Unos 40 mil misioneros cobran un programa social del Estado, de las 70 u 80 mil personas que integran los movimientos populares, explicó el diputado Martín Sereno. “Hacemos de todo, como carpintería, herrería; instalaciones de luz y agua, con torres; tanque, bajada de luz, pilar y hasta la cajita térmica adentro de las casas. Se hace muchas producciones textiles, se producen muchísimos alimentos agroecológicos. El Evita en Misiones está criando más de 20 mil pollos; estamos produciendo toneladas de alimentos” puso en contexto el referente de los movimientos sociales y diputado provincial, Martín Sereno.

Martes 15 de noviembre de 2022. En el marco de la auditoría para el conjunto de beneficiarios y Unidades de Gestión del programa Potenciar Trabajo, que según la Nación busca focalizar en tres ejes: vuelta al mercado de trabajo, fortalecimiento de cooperativas y protección en caso de situaciones de vulnerabilidad, el referente del Movimiento Evita Misiones y diputado provincial, Martín Sereno pretende que el relevamiento muestre “que con nada estamos haciendo muchísimo, que con la demora que hay en la entrega de alimentos estamos sosteniendo el hambre de miles de niños y niñas, jóvenes y adultos también” y que le permita a las autoridades entender que “estamos fallando en el proceso productivo, que el subsidio es un parche de emergencia, pero que si no se apunta a la organización laboral y productiva no se resuelve nada”, aseguró en Plural TV, programa periodístico de Canal 4 Posadas.
Recordó que la estigmatización de la pobreza siegue vigente en el país: “a quienes hoy le dicen planeros, hace 50 años les decían cabecitas negras. El pobre y la pobreza siempre joden. Porque la gente empobrecida está mostrando que está fallando este sistema. Nadie aspira a vivir en un mundo que como la Argentina de hoy, donde el 50 por ciento es pobre. Todos pregonan que este sistema sirve, que esta manera sirve, que este método es bueno, y sin embargo, si mostrás que la mitad de la gente es pobre, la cifra te está diciendo que esto no está andando bien. Entonces, siempre molesta esa muestra de la pobreza. Porque muestra que el sistema falla, que hay que pensar otro paradigma para resolver las cuestiones de fondo, estructurales”, explicó.
El diputado Sereno estima que unos 40 mil misioneros cobran un programa social del Estado, de las 70 u 80 mil personas que integran los movimientos populares. “Hacemos de todo, como carpintería, herrería, obras como en el barrio Lapachito de Posadas, donde realizamos 300 instalaciones de luz y agua, con torres, tanque, bajada de luz, pilar y hasta la cajita térmica adentro de las casas. Se hace muchas producciones textiles, se producen muchísimos alimentos agroecológicos. Estamos en todas las ramas de trabajo. Se hace mantenimientos, reciclaje. En cuanto al Evita te puedo dar cifras más precisas, porque es el movimiento al cual pertenezco: en Misiones estamos criando más de 20 mil pollos; estamos produciendo toneladas de alimentos”, contextualizó respecto a las tareas que realizan desde las organizaciones sociales.

La entrevista de Martín Sereno en Plural TV

-¿De qué se tratan las evaluaciones que hace el Estado a los que reciben planes? ¿Los que reciben planes trabajan o no?
-Ya lo hemos hablado. En realidad todo el mundo trabaja; nadie puede vivir de la nada. Algunos trabajan comprando y vendiendo cosas, algunos changueando, otros cortando el pasto. Los movimientos populares tenemos una característica, creemos que el trabajo debe ser organizado y colectivo. No vemos que el trabajo individual logre transformar algo, entonces organizamos el trabajo en trabajo cooperativo, colectivo y en todas las ramas posibles. Hoy no hay rama que no abarquemos en la provincia y en el país. Respecto a los programas, siempre digo que dentro del Movimiento Evita, en Misiones, debe haber cuatro mil o 4500 programas; hay más de 30 mil misioneras y misioneros trabajando. Para nosotros el programa no es un parámetro para encarar una producción, un trabajo o una cooperativa, sino que es simplemente una herramienta colectiva que facilita un poquito la demora que tiene el Estado en avanzar con los proyectos. Para que te des una idea, este año el Estado va a invertir 500 mil millones de pesos en todo el país, y para herramientas, proyectos para esos programas hay 8 mil millones de pesos. O sea, una cosa está por encima y la otra por allá abajo. Propuse por Misiones, en mesas nacionales, que empiecen a dar herramientas, insumos, materiales y acompañamiento a esos proyectos cooperativos y colectivos de trabajo, porque permitirían un desarrollo mucho más fuerte e incluir a mucha más gente que hoy tiene a penas changuitas semanales y necesita entrar en un proceso organizado de desarrollo productivo. Esperemos que esto sea escuchado. Esperemos que estas auditorías, que es lo que me preguntabas en un principio, sirvan para eso. Hasta ahora hicimos dos días de auditorías.

