Carlos Valenzuela analizó en Plural TV la coyuntura política argentina después del acto por los cien años de YPF. Advierte que los libertarios ganaron la calle con la pandemia y traen los temas del liberalismo de los años 90. Los Gobiernos populares siempre tienen contradicciones, dice, al analizar la gestión de la dupla Alberto-Cristina y sus sectores más fuertes. Advierte también sobre cambios propuestos que afectarían a toda la población.
Viernes 17 de junio de 2022. La política argentina nunca es tibia. Menos cuando los sectores populares conducen y se reclaman a sí mismos, con las herramientas que tienen a mano. “Vimos la convulsión que generó Kulfas, que terminó cooptado por los canapé del poder permanente, y que el poder popular termina expulsándolo. Alberto Fernández evidentemente tiene que ir generando un equilibrio entre esas situaciones. Para mí vamos a seguir viviendo todo esto. Hay una disputa muy fuerte en la Argentina de los sectores que no quieren perder privilegios, sino que quieren acrecentar los privilegios que tienen, a costa del bienestar de la población en general. Mientras los grandes medios generan confusión general al exponer, por ejemplo, el costo de sostener a los sectores más humildes y desprotegidos de la Nación pero nadie habla, sin embargo, de la plata que Macri le regaló a Vicentin, con la que se podría haber sostenido los planes sociales de Argentina por cien años. Eso no se pone en análisis”.
El que explica es Carlos Valenzuela en Plural TV, invitado a hacer un análisis sobre la política argentina después del acto por los cien años de YPF, que contó con la presencia del presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, justo cuando las corporaciones mediáticas hablaban de diferencias irreconciliables, que no quedaron expuestas.
Después de ese acto, el presidente hizo cambios en el gabinete y el expulsado fue Matías Kulfas, entonces ministro de Desarrollo Productivo.
Los sectores populares siempre tienen contradicciones, recuerda Valenzuela, y pone un ejemplo local: un delegado de ATE CTA que se manifiesta simpatizante de Javier Milei, “atentando contra su propio bienestar, y contra su propio salario” ya que Milei dice que si llega al Gobierno, va a entrar con una motosierra a destrozar el Estado”.
Carlos Valenzuela admite errores en el Gobierno con el que simpatiza: “no hay ningún perfecto gobernando en la tierra” pero “hay un ataque de desacreditación a la herramienta que tiene el pueblo, que es la política. La única herramienta que tiene para defenderse es la política, que después se traduce en niveles institucionales para poder tener una representación”, dice para analizar que en este período el Gobierno perdió la calle, producto de la pandemia “y avanzaron los sectores libertarios en la calle, quemando barbijos, en contra de la vacunación. Fueron avanzando sobre la calle; fueron creciendo”.
La entrevista
-¿Qué significó el acto de los 100 años de YPF con la presencia de Alberto y Cristina, en esta coyuntura?
-Los cien años de YPF generaron una puesta en escena donde siguió exponiéndose la disputa que hay en el poder en Argentina. Y cuando digo en el poder, no me estoy refiriendo exclusivamente al Gobierno, sino al poder en serio. Porque el Gobierno es solamente una representación de los poderes en Argentina; el poder popular y el poder concentrado de las grandes corporaciones. La disputa es, en definitiva, a partir de qué grado el Gobierno puede, a partir de su fortaleza, representar al poder popular, o en qué grado es influido por los poderes permanentes. Algo que sigue expresándose.
-¿En qué grados se sigue expresando?
