El periodista Mauro Brissio milita una ley que castigue las mentiras en los medios de comunicación. Es fundamental preservar el valor de la verdad en las noticias difundidas por los medios de comunicación, reconocer la dimensión social del derecho a la libertad de pensamiento y de expresión, y garantizar el derecho a la información adecuada y veraz.

Martes 12 de julio de 2022. La noticia falsa, la fake news, “está pensada, ideada y planificada por ‘genios’ de la comunicación, de la sociología y de la psicología para que encaje con los prejuicios que nosotros tenemos, para que todo eso circule, se instale y se viralice”.
“No son errores, son operaciones políticas, financiadas por grupos de poder y con un objetivo completamente claro”.
El que define este concepto es el mismo magister en comunicación, Mauro Brissio, especialista en Fake News, que creó una petición que está tomando mucha fuerza en todo el país, para solicitarle al Congreso, al ENACOM y al Estado Nacional, el apoyo necesario para acabar con la difusión de mentiras en los medios.
Es fundamental preservar el valor de la verdad en las noticias difundidas por los medios de comunicación, reconocer la dimensión social del derecho a la libertad de pensamiento y de expresión, y garantizar el derecho a la información adecuada y veraz.
Brissio diseñó una propuesta de ley para penalizar cuestiones referidas a las fake news y que ya alcanzó más de 23.000 firmas a través de la plataforma Change.org, que propone por un lado, una penalización monetaria «que iría desde la quita de la pauta oficial hasta importantes multas económicas, relacionado con el tamaño del medio de difusión» y, por el otro, la capacitación de la ciudadanía.
Acá coincidimos con Mauro Brissio que destaca la necesidad de contar con «una ciudadanía activa, que tenga los instrumentos y las herramientas para poder detectar una fake news, poder combatirla y denunciarla, saber qué es lo que tienen que hacer».
Sino, todo parece lo mismo; nuestro trabajo de periodistas o comunicadores se equipara con los desestabilizadores o los aduladores que descalifican o exacerban los hechos, siempre distorsionados, para favorecer a sus patrones, a los que ponen la pauta o a los grupos ideológicos a los que adhieren.
Está claro que la mayor generadora de fake new es la ultraderecha, la que potenció la usina de la mentira como nueva herramienta para hacer política. O potenciar la antipolítica. Pero, no son los únicos, tampoco, claro está.
Los especialistas en distintos países coinciden en “la ultraderecha en todo el mundo utiliza la misma táctica, mentir tanto que resulte muy difícil descifrar la verdad de la mentira, lo verdadero de lo falso.
La campaña de Mauro Brissio, militan con fuerza desde el país central, ya lleva más de 28 mil firmas de adhesión para llegar con el proyecto al Congreso Argentino.
La propuesta no busca atentar, ni limitar la libertad de expresión sino que concretamente, al hueso, busca castigar la fake news, las noticias falsas que militan la ultraderecha, los medios de comunicación, los periodistas, los influenciadores (los que manejan la mercadotecnia influyente) y las redes sociales, de donde los comunicadores del nuevo siglo se nutren sin verificar fuentes. Y muchas veces a propósito también, para ayudar a mentir.
La campaña que impulsa Mauro Brissio es llevar la discusión al Congreso para que el Estado decida qué hacer con estas mentiras que causan daño y crean realidades paralelas, alejadas de la realidad. No atenta, dijimos, contra la libertad de prensa, ni de imprenta, tan resguardada en la Constitución de la Nación Argentina, en el Artículo 14, que nos garantiza como habitantes a publicar ideas por la prensa sin censura previa y en el Artículo 32, que reza que “El Congreso federal no dictará leyes que restrinjan la libertad de imprenta o establezcan sobre ella la jurisdicción federal”.
Quiere sancionar las mentiras, no restringir la libertad de expresión, de prensa, ni de imprenta.
Vamos por la Ley que castiga la fake news. Vamos por esa ley.