-¿Estas auditorías son para corroborar que quienes reciben planes están trabajando?
-La verdad es que no sé para qué son. Nosotros pretendemos que sirvan para demostrar que con nada estamos haciendo muchísimo, que con la demora que hay en la entrega de alimentos estamos sosteniendo el hambre de miles de niños y niñas, y de personas adultas y jóvenes también. Que con las pocas herramientas que llegan hemos organizado cientos y miles de producciones. Ojalá se vea reflejado eso para que quien analice esos datos se dé cuenta de que estamos fallando en el proceso productivo, que el subsidio es un parche de emergencia, pero que si no se apunta a la organización laboral y productiva no se resuelve nada. Esperemos que esta auditoría muestre eso. De hecho, los dos días que la hicimos, la realizamos en el barrio Lapachito de Posadas. El Ministerio nos propuso suspender debido al paro de colectivos y le dijimos que no, porque así como nos organizamos para ir a trabajar, nos organizamos para mostrar esto de las auditorias. Y fuimos todos y todas. No dieron abastopara auditar toda la gente que fue. Y armamos ferias mostrando todas las producciones, eventos culturales, mostrando una pequeñísima parte de todo lo que hacemos, para que la auditoría no termine en un múltiple choice, sino que también se lleven una expresión real y concreta de lo que hacen los movimientos populares.

-¿Esos auditores son locales o vinieron de Nación?
-Vino gente de Nación, algunos funcionarios y además hubo mucha gente local. Jóvenes estudiantes de la UNaM eran parte del plantel que hacía la auditoría.

-¿Por qué siguen teniendo tanta mala prensa las organizaciones sociales?
-La verdad que no tengo ni la menor idea. Primero que nada, creo que hay un desconocimiento total. Vos mirás las noticias y de diez noticias que hablan de movimientos populares, no sé si llega a una el porcentaje las noticias que cuentan lo que hacemos. Vos sabés que la influencia de los medios y de las redes es mucha, por ende, esa desproporción en mostrar lo que se hace influye en el desconocimiento del común de la gente. Porque insisto, de 40 millones de argentinos hay un millón cobrando programas. O sea que el común de la gente no sabe lo que es un movimiento popular, qué es un programa, cómo se utiliza. Los medios en general no informan al respecto, entonces el prejuicio con que se emiten esas noticias influye en la opinión pública. Yo creo que a quienes hoy le dicen planeros, hace 50 años les decían cabecitas negras. El pobre y la pobreza siempre joden. Porque la gente empobrecida está mostrando que está fallando este sistema. Nadie aspira a vivir en un mundo que como la Argentina de hoy, donde el 50 por ciento es pobre. Todos pregonan que este sistema sirve, que esta manera sirve, que este método es bueno, y sin embargo, si mostrás que la mitad de la gente es pobre, dicha cifra te está diciendo que esto no está andando bien. Entonces, siempre molesta esa muestra de la pobreza. Porque muestra que el sistema falla, que hay que pensar otro paradigma para resolver las cuestiones de fondo, estructurales.

-¿Qué hacen laboralmente las organizaciones sociales en Misiones? ¿Tenés idea de cuántos misioneros integran esos movimientos?
-Teniendo en cuenta todos los movimientos populares, calculo que deben haber 60, 70 mil personas. Cobrando hay muchas menos, creo que hay 40 mil cobrando un programa. Pero creo que 70 u 80 mil personas están dentro de los movimientos populares. Hacemos de todo, como carpintería, herrería, obras como en Lapachito, donde realizamos 300 instalaciones de luz y agua, con torres, tanque, bajada de luz, pilar y hasta la cajita térmica adentro de las casas. Se hace muchas producciones textiles, se producen muchísimos alimentos agroecológicos. Estamos en todas las ramas de trabajo. Se hace mantenimientos, reciclaje. En cuanto al Evita te puedo dar cifras más precisas, porque es el movimiento al cual pertenezco. Nosotros estamos criando en la provincia más de 20 mil pollos, estamos produciendo toneladas de alimentos.

