La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (Iarc) clasificó al mate en el grupo tres, donde listan todos los productos que no se consideran cancerígenos para el ser humano. La investigación desmiente la publicación de un diario británico que alerta sobre el peligro que acarrea la infusión.

Lunes 28 de febrero de 2022. El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) reiteró que el consumo de yerba mate, particularmente bajo la modalidad de mate cebado tradicional, “es un hábito saludable y la asociación del mismo a un incremento en el riesgo de contraer ciertos tipos de cáncer, no está comprobada científicamente”.
Esta falta de evidencia fue observada por organismos internacionales que velan por la Salud de la humanidad, como la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (Iarc), que depende de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Europea del Medicamento (Aem). En 2016 esta agencia ya declaró al mate como infusión no cancerígena para los humanos.
La Iarc evalúa agentes químicos, físicos y actividades laborales, entre otros, mediante una exhausta revisión de toda la información científica disponible sobre el agente de estudio en busca de evidencias que lo relacionen con el desarrollo de cáncer. En el caso del mate, tanto la Iarc como la Aem, declaran en sus documentos que no hay evidencia científica suficiente que demuestre el vínculo del consumo de esta infusión con el desarrollo posterior de neoplasias (cáncer).
La supuesta relación entre el consumo de infusiones preparadas con yerba mate y el aumento del riesgo de contraer ciertos tipos de cáncer no es nueva y volvió a surgir tras la réplica de una nota del periódico británico The Sun, donde mencionan dos agentes asociados al consumo de mate, como mecanismos responsables: la presencia de hidrocarburos aromáticos policíclicos (Haps) en la infusión y la temperatura de consumo. Sin embargo –según el Inym-, investigaciones científicas confirmaron que, tanto la temperatura de consumo como los niveles de Haps del mate son seguros acorde a lo establecido por organismos como la Organización Mundial de la Salud y la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer.
Los Haps, cuyo principal exponente es el benzo[a]pireno, son sustancias químicas que no forman parte de la composición de las hojas y palitos de yerba mate. Estas sustancias, si aparecen en la yerba mate elaborada, no son solubles en agua, por lo que comprobaron que su transferencia desde la yerba hacia las infusiones es muy baja o nula.
En 2016, el Grupo de Investigación de Yerba Mate de la de la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), liderado por el Miguel Schmalko y la Ana Thea, publicó un estudio en el que se evaluó el contenido de Haps en las principales formas de consumo de la yerba mate: mate (caliente), tereré (frío) y mate cocido (caliente o frío), donde observó que ninguna de las infusiones estudiadas superó el nivel máximo sugerido por la OMS para el contenido de Benzo(a)pireno en el agua potable (700 ng/L).

No supera los 58 grados
Con respecto a la temperatura de consumo del mate tienen en cuenta dos instancias: la temperatura a la que se calienta el agua para el mate y la temperatura con la que la bebida llega a la boca. En ese sentido, la Agencia sostiene que la exposición de las células a temperaturas mayores a los 65 grados centígrados puede ser perjudicial para la salud, admiten desde el Inym.
En ese sentido, el estudio de los investigadores de la UNaM reveló que la temperatura del mate cebado de manera tradicional nunca supera los 58 grados centígrados al llegar a la boca.
Para la experimentación diseñaron una bombilla con tres sensores de temperatura, uno en el filtro, otro en el pico de la bombilla (donde tiene contacto con la boca) y uno externo, capaz de medir la temperatura en el seno de la yerba mate. “El agua de cebado al entrar en contacto con la yerba mate pierde mucha temperatura, y cuando la succionamos, la temperatura desciende aún más”, explicó el investigador Miguel Schmalko.
El investigador precisó que “se calentó el agua para cebar el mate a distintas temperaturas de 70 a 90 grados centígrados, pero la temperatura de llegada a la boca en ningún caso superó los 58 grados centígrados. En contraste, contamos con evidencia científica que revela los efectos benéficos de la yerba mate en la salud humana, como el caso de un trabajo realizado por el Centro de Oncología Molecular y Transnacional de la Universidad Nacional de Quilmes que demostró en pruebas de laboratorio los efectos quimio preventivos y antitumorales de infusiones preparadas con yerba mate en el cáncer de colon y mama”.
“Podemos concluir y afirmar que tomar mate es seguro y saludable”, subrayó el subgerente del Área Técnica del INYM, Verónica Scalerandi, “ya que los dos agentes mencionados (la Haps y temperatura alta) quedan descartados” y recordó que los beneficios de tomar mate se encuentran recopilados en más de 250 trabajos que conforman la Base de Datos sobre Yerba Mate y Salud.