-Hemos visto la convulsión que generó Kulfas, que terminó cooptado por los canapé del poder permanente, y que el poder popular termina expulsándolo. Alberto Fernández evidentemente tiene que ir generando un equilibrio entre esas situaciones. Para mí vamos a seguir viviendo todo esto. Hay una disputa muy fuerte en la Argentina de los sectores que no quieren perder privilegios, sino que quieren acrecentar los privilegios que tienen, a costa del bienestar de la población en general. A su vez, sumado a la confusión general que los grandes medios generan. Fíjense que una de las confusiones que hay es la cuestión de sostener a los sectores más humildes y desprotegidos de la Nación, que medido en términos de costo, tiene un costo enorme. Sin embargo, la plata que Macri le regaló a Vicentin, podría haber sostenido los planes sociales de Argentina por cien años. Eso no se pone en análisis. Esas son las contradicciones que se generan. Ahora, por ejemplo, con las declaraciones juradas de las exportaciones, del trigo, la soja. Cuando comenzó la guerra entre Ucrania y Rusia, en un solo día presentaron planillas de declaraciones juradas de exportación por 700 mil. Cuando en un día promedio presentan por 100. Es decir, las presentaron antes. Esta es una especulación terrible, porque en ese momento sabían ya, quienes manejan los grandes mercados, que producto de una guerra se iban a disparar los precios. Entonces ese día presentaron con ese precio. Hay un decreto, que ahora empieza a hablarse, de la época de Videla, que todavía está en vigencia, que les da la posibilidad de mantener la producción en silos durante un año, para luego exportarla. Por eso juegan con el tema de los precios. Algunos dicen: “por qué no se deroga ese decreto”. Cuando fue ministro de economía de la Nación, Remes Lenicov derogó ese decreto, duró cuatro días y se fue. Por eso digo que en este momento los poderes juegan muy fuerte en Argentina. Hay un tema que me llama la atención, y lo cuento como anécdota -no voy a decir de dónde es porque no soy botón- hay un delegado de ATE CTA en el área de un ministerio de esta provincia, que es simpatizante de Milei. Esas son las contradicciones en las que caen los sectores populares con la gran confusión que se genera. Estamos hablando de un delegado de ATE CTA. Es decir, está atentando contra su propio bienestar, y contra su propio salario. Porque, por ejemplo, Milei dice que va a entrar con una motosierra a destrozar el Estado. Y probablemente, ese mismo termine votándolo.
-Esas contradicciones son parte de la batalla que llevan adelante los medios, que no terminan de explicar algunas cuestiones, y las van poniendo todo el tiempo sobre el escenario sin compensar la información. Porque convengamos que Milei está siendo militado y batallado desde los medios, no solo desde su espacio político.
-En el inicio de la democracia leía por ahí: “achicar el Estado es agrandar la Nación”. Milei dice que va a entrar con una motosierra al Estado. Eso es destrozar la representación de los sectores más desprotegidos, porque vamos a quedar a expensas del capitalismo. Él está de puntero de los sectores que probablemente van a quedar ocupando el gobierno.
-El desplazado y los afectados.
-Acá hay un tema que tiene que ver con esta lucha que se va dando y cómo juegan los medios, los grandes medios, no nosotros los chiquititos. Vamos a hablar del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, que es la plata que da sustentabilidad al sistema previsional de la Argentina, concretamente a las jubilaciones. Cuando se terminan las AFJP queda en manejo del Estado ese Fondo de Garantía de Sustentabilidad. Cuando se fue Cristina ese fondo estaba en 65 mil millones de dólares; cuando se fue Macri estaba en 22 mil millones de dólares. Una terrible y abrupta reducción. Esto es información objetiva, números, no tiene discusión. Y en estos dos años de gobierno de Alberto Fernández, con todo lo que se le critica, recuperó 12 mil millones para ese Fondo de Garantía de Sustentabilidad que sostiene las jubilaciones de la Argentina. ¿Ustedes saben cuál es la propuesta que están elaborando los economistas para tener dólares inmediatamente? Es vender las acciones que quedaron en manos del Estado por el Fondo de Garantía de Sustentabilidad. Ya no es vender las joyas de la abuela, sino ya las medias de la abuela. Eso es lo que no se ve. Esas son las discusiones de fondo que genera el poder. Eso quieren hacer quienes quieren destruir el Estado. Y si se destruye el Estado nadie nos garantiza que vamos a tener salud como tenemos en Misiones, por ejemplo. Que antes, con el anterior modelo, el mejor sistema de salud que había era ir a Buenos Aires. Hoy sin embargo, podemos recibir una atención de calidad en la provincia de Misiones. Eso son los Estados que se contraponen. Es algo que de fondo no se ve, porque en la cortina de humo te venden otra cosa.