-¿Eso es para autoconsumo, o para venta también?
-Abastecemos de verduras un par de cadenas de supermercados muy importantes. Una de Posadas, otras de San Vicente y El Soberbio. En los pueblos en general abastecemos de verduras, y nos está pasando desde hace unos meses que vendemos a todo el pueblo y todavía tenemos un montón de alimentos que no podemos vender porque ya abastecimos los mercados locales; por lo que estamos pensando en generar la instancia de un mercado en una ciudad grande, puede ser Posadas, Oberá, San Vicente. Participamos de algunos mercados concentradores como el de Eldorado también, donde somos la mayoría de los que estamos abasteciendo. Producimos miel, azúcar rubia, plantas anuales, verduras de hoja, carnes de pollo, de cerdo, lácteos. Eso en cuanto alimentos. Carpinterías tenemos unas 50, en cuanto a herrerías hemos hecho torres para tanques, torres de radio, tinglados. Tenemos escuelas de economía popular, capacitaciones en cooperativismo, clases de apoyo, escuelas de género, tareas de cuidado, promotoras de género, promotoras de salud territoriales, que han sido reconocidas con un diploma por la Nación y por la Provincia. De hecho, la semana que viene quizás tengamos una reunión para ver cómo articulamos para que estas promotoras dispongan de algunas herramientas porque ya tienen el conocimiento. Estamos en todos los lugares donde el Estado no llega, cumpliendo las funciones que debería cumplir el Estado con nada, ni siquiera con un reconocimiento económico para esos trabajadores y trabajadoras, muchas veces sin el acompañamiento técnico, sin los insumos, sin los materiales que potenciarían esa producción. Te doy un ejemplo muy sencillo, todo el mundo celebra cuando dicen: “viene tal fábrica a la Argentina. Con una inversión de 100 millones de dólares generará 70 puestos de trabajo”. Y si ponemos esos 100 millones de dólares en la economía popular generamos 5 mil puestos de trabajo. Como todavía no se entiende qué es la economía popular, a veces nos asombramos con los números, pero si logramos que el Estado lo entienda -porque vuelvo a la cifra original, hay un montón de dinero en programas, y muy poquita en herramientas, en proyectos-si se entendiera el concepto de economía popular que no es vivir de un programa, sino que el programa apuntale esa producción hasta que vaya sola, porque llega un momento que la producción bien organizada, bien hecha va sola. Muchos de nuestros compañeros y compañeras ganan más de la producción que del programa, y consideramos que cuando no pasa eso es porque está fallando la producción, la revisamos y la reorganizamos. Los compañeros y compañeras se están generando un ingreso de entre 7 y 15 mil pesos por semana en estos procesos productivos cooperativos en todo Misiones. Cuando no sucede eso revisamos qué está fallando, porque una cooperativa textil, una cooperativa agropecuaria no puede generar menor ingreso. Nosotros tenemos conformadas más de 25 cooperativas, estamos para armar una federación de cooperativas. Entendemos que el camino del trabajo colectivo es el que sirve, el que contempla y el que incluye. Y cuando podemos acercamos tecnología porque no renegamos de la misma, creo que simplifica y multiplica la capacidad productiva, y ahí es donde creemos que debe estar el Estado; a través del aporte con proyectos de herramientas, a través de créditos blandos. No estamos pidiendo que nos regalen las máquinas. Pero no me des un crédito bancario que me saca el cien por cien y no lo puedo pagar, dame un crédito con una tasa financiada por el Estado; ahí sí está el aporte del Estado, a un 10 por ciento anual, es maquinaria para producción en herramientas y ahí sí vamos a potenciar. Hoy nosotros podríamos abastecer a la provincia con guardapolvos y delantales, y no ir a comprarle a la gran empresa bonaerense. Acá en Misiones escuchamos sobre misionerismo todo el día, pero no hacen todas estas compras en la provincia, y el dinero no queda en la misma, ni de lo textil ni de los uniformes de trabajo. El Movimiento Evita tiene la única fábrica de jeans en la provincia, o sea que podemos hacer ropa de grafa, uniformes de trabajo.

