El Fondo de Crédito Misiones acompañó, en sus más de cinco años de existencia, a unos 1700 emprendimientos en forma directa con crédito pero también a muchos otros con asistencia y capacitación en tutorías y asesorías. “En ayuda financiera son unos 800 millones de pesos. Mensualmente prestamos entre 20 y 25 millones de pesos con un promedio de un crédito por día. Es decir, que todos los días, en promedio, estamos monetizando una actividad», explicó el titular del organismo, Horacio Simes en Plural TV.

Martes 17 de mayo de 2022. El Fondo de Crédito Misiones trabaja el programa de microcrédito, con el foco puesto en los grupos solidarios. “Es una propuesta dirigida a las familias que trabajan a la escala barrial, donde su ámbito de producción y consumo se concentra en su territorio de vida. El programa de grupo solidario reemplaza las garantías reales o de finanzas personales con un sistema de trabajo en grupo con otros emprendedores de la zona, con los que puedan construir confianza y un sistema de respaldo recíproco que les permite intercambiar conocimientos y capacitaciones, para crecer en conjunto”, explica el titular del Fondo de Crédito Misiones, Horacio Simes, en Plural TV.
Repasa las acciones que el organismo a su cargo llevó adelante durante los años más cerrados de la pandemia de Coronavirus y proyecta las acciones, con la intención de recuperar la capacidad solidaria de las organizaciones civiles y, además, “trabajar fuerte lo tecnológico a través del programa de la economía del conocimiento, y otro programa que denominamos Fontex. Trabajar el microcrédito con esta modalidad de grupos solidarios y abordar sectores que aún no abordamos con programas específicos, como el sector cooperativo, señaló.
Plural TV se emite los lunes de 19 a 20 por Canal Cuatro Posadas.

La entrevista

-¿Dónde está parada Misiones con el Fondo de Créditos hoy?
-Estamos con un Fondo de Crédito ya consolidado, con cinco años y medio de actividad, que se expandió en territorio, a cinco, seis municipios con Posadas. Hoy tenemos sedes en Posadas, Oberá, Eldorado, Leandro N Alem, que ha respondido a las demandas del sector productivo de la provincia en condiciones de mayor estabilidad, pero también de mayor volatibilidad. Como fue el caso de la pandemia, y que pudimos atender desde pequeños emprendedores hasta medianas empresas de diferentes rubros, como comercios, servicios, actividades de producción primaria y actividades manufactureras en los 77 municipios de la provincia de Misiones.

-Ya hablamos de los sectores y los montos a los que llegaron sobre todo en estos dos años de pandemia. ¿Esto se amplió?
-En algunos segmentos ampliamos los montos. Otros -con montos más grandes- ya no se encuentran vigentes, porque eran programas de emergencia, como el caso del Programa Sanitario, o el Programa de Maquinaria vial para Municipios, con montos de cuatro y cinco millones respectivamente. Hoy tenemos un monto máximo de tres millones disponibles para las actividades manufactureras y para otro tipo de programas específicos, como la economía del conocimiento; pero también contamos con una alta gama de financiamientos para todos los sectores que va desde infraestructura, capital fijo o capital de trabajo como materias primas y mercaderías en general. Por lo cual estamos con una asistencia bastante completa. Por supuesto siempre, con las condiciones muy accesibles del Fondo de Crédito Misiones, como las tasas de interés bajas, del orden del 12 o 14 por ciento anual; 16 por ciento si es capital de trabajo. Con periodos de gracia de tres, seis y nueve meses, con plazos de pago de hasta cinco años, y con un régimen de garantía flexible. Todo esto acompañado por programas de asistencia técnica. Con incubación, aceleración, capacitaciones. Y un acompañamiento y seguimiento técnico en todos los municipios, aún posteriores a la monetización.

