas internas aleja cada vez más al frente de un posible regreso presidencial.
En Mendoza, el intento de ordenamiento por parte de Humberto Schiavoni, enviado por los jerarcas nacionales del PRO para intervenir el frente, fracasó y provocó la ruptura total del frente, causando el alejamiento del diputado nacional Omar de Marchi, quien anunció su candidatura por fuera del PRO, debilitando aún más al espacio. Las peleas internas se replican en cada una de las provincias, causando un daño irreparable a la política y generando hastío generalizado en la gente.
En la provincia de Misiones, hay una división permanente entre las fracciones cada vez más reducidas y atomizadas, donde el candidato a gobernador de ese espacio solo dialoga con su círculo cercano y otros espacios del radicalismo no colaboran en la campaña. En el PRO, la situación es aún más compleja, sin candidatos de peso ni dirigentes que militen, lo que provoca temor a un posible fracaso electoral del 7 de mayo. En Misiones, hay dirigentes que se alejan y critican los manejos sectarios y las peleas constantes entre diferentes facciones que responden a diferentes líderes nacionales.
Mientras tanto, hay conversaciones subterráneas entre referentes libertarios para atraer a los expulsados por las internas de Juntos por el Cambio, sumando cada vez más adhesiones para el liberal Milei. La única acción planificada por el frente en Misiones es tirar la boleta en el cuarto oscuro y, por el momento, no se conocen propuestas para el agro, la economía o el turismo. Esto ha generado desconfianza en el electorado y, aunque intentan mostrar una imagen de unidad, Juntos por el Cambio no logra consolidarse como un frente coherente.
En contraposición, los analistas políticos del Frente Renovador aseguran que el espacio luce una propuesta política vigorosa y de avanzada, con una gestión incuestionable y coherente centrada en darle servicios y derechos al ciudadano, proyectada hacia la modernidad y la innovación. Insisten con que el camino de constante crecimiento trazado por la Renovación se debe a una dedicación elevada al arte de la conducción política, y se muestra como un faro de serenidad frente a la tierra arrasada que muestran los campamentos de los dos frentes nacionales con representación en la tierra colorada. Nadie discute la efectividad de su plan político en comparación con otros esquemas que pretenden volver al pasado, dicen.
En el frente político Juntos por el Cambio, la división y la fractura continúan en exhibición pública, demostrada por el desacuerdo entre Rodríguez Larreta y Mauricio Macri en la forma de votar en las elecciones de la Ciudad de Buenos Aires. La constante y reiterada lucha de poder entre las facciones ha llevado a la desilusión, el desencanto y la apatía del electorado, dejando al partido cada vez más lejos de su esperado retorno presidencial.
Mientras tanto, en la Argentina, la situación política se encuentra en una tensión constante. El gobierno nacional, encabezado por el presidente Alberto Fernández, está atravesando una crisis económica, social y sanitaria sin precedentes. La pandemia de COVID-19 ha afectado a toda la sociedad y ha dejado en evidencia las deficiencias en materia de salud y el desigual acceso a los servicios básicos. A esto se le suma la inflación desmedida, la falta de trabajo y el aumento de la pobreza, que han generado un clima de descontento y desesperación en gran parte de la población.
En este contexto, la oposición política no ha logrado consolidarse como una alternativa seria y creíble para la ciudadanía. La falta de unidad y cohesión en el frente Juntos por el Cambio, y las internas y escisiones en otros partidos, han debilitado su imagen y su capacidad para ofrecer soluciones concretas a los problemas que aquejan a la sociedad. El crecimiento del movimiento liberal liderado por Javier Milei, el líder de la antipolítica, que ha captado el descontento de una parte de la población, es una muestra más de la polarización y la fragmentación del espectro político.