-¿Quién les compra? ¿Dónde ubican esa producción?
-Estamos vendiendo todo a particulares, a empresas, a comercios que después los revenden, a comercios textiles que después ponen otro precio y venden, a particulares. Nuestro análisis es que nos falta pegar un salto más grande. Queremos abrir un mercado popular porque además queremos llegar directamente al consumidor, porque nos va a servir, se va a poder vender un poquito mejor, y el consumidor va a comprar más barato. Ahora que no hay un mango, que la inflación se come todo por estas 50 empresas formadoras de precios que hay, creemos que de esa manera, cuando sacás intermediarios, el dinero que no rinde va a rendir más. Esta cadena de venta que te digo, que nos sirve muchísimo, porque nos compran en un volumen enorme; pero para darte un ejemplo, y no son las cifras exactas, en ese volumen enorme les estamos vendiendo la lechuga a 30 pesos, y en el mercado puede salir 100. Si tuviéramos un canal directo con los consumidores la podríamos vender a 50 con lo cual casi se duplicaría la ganancia, y la pagarían 50 pesos, con lo cual abonarían la mitad por el mismo producto. Ese es el mecanismo que estamos buscando. Creemos necesario dar ese salto. Ya tenemos el volumen de producción, es enorme, estamos pensando en mandar al mercado central de Buenos Aires, estamos vendiendo mandioca a Corrientes, tenemos planificada para este año una producción de aproximadamente 50 mil kilos de tomates. Te tiro cifras para que veas el volumen de producción que hay. Entendemos que el salto es mercados de ciudades porque los mercados de cercanía, de los pueblos ya lo estamos haciendo, vendiendo por redes con un localcito, con un almacén de barrio. Creo que debemos buscar ciudades donde haya más consumidores para todo ese volumen que tenemos de producción.

-No quiero dejar de preguntarte sobre dos proyector tuyos relacionados con el pueblo Mbya guaraní, uno sobre educación y otro sobre fortalecimiento y desarrollo productivo comunitario. ¿De qué se tratan?
-El primero parte de que tenemos que conocer nuestras raíces para saber quiénes somos, debemos valorar nuestras raíces. Tenemos que conservar, valorar e impulsar la memoria histórica. Vimos que es común que en los colegios se enseñe inglés, francés o algún otro idioma y el nuestro propio, del que venimos, no se enseñaba. Yo no sé guaraní, sé muy poquito y me da vergüenza, porque es nuestro origen materno, nuestro idioma, nuestra lengua madre. También se pone en relieve la cultura guaraní,de la que algo hemos aprendido, pero que nos queda muchísimo por aprender. Y que si prestamos atención, ahora todo el mundo habla de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles, de cuidar el ambiente, todo el mundo entendió lo que es el calentamiento global o el cambio climático, y se revaloriza estas culturas originarias que precisamente buscaban ese equilibrio, que vorazmente hemos destrozado en los últimos 500 años. Creo que recuperar nuestra memoria histórica nos va a hacer crecer, nos va a hacer aprender y valorar. Con respecto al tema productivo comunitario, indudablemente que todos y todas sabemos que hemos achicado el territorio a las comunidades originarias, que antes vivían más de la recolección que de otra actividad. Indudablemente que no se puede volver atrás, no les podemos devolver todo el territorio que les sacamos. Entonces debe haber otros modelos productivos que los ayuden a sostenerse para que no dependan del asistencialismo, porque te saca dignidad. Venimos trabajando con algunas comunidades, trabajando muy bien, ya sea valorando sus artesanías y sosteniendo eso, o en la producción de alimentos, hiervas medicinales, aprovechando sus saberes ancestrales también. Creo que el Estado puede ayudar impulsando esos conocimientos ancestrales y fomentando que puedan desarrollarlos de alguna manera. Creemos que se apunta hacia eso, que vuelvan a tener su soberanía alimentaria, algo que tuvieron históricamente. Necesitaron de nuestra ayuda porque les sacamos todos los territorios. La idea es recuperar eso, como parte de su cultura, su saber, su dignidad, su supervivencia y mantener sus valores. A eso apuntan los dos proyectos. Uno encarado desde lo histórico, cultural y la educación para todos y todas, y el otro encarado desde su propio desarrollo y dignidad.