-¿Si quisiéramos hacer una línea de tiempo, a qué sectores se llegó, al principio, a mediados, y actualmente?
-Al principio los sectores más demandantes estaban vinculados con los sectores de servicio. Servicios variados, técnicos en general, técnicos mecánicos, refrigeración, gomerías. Luego le siguieron las actividades manufactureras, como panaderías, rotiserías, textiles. Con la llegada de la pandemia creció la participación relativa. Tanto de las actividades de producción primaria -que atendíamos en menor participación relativa antes de la pandemia por la cantidad de ofertas de otros organismos que disponen en la provincia- pero impulsados por la pandemia por la crisis de oferta y demanda que produjo, nos permitió asistir, en conjunto, con el Ministerio del Agro y de la Producción, y con el Ministerio de Agricultura Familiar, a todas las actividades de producción en las chacras de los misioneros. Y ahora con la pandemia se sostuvo el incremento de la participación relativa de las actividades de comercio en general. El comercio es un sector que vivió la crisis del Covid en forma bastante generalizada. A diferencia de la industria, que tuvo sectores con mayor y menor impacto, el comercio lo vivió de forma más uniforme, y por lo tanto creció la demanda de estos sectores.

-¿Más uniforme en un sentido positivo o negativo?
-Al principio fue difícil porque el aislamiento y el parate general de las actividades significó una merma en el nivel de actividades y operaciones que en algunos casos llegó al 100 por ciento y que se fueron recuperando con el tiempo hasta que resultaron con mayores dificultades, solamente algunas actividades críticas como el turismo, las actividades culturales, que fuimos atendiendo con más propuestas programáticas y con mayores beneficios para este sector, como el periodo de gracia de hasta un año. Pero que en general, a medida que las actividades fueron retomando un curso normal, les permitieron reconvertirse y aprovechar también el contexto de pandemia que venía acompañado por esta actividad de consumo interno con las fronteras cerradas.

-¿Dónde se hubiera resentido más la pandemia, si Misiones no hubiera tenido este organismo?
-Nosotros tuvimos que reconvertir nuestras actividades y focalizar, primero en los momentos críticos. Los sectores más críticos, en el comienzo, estaban vinculados con la salud y la economía, en esta denominación binaria que tiene el Gobierno, de estar preparados para dar una respuesta sanitaria adecuada a medida que la enfermedad fuera impactando en mayor medida, pero para que el flujo de consumo o de alimentos no se detenga en las chacras misioneras y las familias. Con lo cual logramos asistir, de la mano de anuncios de nuevos programas, junto al gobernador de la provincia, a estos segmentos estratégicos. Luego tuvimos que atender la capacidad instalada de las Pyme en todos los segmentos. Por lo tanto habilitamos el financiamiento a rubros no habilitados, como ser el pago de sueldos, de gastos de alquiler y luz, algo que antes no estaba contemplado.

-¿Hubo mucha demanda para afrontar sueldos y servicios?
-Ese primer programa que llamamos Programa de Sostenimiento de la Capacidad Instalada fue el que nos trajo en poco tiempo un incremento exponencial en el nivel de solicitudes. Llegamos a tener cuatro mil, cinco mil solicitudes en poco tiempo, para financiamientos de corto plazo: para pagar el alquiler, los sueldos, y complementar este financiamiento con los programas que llegaban de Nación.

-¿Quiénes requirieron más esta ayuda? El turismo… me imagino.
-La necesidad fue bastante generalizada. Con el turismo pensamos programas especiales, porque requería una ampliación del periodo de gracia mucho mayor. Porque fueron una de las últimas actividades en reactivarse. Recibimos muchas solicitudes de los comercios en general, que necesitaban pagar el alquiler, no despedir personal. Porque es todo capital que luego cuesta mucho más recuperarlo. Y si estamos hablando de mantener un empleo, no solo nos referimos a capacitación, sino también a la capacidad de mantener ingresos de las familias. Por lo tanto, salimos a atender ese mantenimiento de la capacidad instalada. Y luego, más adelante en el tiempo, casi sobre el fin de año, pudimos empezar a pensar en la recuperación de las actividades, en acompañar el reinicio de las operaciones con capital de trabajo, hasta que finalmente el contexto post pandemia se fue estabilizando y hoy tenemos una actividad económica bastante normalizada.