-¿Cuál es la responsabilidad del propio Gobierno en el surgimiento de estos personajes que vienen por las calles laterales?
-Nosotros vemos que hay errores. No hay ningún perfecto gobernando en la tierra. Hay un ataque de desacreditación a la herramienta que tiene el pueblo, que es la política. La única herramienta que tiene para defenderse es la política, que después se traduce en niveles institucionales para poder tener una representación. Que en este periodo del gobierno perdió la calle, producto de la pandemia. Entonces avanzaron los sectores libertarios en la calle, quemando barbijos, en contra de la vacunación. Fueron avanzando sobre la calle, eso generó una apertura, y han crecido esos sectores. Porque en general, con la cuarentena la gente quería hacer su fiestita, sus cosas, y montados sobre eso han generado un clima que dio lugar a que aparezcan estos outsiders. Pero no es solamente en la Argentina que aparecen estos outsiders, es algo que ocurre en todos lados. En Colombia un nazi, que reivindica nazis está en la segunda vuelta. No es poca cosa lo que está ocurriendo.
-Son varios. Y en toda Latinoamérica hay una oleada de estos personajes.
-Además la preparación se genera con mucha amplitud. Porque esta corte que tenemos hoy en vigencia representa esos intereses. Y la preparación es sostener eso para que, en un probable cambio de gobierno, esa corte valide la motosierra con la que van a venir. ¿Y qué es la motosierra? Es achicar el Estado, la reforma laboral, la reforma previsional, que es licuar las jubilaciones.
-Gran parte de los temas de los 90.
-Exactamente, pero agigantado, porque ahora lo quieren hacer en cien horas. Eso es un tema complejo porque la Corte actual es una corte para sostener privilegios.
-¿Necesitamos esa corte que se propone, de 25 integrantes al menos?
-Y ahora reclaman porque 25 miembros les parece mucho. Yo les recuerdo a los admiradores de Europa, que quisieran ir a vivir allá, que la corte de Francia tiene 120 miembros, Brasil tiene 33 miembros, Chile 21, y Estados Unidos nueve. Y en nuestro caso, en el que se propone 25, están diciendo que es una exageración. Que vayan a opinar a Francia, a ver qué dicen de los 120 miembros de Francia. Nosotros necesitamos que haya una defensa del sistema jurídico, una garantía jurídica, pero además esa garantía jurídica tenga una visión integral de la Nación, no solamente del poder concentrado. Porque esta corte que tenemos actualmente tiene dos violadores integrando la corte. Son dos violadores. Cometieron un intento de violación, aceptaron entrar por decreto, y después les dieron el acuerdo del Senado. Pero ellos aceptaron ser violadores. Para mí no tienen ninguna representatividad ni me garantizan absolutamente nada. Cómo me va a garantizar algo un violador cuidando un colegio de señoritas.
-El sector popular, el populismo en el buen sentido de la palabra -en el único sentido en realidad, no el que le quieren dar de manera permanente-, ¿está haciendo bien al mostrarse como lo hace en la Argentina?
-Son las disputas de pareja y a los gritos. No hay una masa crítica como para generar los cambios necesarios. Esa masa crítica se achicó mucho con las elecciones pasadas, y eso generó un cambio en el Congreso de la Nación que obliga a negociar. Pero tenés que negociar con quien no quiere negociar con vos. Con quien tiene una visión recontra contra opuesta a la tuya. Es decir, estás obligado a negociar con alguien que te dice que el Estado que vos pretendes es inviable. Acá están analizando regionalizar el país. ¿Qué quiere decir esto? Que es muy caro que haya provincias que tengan corte suprema, poder judicial, gobernadores, diputados. A nosotros nos tocaría la región del Litoral en este proyecto que están armando. Es una barbaridad lo que están pensando. Pero más bárbaro aún es que haya muchas personas y sectores que van a ser afectados, que piensen ir a votar en favor de eso con tranquilidad.