-¿El recupero es bueno?
-Estamos con márgenes de recupero superior al 90 por ciento. Con la pandemia ese ratio se vio afectado, pero luego de la pandemia, con medidas que tomamos, como diferimiento de capital, condonación de intereses y demás, logramos volver a niveles anteriores a la pandemia. Con recuperos por encima del 90 por ciento. Cuando contemplamos monto monetizado con cuotas vencidas.

-El discurso del gobernador del 1 de mayo ante la Cámara incluyó al Fondo de Crédito y las ayudas que llegarán a sectores que necesitan para recuperarse. ¿Qué fondos serán, para quiénes, cómo?
-Nosotros estamos trabajando en dos programas. Uno de forma directa desde el Fondo de Crédito de Misiones, que es un programa de microcrédito, con modalidad de grupos solidarios. Es una propuesta dirigida a las familias que trabajan a la escala barrial. Donde su ámbito de producción y consumo se concentra en su territorio de vida. Pero que adolece de problemas de garantías. Entonces el programa de grupo solidario reemplaza las garantías reales o de finanzas personales con un sistema de trabajo en grupo con otros emprendedores de la zona, con los que puedan construir confianza, y un sistema de respaldo recíproco. Pero que también les permita intercambiar conocimientos y capacitaciones, que les permita crecer en conjunto.

-¿Por ejemplo?
-Es una modalidad trabajada desde los años 70. Nace de la mano de un economista llamado Mohamed Junus, que ganó el premio Nobel de la Paz por estos desarrollos. Ellos empezaron con mujeres. La modalidad les permite trabajar distintos rubros. Una mujer hace cestas, otras tejidos, otra alimentos y, entre ellas, se respaldan y se garantizan. Esta propuesta llegó a Argentina hace muchos años, con distintos programas nacionales y provinciales. Lo que proponemos es recuperar esa capacidad instalada en las organizaciones civiles que trabajan con microcrédito y con ellas hacer uso de esta herramienta.

-¿Ya hay demanda?
-Así es. Veníamos trabajando desde unos días antes, pero desde el anuncio la demanda creció de forma importante.

-¿En qué rubros?
-A nivel de micro crédito los rubros principales están vinculados al tejido de prendas y con la elaboración de alimentos.

-¿Cómo se da esa vinculación?
-A través de organizaciones civiles que ya trabajan en el barrio, y que probablemente, algunas de ellas ya trabajan con el micro crédito y ya tienen los grupos consolidados. Trabajamos con promotores de micro crédito. Ya sea del Fondo de Crédito Misiones, o de las organizaciones de micro crédito, o micro finanzas, como se los denomina. Y a partir de ello, con encuentros semanales, quincenales, con capacitaciones y otras actividades de apoyo se va logrando que esta línea de crédito -que en un principio estamos hablando de un monto de hasta 100 mil pesos- llegue a estas familias y les ayude a mejorar sus ingresos y su calidad de vida.

-¿Tenés presente la cantidad de personas a las que llegaron en estos cinco años y medio?
-Estamos en el orden de los 1700 emprendimientos en forma directa con el crédito, y mucho más cuando hablamos de la asistencia en capacitación en tutorías y asesorías. Porque recordemos que muchas veces el crédito es la última instancia. En algunas instancias no se necesita el financiamiento, sino que se necesita otro tipo de reconversión productiva, en capacitación, ordenamiento técnico y demás. Y estamos asistiendo en ayuda financiera con un monto cercano a los 800 millones de pesos. Mensualmente prestamos entre 20 y 25 millones de pesos con un promedio de un crédito por día. Es decir, que todos los días, en promedio, estamos monetizando una actividad.

-¿Cuál es la proyección para este año?
-La proyección es trabajar fuertemente lo tecnológico a través del programa de la economía del conocimiento, y otro programa que denominamos Fontex. Trabajar el microcrédito con esta modalidad de grupos solidarios y abordar sectores que aún no abordamos con programas específicos, como el sector cooperativo.